La arquitectura medieval europea es testigo de una época de esplendor y fervor religioso que se plasmó en la construcción de majestuosas catedrales, debido a que se buscaba glorificar a la iglesia. Estas impresionantes estructuras no solo sirvieron como lugares de culto, sino también como símbolos de poder, riqueza y habilidad técnica de sus constructores. A lo largo de los siglos, estas catedrales han resistido la prueba del tiempo, convirtiéndose en iconos culturales y arquitectónicos que siguen maravillando a quienes las visitan. Durante el video observado se rescatan diez de las catedrales más impresionantes de la Edad Media en Europa, cada una con su propio estilo y encanto distintivo, lo cual parece demasiado asertivo de analizar puesto a que realmente reflejan el momento arquitectónico que se vivía en esos momentos. Una de estas catedrales incluso es considerada como patrimonio de la humanidad, es decir, la Sagrada Familia, Barcelona, España. Nos explican de manera breve los distintos estilos de ese momento de la historia, tal y como el barroco de la Basílica de San Pedro, Roma, Italia, bizantino en la Basílica de San Marcos en Venecia, Italia y Santa Sofía, Estambul, Turquía gótico francés en nada más que Notre Dame, Paris y gótico en el resto; Catedral de Milán, Catedral de Colonia, Catedral de San Esteban, Catedral de Sevilla y la Basílica de San Esteban.
Barroco: Representado por la Basílica de San Pedro en Roma, Italia.
Caracterizado por su ornamentación exuberante, uso de curvas y contracurvas, y una sensación de movimiento y drama en la arquitectura.
Bizantino: Representado por la Basílica de San Marcos en Venecia, Italia, y Santa
Sofía en Estambul, Turquía. Se caracteriza por cúpulas grandes y redondeadas, mosaicos elaborados y un énfasis en la verticalidad.
Gótico francés: Representado por la Catedral de Notre Dame en París, Francia.
Se caracteriza por su altura, luz natural abundante a través de vitrales, y arcos apuntados y adornos elaborados.
Gótico en general: Representado por la Catedral de Milán en Italia, la Catedral de
Colonia en Alemania, la Catedral de San Esteban en Austria, la Catedral de Sevilla en España y la Basílica de San Esteban en Hungría. Estas estructuras comparten características góticas como la verticalidad, los arcos apuntados, los contrafuertes y las bóvedas de crucería. Cada uno de estos estilos tiene características únicas que los hacen sobresalir en la historia arquitectónica, desde la ornamentación exuberante del barroco hasta la verticalidad y los mosaicos elaborados del bizantino, y la majestuosidad y los vitrales del gótico. Estos edificios no solo son testigos de la historia, sino que también son ejemplos perdurables del genio arquitectónico y artístico de sus constructores, volviéndose así una mezcla de arte, historia y religión.