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Teresa de
Ávila
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Camino de Perfección
(Escorial)
Obra
PEDAGOGÍA TERESIANA
Entre los méritos literarios y pedagógicos de la
obra, destacan dos o tres. Ante todo, el estilo
coloquial adoptado por Teresa. Ella escribe
«hablando» con las lectoras. Dialogando con
ellas como en el capítulo conventual o en la
recreación: «diréis que...», «pues yo os digo...».
Con el lenguaje conversacional que se estila en
el grupo. «Este es vuestro estilo y lenguaje;
quien os quisiere tratar, apréndale». En
segundo lugar, Teresa tiene permanente
voluntad de empalme con la vida. Escribe, no
desde presupuestos conceptuales, sino desde la
experiencia de lo vivido. «No diré cosa que no
sepa por experiencia», asegura en el prólogo.
La experiencia le servirá de eslabón para
conectar su vida con el grupo. En tercer lugar,
las líneas maestras de su magisterio espiritual:
amplios horizontes eclesiales para fundar la
propia vida espiritual sin confinarla; virtudes y
actitudes concretas inspiradas en el evangelio,
que sirvan de humus adecuado a la oración y
vida interior; vida contemplativa del grupo en
torno a Cristo, maestro de oración, adoptando
como manual de base la lección del
Padrenuestro. Todo ello transido de un
permanente sentido de Dios que llega como un
fluido hasta el lector de hoy.
EDICIONES DE LA OBRA
La Santa había ultimado el Camino en 1566. Al
año siguiente salía de San José para iniciar la
fundación de nuevos Carmelos en Castilla y
Andalucía. De Carmelo en Carmelo se fue
difundiendo el Camino en copias improvisadas.
No siempre fieles. La Autora hubo de intervenir
varias veces en la corrección de erratas y
errores debidos a las amanuenses. Por fin,
hacia 1579 se decidió a imprimir el libro. Confió
la empresa a su gran amigo portugués, don
Teutonio de Braganza, que antepuso a la obra
una preciosa carta introductoria, pero no logró
que el libro saliese a la luz hasta después de
muerta la autora: Évora 1583. Por diversos
motivos, la edición no tuvo acogida favorable, y
rápidamente fue seguida –casi suplantada–
por otras dos: la hecha por J. Gracián en
Salamanca (1585), y dos años después la
editada en Valencia (1587) bajo los auspicios
del Patriarca san Juan de Ribera. En 1588, el
Camino formó parte de la edición de las Obras
completas de la Santa por fray Luis de León.
Esta vez, con una particularidad. El maestro
salmantino introdujo en el texto del libro
numerosos pasajes de la primera redacción,
que habían sido descartados por la autora en la
elaboración definitiva de la obra. Resultaba así
una especie de híbrido, que más adelante sería
desechado y corregido por los editores críticos
de la Santa. En cambio, el texto íntegro de la
primera redacción fue publicado por primera
vez por Vicente de la Fuente en la Biblioteca de
Autores Españoles, nº 53, el año 1861. En la
presente edición damos el texto de la redacción
definitiva del Camino, tomado del autógrafo de
Valladolid, y en nota ofrecemos todos los
pasajes de la redacción primera no presentes
en la segunda. Así al lector le será fácil seguir la
evolución del pensamiento de la autora. Unica
excepción, el capítulo 16 del libro, en que
hemos preferido incorporar al texto la famosa
comparación del juego de ajedrez.
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