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CASTILLOS DE UTRERA,

OLVERA Y VILLAMARTÍN
Javier Martín García 1 BACHILLERATO B
1. CASTILLO DE UTRERA
1.1. HISTORIA Y CONSTRUCCIÓN
El castillo de Utrera, también conocido como alcazaba de Utrera, es una fortificación situada en el casco urbano de la
localidad, a escasos metros de la Parroquia de Santiago, del Convento de la Purísima Concepción y del Hospital de la
Santa Resurrección. Sus restos cuentan con la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949,
y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
El castillo de Utrera conformó una de las plazas de retaguardia más relevantes para la defensa del reino de Sevilla.
Situado estratégicamente sobre un cerro natural rodeado por un cinturón de muralla, era la principal garantía para la
defensa de la villa.
El castillo que vemos actualmente fue construido por el Consejo de Sevilla sobre los restos de una antigua torre árabe,
aparece citado en 1246 por Alfonso X el Sabio. En 1368 fue destruido por Mohamed V de Granada y posteriormente
reconstruido a finales del siglo XIV. Desde finales del siglo XV el edificio, perdido su carácter defensivo, entra en el más
puro abandono hasta prácticamente nuestros días, en el que ha sido recuperado para uso público.
La fortaleza está formada por lienzos de muralla con sus correspondientes torres defensivas en los ángulos y en las
zonas intermedias. Existía un círculo interior, anterior al siglo XIV, ampliado desde entonces hasta alcanzar una extensión
de 18 ha protegidas: el castillo y 38 torreones, con cuatro puertas de acceso, la Puerta de Sevilla (norte), Puerta de
Jerez (oeste), Puerta de San Juan (este) y, la única que se conserva, la Puerta de la Villa al sur de la ciudad. De las
estancias del castillo destacamos la Torre del homenaje de 20 metros de altura (actual museo de la historia del Castillo
de Utrera y principal estancia del Castillo) y el Patio de Armas (lugar donde se realizan hoy en día todo tipo de
espectáculos y exposiciones).
1.2. RESTAURACIÓN E INTERVENCIONES
A finales del siglo XX, el ayuntamiento de Utrera apuesta por recuperar su castillo, para así desenterrar su historia y
realzar el enorme patrimonio cultural que posee la localidad. A partir del siglo XV, el Castillo de Utrera entra en un
segundo plano, quedando totalmente abandonado y consumido por el tiempo. Han sido varios los intentos de
recuperarlo, pero es en los años 80 del siglo XX donde se apuesta definitivamente por recuperarlo, siendo el 30 de julio
de 1986 cuando los utreranos ven definitivamente su castillo por recuperado. A partir de esta primera intervención en el
castillo, las intervenciones y restauraciones en la fortaleza empezarán a ser regulares, poniendo en marcha el
ayuntamiento un proyecto definitivo de restauración. Este proyecto iniciado en torno a la primera década del actual
siglo, consta de varias partes, culminándose la tercera de ellas en 2019. Así pues, entre las principales intervenciones
destacamos la restauración de la Torre del Homenaje, la recuperación y restauración de la Torre Oeste, la restauración
del frente norte, la colocación de una lámina drenante en lienzo y torre, colocación de armaduras, limpieza en la zona de
todo tipo de vegetación y elementos sueltos, hormigonado de los muro, revestimientos de piedra natural en la zona
inferior y la reparación de la superficie de la zona superior con terminación de mortero.
2. CASTILLO DE OLVERA
2.1. HISTORIA Y CONSTRUCCIÓN
El Castillo de Olvera, se alza a 700 metros de altitud sobre un cerro rocoso que domina el pueblo del mismo nombre, en
la provincia de Cádiz. Desde él se divisaba la línea fronteriza de castillos que separaba las Españas musulmana y cristiana.
La fortificación fue construida por los cristianos sobre una fortaleza árabe del siglo XII que formó parte de la línea
fronteriza del reino nazarí de Granada, después de su reconquista por Alfonso XI tras un duro asedio en el año 1327.
Desde entonces y hasta la caída de Zahara y Ronda, tras las campañas de 1482, fue la principal avanzada cristiana de la
frontera.
El castillo de Olvera sufrió muchas modificaciones cristianas tras su conquista, pero mantiene su planta irregular, ya que
ésta se adapta a la roca sobre la que se asienta, que lo sitúa en una mejor posición defensiva. La fortaleza tiene una única
puerta de acceso, protegida por una barbacana y rematada con un escudo. De sus muros partía la muralla que rodeaba la
población. Se conservan muros, varios torreones y la torre del homenaje, aunque los elementos arquitectónicos que
predominan son posteriores a la conquista cristiana de finales del siglo XIV. Lo que más destaca del castillo y lo hace
inconfundible con respecto a otros de la provincia son dos elementos: la torre del Homenaje y dos torres circulares. La
torre del homenaje es de planta rectangular y con algunas saeteras. Las torres circulares, que se alzan sobre el escarpado
de la peña, están coronadas por chapiteles de teja.
2.2. RESTAURACIÓN E INTERVENCIONES
A lo largo de varias décadas, el Castillo de Olvera ha pasado por distintos procesos restaurativos
y varias intervenciones de diferentes características, la última de ellas y más destacada es la
realizada en el año 2005. Esta restauración fue muy importante ya que era de carácter general,
tratando de que el castillo en todos sus aspectos quedase impecable y luciese de manera
semejante a como lo hizo en su momento de auge años atrás.
3. CASTILLO DE VILLAMARTÍN
3.1. HISTORIA Y CONSTRUCCIÓN
El Castillo de Matrera es una fortaleza situada en el municipio andaluz de Villamartín, en la provincia de Cádiz. Está
construido sobre el Monte o Cerro Pajarete, a 523 metros sobre el nivel del mar, cercano al Santuario de la Virgen
de las Montañas. Es Monumento Nacional desde 1949​ y Bien de interés cultural desde 1985. Se trata de un castillo
de pequeñas dimensiones actualmente pero que primitivamente era considerablemente grande, levantado a finales
del siglo XI sobre una edificación anterior. Esta fortaleza, al igual que la mayoría de las torres medievales que
encontramos por la zona, sirvió gracias a su posición geográfica como punto de vigilancia y defensa de los
territorios aledaños.
El recinto estaba dividido en dos zonas, la torre del Homenaje situada en el centro de un recinto amurallado y el
Patio de Armas, también rodeado de murallas y con dos puertas, la Puerta de los Carros y la Puerta del Sol. El que
fuera Patio de Armas era de grandes dimensiones y planta elíptica. La torre del Homenaje, de planta rectangular, y
alta como su nombre indica, de unos 13 metros, es la parte mejor conservada. Todo el perímetro amurallado
superaba los 500 metros y tenía numerosas torres.
3.2. RESTAURACIÓN E INTERVENCIONES
El paso del tiempo y la meteorología adversa fueron deteriorando el castillo de Villamartín, también conocido
como la torre de Matrera, hasta que las lluvias de 2007 se llevaron la mayor parte de esta fortaleza emblemática. El
arquitecto Carlos Quevedo fue el encargado de la restauración de la primitiva construcción. Las piedras del pasado se
incrustaron sobre un gran muro elevado, grueso y blanco. Ahora la espectacularidad se la lleva el mortero de cal
blanca del presente que contiene los restos del pasado. Así, el castillo de Matrera cual ave Fénix, no resurge de sus
cenizas, sino del Pajarete. La historia de ayer es la novedad de hoy. Una restauración que concluye polémicamente por
parte de los vecinos de Villamartín debido al tipo de restauración llevada a cabo, una intervención que elimina su
antigua gloria.
4. OPINIÓN PERSONAL
En cuanto al Castillo de Utrera, su restauración me parece muy acertada por parte del ayuntamiento.
No solo el hecho de decidir restaurarlo en sí, sino también las intervenciones que se han realizado. La
restauración de los lados norte y oeste me parece bastante correcta, ya que se han utilizado
materiales que no dañan la estructura del castillo y se ha optado por despejar dos parcelas cercanas
para que dicha fachada sea vista desde la calle. Bajo mi punto de vista es muy buena idea la que ha
tenido el ayuntamiento de integrar un museo en la Torre del homenaje y la gran cantidad de
actividades culturales que se ofrecen entorno al castillo, reivindicando nuestro patrimonio y nuestra
cultura.

La restauración del Castillo de Olvera ha sido también magnífica bajo mi opinión, apostando por una
restauración prácticamente total del recinto, ofreciendo al visitante un monumento muy similar a lo
que en su época gloriosa fue, apostando por las actividades culturales, reivindicación de nuestro
legado y otorgándole al municipio un símbolo que lo identifique.

En el caso del Castilla de Matrera de Villamartín, me sumo a la polémica generada en cuanto a su


intervención. Creo que colocar restos llenos de historia en una pared blanca no es para nada acertado
y pienso que es un crimen contra el patrimonio. Una restauración, como la propia palabra indica, es
poner algo en el estado que antes tenía, por lo que no se ha conseguido en el Castillo de Villamartín,
más bien todo lo contrario. A pesar de que son pocos los restos que quedan de la fortaleza, yo hubiese
apostado por recuperar la torre, con elementos del mismo carácter que la piedra original pero sin
quitarle protagonismo a las partes primitivas.

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