Está en la página 1de 6

EL CASTILLO DE BAENA

El castillo o fortaleza ya se menciona por historiadores musulmanes desde finales del s. IX,
en época del Califato de Córdoba, y cuando en 1241 las tropas de Fernando III tomaron
posesión de Baena, éste paso a ser uno de los más destacados de sur de Córdoba y uno de
los enclaves de la frontera con el reino nazarí de Granada.

Se halla en un extremo de la población, separado por un recinto amuralladlo que en la


actualidad se conserva casi por entero.

Era de planta cuadrada y media 60m de largo por 37m de ancho, aunque en la actualidad
apena quedan resto del mismo, aunque sí han quedado restos de sus muros de sillería y
mampostería, y 3 de sus cuatro torres (la del Secreto, la de los Cascabeles y la de las
Arqueras).

Ésta ultima torre dispone de saeteras en dos de sus lados y una ventana cegada con forma
lobular (sellada con cemento) y la tradición dice que fue aquí donde estuvo prisionero
Boabdil. Fue reformada y convertida en capilla entre los s. XVI y XVII.

La fortaleza empezó a decaer a mediados del siglo XV y se conservo casi intacta hasta el s.
XIX, y en este siglo comenzó a ser usada como cantera.

En sus estancias se alojaron importantes personajes como los Reyes Católicos, el Cardenal
Cisneros, el Condestable don Álvaro de Luna y sufrieron prisión el Gran Capitán y según el
romancero también Boabdil.

En la Torre de las Arqueras se conservaron hasta su destrucción por acción del tiempo, las
banderas y estandartes que arrebataron a los musulmanes y que eran sacados en procesión
cada año el día de San Jorge.

Desde finales del XVI el Palacio construido en las antiguas estancias paso a ser residencia de
los Administradores de los Duques de Sessa y Baena, que fueron sus propietarios hasta
1897.

Tras subasta pública se vendió como cantera de materiales. A principio del S. XX paso a
manos de los Sres. de Prado, ya derribado.
A mediados del s. XX el Ayuntamiento empezara a hacer uso de las ruinas e instalo en ellas
depósitos de agua. En 2001 con la construcción de un aparcamiento en el albacar, se
destruyeron restos del antiguo aljibe y algunos pasadizos subterráneos.

Es declarado BIC el 22/04/1949

Etapas:

1. Función militar

2. Función residencial: va perdiendo su carácter militar para convertirse en residencia


palaciega de los Señores de Baena y Cabra: apertura de puertas, construcciones de
numerosas dependencias, estancias domesticas, patios.

3. Abandono, decadencia y ruina a partir del s.XVII. En 1897 se vendió como cantera.
Albergo familias humildes.

4. A mediados del siglo pasado el Ayto. construyo los depósitos.

5. Restauración 2005-2016.

Nuestro conocimiento del Castillo de Baena está mediatizado por el estado de destrucción
que presenta, resultado en su mayor parte de las demoliciones y desmontes realizados a
principios del siglo XX. Los duques de Sessa y Baena fueron propietarios del inmueble hasta
1897, año en el que tras pública subasta se vendió como cantera de materiales de derribo.

En las primeras décadas del siglo pasado el castillo pasó a manos de los Sres. de Prado, que
ya lo adquirieron derribado.

En 1929 se instaló el primer depósito de agua en el interior, y durante la Guerra Civil se


instaló un bunker en la Torre de los Secretos y al menos otro más en la Torre Sur.
En los años cincuenta y sesenta del siglo XX se construyeron en su interior otros cuatro
depósitos de agua, lo que supuso la demolición completa del palacio que existía en el patio
de armas, permaneciendo solamente en pie los muros perimetrales del recinto y
desapareciendo, casi en su totalidad, los elementos más representativos: la Torre de las
Arqueras y la de los Cascabeles.

En los años ochenta del siglo XX se acometió la remodelación de la fachada que da a la Plaza
de Palacio, construyendo un pequeño mesón que alberga lo que fuera la entrada principal al
palacio. El resultado final de este proceso destructor es que, de lo que fuera el Castillo de
Baena, apenas se conservaba, al inicio de la actuación arqueológica en 2005, algo más que
un montón informe de ruinas del que sólo destacaban varias torres desmochadas.

La actuación arqueológica realizada en los últimos años ha desembarazado el circuito


amurallado de los rellenos y derrumbes que lo ocultaban, y ha permitido descubrir
parcialmente la planta de las estructuras del interior del patio de armas, correspondientes al
último momento de ocupación del palacio. interior se construyó el complejo del palacio de
los Duques de Sessa a partir del siglo XVI.

La alcazaba medieval debió ser en sus orígenes un gran recinto flanqueado de torres,
algunas habitables y de gran porte como la de las Arqueras, que contenía en su interior un
gran patio de armas. Este recinto formaba la parte más alta de las defensas de Baena, y
estaba situado en el extremo Este del núcleo de la villa (la Almedina, del árabe madina,
ciudad).
La villa contaba con dos recintos concéntricos de defensa, uno de los cuales, el interior, se ha
conservado casi íntegramente. Del otro permanecían restos a principios del siglo XX y en la
actualidad aún se conservan algunos bajo las calles del Tinte y de la Cantarera. La ladera que
se extiende al Sur de la Almedina hasta el río Marbella es en realidad un gran yacimiento
arqueológico de época medieval, todavía inexplorado.

El castillo ocupa, en la actualidad, una superficie aproximada de 4.250 m2 y posee una


planta irregular adaptada a la topografía del terreno donde se asienta. Presenta tres torres
en su cara Norte, otras tres en sus caras Oeste y Sur, y cuatro en la cara Este, todas ellas de
planta sensiblemente cuadrada o rectangular, exceptuando la Torre de los Secretos y la
Torre de las Arqueras que pierden su esquina interior en el contacto con los lienzos que
reciben.

La fortificación debió tener dos únicas puertas de acceso: la del Campo al Este, protegida por
la Torre de los Cascabeles, y la de la Placeta al Oeste, abierta con posterioridad. Una única
torre, la Torre Oeste, parece corresponder a un momento anterior y haber sido
reaprovechada en la construcción del recinto principal, como muestra su diferente
orientación, la presencia de talud y la tipología de su fábrica, construida con mampuestos
notoriamente mayores que los del resto del recinto y dispuestos sin enripiado.

Durante los trabajos de restauración se ha localizado una torre en el interior de la Torre


Noreste que puede asociarse a época almohade, lo que indica el origen islámico de la
fortaleza. La Torre de los Secretos es, por su parte, posterior al recinto principal y se levantó
sobre una torre más antigua, gemela a la Torre de las Arqueras.

En general, el recinto amurallado y sus torres, con la salvedad de la Torre Oeste y la de los
Secretos, son tipológicamente uniformes y está construido con mampostería regular con
enripiado, presentando esquineras de sillares dispuestos por gualdrapeado.

Todo el conjunto tuvo un revestimiento pañeado de mortero de cal que aún se conserva en
los sectores más protegidos de los paramentos. La uniformidad tipológica de las fábricas va
acompañada de otras características formales idénticas, como la presencia de ventanas
geminadas, ladroneras y matacanes evidentes
en la documentación gráfica de finales del siglo XIX y principios del XX, que permiten datar el
principal momento constructivo del recinto a finales del siglo XIV o principios del XV, una
datación congruente con la concesión del señorío de Baena a Diego Fernández de Córdoba
por Juan I de Castilla en 1386.

El recinto principal de la alcazaba estaba dotado de una antemuralla que definía una liza o
corredor defensivo que se ha conservado tanto al Sur (Llano de Santa Marina) como al Norte
(Cuesta de la Tela) y al Oeste (Plaza de Palacio). En este último punto, la liza quedó
inutilizada en el momento de convertir la fortaleza medieval en palacio, ya que sobre ella,
una vez cegada y rellenada, se construyó un zaguán de acceso desde la plaza aprovechando
el espacio existente entre la Torre Oeste y la de las Arqueras, zaguán que se dotó de una
portada ya en el siglo XVI o XVII.

El interior del recinto, originalmente debió constituir un amplio patio de armas con alguna
construcción adosada a la muralla, Así mismo, durante las excavaciones arqueológicas se ha
localizado un silo cubierto con una cúpula de mampostería en el extremo Noreste del patio
de armas, que se conserva parcialmente ya que fue roto durante la ejecución de uno de los
depósitos de agua.

La construcción del palacio de los Duques de Sessa en el siglo XVI, tras la conquista del
Reino de Granada, supuso la colmatación del espacio interior amurallado, que pasó a
articularse en torno a varios patios interiores de distinto tamaño y disposición. Se ha hallado
evidencia de una gran sala de nueve metros de ancho y unos catorce de largo, destinada
probablemente a caballerizas, dividida por arcadas en su sentido longitudinal para salvar la
gran luz que presenta en planta. En el sector Suroeste existe, también, un gran aljibe de
planta cuadrada cubierto con cúpula abierta cenitalmente, que ampliaba uno más antiguo y
más pequeño situado junto a él.
Recuperación de los antiguos depósitos de agua e incorporación de nuevos usos (3ª Fase)
Las actuaciones en el Castillo de Baena finalizarán con la última fase de intervención cuyo
proyecto se encuentra actualmente en redacción y que consistirá en la recuperación
definitiva de los antiguos depósitos de agua del municipio, incorporando nuevos usos
compatibles con el monumento.

La primera de las actuaciones consistirá en la conexión de las cubiertas de los


depósitos mediante plataformas horizontales construidas con listones de madera reforzados
con perfiles de acero inoxidable. El conjunto se completa con la incorporación de bancos
lineales y elementos de protección que permitirán el acceso al visitante, presentando un
conjunto funcional compacto. La intervención permite realizar circuitos de visita continuos,
interrelacionando los ámbitos de los antiguos depósitos de agua y del Centro de Recepción
con la visita a las torres y miradores del castillo.

Finalmente, la última actuación prevista contempla la adecuación interior de los depósitos,


incorporando escaleras de conexión con la cubierta e introduciendo elementos de
climatización y acondicionamiento con el objetivo de posibilitar el nuevo uso del espacio
interior.

También podría gustarte