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SOCIALIZACIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA

Proceso de Socialización
Es la manera con que los miembros de una colectividad aprenden los modelos culturales
de su sociedad, los asimilan y los convierten en sus propias reglas personales de vida.
Según Durkheim:
* Los hechos sociales son exteriores al individuo.
* Hecho social: es el modo de actuar, pensar y sentir, exteriores al individuo, que poseen
un poder de coerción en virtud del cual se lo imponen.
* La educación cumple la función de integrar a los miembros de una sociedad por medio
de pautas de comportamiento comunes, a las que no podría haber accedido de forma
espontánea.
* La finalidad de la sociedad es crear miembros a su imagen.
* El individuo es un producto de la sociedad.

Según Weber:
* La sociedad no puede existir sin la acción de los individuos.
* El punto de partida de los hechos sociales son las acciones de los individuos.
* Acción social es toda acción orientada en un sentido, que está referido a las acciones de
los otros.
* Relaciones sociales: son acciones sociales recíprocas.
* La sociedad son los sujetos actuantes en interacción.

Según Berger y Luckman:


* Las realidades sociales varían a través del tiempo y el espacio, pero es necesario
dualizar un hecho común de todas las realidades.
* Realidad es todo fenómeno independiente de la voluntad del individuo.
* Intentaron demostrar que las posiciones de Durkheim y Weber sobre la sociedad,
pueden completarse, en una teoría amplia de la acción social sin perder lógica interna.
* Las instituciones surgen a partir de que el individuo necesita cumplir con una
externalización de un modo de ser, sentir y pensar.
* Internalización es el proceso por el cual el individuo aprende de una porción del mundo
objetivo, se denomina socialización. Es la internalización de los aspectos significativos de
la realidad objetiva que los rodea. Solo a partir de la internalización el individuo se
convierte en miembro de una sociedad.

Tipos de Socialización
Socialización Primaria:
Es la más importante, ya que introduce al sujeto en la sociedad y supone la adquisición de
hábitos, normas y comportamientos sociales por parte del individuo, que es definido al
nacer como asocial por M. Weber, y como capaz de recibir las formas sociales y
culturales de su entorno.
Se puede definir como el proceso por el que el individuo se convierte en un ser social, a
través de los agentes socializantes, siendo la familia el primero. Por darse en los primeros
años de vida, se remite al núcleo familiar y se caracteriza por una fuerte carga afectiva. El
individuo llega a ser lo que los otros significantes lo consideran. Finaliza cuando
el concepto del otro generalizado se ha establecido en la conciencia del individuo. Cuando
ya es miembro efectivo de la sociedad y está en posición subjetiva de un yo y un mundo.
Durante la infancia, los niños se apropian de los roles, actitudes y valores de los padres,
hermanos, etc. y se identifica con ellos, siendo el primer paso hacia la identidad. Los
niños no sólo aceptan los papeles sociales (roles) de estas personas sino el mundo que
representan. La socialización implica la internalización de roles. A medida que “otros
significativos” (padres, abuelos, hermanos, etc.) apoyan la actitud negativa de un adulto
significativo, la actitud generalizada se extiende, y se convierte en norma.
El proceso de socialización primaria es más que un acto cognitivo, es vivencial y
emocional, es la base de la identidad, que depende de ella y de la interacción social.
G.H. Mead, a diferencia de Freud, cree que la imitación es un proceso fundamental de
enculturazación de los niños, que adoptan el papel del otro. Ello conduce del ‘yo
individual’ al ‘yo social: Mi’, siendo la consecuencia de este Mi, la autoconsciencia: el
verse así como lo ven los otros. Según Freud sería en la fase edípica cuando el niño
desarrolla esta autoconsciencia, y en el período de latencia, se da otra etapa de
aprendizaje o desarrollo: el Yo generalizado. El niño pasa de imitar acciones (hacer la
comida como mamá) a adoptar el papel de adulto (ser mamá). Es la adquisición de
normas y valores de su cultura.
A través de la socialización se efectúa la construcción social de la realidad, referida al
modo en que los individuos construyen su propia realidad en el mundo social,
interactuando en él. Es un proceso que necesita tanto de la existencia de acciones y
modelos personales en el entorno social, como de la identificación, imitación e interio-
rización de los mismos por parte de ciertas personas.
Berger y Luckman (1967) en su teoría de la construcción social de la realidad, muestran
cómo el discurso cotidiano en el que la gente está inmersa crea una cierta visión de la
realidad social. Tal discurso estructura, configura la percepción de la realidad, constituye
el medio de construcción social de la realidad.

Socialización secundaria
Es cualquier proceso posterior que introduce al individuo ya socializado a nuevos sectores
del mundo objetivo de su sociedad (Berger y Luckman). Es la internalización de
submundos (realidades parciales que contrastan con el mundo de base adquirido en
la sociología primaria) institucionales o basados sobre instituciones.
El individuo descubre que el mundo de sus padres no es el único. La carga afectiva es
reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el aprendizaje. Se caracteriza por la
división social del trabajo y por la distribución social del conocimiento. Las relaciones se
establecen por jerarquía.
Requiere la adquisición de vocabularios específicos, de roles, lo que significa la
internalización de conjuntos de significaciones que estructuran interpretaciones y
comportamientos de rutina dentro de un área institucional. Al mismo tiempo se adquieren
elementos no explícitos o informales de esos conjuntos de significados, tales como
comprensiones tácitas, evaluaciones y coloraciones afectivas de los mismos.
Existe una gran variabilidad histórico-social en los planteamientos de las socializaciones
secundarias. Porque en los universos simbólicos de cada sociedad, los cuerpos de
conocimiento ocupan diferentes status, lo cual puede estar condicionado por el grado de
complejidad y el desarrollo histórico de esa sociedad.
La característica fundamental de la socialización secundaria es que presupone la realidad
resultante de la primaria, con la que ha de encajar y lograr coherencia.
Los otros significantes de la socialización secundaria no aparecen como representantes
de la realidad, sino como representantes de significados institucionales específicos.
Comportan un alto grado de anonimato, y son intercambiables.
La consecuencia más importante es que los contenidos de la socialización secundaria
tienen una inevitabilidad subjetiva mucho menor que los de la primaria. Por lo tanto, el
acento de realidad del conocimiento internalizado en la socialización secundaria se
descarta más fácilmente.
La socialización secundaria pretende una internalización de comportamientos dentro de
un área institucional; como por ejemplo puede ser; la escuela. Los sub-mundos
internalizados en la socialización secundaria son realidades parciales que se diferencian
con el mundo de base; adquirido en la socialización primaria.
Aquí se presupone un “Yo formado con anterioridad” y con un "mundo" ya previamente
internalizado.
La socialización secundaria, llevada a cabo a través de una gran diversidad de agentes,
modifica y reafirma valores y normas aprendidos durante la primera etapa y aporta nuevas
formas de comportamiento social.
Se refuerzan los valores de la sociedad a la que se pertenece: las creencias religiosas, el
amor a la patria, el respeto a los ancianos, el culto a los héroes, la honradez, la fe en la
democracia, etc., al mismo tiempo que se consolidan conductas aprendidas, presentes y
futuras. Las formas de vestir, incluida la moda, el comportamiento hacia el sexo opuesto,
las ideas políticas, surgen y se modifican durante esta segunda etapa.
Es también en esta etapa cuando se producen desviaciones en el proceso que pueden
llevar a conductas calificadas de “antisociales” –delincuencia, drogadicción- que llevan a
la necesidad de un nuevo proceso de socialización. En las sociedades modernas, los
centros de adaptación, las terapias, son vistos como formas de resocialización del
individuo.
La imposición gradual de valores sociales es un proceso complejo en el cual intervienen
diversos factores. El sociólogo norteamericano Peter Berger (Introducción a la Sociología.
Edit. Limusa. México), observa que la integración del individuo a la sociedad se consolida
a través de formas de control social y de la fuerza de las instituciones.
Los controles sociales actúan como un límite a la actuación considerada antisocial; su
forma extrema es el uso de la violencia legal, pero la sociedad ha inventado otras
alternativas: el ostracismo social (exclusión voluntaria o forzosa de los oficios públicos), el
rechazo, el ridículo y la separación (del trabajo, del club, etc.), que evitan llegar al recurso
extremo y obligan al hombre a actuar dentro de determinadas pautas.
La puntualidad, por ejemplo, considerada como un valor de la sociedad moderna,
constituye una obligación para quien desee conservar su empleo, pero también es una
práctica que le evitará problemas en su vida cotidiana, regida por un horario más que es
observado por todos los demás. El individuo que llega tarde a la boda, que entra al cine
cuando la película ya comenzó, se verá sancionado con el gradual abandono de los
amigos, con la imposibilidad de ver el comienzo de la película en la siguiente función, sin
que en ninguno de los casos haya necesidad de recurrir a un control violento.
De manera similar, las instituciones operan como un camino trazado, hacia el cual los
hombres caminan de manera casi natural. Un ejemplo es el amor romántico que, en las
sociedades occidentales desemboca casi inevitablemente en el matrimonio. La existencia
de la institución denominada “matrimonio monogámico”, dice Berger, evita al individuo la
necesidad de plantearse alternativas para desahogar su instinto natural. El
enamoramiento, la proposición de matrimonio, el intercambio de anillos, los preparativos
de boda y la ceremonia misma, constituyen conductas aceptadas como parte del ritual
que acompaña a la elección de una pareja y a la institucionalización de la nueva relación.
El imperativo institucional, afirma Berger, cierra al individuo todas las alternativas a favor
de la que su sociedad ha elegido previamente para él. “Le da a conocer una fórmula: lo
que se debe hacer cuando se ama es casarse.”
Si seguimos ese razonamiento habría que comprender también a la socialización como el
conjunto de procedimientos mediante los cuales se convence a los hombres desde sus
primeros años para que marchen por una serie de caminos institucionales que la sociedad
ha fijado previamente. En este proceso el factor más importante es el de la educación.

Agentes de Socialización
Existen diversos agentes de socialización, según las características peculiares de la
sociedad, la etapa en la vida del sujeto y su posición en la estructura social. En la medida
que la sociedad se va haciendo más compleja y diferenciada, el proceso de socialización
deviene también más complejo y debe cumplir las funciones de homogeneizar y
diferenciar a los miembros de la sociedad a fin de que exista cohesión entre ellos, como la
adaptación de los individuos en los diferentes grupos y contextos subculturales en que
tienen que desempeñarse.
La sociedad total es el agente de socialización y cada persona con quien se entre en
contacto es en cierto modo un agente de socialización. Entre la gran sociedad y la
persona individual existen grupos pequeños, que son los principales agentes de
socialización de la persona. El comienzo natural del proceso para cada niño recién nacido
es su inmediato grupo familiar, pero éste pronto se amplía con otros varios grupos. En
la historia de la humanidad, la familia ha sido la agencia de socialización más importante
en la vida del individuo.
Algunos autores, plantean que los cambios sociales producidos por la industrialización ha
llevado a una pérdida relativa de su relevancia ante la irrupción de otras agencias
socializadoras como el sistema educacional, los grupos de amigos y los medios masivos
de comunicación. Sin embargo, su importancia sigue siendo capital. La familia es el
primer agente en el tiempo, durante un lapso más o menos prolongado tiene
prácticamente el monopolio de la socialización, especialmente durante la infancia, muchas
veces selecciona o filtra de manera directa o indirecta a las otras agencias, escogiendo
la escuela a la que van los niños, procurando seleccionar los amigos con los cuales se
junta, controlando su acceso a la televisión, etc.
En este sentido, la familia es un nexo muy importante entre el individuo y la sociedad.
Toda familia socializa al niño de acuerdo a su particular modo de vida, el cual está
influenciado por la realidad social, económica e histórica de la sociedad en la cual está
inserta.
Es posible, distinguir dos tipos de socialización familiar: 1- socialización represiva o
autoritaria, que se da más frecuentemente en las familias de clase baja "la cual enfatiza la
obediencia, los castigos físicos y los premios materiales, la comunicación unilateral,
la autoridad del adulto y los otros significativos"; 2- socialización participativa, que se da
con mayor frecuencia en familias de clase media y superior" en donde se acentúa la
participación, las recompensas no materiales y los castigos simbólicos, la comunicación
en forma de diálogo, los deseos de los niños y los otros generalizados".
Las influencias preescolares inciden sobre el niño desde diversos puntos. Los pequeños
círculos de relaciones en que participa con sus padres, parientes, amigos, niñeras y otros,
tienen su importancia para mostrarle como ha de ser un buen niño.
El barrio, la escuela y en ciertos casos la parroquia son importantes agentes de
socialización para los niños.
En el proceso de la socialización uno de los factores principales es la educación;
especialmente la formación social que se da dentro de la educación secundaria.
Otros medios de socialización tienen variados efectos en las diferentes fases de la vida de
una persona, como el aprendizaje social, que es un proceso continuado en todos los
niveles de edad, la persona se ve constantemente refrenada en alguno de sus impulsos y
estimulada en otros. Fracasos y satisfacciones, todo con experiencias que ayudan a
aprender.
Sobre este tema de los agentes de socialización cabe destacar el rol que desempeñan los
medios de comunicación, en especial la televisión, como agencias de socialización.
Actualmente los medios de comunicación han alcanzado una difusión sin precedentes.
Diarios, revistas, cine, radio y, sobre todo, la televisión, son usados por una cantidad muy
significativa de personas para satisfacer, principalmente, las necesidades de información
y entretenimiento, dedicando un número importante de horas a ver, escuchar o leer los
mensajes difundidos por estos medios.
Estos medios, dan una imagen del mundo, un mapa de la realidad, que resulta de
importancia en la conducta social. Se enfatiza que el usuario decide usar o no los medios,
selecciona que medio usar, que programa ver, etc. Las preferencias en estas decisiones o
selecciones están fuertemente determinadas por los valores, creencias o actitudes que
han conformado otras agencias de socialización, particularmente la familia.
Los grupos y asociaciones de adultos, influyen continuamente en el cambio y en el
desarrollo de la persona social. Los medios modernos de información, como el cine, la
televisión, las radios, los libros de cuento y las grandes revistas ilustradas, influyen en la
formación del comportamiento social más de los que la mayoría se imagina. Los padres y
los educadores que se preocupan por el impacto que tales agentes causan en los niños
ordinariamente no caen en la cuenta de que ellos mismos siguen los ejemplos y las
sugerencias y recogen las opiniones y las actitudes que le presentan esos medios. Se
están socializando en forma subconsciente.

Las mujeres son los nuevos actores sociales


Alain Touraine, sociólogo y filósofo
08/10/2008 - Autor: Kamala Orozco / Florence Cassam-Chenaï -
Fuente: Diagonal

Alain Touraine
Alain Touraine es uno de los más influyentes sociólogos y pensadores actuales. A
sus 82 años, este filósofo francés y director de estudios de la École des Hautes
Études en Sciences Sociales de París sigue investigando, trabajando
incansablemente y reflexionando sobre la sociedad en la que vivimos. En su último
libro El mundo de las mujeres considera que hemos entrado en una sociedad de
mujeres para los próximos 500 años y que los hombres siguen el camino con
dificultad.
Siempre optimista, anuncia que van a pasar cosas “increíbles, impensables” en los
próximos años.
¿Cuáles son las características de la sociedad actual?
Pienso que hemos pasado de una sociedad determinada por términos políticos y
luego económicos, a una sociedad definida por términos culturales. Teniendo en
cuenta este cambio, me percaté de que las mujeres durante mil años no habían
tenido derecho a una subjetividad, a pesar de los papeles fundamentales que
desempeñaban. A veces eran reinas o putas de lujo, pero ninguna de ellas tenía
subjetividad, no eran un sujeto. Una mujer no tenía el derecho de decir “yo”, decía
“ellos”, “nosotros”.
¿Esta subjetividad puede ser una herencia de mayo del ‘68 ?
No lo creo, ya que mayo del ‘68 no representa un punto muy importante dentro de
la historia de las mujeres. Se habló más de homosexualidad que de mujeres, se
habló más de minorías étnicas o regionales. Lo que decían las mujeres en aquella
época era “los hombres hablan y nosotras lo pasamos a máquina”.
En 1967 en Francia, se legaliza el derecho a la contracepción y en 1975, con la ley
defendida por Simone Veil, se autoriza el aborto. Son fechas mucho más
importantes. No se puede negar que influyó mayo del ‘68, pero no fue un momento
clave.
Con esta transformación de la sociedad y la declaración de este nuevo feminismo
o, mejor dicho, movimiento femenino, las mujeres son los nuevos actores, es
decir, son ellas las que introducen ideas nuevas en la sociedad. Con la toma de
conciencia de su subjetividad, las mujeres ven un mundo organizado alrededor de
la creación del ‘yo mujer’. Es mi opinión, y creo que el resultado esencial de mi
investigación es que las mujeres piensan que lo fundamental para ellas es
construirse como mujeres.
¿En qué lugar quedan los hombres en sus relaciones ?
Puede ser un proceso esencial, pero la meta no es enamorarse o tener una
relación de fusión con otra persona. No, se trata de crear una nueva relación
consigo misma. No significa tratar a los hombres como instrumentos, pero estas
mujeres se niegan a considerarse como parte de la pareja. La mujer es primero
una mujer.
¿En qué momento cree que se encuentra Europa ?
Los europeos están en peligro de extinción, son incapaces de apasionarse con
nada. Ahora estamos en una época en la cual los europeos y las europeas se
aburren, y ¡las mujeres europeas se aburren aún más! El periodo anterior de lucha
se ha terminado, excepto quizás para el grupo más intelectual de un movimiento
que es norteamericano y que piensa que hay que destruir no sólo el género, las
construcciones de dominio del masculino sobre el femenino, sino también los
sexos: el movimiento queer. Tienen ideas interesantes: no hay hombres, no hay
mujeres, son conceptos construidos más que elementos biológicos.
En Francia por ejemplo, la imagen que prevalece es que las mujeres son víctimas,
están mal pagadas, sufren violaciones, hay casos de incestos… Se trata de una
visión totalmente negativa, pero en gran parte real. Descubrimos que el nivel de
violencia es mucho más alto de lo que se pensaba. Una de cada cinco mujeres en
Francia ha sufrido actos de violencia fuerte. Se inventó, por ejemplo, un concepto
que no conocía que es el de la ‘violación conyugal’, es decir, la mujer violada por
su propio marido. Pasa lo mismo con el incesto, que está mucho más difundido de
lo que se creía.
Usted vivió el mayo del ‘68 como profesor en la Universidad de Nanterre y
defendió a Daniel Cohn- Bendit ante el comité disciplinario. Muchos aspectos
libertarios de entonces, al ser absorbidos por los medios de comunicación, han
desaparecido totalmente, ¿no es así?
Cada 15 días hay una exposición de las serigrafías, recordamos “Il est interdit
d’interdir” (Está prohibido prohibir), “Sous les pavés, la plage” (Debajo de los
adoquines, la playa). Fundamentalmente, la imagen que se mantiene es la de la
libertad sexual, aunque no fue tan grande en mi opinión. Las numerosas
referencias a los homosexuales, la separación entre gays y lesbianas ocurrió más
tarde, y otras cosas más, algunas infantiles desde mi punto de vista. Hubo un
exceso de palabras porque la ideología oficial se entendía a través de los
siguientes términos: anticapitalista, clase obrera, sindicalismo. La gente inventó un
falso lenguaje que desapareció, pero los temas culturales, los que estaban
vinculados con el cuerpo, el sexo, la lucha en contra de la manipulación del cuerpo
de la mujer por servicios económicos, todo eso estuvo permanentemente
presente.
¿Qué nos queda del ‘68, aparte de las serigrafías, de los lemas?
Creo que la relación de la mujer con su cuerpo, su sexo, con los hombres, ha
cambiado profundamente. Para mí, la mujer ha puesto el centro de su existencia,
de su identidad, de sus problemas, en ella misma. Me acuerdo de una mujer
musulmana que me contó su historia, que me decía que el problema de la
virginidad era insoportable, que su padre siempre la vigilaba. Era musulmana pero
no aceptaba la sharia. Acabó llorando, y todo el grupo de estudio de mujeres lloró
con ella. Todas habían vivido situaciones similares. Después de un momento, la
chica levanta la cabeza y dice: “me doy cuenta de que es la primera vez en mi vida
que he dicho yo”. Eso es el ‘68.

BIBLIOGRAFÍA

Berger, Peter (1969). Introducción a la Sociología. México: Edit. Limusa.


Berger, Peter; Luckman, Thomas (1986). La construcción social de la realidad. Buenos
Aires: Amorrortu. ISBN 978-84-85043-11-8.
Durkheim, Émile.(1895) Las reglas del método sociológico. México: Fondo de Cultura
Económica. 1986 1° ed. en español
Durkheim, Émile. Escritos Selectos. Introducción y selección de Anthony Giddens. [Trad.
Ricardo Figueroa]. Buenos Aires: Nueva Visión, 1993.
Weber, Max. Conceptos sociológicos fundamentales, Alianza (2010) ISBN 978-84-206-
6002-8

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