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Vasco Núñez de Balboa (Jerez de los Caballeros, provincia de Badajoz, ca.

1475 - Acla,
actual Panamá, 15 de enero de 1519) fue un adelantado, explorador, gobernante
y conquistador español. Tras ser Andrés Contero el primer europeo en divisar el océano
Pacífico desde un acantilado de su costa oriental, fue el primero en tomar posesión de esas
tierras1 y el primer europeo en haber fundado una ciudad estable en solares continentales
del Nuevo Mundo.

Origen familiar y primeros años[editar]

Vista de Jerez de los Caballeros


Vasco Núñez de Balboa nació hacia 1475 en la población de Jerez de los Caballeros, cerca
de Badajoz, perteneciente a la Orden de Santiago.2
El apellido Balboa proviene del castillo de Balboa, cerca de Villafranca del Bierzo, en la
actual provincia de León (España). Se cree que su padre fue el hidalgo Álvaro Núñez (o
Martínez) de Balboa,3 pero sobre la identidad de su madre no se sabe casi nada. Tuvo al
menos tres hermanos: Gonzalo, de profesión escribano, Juan y Álvaro. Se conoce con certeza
poco de su infancia, salvo que aprendió a leer y a escribir, contrariamente a otros
conquistadores españoles,4 así como esgrima.5
Durante su adolescencia sirvió como paje y escudero de Pedro Portocarrero, VIII señor de
Moguer, con el que vivió en el Castillo de Moguer, durante los preparativos y desarrollo
del viaje descubridor.6 También residió en Córdoba y tuvo casa en Sevilla.7

Viaje a las Indias[editar]

Detalle del mapamundi realizado en 1500 por Juan de la


Cosa antes de partir en la expedición de Bastidas.
En 1500, animado por su señor y las noticias de los viajes de Cristóbal Colón y de otros
navegantes hacia el Nuevo Mundo, decidió enrolarse en la expedición de Rodrigo de
Bastidas al mar Caribe. Siguiendo a Bastidas y a su piloto Juan de la Cosa, en 1501 recorrió
las costas del mar Caribe desde el este de Panamá, pasando por el golfo de Urabá, hasta
el cabo de la Vela (actual Colombia). Las naves pusieron finalmente rumbo a la isla de La
Española, donde una de ellas naufragó.8
Balboa, con las ganancias conseguidas en dicha campaña, compró un terreno en la isla y allí
residió varios años ocupándose de la agricultura y la crianza de cerdos. Pero no tuvo
demasiada suerte en esta actividad: la climatología era adversa, por tratarse de una zona muy
expuesta a los huracanes; los pobladores de la isla estaban sumidos en la pobreza, y los
cerdos salvajes representaban una competencia para sus productos. Balboa comenzó a
endeudarse y al empezar a ser perseguido por sus acreedores, finalmente no vio más salida
que huir de la isla.8
En 1508, el rey Fernando el Católico sometió a concurso la conquista de Tierra Firme. Se
crearon dos nuevas gobernaciones en las tierras comprendidas entre los cabos de la
Vela (actual Colombia) y de Gracias a Dios (actualmente en la frontera
entre Honduras y Nicaragua). Se tomó el golfo de Urabá como límite de ambas
gobernaciones: Nueva Andalucía al este, gobernada por Alonso de Ojeda, y Veragua al oeste,
gobernada por Diego de Nicuesa.

Periplo a Tierra Firme[editar]


En 1509, queriendo librarse de sus acreedores en Santo Domingo, Núñez de Balboa se
embarcó como polizón dentro de un barril en la expedición comandada por el bachiller y
alcalde mayor de Nueva Andalucía Martín Fernández de Enciso. Llevaba consigo a
su perro Leoncico, que era hijo de un perro de Juan Ponce de León.9 Fernández de Enciso se
dirigía a socorrer al gobernador Alonso de Ojeda, quien era su superior.
Ojeda, junto con setenta hombres, había fundado el poblado de San Sebastián de Urabá en
Nueva Andalucía. Sin embargo, cerca del establecimiento existían muchos indígenas
belicosos que usaban armas venenosas, y Ojeda había quedado herido en una pierna. Poco
después, Ojeda se retiró en un barco a La Española, dejando el establecimiento a cargo
de Francisco Pizarro, que en ese momento no era más que un soldado en espera de que
llegara la expedición de Enciso. Ojeda le pidió a Pizarro que se mantuviera con unos pocos
hombres por cincuenta días en el poblado, o que de lo contrario usara todos los medios para
regresar a La Española.
Antes de llegar la expedición a San Sebastián de Urabá, Fernández de Enciso descubrió a
Núñez de Balboa a bordo del barco y lo amenazó con dejarlo en la primera isla desierta que
se encontrara. Pero muchos de los tripulantes se manifestaron a favor de Balboa, al que
conocían, y el bachiller quedó convencido de la utilidad que tendrían los conocimientos del
polizón en aquella región, que había explorado ocho años atrás.10 Por ello le perdonó la vida y
le permitió quedarse a bordo. Al llegar a su destino, el barco de Enciso embarrancó y al
naufragar se perdió la credencial que acreditaba los poderes otorgados a Enciso. Esto le
permitiría a Balboa más tarde desafiar la autoridad de Enciso.11
Pasados los cincuenta días que había estipulado Ojeda, Pizarro comenzó a movilizarse para
regresar a La Española, cuando justamente llegó la embarcación de Fernández de Enciso. El
bachiller, usando sus facultades como alcalde mayor, ordenó el regreso a San Sebastián. Esto
causó sorpresa entre sus hombres porque el poblado estaba totalmente destruido, y además
los indígenas los esperaban y comenzaron a atacar sin descanso.
Debido a lo peligroso del territorio, Núñez de Balboa sugirió que el poblado de San Sebastián
fuera trasladado hacia la región del Darién, al oeste del golfo de Urabá, donde la tierra era
más fértil y habitaban indígenas menos belicosos. Fernández de Enciso aceptó dicha
sugerencia. Más tarde, el regimiento se trasladó a Darién, donde los esperaba
el cacique Cémaco, junto con 500 combatientes prestos a la batalla. Los españoles,
temerosos de la gran cantidad de combatientes, hicieron voto ante la Virgen de la Antigua de
Sevilla, de que si resultaran victoriosos en la batalla darían su nombre a una población de la
región. La batalla fue muy reñida para ambos bandos, pero por un golpe de suerte los
españoles salieron victoriosos.
Cémaco, quien fue señor de la comarca, abandonó el pueblo junto con sus combatientes
hacia la selva del interior. Entonces los españoles decidieron saquear las casas y reunieron un
gran botín consistente en joyas de oro. A cambio, Núñez de Balboa hizo promesa del voto y
fundó en diciembre de 1510 el primer establecimiento permanente en tierras continentales
americanas, Santa María la Antigua del Darién.

Lucha por el poder en Veraguas[editar]


El triunfo de los españoles sobre los indígenas y la posterior fundación de Santa María la
Antigua del Darién, situada ahora en un lugar relativamente calmo, dieron a Vasco Núñez de
Balboa autoridad y consideración entre sus compañeros. Sus partidarios calificaban a Martín
Fernández de Enciso de déspota y avaro por las restricciones que tomó contra el oro, que era
objeto de codicia de los colonos.
Núñez de Balboa aprovechó la situación haciéndose vocero de los colonos disgustados y
consiguió destituir a Fernández de Enciso del cargo de gobernante de la ciudad. Para ello
utilizó como argumento que la nueva ciudad de la Antigua ya no se encontraba en
la gobernación de Ojeda, que terminaba en el golfo de Urabá, sino en la gobernación de Diego
de Nicuesa. Fernández de Enciso, como lugarteniente de Ojeda, no tenía por tanto jurisdicción
en aquel territorio. Luego de la destitución, se estableció un cabildo abierto y se eligió un
gobierno municipal (el primero en el continente americano), y se designaron dos alcaldes:
Martín Zamudio y Vasco Núñez de Balboa.12
Poco después llegó a Santa María de la Antigua una flotilla encabezada por Rodrigo Enrique
de Colmenares, que tenía como objetivo encontrar a Nicuesa, quien también estaba en
aprietos en algún lado del norte de Panamá. Cuando supo de los hechos persuadió a los
colonos de la ciudad de que debían someterse a la autoridad de Nicuesa, ya que se hallaban
en su gobernación; Enrique de Colmenares invitó a dos representantes que el Cabildo
nombraría para que viajaran con su flotilla y ofrecieran a Nicuesa el control de la ciudad. Los
dos representantes fueron Diego de Albites y Diego del Corral.
Enrique de Colmenares encontró a Nicuesa bastante malherido y con pocos hombres cerca
de Nombre de Dios, debido a una escaramuza que había tenido con indígenas de esa región.
Tras ser rescatado, el gobernador escuchó el relato de la batalla con el cacique Cémaco y la
fundación de Santa María, y decidió encaminarse a la ciudad para imponer su autoridad, ya
que consideraba los actos de Enciso y Balboa como una intromisión en su jurisdicción de
Veraguas.
Los representantes de Santa María fueron persuadidos por Lope de Olano, que estaba
encarcelado junto con varios presos descontentos, de que iban a cometer un error grave si
entregaban el control a Nicuesa, que era calificado de avaro y cruel, y que era capaz de
destruir la prosperidad de la nueva ciudad. Con estos argumentos, de Albites y del Corral
huyeron al Darién antes que Nicuesa llegara e informaron tanto a Núñez de Balboa como al
resto de las autoridades municipales de las intenciones del gobernador.
Cuando Nicuesa llegó al puerto de la ciudad, apareció una muchedumbre y se desencadenó
un tumulto, que impidió al gobernador desembarcar en la ciudad. Nicuesa insistió en ser
recibido no ya en calidad de gobernador, sino como simple soldado, pero aun así los colonos
se negaron a que desembarcara en la ciudad. En cambio, fue obligado a montarse sobre un
barco en malas condiciones y pocas provisiones y fue dejado a la mar el 1 de marzo de 1511.
Junto al gobernador embarcaron 17 personas. El barco desapareció sin dejar rastro de
Nicuesa ni de sus acompañantes.13
De esta manera Núñez de Balboa quedó como gobernador de facto de Veraguas. Enseguida
inició gestiones para conseguir el reconocimiento oficial. Para ello envió a dos mensajeros, el
alcalde Zamudio y Valdivia, a presentarse ante el virrey de las Indias, Diego Colón. De allí,
Zamudio se dirigió a España. Las gestiones tuvieron éxito porque el 23 de diciembre de 1511
la Corona nombró a Balboa "gobernador y capitán" de "la provincia del Darién".1415

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