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LDCV / ÁREA PROYECTUAL

DCV1 / ​MÓDULO 01 DISEÑO DE COMUNICACIÓN VISUAL I

LEYES DE LA PERCEPCIÓN
Ley de equilibrio
Esta ley está relacionada a la necesidad que tenemos las personas de tener los dos pies firmemente
asentados sobre el suelo y saber que vamos a permanecer verticales en cualquier circunstancia. Por eso,
es la influencia psicológica y física más importante sobre la percepción humana.
En una composición, el equilibrio existe cuando un centro de gravedad entre dos pesos visuales divide el
plano, obteniendo una diagramación de pesos equitativos.
Como estrategia visual funciona para comunicar calma, pasividad, estabilidad, solidez, etc.

Ley de tensión
Esta ley afirma que en el acto de ver el ojo tiende a buscar siempre el eje sentido, el equilibrio visual, la
estabilidad. Para el observador la falta de equilibrio es un factor desorientador. Por eso, cuando no lo
encuentra, se produce una sensación de inestabilidad, de desorientación, pero también de movimiento, de
dinamismo, de actividad.

Ley de pregnancia
Viene del término alemán ​Prägnanz​, que si bien no tiene una traducción, podría significar algo así como
“forma que transporta la esencia de algo”. Esta ley afirma que el cerebro humano tiene una tendencia
percibir y adoptar las formas más simples posibles.
Esta ley es muy utilizada en comunicación visual, por ejemplo, en logotipos, ya que en estas piezas
usualmente se apela a utilizar formas muy sintéticas, fáciles de recordar.
Ley de cierre
Esta ley afirma que una figura incompleta, real o virtualmente, es acabada por el observador para lograr
una mayor sencillez y estabilidad visual. Es decir, nuestra mente añade los elementos faltantes para
completar la figura.
Como estrategia visual puede servir para generar mensajes que apelen a la imaginación del receptor, ya
que éste debe reconstruir parte de la imagen. También podría servir, porqué no, para generar cierta
incomodidad sobre algo que no está completo, llamar la atención o molestar.

Ley de acento
Haciendo una analogía con el acento gramatical, se trata de destacar un elemento de la composición, a
veces exageradamente, para que se vea más que el resto. Intencionadamente estimula al ojo a observar
esa parte del mensaje. Se utiliza como estrategia cuando se quiere llamar la atención del observador
rápidamente.

Ley de continuidad y dirección


Los elementos orientados en la misma dirección tienden a prolongarse y continuarse dinámicamente en la
dirección de su movimiento percibido. Esa prolongación que nuestro cerebro imagina fuera del plano,
contribuye a generar la sensación de continuidad, de algo que no se termina, de infinito.

Ley de agrupación por semejanza


La percepción clasifica la información según el grado de similitud que mantengan los estímulos entre sí.
Cuando los estímulos son similares en color, tamaño, peso o forma tienden a ser percibidos como
conjunto.
Como estrategia visual sirve para generar nuevos conceptos a partir de la sumatoria de varios elementos.
Ley de agrupación por proximidad
Los elementos más cercanos se perciben como pertenecientes a la misma figura, porque nuestro cerebro
agrupa cosas que están próximas entre sí. Es decir, los objetos adjuntos tienden a ser vistos como una
unidad.
Como estrategia visual, esta ley ayuda a comunicar la idea de sistema, de conjunto de partes que forman
un todo al agruparse. También se utiliza para generar diferentes momentos de lectura o interpretación de
una imagen, ya que primero vemos un todo, y luego las partes que componen ese todo.

Ley de simplicidad
Esta ley sostiene que las cosas simples, sin gran cantidad de información, son fáciles de percibir, recordar o
memorizar. La simplicidad busca expresar un contenido de manera clara y directa, sin dejar demasiado
espacio a la interpretación. El recorrido visual es mínimo y directo; el ojo del observador se centra en la
imagen y capta su significado con escaso esfuerzo.
Como estrategia visual, esta ley ayuda a generar piezas fáciles de interpretar, de rápida decodificación.

Ley de complejidad
Por el contrario de la ley de simplicidad, la complejidad incorpora gran cantidad de elementos y requiere
de un mayor esfuerzo del observador para decodificar el mensaje. Es decir, las composiciones complejas
suelen estar recargadas de elementos y detalles que obligan al observador a detenerse.

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