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Grandes hombres o simples mortales.

Estos personajes son parte de nuestra vida desde tiempos antiguos, en todo
momento de la vida humana hubo héroes.

Fustel de Coulanges habla de los héroes en los inicios de la sociedad griega,


estos aparecieron casi simultáneamente con los dioses y no tenían que ser
grandes hombres, bastaba con haber marcado la imaginación de sus
contemporáneos o haber sido objeto de una tradición popular para ser
reconocidos como tales, eran personas con virtudes, que ayudaban al pueblo o
traían victorias y eso los hacia admirados (luego póstumamente se convertirían
en dioses).

En la literatura, se han personificados diferentes tipos de hombres virtuosos


como, por ejemplo, el héroe clásico y el héroe trágico; pero desde perspectivas
diferentes, mientras que el clásico muestra las virtudes, el trágico muestra sus
limitaciones.

Jimena Schere plantea al héroe trágico de una forma implícita, como la crítica a
la idea aristocrática que se tenía de estos grandes hombres, personajes de
buena cuna, con sangre noble y múltiples virtudes, un ejemplo de esto son las
diferencias entre Odiseo y Edipo, mientras que al primero su inteligencia y
astucia le posibilito, sobrevivir y burlar la furia de Poseidón para regresar a su
nación, al segundo su inteligencia le permitió convertirse en rey, pero a su vez
lo llevo a su ruina, reflejando las insuficiencias del héroe y sus limitaciones,
evidenciando la inestabilidad humana. La autora plantea que, en la obra de
Sófocles, Edipo sentía su debilidad frente a los dioses y mostro un lado
antiheroico cuando él se transformó en un simple hombre. José Luis Calvo,
plantea otro punto de vista, que habla de Odiseo como un héroe que tiene más
que ver con la idea de Fustel de Coulanges, sobre un personaje más humano y
conocido por el pueblo, Calvo agrega que Ulises era un persona conocido por
los griegos y no un ser ficticio, por lo tanto sus proezas eran vistas más
humanas y no tan míticas ,cabe mencionar además que el concepto de nostoi
era, propio de la época, en donde el nostos era un sentimiento que muchos
guerreros alejados de sus familias sentían y es Odisea el nostos que consagra
a Ulises como héroe.
En relación con el tema antes planteado podemos decir, que era un recurso
utilizado por las sociedades para transmitir a otros como su ciudad idealizaba
ciertos valores y virtudes, por otro lado, era la forma que utilizaba la polis para
transmitir enseñanzas a su gente; hay que entender que en esa época los
héroes trágicos de las obras de teatro eran representados en el anfiteatro
donde todos los ciudadanos estaban obligados a ir a escuchar estas “lecciones
de vida”.

Siguiendo la misma línea pero desde otro ángulo, podemos decir que estas
personas idolatradas por el pueblo eran formadas a imagen y semejanza de la
sociedad, buscando idealizar este visión de héroe por la adhesión social de los
valores, es la gente la que decidía como jueces, quienes tenían lo necesario y
quienes no, nadie podía autoproclamarse héroe, se necesitaba la percepción
del otro, es una mirada subjetiva sobre las acciones de una persona por lo
tanto, es válido decir que el héroe no es héroe por lo que hace, sino por como
los demás lo perciben , desde este punto de vista podemos decir que si las
hazañas de Ulises se hubieran cantado con una carga subjetiva de reproches y
su astucia se hubiera entendido como las acciones de alguien mentiroso y vil o
su nostos apariencias, como un deseo en donde el fin justifica los medios
necesarios para volver a casa, quizá otra hubiera sido la percepción del pueblo
y posiblemente su nobleza, virtud y perseverancia no serían reconocida, o si a
Edipo en lugar de verse como una persona castigada por el hado y sujeta a su
suerte escrita, solo se lo considerara maldito y por lo tanto paria, seria visto
como un final merecido sin la redención, o si el autocastigo hubiera sido visto
como un premio frente a la muerte, quizá no se lo hubiera percibido como un
héroe trágico que reconoce su

En conclusión, a mi parecer, estar sujeto a los ojos de una sociedad es un


arma de doble filo y si bien es cierto que son los otros los que de una manera
colectiva otorgan la nomenclatura de héroe, sería muy difícil que estos
personajes hicieran todo sujetos al qué dirán, es ahí donde radica el núcleo su
estatus heroico, saber que no se toman las decisiones por la opinión que
puedan tener los de afuera, sino por que sale de su ser.
Bibliografía:

 Coulange, F. (2003) La ciudad antigua, estudio sobre el culto,


el derecho y las instituciones en Grecia y Roma, libro III,
capitulo IV. Editorial Porrúa. 13° ed. México.
 Schere, J. (2011) Edipo rey, Edipo en Colono, Antígona de
Sófocles. Introducción. Editorial colihue clásica. 1° ed. Argentina.
 Calvo, J.L. (2017) Odisea de Homero, introducción. editorial
Catedra. 26° ed. España.

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