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Azul Calfú Don TEo
Azul Calfú Don TEo
» don Teo
azul calfú
» • • Xuea-ló
Las Grutas PatagoniA
reJvrclarcias azules
poemitas pasajeros Je! Sur
Kuea-ló
PalagoniA
ruca-lo@canaldig.com. ar
Del mismo autor:
“Gruterías”
Ruca-Ló - Las Grutas - 2003
ISBN: 978-987-05-4462-3
Queda hecho el depósito que marca
la Ley 11.723
Gratitudes:
6
palabras, su significado, su dimensión silábica y su
sonoridad.
Dice el diccionario que poesía es: la expresión
artística de la belleza por medio de la palabra, sujeta
a ritmo, medida y cadencia.
En algún viejísimo apunte de fines del secundario
releo el concepto de mi arcaico y “galleguísimo’’
profesor de Literatura, don Francisco Jiménez, quien
solía decir que el poeta “es un diseñador de ilusiones,
un vendedor de ensueños, de imágenes habladas, un
interpretador de quimeras, un hechicero de la palabra
y un seductor del oído, un cazador de entelequias y
un domador de utopías”. ¡Vaya concepto, ¿no?!
Por otra parte otros, que mucho saben del asunto,
aseguran que la poesía es meramente la evolución de
aquella primitiva costumbre de nuestros ancestros
prehistóricos que repetían las fórmulas emotivas
(mágicas y rituales) rítmicamente con una muy
incipiente musicalidad durante las danzas tribales.
A partir de este concepto creo que la expresión
poética puede ignorar a la métrica y a la rima, pero no
puede obviar el ritmo; para mí, la poesía es una
especie de cadencia armoniosa e inaudible que se
percibe con el sentimiento y la emoción y que deja en
el poeta cierto sabor aterciopelado y debiera dejar en
el oído del lector cierta aterciopelada melodía...
La expresión poética pretende ser un llamado de
atención a la sensibilidad y debería provocar un
impacto emocional además de estético en quien la
lee; debería ser concreta y clara en su expresión y
además rítmica. Lograr ese objetivo no es fácil, el
riesgo de caer en la mediocridad es mucho.
Alguna vez me han preguntado el por qué del
formato tan tradicional de mis poemas; la razón me
parece simple, soy proclive a lo tradicional; con la
7
innovación no nos tuteamos a primera vista; tal vez lo
hacemos luego cuando ya existe un mínimo
conocimiento, es decir cuando ya no es innovación.
Ocurre a veces que la música salpica con su agua
bendita la palabras de un poema y entonces ambas,
música y poesía se enredan entre sí e ingresan a otra
dimensión: la canción; es ahí cuando la letra recién
puede intentar ser popular.
Un poema a secas, adolece de soltería, es
introvertido, austero, recoleto, pareciera faltarle algo,
aunque esté completo; la canción en cambio es
extrovertida y mundana. El poema camina; la canción
vuela.
He tenido la suerte que esa buscada y escurridiza
bendición haya caído sobre algunas de mis estrofas,
por ello agradezco a los creadores de las melodías su
invalorable aporte. Gracias Hugo César Salinas;
gracias Natalio Mirensky, gracias Néstor Martínez;
gracias Enrique Oscar Prieto; porque me han
mostrado que:
♦
8
Desde mi subjetividad, con mucho respeto y temor
les presento este Azul Calfú, sólo un simple ramillete
de versitos de origen patagónico, pero sepan que:
Escondido en el pecho me queda
un poquito de mar y en su arena,
dos retazos de sol y la pena
' que persiste en un viejo poema...
dott leo
Ain tyiatai, jtítda 2008
9
OBSESION
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SEREMOS LA PATAGONIA
De la Patagonia somos
lo mejor de sus silencios;
y de su olvido el recuerdo
permanente de su cielo.
Somos de la Patagonia
su estilo llevamos puesto,
puro tesón, puro esfuerzo
pura razón y memoria.
12
CON EL SUR A CUESTAS
Yo soy de la Patagonia
donde el viento muerde y sigue;
donde la muerte y la vida
todos los días insisten.
13
Contradictorias en sí mismas, todo lo separan y todo lo
unen, enormes e insensibles, simplemente
DISTANCIAS PATAGONICAS
Loncoluán, setiembre/2005
14
Allá por el 200112002, muchos creyeron que la Argentina
desaparecía víctima de su peor crisis. En esa época ser
argentino (al menos, como yo lo concebía) era una especie
de vicio, un capricho senil, una mezcla de nostálgica idiotez
y de empecinado “sudaquismo”. Muchos se fueron, otros
nos quedamos, yo entre ellos.
MI PATRIA
16
EL SILENCIO EN EL SUR
17
JARILLAS Y SOLEDADES
Patagónicas costumbres
de asado mate y silencio
al Sur le pintan recuerdos
que a veces se vuelven versos.
******
La Patagonia del mar
alardea con la flor
hirsuta de un quilimbay
y el brillo de un caracol.
Y en el ambiguo camino
que caminan los recuerdos
anda mi tiempo perdido,
rumbo azul de los silencios.
Jarillas y soledades
desamparan los sosiegos
que el cielo pone en la tarde
sureña, de un matasebo.
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NOSOTROS LOS DEL SUR
19
MI CANTO
¡La Patagonia, te llama
por ser del Sur y del frío
Río Negro te proclama,
canto hermano, canto mío!
Patagónico y sureño,
mi canto viene del frío,
es hijo de los silencios
y hermano de los olvidos.
Quizá lo engendró un mapuche
en un malón de venganzas,
o tal vez un inmigrante
una noche de esperanzas.
Por sureño y guitarrero
suele andar las madrugadas,
sacudiendo loncomeos
para nombrar a mi raza.
Con emociones de Patria
se le moja la garganta
y angustias de Patagonia
le crecen con las guitarras.
Empecinado de Sur
mí canto sigue llegando;
cuando oscurece es mi luz
y es mi sombra en el verano.
20
i
21
PROVINCIA CONTINENTE
La provincia continente
la llaman a mi provincia,
moja su espalda la nieve
su vientre el mar acaricia.
La bocanada tehuelche
del viejo viento sudeste
peina el oleaje del golfo
con la constancia de siempre.
La provincia continente
la llaman a Río Negro,
desde el mar hasta los Andes,
de los lagos al desierto.
22
Río Negro es continente
de mar, meseta y manzana;
Río Negro es el presente
de un futuro que me llama.
(Lamarque, abril/1997)
MI PATAGONIA
24
Como seca llamarada los coirones
iluminan tu paisaje y mi desierto,
y un antiguo retumbo de kultrunes
canta y llora conmigo un loncomeo.
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LA NOCHE EN LA MESETA
27
RIO NEGRO - PATAGONIA
28
POR NOMBRARTE RIO NEGRO
Este viejo loncomeo
va de garganta en garganta
gritando que Río Negro
es mucho más que manzanas.
Alardes de Patagonia
van creciendo con el viento
¡y en mis oídos, la euforia:
al nombrarte: Río Negro!
Porque soy como el desierto
puro sol y puro viento,
llevo clavada en el pecho
la flecha de un loncomeo.
30
Guajira, si vos cantaras
y si yo fuera canción,
serías, tal vez, la hermana
perdida que tuve yo...
32
El marco imprescindible de mi pueblo es el Golfo San
Matías una inmensidad cálida y buena como el pan recién
•'horneado y azul como la simpleza de un día feliz. Las
Grutas es sólo el portal de tanta belleza.
SAN MATIAS
Viejo golfo San Matías,
patio azul de Río Negro
donde el verano le inventa
trampas de sol al invierno.
Donde el silencio camina,
caminos de siglos lentos
mientras las estrellas miran
el pasar de los eneros.
33
Por razones de trabajo tuve que ausentarme por un año de
Las Grutas; mi desarraigo y su silencio me arrancaron
como espinas de nostalgia estas pequeñas estrofas.
EXTRAÑANDO
Es saberme presente
aún estando lejos;
e imaginarme siempre
caminando sus médanos.
Y yo extrañando siempre
el mar, el sol, la arena;
los templarios, los duendes,
El Fuerte y sus leyendas.
Zapala, octubre/2005
34
Los pulperos: esa minúscula y marginada raza de hombres
y mujeres calcinados por el sol y la pobreza. Los
emblemáticos villeros de Las Grutas; mas de uno fue mi
amigo y mi vecino.
36
Una vanguardia de pulpos y cangrejos se
atrincheraban mimetizándose en las restingas. Era la
' infantería ciertamente, y las restingas el terreno a
conquistar.
Nadie retrocedió, el choque fue sorpresivo y brutal; el
gancho impiadoso revolvía las entrañas de la roca; el balde
se fue llenando de prisioneros, algunos heridos, otros
simplemente golpeados, otros cadáveres, todos
escurridizos.
La batalla llegaba a su apogeo, el avance del
Mariscal y su tropa era arrollador; la vanguardia de pulpos
estaba siendo arrasada.
Seguramente y como siempre, la retaguardia de olas
y de espumas no tardaría en reaccionar y avanzaría
recuperando las posiciones en las restingas.
Cubriría todo, arrollaría todo, inundaría todo y
después de demostrar el recupero indiscutible de su
territorio, como siempre, retrocedería y otra vez dejaría en
su vanguardia otra ingenua y vulnerable infantería de
pulpos y cangrejos...
“Es de buen estratega aprovechar los ciclos
pendulares del Universo” dijo el Mariscal, como hablándole
a un lugarteniente inexistente y acariciándose la barba miró
satisfecho el tacho semi repleto de pulpitos.
Se acomodó lo que aún le quedaba de chaqueta,
juntó los talones marcialmente, sacó pecho, esgrimió su
gancho al aire saludando y con voz estentórea vociferó:
“buen trabajo, mis valientes; tienen uso de franco hasta la
próxima marea”.
Permaneció en posición de “firmes” esperando la
respuesta de la tropa. Un coro de duendes y delirios atronó
con silencios el mutismo del mediodía. Conforme el
Mariscal adoptó la posición de descanso y ordenó
desconcentrarse. Los jumes se llenaron de afónicos sigilos.
37
En el ritmo apresurado y superficial de nuestro tiempo,
solemos juzgar y condenar, simplemente por apariencias.
Nos olvidamos que la pobreza es una cosa y la miseria, es
otra. No necesariamente los pobres son siempre buenos, ni
los ricos siempre malos, ni nosotros somos jueces.
MI AMIGO EL PULPERO
38
No me importa el veredicto
de los jueces de café
ser pobre no es un delito
a mi manera de ver.
40
NAVIDAD EN LAS GRUTAS
41
Tal vez tenga yo, cierto pulperísmo internalizado, no me
arrepiento porque creo que para querer un lugar, hay que
conocerlo y para conocer a Las Grutas hay que al menos
tener idea de cómo es y como siente su más representativo
personaje: “el pulpero”.
PULPERISMO
El cielo de los pulperos tiene el color del silencio,
la lejanía de aquello que es enorme y es ajeno.
42
COPLITAS DE LOS PULPEROS
43
LAS GRUTAS, EL GOLFO, EL SUR Y ESAS COSAS
44
LA PRIMERA BAJADA
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AQUÍ
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DE DICIEMBRE A MARZO
47
NOVIEMBRE EN LAS GRUTAS
48
EL LUGAR
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LA BELLEZA DEL SUR SE TE PARECE
50
Hace muchos años, casi como una curiosidad, fui turista
en Las Grutas; después fui residente pero debí irme. Ese
alejamiento me demostró que yo era de aquí y la fuerza del
arraigo me hizo volver.
Ruca-Ló, junio/2006
51
Una de las enseñanzas que diariamente me brinda Las
Grutas es la objetividad de observación de quien se aleja
del mundo, sin abandonarlo y se recluye en vivencias
absolutamente propias prescindiendo de casi toda la
contaminación
■■ gUe ¡nventó e¡ hombre y su famoso
progreso.
MIENTRAS
Mientras el mundo discurre
y el tiempo transcurre
pesado y letal;
mientras la vida se escurre
y el Progreso inventa
plástico y metal;
mientras eso ocurre,
a mí se me ocurre
vivir en Las Grutas
y mirar el mar.
Mientras la muerte persiste
llevándose en ristre
lo poco que queda,
cumpliendo su sino:
matar y matar;
mientras la fe miente
y el dolor le cree
su flaca verdad;
mientras;
yo sigo en Las Grutas
y contemplo el mar.
Mientras unos pocos ganan
lo que muchos pierden;
mientras muchos gritan
lo que nadie entiende
y pocos escuchan
mientras;
yo vivo en Las Grutas,
escucho el silencio
y contemplo el mar.
52
Una muchacha, un muchacho; la playa, el amor y el sol
de febrero, los nombres ¡qué importan! ¿O sí?
53
TRIQUIÑUELAS DEL SUR
54
INVIERNO
55
HAY
(Ruca-Ló, agosto/2006)
EL MAR Y EL SUR
56
¿Nosotros inventamos a los duendes, o los duendes nos
inventaron a nosotros?
CALFU
57
CALFU, EL DUENDE DE LAS GRUTAS
58
acaloradamente las distintas alternativas y finalmente se
convino en comisionar al más antiguo, sabio y honorable,
para que trepara hasta el cielo y recuperara, de una vez y
para siempre la diafanidad del azul.
Quiñe Calfú fue el elegido y, respetuoso del mandato
de sus familiares y amigos, emprendió la difícil empresa.
Anduvo días, que se hicieron semanas; primero por las
cenagosas dunas y luego por los cañadones de las sucias y
embarradas nubes.
Tanto caminó que se le deformaron sus debilitadas
piernitas, se le desgarraron y se le percudieron las ropas
con las espinas de los chañares y con la humedad barrosa
de las tormentas; pasó hambre, frío y desazones, pero al fin
logró su fin: llegó al cielo.
Dicen que el sol se alegró mucho al verlo
nuevamente y apenado por el aspecto de su ropa se la
remendó y pintó con sus rayos amarillos; bien le hubiese
gustado poder lavárselas pero el sol no tiene agua, sólo la
conoce de vista.
El esforzado y paciente Quiñe Calfú con sus
deformadas manitas comenzó a desgarrar las sucias
nubes; su viejo amigo Küref, el viento patagónico colaboró
con él colándose por cada desgarrón que Quiñe Calfú
hacía, y así los iba agrandando hasta formar verdaderos
túneles por los que se volvió a ver el cielo, la luna y las
estrellas.
El Sol que siempre tuvo una especial simpatía por los
duendes patagónicos, volvió a alumbrar la Tierra; Küref lo
acompañó soplando y entonces el suelo se secó; tanto se
secó que en muchos lugares se convirtió en un páramo.
Quiñe Calfú, después de despejar las antipáticas
nubes comenzó a arrancar pedacitos de cielo que fue
arrojando sin prisa pero sin pausa sobre el mar patagónico.
Como el cielo es muy grande, pudo arrojar muchísimo azul,
tanto que el color marrón barroso desapareció por completo
y las aguas desde entonces quedaron cristalinas y azules.
Cuando terminó su tarea estaba muy cansado,
grande había sido el esfuerzo, tanto cielo había arrojado al
mar que la cara y las manos le quedaron azules.
Con la complacencia de su amigo el Sol, Antu, como
él le decía, decidió quedarse en el cielo, para encargarse
59
personalmente de que el color de éste siempre fuese
intenso y uniforme. Sus familiares, los otros Calfú
orgullosos de Quine lo imitaron en todo y por eso tienen la
piel azul y la ropita harapienta, percudida y dorada. Ellos
son los que cuidan el azul en el mar mientras el viejo Quiñe
lo hace en el cielo.
Los Calfú para evitar ser vistos suelen mimetizarse
con tronquitos de jarilla, de chañar, de matasebo, de
piquillín o con pedruscos y algas de mar y muchas veces
con las juguetonas olas.
Son muy tímidos los Calfú, por eso es que pocas
personas los han visto, solo aquellas que son
particularmente buenas y predispuestas, ellas son las que
cuentan de sus correrías por la costa, jugando entre las
olivillos o pisoteando la espuma que olvidan las olas en la
playa.
Dicen también algunos fanáticos de Las Grutas, que
los Calfú son duendes exclusivos de estas playas y como
no los hay en otras en muchas de ellas aún tienen el agua
turbia y el cielo nublado.
Las leyendas, las supersticiones y las creencias
prescinden absolutamente de la racionalidad. Para existir,
les alcanza con la complicidad de la credulidad, el silencio y
un fogón en la oscuridad; si esos factores se conjugan
cerca del Fuerte, estamos en presencia de los
61
¿ Qué el cerro El Fuerte fue una ínsula templaría hace mil
años, un enclave donde resguardaron el Santo Grial? ¿ Qué
hay duendes azules custodiando las aguas del Golfo? ¿Los
ruidos metálicos, los chillidos agudos, son reales?
DOS LEYENDAS
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Los silencios milenarios
en la noche se acomodan
y al coraje descolocan
entre duendes y templarios.
RONDA DE DUENDES
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Hay ruidos en la noche, chillidos que acompañan, algún brillo,
una luz, un silencio miedoso y muchas, muchas dudas. Después
sólo más noche, más miedo, más leyenda y allá en el fondo El
Fuerte...
64
DUENDES DEL GOLFO
En el mar juguetean
con la espuma y la sal
y aunque pocos los vean,
todos saben que están.
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UN VACIO Y MIL SILENCIOS
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Hay versitos que ni siquiera llegan a ser poemas y sin
embargo, por esos imponderables de quienes los leen,
obtienen a veces consideraciones impensadas, es el caso
de “Las sonrisas del golfo” que ganó un concurso de poesía
allá por el 2004.
67
milonga tiene el encanto, la magia y el misterio de las
s simples, humildes y auténticas. Siempre creí que si
Grutas tuviese alguna debería ser necesariamente
3ra.
MILONGUITA PULPERA
POSTAL IV
Brotaba el sol como un damasco ardiente
desde el fértil azul del Golfo nuestro
y asombrado de luz el día nuevo
inventaba la vida, como siempre.
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MEDIATARDE DE AMOR
TODO
Un silencio y un beso,
tus ojos y el otoño,
que más pedirle al tiempo
que más, si eso ya es todo.
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PEQUENECES
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COSAS DE l_A TARDE
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OTOÑO EN LAS GRUTAS
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¿Por qué será que en el monte patagónico el color
preferido de las flores es el amarillo? Quizá sea un presagio
de tiempos dorados...
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MOTIVOS DEL VERANO
Ruca-Ló, julio/2005
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TENGO CIERTO GRUTERISMO
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LUNA GRUTENSE
Es de manzana y de sal,
de esperanza y de alegría;
es de chacra y es de mar
mi luna rionegrina.
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MILONGA QUE UN DIA LLEGASTE
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ELLA SE LLAMA MILONGA, ÉL SE LLAMA
LONCOMEO
Al loncomeo le gusta
el andar de la milonga;
a ella le gusta Las Grutas
y el rezongar de las olas.
30
El loncomeo es sureño,
la milonga es de la pampa
y los dos viven el sueño
de compartir mi guitarra.
Él es nieto de guerreros,
ella es hija de las sombras,
él se llama Loncomeo,
ella se llama Milonga.
81
*
LONCOMILONGA
Los retumbos que esta noche
se suben a m¡ guitarra
algo tienen de mapuches,
y mucho tienen de pampa.
El loncomeo es mapuche,
la milonga es charlatana,
los dos quieren encontrarse
esta noche en mi guitarra.
La milonga es recanchera,
el loncomeo es tristón,
ella la vida se juega,
el se juega el corazón.
Él es de raza mapuche,
y ella de sangre morena.
Ella muere por el baile,
el vive para su pena.
Ella viene de las sombras
por ser pobre y ser milonga;
él viene de la derrota
que por ser indio le toca.
83
UN MUCHACHO EN LA PLAYA
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MUCHACHA DEL OLVIDO
El amor de madrugada
al sol le robó el misterio
de la noche trasnochada;
y el crujir de mil silencios
me oscureció la mirada,
al quedarme con tu ausencia
hecha vacío en mi cama.
85
LOS AMORES NUNCA MUEREN
86
ADONDE
87
LOS BESOS QUE SE DAN DE MADRUGADA
88
MUCHACHA DE LA PIEL DE PRIMAVERA
OLVIDO
89
El amor es el mejor pretexto que tiene la vida.
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El amor pasa, pero queda su rastro en la piel, en la
mirada, en las ausencias; la mayoría de las veces cuando
el amor no cala demasiado hondo, simplemente se derrite
como la nieve en primavera y deja de ser amor. Quedan
entonces resabios de egoísmos que intentan venganzas
que se disfrazan de indiferencia. Es el disgusto por lo
perdido y por la incomodidad de la verdad. Es el despecho.
FRIO
91
LO MALO DE LO BUENO
92
Sánchez de Bustamante y Arenales vieja esquina de Alto
Palermo o de Palermo Chico, como le decíamos entonces.
Allí habitó la ingenuidad de un amor adolescente hace
muchos otoños; hoy es sólo una esquina llena de
recuerdos, que también contiene el mío.
93
EL AMOR SEGÚN MI CONCEPTO
95
Las vacaciones, la playa, el verano y la despreocupación,
son muchas veces el origen del amor en pareja. Suele
ocurrir en Las Grutas.
SABANA Y ALMOHADA
Y caímos abatidos
por un vendaval de besos
que fue creciendo en excesos
hasta quedarnos dormidos.
94
Fuimos un solo latido
aunque con dos corazones;
y sin dar explicaciones
empecé a ser tu marido.
97
EL AMOR QUE YO ESPERO
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El amor que yo espero
llegará lentamente;
quizá sea en enero
o quien sabe, en diciembre.
99
EL AMOR Y EL SILENCIO
100
Como una pequeña oración al amor en pareja, alguna vez
le dediqué estos versos a la compañera de mi vida. Sólo
necesité mirarla. Fue en Las Grutas, después de haber
vivido mucho y sufrido mucho.
CUANDO
101
He comenzado a hacerme viejo descaradamente, y ello
me ocurre frente al mar de Las Grutas. Hacerse viejo no
tiene nada de malo pero a veces el exceso de frustraciones
y la falta de expectativas le agrega una cuota de tristeza
inevitable. A veces me resulta difícil ser optimista.
i". ■■ «• ■: . -
104
VIEJOS SON LOS TRAPOS
105
*
No existen anticorrosivos para el paso de los años, ni
siquiera los cantores eluden su efecto. Mi homenaje para
los que retirándose a tiempo le quitan al ridículo una
víctima.
106
Canciones tuvo el cantor
y silencios el olvido;
amigos habrá tenido
y tal vez más de un amor.
La vejez es la milonga
que no precisa guitarra,
llega sin luz a la farra,
y se va sin luz ni sombra.
107
*
Cuando empecé a andar la vida, allá en mi remota
infancia, tuve caballo, recado, botas, espuelas, ilusiones y
esperanzas; hoy tengo sólo recuerdos; me voy acercando
al tiempo donde nada es necesario y anticipándome a él,
me autodedico estos versos.
En un caballo carguero
enchigüaré lo que queda
mis sueños, mis sentimientos,
mi vieja bota vinera;
mis palabras, mis proyectos
una milonga, un poema,
dos falta envido y un quiero,
por si la muerte me lleva.
MONEDITAS DE TIEMPO
El tiempo es el material
con que están hechos los viejos,
treparse al tiempo es igual
que caerse tiempo adentro.
lll
Soledad, la de los viejos
que solo esperan la nada,
soledad sin sol ni edad,
simplemente: soledad.
112
EL TIEMPO QUE ME QUEDA I
114
EL TIEMPO QUE ME QUEDA III
115
Alguna vez, hace mucho tiempo, en la lejanía de mis
nueve años, el asombro, la admiración y el miedo, llenaron
mi mirada al contemplar el primitivo espectáculo de un
duelo gaucho. Vi bullir entonces el amor propio, la audacia,
la habilidad, la fuerza del despecho, la garra del coraje inútil
y la inevitable estupidez humana.
CUCHILLEROS
Refocilos de cuchillos
en las manos pendencieras
le roban al sol los brillos
de la muerte en la pelea.
********
Recuerdos que tengo de un duelo perdido
que quedó en el tiempo, pero que no olvido
agallas de gaucho, bravura y denuedo,
cosas de polleras, visteo y cuchillos.
Hubieron miradas midiendo distancias,
ponchos sobre el hombro, ajuste de fajas,
un “salí pa’juera si es que sos tan macho”,
un sonar de espuelas tirado a un costado,
y luego el coraje montado en el vino.
117
MI DEBILIDAD
118
SOMOS
119
LOS SIEMPRES DE LA MILONGA
La milonga no se aprende,
el cantor nace con ella,
andan juntos y se entienden
como el cielo y las estrellas.
120
Los versos que se escapan del olvido, son versos
afortunados, son pocos y casi siempre son buenos.
121
CONSEJO
122
Estas estrofítas que fueron escritas para un concurso
literario del ámbito de la Marina Mercante, pretenden
simplemente poner una cuota de doméstica y amable
vulgaridad, a la esforzada profesión del marino mercante,
sin menoscabar en absoluto el sentimiento de homenaje,
aunque sí esquivando la solemnidad de lo formal.
RECETA MERCANTE
123
Existe una fantástica raza de mujeres que exceden la
totalidad de los adjetivos, son las madres.
Yo tuve la mejor que pude haber tenido, se llamaba Luisa
y hoy 27 de julio cumpliría años.
Pensando en ella, y a mis 61 años, rindo en ella mi
modesto homenaje a esa raza de mujeres.
124
Aunque no se parezcan, las madres se parocon
a la vida y al mundo que en buenas circunstancia:,
soñaron en el tiempo lejano de la infancia.
Ruca-Ló, 27/julio/2007
125
RECUERDO PARA MI PADRE
La riqueza de ser padre
vale más que un apellido;
los ricos mueren de pobres
cuando no tienen un hijo.
Esta manera que tengo
de andar enfrentando el tiempo;
esta mirada, estos gestos,
son todas cosas del viejo.
Él me enseñó que el silencio
a veces dice discursos
y que todo lo pasado
alguna vez fue futuro.
126
¿QUÉ SOMOS?
Comenzamos un día
que tal vez era lunes
y anduvimos la vida
como quien la conoce,
ignorando que somos
solamente ignorantes
sólo asombros de sombras
que gritan y preguntan
y que nunca responden
porque no saben nada;
y porque somos sombras
que se mueren sin luces
arrastrando su sino
de vagar sin destino;
ocultando los miedos
con corajes falaces
y creyendo que al cielo
lo oscurecen ios párpados.
Ingenuos y torpes
monos mejorados,
absurdos soldados
de guerras inútiles.
Porque esto que ahora somos
tan sólo es el remedo
de aquel porfiado sueño
que llevamos muy dentro
soñando con ser hombres
honestos y mejores
que aquel porfiado mono
que aún seguimos siendo.
127
Mis años de funcionario fueron muchos; el traje y la
corbata eran el uniforme de combate y el chaleco de
víctima, eran la figuración, el mentido “protagonismo” y la
espuma de una vida ajena. íntimamente yo extrañaba mi
“patagonismo” anónimo y lejano.
AVECES
128
Una vez un pescador, de los muchos que conocí, me dijo
que el mar era lo más hermoso pero también lo más
indiferente y cruel. Otro me dijo: “el mar es mi vida, y
seguro mi muerte”. Los allegados al mundo de la pesca
saben mucho de ese sentimiento; lo hemos visto reiteradas
veces en algún muelle o en alguna playa. La viuda de uno
de ellos, con su hijo de la mano me dijo: “el mar nos dio
mucho y nos quitó todo", hoy recuerdo esa escena.
129
“Las lágrimas son de agua
y el agua mató a mi padre”,
se dijo el niño a sí mismo.
Crueldad del mar y el destino,
maldición de tempestad,
llanto de madre y de sal,
viudez, dolor y orfandad.
130
DOLOR DE AGUA
131
Casi es niña la muchacha,
casi es mujer y está sola,
parada y quieta en la playa
como si fuera una roca;
dolor y miedo le enturbian
la limpidez de las lágrimas
y una angustia hecha de agua
le moja el cuerpo y el alma.
132
DOLOR DE PLAYA Y ARENA
135
/ ■. pequeño el silencio, y es enorme la infancia
el Jardín es la magia del mejor de los tiempos.
OLITAS TRAVIESAS
Donde termina el hogar y donde el mundo comienza,
la niñez tiene un lugar, se llama “Olitas Traviesas”;
es el país de la infancia donde lo bueno es mejor,
allí la risa y la magia se mezclan con el amor.
GRACIAS MAMA
137
UNA GOTA
POQUITITOS
140
El famoso y meneado derecho a la propiedad nos desvela
toda la vida. En mi caso particular me he dado cuenta que
lo único que realmente tengo como bienes indelegables son
mi muerte y mis recuerdos.
TENGO
142
POR SUERTE ZAMBA
143
MOTIVOS Y RAZONES
El coraje no comprende
que el miedo tenga motivos.
El coraje vive y muere;
el miedo vive muriendo.
144
Pequeño homenaje a los muchos asados compartidos
con el Grupo Patagonia.
QUIEN PUDIERA
145
La etapa más feliz de la vida, sin duda es la niñez. En las
Villas Miseria los niños tienen casi los mismos derechos
que los perros sueltos, pero más deberes. ¿Se puede ser
feliz así? ¿Vale la pena ser niño en una Villa?
EL NIÑO DE LA VILLA
146
El humo de los ranchos, le ha pintado la piel
y es gris oscuro el tiempo que tiene de niñez.
Se abriga con el frío; se come todo el hambre;
¡para ser hombre es muy niño, para ser niño es muy
grande!
147
JUBILADA
Tu mirada pequeña, desteñida de tiempo,
me mira desde el tiempo perdido de tus sueños,
y mis sueños tan distantes y distintos de los tuyos
se apresuran, se incomodan, te rozan y se alejan.
Tu mirada pequeña, cansada de esperanzas
se pierde y desespera pero sigue esperando.
Los dos nos apretamos en la cola de un banco,
los dos somos distintos, y nos parecemos tanto,
yo soy lo que ayer fuiste, y vos, lo que seré...
venís a buscar algo de lo que te costó tanto
y que hoy vale, parece, la mitad de la nada.
Tu pobre cuerpo viejo se agota de cansancio.
Es invierno en la calle, y en tu vida es invierno,
la injusticia te azota y desde el sur el viento;
es crudo el viento sur, y es crudo el desamparo,
el frío es todo tuyo y es mío este descaro
de intentar explicarte lo que es inexplicable.
La injusticia te azota con odio encarnizado,
pero mucho más ahora y desde tu hueco estómago...
Te abrigás con la gastada resignación de siempre
y otro poco con este sol de junio ¡que es tan amarrete!
Algún par de lágrimas que sin querer brotan cansadas
de tus ojos cansados y secos,
se te van como doloroso almuerzo
e inventás torpemente una sonrisa para atenuar tanta
amargura.
Yo sigo a tu lado, soy joven y fuerte, “permiso” te digo
por dentro me crecen un llanto y un grito
por fuera el dolor se viste de olvido
simulo ignorarte, quisiera ignorarte
sos vos mi conciencia, soy yo mi vergüenza.
(M.D.Plata, junio/1992)
EL NIÑO AL QUE NO LE COMPRE EL DIARIO
150
En los baldíos de todos los pueblos suelen habitar
historias no siempre felices. Pareciera que la vida las
proscribiese, como a sus protagonistas, que a pesar de
marginales siguen siendo personas.
CIRUJA DE PUEBLO
151
Me miró cansado y siguió diciendo:
yo también fui joven, hace mucho tiempo,
pero el tiempo pasa y se lleva todo,
las buenas costumbres, el amor y el odio,
sanas intenciones, palabras hermosas;
y a veces el hambre complica las cosas;
los problemas surgen por cualquier macana,
y así una mañana corriente y cualquiera
uno se despierta preso y acusado
de cosas que a veces ni sabe qué son;
y a partir de entonces se tiene “prontuario”
y un lugar pendiente en cualquier prisión.
153
¿Será ruso el cardo ruso, o será sólo un intruso?
CARDO RUSO
155
OPTIMISMO
156
Por suerte hay miradas, abrazos, caricias,
hay café con leche, mate y tortas fritas,
por suerte amanece todas las mañanas,
por suerte el amor ganó por goleada.
157
Todo comienza alguna vez, lo nuestro con Mary fue en 1968
EN PAREJA
159
El dolor inventa semejanzas, nos destrona de la felicidad,
nos muerde y nos corroe. El dolor inventa silencios y los
silencios simulan resignación y olvido; pero el dolor sigue.
El dolor de perder un hijo nunca cesa, con el tiempo sin
dejar de ser dolor se va convirtiendo en tristeza. Con Mary,
lo aprendimos.
PARECIENDONOS
160
Vivir en pareja es difícil, pero vivir en soledad es triste.
161
Un proyecto de amor hubo en los besos
de los labios de un amante pasajero
y esos besos apurados de deseo
no pudieron ser amor, y por no serlo,
el amor de tu amor quedó soltero.
La carencia total que otros amores
han dejado en el jardín de tu pasado,
hoy te vuelve en la mentira de esas flores
que en secreto vos misma te has comprado.
EL MITO DE LATINIA
163
MUERTE EN “LA HIGUERA”
(9 de octubre de 1967)
165
ME GUSTA
MDP, diciembre/1989
MI MUERTE Y EL OLVIDO
167
ME DIJO
El frío es como el tiempo, me dijo, siempre pasa;
y en los ojos que brillan: habitan las miradas;
el cielo es como el Sur: azul y ajeno;
el Norte es como el Sur, pero perfecto;
el Sur es un color que huele a negro
y el negro es un misterio aún no resuelto.
Los rubios son el éxito, me dijo, de los que no son negros
y a veces el fracaso de los que se creen buenos.
La pobreza es azul pero no como el cielo
es azul y violeta, como el frío y el miedo.
La bondad no es negocio, pero es imprescindible;
la vida es necesaria para poder morirse;
el cielo es sólo aire pintado de celeste
y el amor es la forma con que el alma sonríe.
Nadie es sabio y es bueno, me dijo,
porque nadie es perfecto.
Los hombres inteligentes, son necesarios,
pero los hombres buenos son imprescindibles.
El Faro, octubre/1991
169
Lamentablemente la niñez no se repite, a lo sumo se
recuerda. Todo lo que en ella nos ocurre es absolutamente
único e irrepetible; los mayores afectos se enraízan en ella
y las mayores ausencias nos separan de ella. Es imposible,
pero que fantástico sería llamarla para que vuelva un
poquito nomás a nuestro lado.
LLAMADO A MI NIÑEZ
170
Hay lugares que tienen una plusvalía para el recuerdo, son
lugares marcados por los duendes del afecto; habitan en ellos
simpatías, emociones, euforias e ilusiones.
En estos casos los lugares físicos, el paisaje, el clima, los
olores, los sonidos y el silencio se convierten en un marco
inevitable e imprescindible para ese pasado nostálgico y
benevolente.
He tenido la suerte de vivir en distintas geografías de mi
patria, de conocer su gente y su idiosincrasia; y de esas
geografías, algunas se adhirieron más que otras al afecto, y
cuando el afecto germina se las empieza a querer, se vuelven
“querencias”. Y hablando de afectos, ¡yo viví y respiré Mar del
Plata! Fue hasta fines de 1994.
Pasó mucho tiempo y en el otoño del 2007, Mar del Plata
sorpresivamente reivindicó aquel viejo enamoramiento. Lo hizo
seleccionando uno de mis cuentos (Una sirena y un lobo) y lo
incluyó junto a obras de los grandes de las letras marplatenses en
un libro llamado: “MAR DEL PLATA, MIRADAS DE
NARRADORES Y POETAS”, una edición de 8000 ejemplares
compartida por el Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos; la Universidad Nacional de Mar del Plata y la
Secretaría de Cultura de la Municipalidad de General
Pueyrredón.
En el Prólogo de ese libro, los compiladores dicen
textualmente “A través de un conjunto de textos literarios de
autores marplatenses, en los que la ciudad - con sus lugares, con
su gente, con sus atmósferas, de hoy y de ayer - está presente,
hemos querido entregar una imagen de Mar del Plata más viva,
más profunda, en todo caso más sentida (y, por ello, más
interesante), aparezca a través de las miradas de escritores que
viven o han vivido en ella, que en ella nacieron o en ella decidieron
vivir. Algunos fragmentos de visitantes ilustres, como Alfonsina
Storni o Victoria Ocampo, son excepciones, más que justificadas,
a la regla de la autoría - aunque no a la del contenido -
marplatense.” Hasta aquí parte del prólogo.
Además de las dos eminencias ¡iterarías nombradas:
Alfonsina y Victoria, comparten las páginas del libro una veintena de
autores de la talla de: Ricardo Piglia, Carlos Balmaceda, María
Wernicke, Osvaldo Picardo, Roberto Núñez, el inefable y
archimarplatense Enrique David Borthiry, Roberto Gispert, Juan
Carlos García Reig, Adelina Barrera, Matías Moscardi y otros tantos.
171
En el acto de la presentación del libro me honraron con el
uso de la palabra; prometí en ellas formalizar mi
agradecimiento, lo plasmé en estos versitos que comencé esa
misma noche después de los abrazos, de las entrevistas y de
los brindis:
172
La querencia de mi niñez fue Pilo-Lil; y el alma do Pilo I il
es el río Aluminé.
Yo me fui definitivamente de Pilo-Lil el 14 de enero do
1973; siempre me vanaglorié de que si bien no pude cruzar
el Rubicón, para decir: “Alea jacta est" sí pude cruzar el
Aluminé y echar mi suerte a andar.
Por razones de trabajo en el invierno del 2005 tuve el
privilegio de volver a mirar “mi” río de los ríos; una extraña
emoción me sacudió el alma cuando lo divisé ahí nomás en
el último recodo de la cuesta del Rahue.
Lo abracé con la mirada, él ronroneó afectuoso su masa
líquida; los dos estábamos iguales, pero distintos.
Detuve mi camioneta antes de cruzar el puente para
garabatear estos versos. Hacía frío y habían pasado 32
años.
REENCUENTRO
173
Pensando aquel tiempo, hoy volví a buscarte
y al bajar del Rahue te encontré otra vez,
gastando las piedras, lamiendo tus sauces,
más lindo que nunca, viejo Aluminé.
(Rahue, mayo/2005)
174
Dos años de habitarla no me alcanzaron para
“amendocinarme" pero si para aprender a no olvidarla
porque para quien ha vivido en Mendoza, el olvido es como
el cielo nublado: una improbabilidad, casi una mentira.
Hasta mi nueva querencia la nostalgia me arrima
entonaciones cuyanas, sabores de sopaipilla, afectos,
otoños dorados, sol, aridez, un tenue aroma a malbec y el
recuerdo recurrente de algún asado en el Barrio Bombal
donde conocí la maravillosa guitarra de Daniel Talquenca y
tuvimos ambos la intención inconclusa de soñar una cueca
o quizá una tonada, que podría ser ésta:
RECUERDO MENDOCINO
176
En Tromen trabajé, en Tromen transcurrí tiempos
inolvidables, me amargué, sufrí, me aburrí, en Tromen
pesqué, cazé, piñoneé. Tuve amigos distantes y distintos:
gendarmes, guarda parques, andinistas, aventureros,
carabineros, puesteros veranadores, campesinos y turistas.
Era otro tiempo, el progreso estaba ausente, yo era joven
y Tromen un lugar recóndito en el Sur. En Tromen no sólo
estuve, en Tromen viví; hoy el recuerdo me lo nombra.
RECUERDOS DE TROMEN
(milonga piñonera)
177
Y Tromen repite el lago
con su silencio estridente
Tromen, le grita a mi suerte
la suerte de andar andando.
178
Los que alguna vez vivimos en Buenos Aires nos
adueñamos descaradamente de pequeñas épocas e
imágenes porteñas. Creemos que son nuestras; cuando
retornamos, la realidad nos muestra otra cara; y es ahí
cuando nos ataca la nostalgia. Porque Buenos Aires está
hecha de nostalgias.
179
Calle Monroe esquina Hernández, allí terminaba Quilmes;
más al Sur, para el lado de Ezpeleta, el tomatal de doña
María y una cuadra hacia el Este el bajo del Río de La
Plata.
Calle Monroe, calle de pasto y barro, como para que no la
transite nadie; veredas de barro, pasto y escombros
salpicados, como para que las anden los que saben.
Mañanas de sol, fabriqueras de delantal y perros
vagabundos; amas de casa tendiendo la ropa; tardes de
novela por Radio del Pueblo. Nochecitas de pasos
apurados esquivando los charcos y a lo lejos, casi
imaginado, un bandoneón rezongón discutiéndole los tonos
a una guitarra. Ese fue el arrabal que conocí, mucho más
acá de Gardel; entre Troilo y Piazzolla, justo, justo al llegar
a Julio Sosa.
LA LUNA DE Mi BARRIO
En mi barrio, la luna, que es porteña
se maquilla con tango y muzzarella
y trepada al viejo cielo de ceniza
se imagina que no esa luna, sino pizza.
***********
La luna inventó aquel barrio
y el barrio las fabriqueras;
cuando el sol en primavera
jugueteaba entre los charcos.
Barrio de perros aullando
y de yuyos en la calle;
barrio pobre que en la tarde
solía silbar un tango.
180
Aquella vieja vida y tu recuerdo
la antigua juventud de aquel amor
hoy vive de nostalgias y silencios
y muere tangamente por los dos.
SIMPLEMENTE TANGO
181
El catango: lo más primitivo de nuestros rodados, hoy les
dirían “artesanales”, antes simplemente les decíamos
“hechos a mano”; y así eran, todo esfuerzo y sudor desde
su confección hasta su uso.
Fueron, hace mucho, la Imagen emblemática de la
cordillera que los turistas se llevaban en sus cámaras
fotográficas. No sólo los conocí, sino que los usé y conduje.
Hoy son sólo nostalgia.
CATANGUECES1
Mitad torpes; mitad lerdos,
llenos de tiempo y de penas
mi catango y mis recuerdos
se van muriendo de ausencias.
Catango de un tiempo ¡do
que se quedó entre mis cerros
discutiéndole al olvido
los motivos del recuerdo.
No tuvo apuro el catango
ni tuvo apuro el paisano;
para que dure la vida
más vale andarla despacio.
Cuanto más lento el catango
más largos son los senderos
y cuando el sendero es largo
también es largo el silencio.
Por no morir mi catango
siempre quiso andar despacio,
yo también quise andar lento
y lo mismo me hice viejo.
182
CATANGUECES 2
183
CATANGUECES 3
184
Los súper héroes y los ídolos que la globalización impone
le han quitado el pequeño lugar que la memoria guardaba
para los que practicaron la antigua religión del coraje. De
todas maneras a mí, personalmente, me siguen
simpatizando, tal vez por que fueron anónimos y muchas
veces, ignorantes y salvajes. Hoy quiero nombrar a
Treuquil, sólo un indio de lanza, un cona.
EL ALMA DE TREUQUIL
185
Ignorada su muerte en la Historia,
apenitas la cuenta este verso;
nadie llora a los indios que han muerto
en el norte de la Patagonia.
Poco importa una causa sin gloria
mucho menos, de un indio salvaje
que enancando en su potro al coraje
intentó defender a su tierra
a pesar de su inmensa barbarie.
186
MEMORIAS DE UN ANTIGUO SOLDADO MUERTO
Por el sur de mi patria ando andando
como anduvo, a los tumbos, la historia,
galopando senderos sin gloria
y sin gloria, muriendo y matando.
No se mide la amistad
por la piel ni por la raza;
la amistad es la confianza
que uno recibe y que da.
188
Fue mi amigo y fue mi peón,
mi esquilador, mi soguero;
todavía guardo un lazo
que le cambié por dos cueros.
Su Eskiltuna lonjeador
cortaba un pelo en el aire,
nunca lo usó contra nadie,
pero solía mostrarlo.
A veces en el boliche
se instalaba frente a un vino
a “romancear” el destino
de ser pobre y ser mapuche.
190
Murió nevado mi amigo
por campear a su tobiano;
cayó en un guardaganado
que fue el fin de su destino.
Resentimientos antiguos
se murieron con Francisco
unos murieron de odio,
otros murieron de olvido.
(Aucapán, enero/1996)
191
El coraje y la razón, no siempre coinciden. En nuestra
meneada Conquista del Desierto abundaron ambos.
EL ÚLTIMO MALON
Amanece y hay malón, los perros lo han anunciado
sobre la pampa anda el miedo como animal asustado.
El viejo temor de siempre, duele y se vuelve coraje;
el pánico nunca sirve cuando atropella el salvaje.
RASTRILLADA
193
AYER SIN HOY
Escozores y fastidios
molestan a los que piensan
que si el Sur perdió sus indios,
tal vez pierda su vergüenza.
194
INDICE
A
A PESAR, 117
AVECES, 128
A VECES LAS ESQUINAS, 93
« ADONDE, 87
ALLA EN EL SESENTA Y OCHO, 158
AQUÍ, 46
AYER SIN HOY, 194
c
CALFU, 57
CALFU, EL DUENDE DE LAS GRUTAS, 58
CARDO RUSO, 154
CATANGUECES 1, 182
CATANGUECES 2, 183
CATANGUECES 3, 184
CIRUJA DE PUEBLO, 151
CON EL SUR A CUESTAS, 13
CONSEJO, 122
COPLITAS DE LOS PULPEROS, 43
COSAS DE LA TARDE, 72
CUANDO, 101
CUANDO YA NO TENGA NADA, 108
CUCHILLEROS, 116
D
DE DICIEMBRE A MARZO, 47
DISTANCIAS PATAGONICAS, 14
DOLOR DE AGUA, 131
DOLOR DE PLAYA Y ARENA, 133
DOS LEYENDAS, 62
DUENDES DEL GOLFO, 65
DULZURA DE AZUL Y PIQUILLIN, 51
E
EL ALMA DE TREUQUIL, 185
EL AMOR QUE YO ESPERO, 98
EL AMOR SEGÚN MI CONCEPTO, 94
EL AMOR Y EL SILENCIO, 100
195
EL FARO DE PUNTA MOGOTES, 169
EL HOMBRE QUE NUNCA FUI, 142
EL INVIERNO EN MI PUEBLO, 76
EL LUGAR, 49
EL MAR NO LLORA POR NADIE, 129
EL MAR Y EL SUR, 56
EL MITO DE LATINIA, 163
EL NIÑO AL QUE NO LE COMPRE EL DIARIO, 150
EL NIÑO DE LA VILLA, 146
EL SILENCIO EN EL SUR, 17
EL TIEMPO QUE ME QUEDA I, 113
EL TIEMPO QUE ME QUEDA II, 114
EL TIEMPO QUE ME QUEDA III, 115
EL ÚLTIMO MALON, 192
ELLA SE LLAMA MILONGA, ÉL SE LLAMA LONCOMEO, 80
EN PAREJA, 159
ESTA NOCHE MAR DEL PLATA ME HA BESADO., 168
EXTRAÑANDO, 31
F
FRIO, 91
G
GRACIAS MAMA, 137
GUAJIRA DE RIO NEGRO, 30
H
HAY, 56
HUERFANA, 134
I
INVIERNO, 55
INVIERNO EN LA MESETA, 26
J
JARILLAS Y SOLEDADES, 18
JUBILADA, 148
JUNTO AL MAR DE LAS GRUTAS, 102
196
L
LA ALEGRIA Y EL AMOR, 135
LA BELLEZA DEL SUR SE TE PARECE, 50
LA LUNA DE MI BARRIO, 180
LA NOCHE EN LA MESETA, 27
LA PRIMERA BAJADA, 45
LA VEJEZ DEL CANTOR, 106
LAS GRUTAS, EL GOLFO, EL SUR Y ESAS COSAS, 44
LAS PENAS DEL PULPERO, 35
LAS SONRISAS DEL GOLFO, 67
LAS TIPAS MEJORES QUE CONOZCO, 124
L1
LO MALO DE LO BUENO, 92
LONCOMILONGA, 82
LOS AMORES NUNCA MUEREN, 86
LOS BESOS QUE SE DAN DE MADRUGADA, 88
LOS ENEROS DE LAS GRUTAS, 32
LOS MISTERIOS DEL FUERTE, 64
LOS SIEMPRES DE LA MILONGA, 120
LOS VERSOS QUE SE ESCAPAN DEL OLVIDO, 121
LUNAGRUTENSE, 78
M
MARIANELA Y CARLOS ALBERTO, 53
MARISCAL DEL GOLFO, 36
ME DIJO, 168
ME GUSTA, 166
ME SORPRENDO A VECES, 139
MEDIATARDE DE AMOR, 70
MEMORIAS DE UN ANTIGUO SOLDADO MUERTO, 187
MI AMIGO EL PULPERO, 38
MI CANTO, 20
MI DEBILIDAD, 118
MI MUERTE Y EL OLVIDO, 167
MI PATAGONIA, 23
MI PATRIA, 15
MI VIDA Y LA EXPERIENCIA, 165
197
MIENTRAS, 52
MILONGA QUE UN DIA LLEGASTE, 79
MILONGUITA PULPERA, 68
MISTERIOS DEL GOLFO, 61
MONEDITAS DE TIEMPO, 110
MOTIVOS DEL VERANO, 75
MOTIVOS Y RAZONES, 144
MUCHACHA DE LA PIEL DE PRIMAVERA, 89
MUCHACHA DEL OLVIDO, 85
MUERTE EN “LA HIGUERA”, 164
N
NAVIDAD EN LAS GRUTAS, 41
NOSOTROS LOS DEL SUR, 19
NOVIEMBRE EN LAS GRUTAS, 48
O
OBSESION, 11
OLITAS TRAVIESAS, 136
OLVIDO, 89
OPTIMISMO, 156
ORACION PATAGONICA, 16
OTOÑO EN LAS GRUTAS, 73
P
PARECIENDONOS, 160
PASO A PASO Y BESO A BESO, 90
PEQUEÑECES, 71
POQUITITOS, 140
POR NOMBRARTE RIO NEGRO, 29
POR SUERTE ZAMBA, 143
PORTICO, 5
POSTAL I, 69
POSTAL II, 69
POSTAL III, 69
POSTAL IV, 69
PRIMAVERA EN LAS GRUTAS, 74
PROVINCIA CONTINENTE, 22
PULPERISMO, 42
198
Q
¿QUE SOMOS?, 127
QUIEN PUDIERA, 145
R
RASTRILLADA, 193
RECETA MERCANTE, 123
RECUERDO MENDOCINO, 175
RECUERDO PARA FRANCISCO, 188
RECUERDO PARA MI PADRE, 126
RECUERDOS DE TROMEN, 177
REENCUENTRO, 173
RIO NEGRO - PATAGONIA, 28
RIO NEGRO ES EL SUELO, 21
RONDA DE DUENDES, 63
S
SABANA Y ALMOHADA, 96
SAN MATIAS, 33
SENECTUD, 103
SIMPLEMENTE TANGO, 181
SINFONIA EN NEGRO Y RIO, 24
SOLEDAD DE SER SOLTERA, 161
SOLEDAD, LA DE LOS VIEJOS, 111
SOMOS, 119
SEREMOS LA PATAGONIA, 12
T
TENGO, 141
TENGO CIERTO GRUTERISMO, 77
TODO, 70
TRIQUIÑUELAS DEL SUR, 54
TU AMOR, LA PLAYA Y MI GUITARRA, 83
TUS CALLES BUENOS AIRES, 179
u
UN MUCHACHO EN LA PLAYA, 84
UN VACIO Y MIL SILENCIOS, 66
UNA GOTA, 138
V
VERDADES COLOR MILONGA, 40
VIEJOS SON LOS TRAPOS, 105
199
•'
DON TEO
(Doroteo Oscar Prieto)
Brevísima semblanza
ruca-lo@canaldlg.com. ar