Por ello se empezó a considerar el traslado de la unidad a un acuartelamiento
más amplio donde además se pudiesen alojar otras unidades, de tal forma que pasase a ser una base con varios regimientos y otras unidades logísticas y de apoyo. Todo ello se llevó a cabo con la construcción de la Base General Menacho, cerca del pueblo de Bótoa y a unos 20 km de Badajoz, donde está acuartelado desde el año 1999. Durante los años de permanencia en el acuartelamiento de la Cañada de Sancha Brava se vivieron en el regimiento momentos históricos, unos difíciles y otros gratificantes. Entre los primeros está la difícil situación ante el golpe de Estado que se produjo el 23 de febrero de 1981. Días antes gran parte de los carros de combate del regimiento se encontraban de maniobras en Cerro Muriano, Córdoba, y recibieron la orden de volver a su acuartelamiento pacense antes de que estas terminasen. Una vez en el cuartel de Sancha Brava, todos los efectivos entraron en estado de alerta y los carros de combate y otros vehículos fueron repostados y municionados. El regimiento permaneció fiel a la Constitución y continuó su actividad con total normalidad.