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2. ¿Qué impactos sociales trae la migración para la sociedad hondureña?

En Honduras, la migración se ha convertido en un objeto de constante análisis, ya que es un


fenómeno creciente con el paso del tiempo, estimándose que desde el año 2000 a la fecha, ha
afectado a aproximadamente a 1.5 millones de personas, las que se han movilizado de sus
lugares de origen hacia otros países en busca de mejores oportunidades, tanto en el plano
económico como social (Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras [FOSDEH],
2022).

La desvinculación e ineficacia de las políticas públicas de desarrollo orientadas hacia los


sectores sociales ha provocado que el problema de la migración irregular vaya en aumento,
esto debido a que no se atienden de manera pertinente factores estructurales que inciden
directamente en esta, sino que tienden a estimularla, como ser la violencia, la corrupción, la
pobreza, el desempleo, la desigualdad social, las catástrofes naturales y las emergencias
sanitarias, entre otras.

Como se mencionó, son diversos los acontecimientos que influencian la magnitud y la


intensidad de los flujos migratorios hacia fuera del país, entre la que destaca la existencia de
una escasa movilidad social ascendente a lo largo del tiempo, lo que se ha estructurado como
un problema social de gran amplitud. De acuerdo con el FOSDEH (2022), la pobreza
generalizada en el sector rural y urbano ha sido un factor permanente en la búsqueda de
mejores condiciones para un bienestar y una vida digna, fuera del territorio nacional. En este
contexto, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2021, la pobreza se acentuó en
aproximadamente el 73.6% de los hogares hondureños; de los que, el 53.7% viven en condición
de pobreza extrema.}

El desempleo constituye otro factor que afecta en gran medida a la población, las cifras
oficiales actuales reflejan que el 8.7% de la fuerza laboral no cuenta con un empleo, es decir
que, más de 350 mil personas se encuentran desempleadas, cifra que sigue en ascenso debido
a la carente preocupación de los gobiernos por generar políticas públicas orientadas a la
creación y generación de empleos, lo que sumado, a la baja cobertura de protección y
seguridad social agravan e imponen mayores cargas a los hogares que no cuentan con los
ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas como salud, educación, alimentación,
entre otros.

La pobreza, la inequitativa distribución de la tierra y la falta de fuentes de empleo en el país


básicamente, han orillado a la población a buscar alternativas para mejorar su situación
personal y de su familia en el extranjero, en donde pueden obtener salarios superiores a los
que perciben en el país. La actividad política por su parte, se ha desviado de los intereses
nacionales de crecimiento y desarrollo, de seguridad ciudadana y de participación equitativa, lo
que ha impedido contar con un proyecto de país que devuelva a la población la esperanza de
llegar a tener opciones para mejorar las condiciones de vida Por otra parte, los empresarios no
reinvierten en el país para generar empleo sino que los capitales se fugan hacia los bancos del
exterior. Gran parte de las utilidades se desvían de la actividad productiva, orientándose a la
compra de artículos suntuarios, viajes y otros. Adicionalemte, la ola de violencia y corrupción
ahuyenta la inversión extrajera además de que estimula la fuga de capitales. Los jóvenes que
realizan con mucho éxito estudios en el exterior, optan por no volver al país en vista de que no
ven las posibilidades de desarrollo profesional. En este contexto, la emigración ha alcanzado
proporciones importantes, manteniéndose en constante crecimiento como consecuencia de
que los gobiernos no ofrecen opciones de superación económica ni cuentan con políticas de
migración orientadas a retener la población en el país. Lejos de desincentivar el desarraigo, es
hasta que se alcanzó una cifra elevada de población en Estados Unidos que los emigrantes se
volvieron importantes como generadores de remesas familiares, las que repercuten
favorablemente en la economía nacional a nivel macro. No se cuenta con registros sobre
emigrantes en Estados Unidos ni en el resto del mundo. Los pocos datos disponibles son
incompletos y adolescentes de muchas limitaciones. Lo anterior se debe a salidas irregulares y
deficiencias en los registros de por las diferentes vía y pasos, a la dificultad de obtener datos
censales de otros países y al considerable número de irregulares en Estados Unidos que es el
gran receptor.

En la actualidad, ante la extensión del último período intercensal y la espera de la publicación


de los datos del censo 2001, los medios de comunicación se han convertido en la principal
fuente de información sobre el tema migratorio, de los cuales se extraen en el presente
documento algunas noticias importantes, las que aparecen en recuadros y además se utilizan
cifras estadísticas. Según el Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (FONAMIH), en los
últimos 30 años 650,000 hondureños han salido hacia Estados Unidos y Canadá en busca de
mejores condiciones económicas, pudiendo ganar un salario mensual 10 ó 12 veces mayor que
el que ganan en el país. Destaca esta organización que la falta de fuentes de trabajo,
alimentación, educación, mala distribución de la tierra y ausencia de un proyecto de país, han
contribuido a que muchos hondureños busquen en otro país mejores estadios de bienestar. Los
hondureños que viven en Estados Unidos representan el 10% de la población de Honduras y
son la segunda fuente generadora de divisas. Cada año unos 35,000 salen del país y uno de
cada 20 logra llegar a Estados Unidos o Canadá.

La familia es uno de los principales factores que propicia la migración. La migración familiar es
el término que se emplea para denominar la migración de las personas que migran debido a
vínculos familiares nuevos o ya establecidos, y abarca varias subcategorías: la reunificación con
un miembro de la familia que migró anteriormente (una persona con una protección
subsidiaria también tiene derecho a (re)unirse con los miembros de la familia); los familiares
que acompañan al migrante principal; el matrimonio entre un inmigrante y un nacional; el
matrimonio entre un inmigrante y un extranjero que vive fuera de su país, y las adopciones
internacionales.

En general, los datos relativos a la migración familiar son escasos y los programas de
(re)unificación familiar son el principal medio para recopilar esos datos. Estos programas se
desarrollaron para garantizar el derecho a fundar una familia consagrado en el artículo 16 de
la Declaración Universal de Derechos Humanos. Los datos en materia de migración familiar se
basan en los visados y permisos de residencia expedidos a los miembros de la familia, así como
en los registros de población.

La migración familiar como concepto general abarca la reunificación familiar, la formación de


una familia, los trabajadores y familiares acompañantes, y la adopción internacional. A
continuación, se exponen algunos de los términos y conceptos clave.

La reunificación o reunión familiar (el derecho a) es "el derecho de los no nacionales a


ingresar y residir en un país donde los miembros de su familia residen legalmente o donde
tienen la nacionalidad para preservar la unidad familiar." (OIM, 2019).

La formación de una familia se refiere a la situación en la que “un residente, nacional o


extranjero, se casa con un extranjero y ayuda a esa persona a lograr su admisión o cambio de
estatus” (OCDE, 2017).
La familia acompañante se refiere a “los miembros de la familia [que son] admitidos junto con
el migrante principal” (OCDE, 2017).

La adopción internacional se produce cuando un “residente, nacional o extranjero, adopta a


un niño de nacionalidad extranjera que reside en el extranjero” (OCDE, 2017).

El solicitante principal (primario) es la persona, quien en el contexto de la migración, "solicita


refugio u otro estatus de inmigración y bajo cuyo nombre se hace la solicitud." (OIM, 2019).

La persona a cargo es aquella persona, quien en el contexto de la migración, se le concede la


entrada a un Estado con el propósito de la reunificación familiar a base de ser apoyado por un
"patrocinador" con el que el individuo tiene una relación familiar comprobada." (OIM, 2019).

Los miembros de la familia son “las personas casadas con un migrante o nacional, así como la
persona que tiene un vínculo de relación que de acuerdo con el derecho aplicable produce
efectos similares al matrimonio; y sus hijos a cargo y otras personas a cargo que se reconozcan
como miembros de la familia por la legislación aplicable o de conformidad con Acuerdos o
Convenios bilaterales o multilaterales entre los Estados interesados, incluso cuando no son
nacionales del Estado” (OIM, 2019).

El alcance de la reunificación familiar depende de la legislación nacional, por ejemplo, algunos


países pueden incluir parejas del mismo sexo (inscritas en el registro o casadas) o parejas no
casadas, mientras que otros no (Red Europea de Migración, 2017). Por lo tanto, la definición de
quiénes son miembros de la familia varía de un país a otro.

Las familias transnacionales “son familias que viven separadas, pero que crean y mantienen un
sentimiento colectivo de bienestar y unidad, en pocas palabras, de ser familia, incluso más allá
de las fronteras nacionales” (Bryceson y Vuorela, 2002 en Observatorio de África, el Caribe y el
Pacífico sobre las Migraciones, 2012).

A la luz de la actual coyuntura política, en la que en algunos países se debate sobre la


migración familiar en relación con la migración irregular o en el contexto de que supone una
carga para el sistema social de un país de acogida, los datos detallados sobre migración familiar
cobran una especial relevancia con el fin de desmontar estos mitos concretos con reflexiones
basadas en datos.

Las fuentes de datos existentes sobre la migración familiar son referencias valiosas, pero es
esencial seguir mejorando la recopilación de datos y las metodologías de armonización. Con el
objetivo de lograr estas mejoras, podemos hacer frente a las limitaciones que dificultan el
proceso, entre las que se incluyen las siguientes:

No existe una base de datos mundial comparable sobre la migración familiar que abarque
todos los países y regiones del mundo. Esto se debe a la falta de datos con respecto a la
mayoría de los países en desarrollo y a su falta de capacidad para recopilar, procesar y difundir
datos sobre la migración familiar. Incluso cuando se dispone de datos, a menudo resulta difícil
integrar y armonizar conjuntos de datos de diversos orígenes debido a la falta de coherencia
entre los marcos metodológicos.

Todavía se dispone de poca información sobre la dinámica actual de la migración familiar y


sobre el impacto de las políticas migratorias en su configuración (OCDE, 2017). Esta situación
se produce a pesar de que existen datos sobre la migración familiar en algunas regiones del
mundo. Además, en algunos países, no se ha actualizado la base de datos sobre las
características demográficas socioeconómicas de la migración familiar, por ejemplo, en los
Estados Unidos de América, las encuestas más recientes sobre las características
sociodemográficas de las familias migrantes datan de los años 2000 (ibíd.).

Las estadísticas elaboradas a partir de los registros administrativos no reflejan una visión
completa del flujo de familiares migrantes (GMM, 2017). Esto se debe a que, aunque las
fuentes de datos administrativos permiten la elaboración de estimaciones sobre la migración
familiar, las estadísticas elaboradas a partir de los registros de población y de la expedición de
permisos de residencia se refieren a los registros administrativos y no a las personas. En este
sentido, si el permiso que se concede al cabeza de familia incluye a las personas que están a su
cargo, el número de permisos de residencia expedidos durante un año no será equivalente al
número de familiares migrantes. Algunos países están emprendiendo iniciativas para abordar
esta cuestión y tienden a combinar diferentes tipos de datos, a saber, datos de encuestas y
registros administrativos, para mejorar la calidad de los datos sobre migración.

La crisis humanitaria de menores migrantes no acompañados provenientes del triángulo norte


de Centroamérica permite una aproximación al análisis de la migración de las mujeres desde la
perspectiva de la crisis de los cuidados y con las categorías que aporta la economía feminista.
La llamada «feminización de las migraciones» es un fenómeno que no se produce de manera
aislada o al margen de la configuración de las «cadenas globales de cuidado». Y estas, a su vez,
se generan a partir de la confluencia de dos crisis: la de reproducción social en los países de
origen (pobreza, desempleo y violencia) y la del cuidado en los países de destino.

El impacto diferenciado de la migración en la vida de las mujeres generalmente pasa


inadvertido a pesar del incremento de estas en los flujos migratorios. Cuando se incorpora el
enfoque de género, apenas se analizan los elementos superficiales más visibles o aquellos que
despiertan mayor sensibilidad, como puede verse, por ejemplo, en un caso reciente que
expuso la magnitud y gravedad del problema de la migración «ilegal» de niñas y niños
provenientes del triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) que
viajaban solos hacia Estados Unidos. Las cifras varían dependiendo de la fuente: según el
Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, las patrullas fronterizas reportaron entre enero
y agosto de 2014 la detención de 66.000 niñas y niños, cantidad que representa un incremento
sustancial en comparación a los 38.759 niñas y niños detenidos en 2013

Tendencias de la migración de mujeres hondureñas

En Honduras, desde mediados de la década de 2000 se evidenció un proceso de feminización


de jefaturas de hogar, lo cual implica una importante reestructuración de la familia y de los
roles históricamente asignados a las mujeres; esta tendencia se incrementó, según cifras del
PNUD (2006) de 47% a 50% en 2005. El comportamiento de las cifras revela una línea de
continuidad desde la feminización de la jefatura de hogar a la feminización de las migraciones:
según la OIM, de los 100.000 hondureños que emigran del país cada año, 43% son mujeres,
50% son hombres y 7%, menores11.

Estas tendencias se confirman en un informe oficial del gobierno de Honduras referido a la


emergencia humanitaria derivada de la gran cantidad de unidades familiares, así como niñas,
niños y adolescentes no acompañados, muchos de los cuales permanecen en centros de
detención en ciudades fronterizas de EEUU. Se calcula que estos menores sobrepasan los
14.000 niños y niñas. Dicho informe señala:
la niñez sigue siendo afectada por la migración, ya que los adultos migran a otros países y estos
quedan a cargo de sus abuelos, familiares o personas conocidas, los que son enviados a otros
países para el reencuentro con sus padres o familiares y que nunca llegan a su destino final,
porque son enviados de regreso a nuestro país.

ntre sus principales hallazgos, este informe revela que 98% de las niñas y los niños no
acompañados detenidos o retornados viajaban por motivo de reunificación familiar; sostiene
que una de cada cuatro personas era menor de 18 años y reconoce la tendencia al alza en las
estadísticas de entrada de menores de 18 años no acompañados, de los cuales 60% son niños y
40%, niñas. También refiere a un alto porcentaje de madres adolescentes, algunas que viajan
con sus hijos, y describe los abusos a los que son sometidas estas madres y sus hijos.Al
respecto, el relator especial sobre los Derechos de los Migrantes de la CIDH señaló:

Estamos ante una crisis humanitaria que comprende cifras récord de niñas y niños migrantes
en la frontera sur de los Estados Unidos (…). Hemos podido ver cómo nuestros niños están
muriendo o siendo víctimas de diversas formas de violencia en muchas partes de la región (…).
Esta situación es una bomba de tiempo y requiere que los Estados garanticen el derecho a
migrar, el derecho a buscar y recibir asilo, el principio y el derecho de no devolución y el
derecho a no ser forzado a migrar.

ANALISIS: Los hondureños y hondureñas de este Honduras son forzadas o por temas
económicos o familiares se miran en la necesidad de irse a otros países por ejemplo: Estados
Unidos, México, Guatemala, Costa Rica, etc. Honduras tiene una taza muy alta en migración
por todos los problemas socioeconómicos y sociales.

Enlaces: https://dircom.unah.edu.hn/dmsdocument/13475-boletin-unah-031-agosto-2022
https://pdba.georgetown.edu/Security/citizensecurity/honduras/documentos/
analisis.pdf

https://www.migrationdataportal.org/es/themes/migracion-familiar

https://nuso.org/articulo/la-migracion-de-mujeres-hondurenas-y-la-crisis-de-los-cuidados/

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