Se perdió un tecl

Camilo Campeche, entusiasmado, sacó la máquina de escribir que le regaló su abuela

Matilde, decidido a es escribirle una carta a su tío, el célebre tenor Bautista Iturro Aspe
Campeche, que cumplía años esa semana.
Empezó:
“Querido tío Bautist…” ¡trac!... La tecla de la “a”, que ya estaba floja, se rompió y saltó por
los aires. Camilo buscó y buscó pero no pudo encontrarla. ¡Que hacer! Todos los años su
tío había recibido sus cartas de felicitaciones puntualmente. ¡Qué triste se pondría de no
recibir nada esta vez!... Entonces tuvo una idea: escribiría la carta sin usar la letra “a”.

Querido tío Iturro:

Empiezo con tu segundo nombre porque siempre me gustó, ¿no es cierto que es bello?
¡Te felicito por tu cumple! Estoy seguro de que el festejo es todo un suceso en este
momento de tu vivir.
Te quiero un montón y estoy orgulloso de tener un tío tenor, ¡y de mérito!

Besos inmensos.
Tu sobrino favorito

 La siguiente carta fue para su gran amigo Ernesto Elpesto, campeón de futbol del
barrio. ´ ¿te animas a escribirla junto con Camilo en su máquina sin “a”?

(Como nuestro amigo fue corriendo l correo, tú te quedaste solo con la

máquina, ahora puedes aprovechar y escribir cartas para quien tú quieras,
¡rápido!, antes de que vuelva)

Soñé que soñaba

Dicen que los sueños, muchas veces reflejan pensamientos propios, cosas que
deseamos que pasen o situaciones que vivimos.
¿Te ha pasado que de repente un día despiertas, recuerdas perfectamente tu
sueño y de repente ¡puff!, se esmufa?
No dejemos que eso ocurra nuevamente, ¡escribamos nuestros sueños!
1. Piensa en algún sueño que hayas tenido alguna vez y que te gustaría
compartir con tus compañeros.
2. En tu cuaderno, realiza un dibujo que represente tu sueño. Puede ser lo
más significado de él.
3. Escribe tu sueño.

Nota: si no recuerdas alguna parte con claridad, puedes agregar tus propias
ideas para completar tu sueño.

Recordar es vivir
Todos tenemos recuerdos de todo tipo, alegres, tristes, bonitos, desagradables,
de experiencias que hemos vivido en muchos lugares por ejemplo en casa, en
la escuela, en el parque, en tu calle.
¿Qué te parece si hoy compartimos un recuerdo?, el que tú quieras contar a tu
compañeros o tu familia.
 1. Toma tu tiempo para pensar en un recuerdo, pueden ser algunas
vacaciones, algún viaje, una fiesta, alguno con tu mascota, en la
escuela, con tus amigos, con tu familia… ¡el que quieras!
2. En tu cuaderno empieza a escribir tu recuerdo, procurando poner todos
los detalles, algunos como: qué sucedió, cuando y donde fue, quienes
estaban ahí, que estaban haciendo, que deseaban hacer, cuáles eran las
emociones que vivieron.
3. Agrega a tu recuerdo, porque lo elegiste, será muy útil para cuando los
demás lo lean.
4. Si quieres, puedes agregar un dibujo a tu recuerdo.

Observador profesional del día

Todos los días hacemos muchas cosas, compartimos con muchas personas,
pero pocas veces nos dedicamos a observar con atención a nuestro alrededor.
¿Qué te parece si hoy nos convertimos en observadores profesionales?
Pero… ¿Qué es un observador profesional?, bueno, es muy fácil, es alguien
que en silencio observa a su alrededor, mira detalles, las personas, los
animales, los que estos hacen, como van vestidos, como son sus gestos, en qué
lugar se encuentran, ¡todo! Para finalmente, registrarlo en su libreta de
observador profesional.
Ahora, como observador profesional, intenta quedarte en silencio y observa a
tu alrededor con muchísimas atención, contempla las escenas que pasan a tu
alrededor y ve escribiendo en tu cuaderno todo lo que veas como si fueras un
relatista. No olvides ningún detalle.

En otra ocasión podría tomar tu relato y agregar algunos elementos fantásticos

como dragones, hadas, mounstros, ¡seguramente será muy divertido!, también
podrías hacer otras observaciones, como observar cómo cambia un lugar a lo
largo del día; la cocina de tu casa, el parque de enfrente, ¿cambia la luz y el
color, lo personajes, la gente que anda afuera?... pero eso, será en otra ocasión.

¿Qué pasaría si…?

Nuestro mundo cambia todo el tiempo y rápidamente, tú no eres el

mismo de hace dos años, los paisajes, quizá tampoco son los mismo
por tu calle, quizá algunas han cambiado, incluso en casa, tal vez la
forma en que estaban acomodadas las cosas o las personas que ahí
Vivian.
Pero, te imaginas, ¿Qué pasaría si los animales hablaran?

En tu cuaderno escribe cómo te imaginas el mundo si los animales

hablaran, ¡todo lo que sería diferente!