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SUCRE-BOLIVIA
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Características personales
• Morse, Cutler y Fink (1964) sugieren que estos aprendices tienen una
capacidad cognitiva por encima del promedio.
• Coleman (1986) indica que estos aprendices muestran capacidades
cognitivas promedio o inferiores al promedio al ser comparado con sus pares.
• Freeman y Ritvo (1984) dicen que estos aprendices exhiben cocientes
intelectuales en el rango de deficientes mentales .
Estos aprendices también demuestran una taza grande de problemas de aprendizaje, más
del 37% de los aprendices fueron identificados con este problema.
Las razones planteadas con mayor frecuencia para la canalización están en el área de
trastornos de conducta: a) relaciones deficientes con sus compañeros; b) frustración;
c) expectativas académicas inferiores a lo esperado; d) comportamiento tímido y retraído;
e) conducta perturbadora; f) agresividad; g) rechazo a trabajar; y h) periodos cortos de atención.
Depresión. El criterio requiere que haya un estado de ánimo disfórico, durante al menos
dos semanas. Al menos cuatro de los siguientes síntomas también deben estar presentes:
perturbación del apetito, perturbación del sueño, agitación (excitabilidad, hiperactividad) o
retardo psicomotores, pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa, disminución de la
capacidad para pensar y pensamientos de suicidio o muerte. Aunque los síntomas con los adultos
sean similares, las formas en las que se expresa son diferentes, por ejemplo, algunos niños
presentan comportamientos como un trastorno de conducta.
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Identificación y evaluación
Shea y Bauer (1987) sostienen que es normal en todos los estudiantes tener periodos
durante sus vidas que se caracterizan por toma de decisiones ineficaces, un aprendizaje
inadecuado del comportamiento aceptado, crisis, conflicto, depresión y tensión psicológica.
Si bien hay parámetros que identifican y diferencian un trastorno de otro, hay algo que
puede llegar a interferir en esto, el contexto, ya que este tiene mucha relevancia en estos
hallazgos, el intentar de identificar aprendices con trastornos emocionales/conductuales, resulta
una tarea difícil para maestros educativos.
Skiba (1989) sugiere que se debe reconocer “situación problema” en lugar del “estudiante
problema” para identificar y describir los problemas de comportamiento en las escuelas.
El Comité Ejecutivo del Consejo para los Niños con Trastornos Conductuales (1989)
afirma que sólo hasta que los criterios de definición, clasificación y medición para aprendices
identificados como con trastornos emocionales/conductuales sean más objetivos y verificables, la
evaluación de este tipo de trastornos continuará siendo muy subjetiva y abierta a múltiples
fuentes de desviación.
• El lenguaje.
• Percepciones equívocas y expectativas disminuidas del maestro.
• Índices superiores con los que ingresan estudiantes de minorías culturales.
El Comité Ejecutivo del Consejo para los Niños con Trastornos Conductuales recomienda
incluir en la evaluación un reconocimiento del contexto en el que ocurre la conducta. Esto para
poder tener una mejor evaluación del aprendiz y reducir la presentación excesiva de los
estudiantes de culturas minoritarias en los programas para aprendices como con trastornos
emocionales/conductuales.
La necesidad de los padres. Simpson (1988), indica que las necesidades de los padres
pueden llegar a ser diferentes según la percepción de los maestros y las necesidades reales que
estos últimos expresan.
Como se indicó antes, uno de los indicadores más usados para la identificación de un
estudiante con trastorno emocional/conductual son las deficiencias en las relaciones con sus
semejantes y sus maestros.
Desde el punto de vista psicodinámico la causa del comportamiento está dentro del
individuo, por lo tanto las intervenciones deberán ocuparse de la vida intrapsíquica y dinámica
de los aprendices.
Preescolar. Beare y Lynch (1986) sostienen que hay cantidades considerables de niños
preescolares que demuestran comportamientos indicativos de trastornos conductuales, no
obstante, no son atendidos o diagnosticados a tiempo
Las técnicas y estrategias dependerán de quien lleve a cabo la intervención. Por ejemplo:
Bauer y Sapona (1988), sugieren que en vez de que el maestro tenga total control del
comportamiento hacia estos aprendices, este debería ser un facilitador proactivo. De esta manera
apoya al coaprendizaje en un contexto significativo, resultando en una mejor y más nutrida
relación alumno-maestro.
Hubbel (1981) describe cambios de primer y segundo grado para abordar problemas
comportamentales
Entrevistas de espacio vital. La entrevista de espacio vital es una técnica elaborada por
Redi (1966) en la que el maestro y el estudiante interactúan en una entrevista guiada, en la que se
le permite al aprendiz describir un incidente y los sentimientos relacionados con él y discutir
cómo responder de manera más efectiva en el futuro.
identificados como con trastornos emocionales/conductuales suelen desarrollarse a esta edad (15-
21) de manera más amena, esto acompañado de programas de intervención diurno y entrevistas a
personas que controlan de cierna manera sus impulsos
Entrevistas hacía estos individuos tres años después demuestran que salieron adelante y
relatan qué “sus padres están orgullosos”, varios de estos viven con sus padres y otros pocos
intentan superarse poco a poco, se puede llegar a considerar exitoso al 25%; es decir, el grupo
que tenía un empleo en la comunidad y ganaba al menos el salario mínimo; estaba en proceso de
comprar una casa, vivía en forma independiente o con un amigo; pagaba más de la mitad de sus
gastos personales; y participaba en más de tres actividades en su tiempo libre.
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Referencias Bibliográficas
Shea, T. D., & Bauer, A. M. (2000). 7. Aprendices identificados como con trastornos
emocionales/conductuales. En McGraw Hill (Eds.), EDUCACIÓN especial Un enfoque
ecológico (pp. 129-160). México, D.F.: McGraw Hill