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Evitar el conflicto a través del lenguaje: Teoría de la cordialidad

lingüística

Durante esta semana observaremos y reflexionaremos sobre diversas prácticas


cotidianas que tenemos adquiridas en nuestra rutina. Nos daremos un tiempo para
pensar e identificar que la forma en que vivimos, cómo nos alimentamos, cómo nos
vestimos e incluso cómo nos relacionamos, nos posicionan de cierta manera frente
al mundo. Se trata de una elección que realizamos como seres humanos. En esta
ocasión nos detendremos en el lenguaje y el vínculo que generamos con los otros.

Racionalizar y someter a análisis prácticas cotidianas nos ayuda a los participantes


de una sociedad a tomar consciencia del valor de nuestras palabras y el efecto que
puede generar en los otros. Somos portadores de una herramienta eficaz que no
solo nos permite establecer vínculos y manifestar nuestro pensamiento, sino que
nos permite acceder al mundo del otro y en efecto modificarlo. Es decir, aquello que
le digo a otro, puede afectarlo.

El lenguaje tiene un componente social muy importante. A través de él nos


vinculamos con los demás y por lo tanto, la forma en que lo utilizamos determina en
gran medida cómo se establecen estos vínculos.

Existe una teoría, denominada “Teoría de la cordialidad lingüística”, que promueve


que estos vínculos que generamos sean sanos, es decir que se evite el conflicto a
través del lenguaje de una forma estratégica.

Para ello, nos dice que debemos tener en cuenta que:

- Aquello que decimos puede atentar contra nuestra propia imagen. Tiene una
incidencia social.

- A veces empleamos expresiones que nos invaden a nosotros mismos, por


ejemplo: La promesa, el compromiso.

- Algunas expresiones descalifican al otro. Por ejemplo: Ironía, burla, sarcasmo.


Cuanta más distancia social, mayor cortesía.

En consecuencia, para evitar el conflicto y establecer vínculos sanos se propone


que desde el lenguaje, se apliquen las siguientes reglas de atenuación:

1) Uso de determinados tiempos verbales. Ejemplo: condicional simple. ¿Podrías


ayudarme a terminar mi tarea?

2) Eufemismos: expresión que se utiliza para suavizar otra, que podría resultar
impactante para el receptor. Ejemplo: En el cuento a “A La deriva” se utiliza la
expresión “Cesó de respirar” para referirse a la muerte del personaje.

3) Lítotes: Ej.: Implica que en lugar de expresar: ESTÁ MAL, decimos, NO ESTÁ
BIEN.

4) Reparadores: LO SIENTO, NO SABÍA.

5) Minimizadores: Uso del diminutivo, utilizar adverbios como SOLO,


SOLAMENTE. Ejemplo: Necesito unos minutitos más para finalizar.

6) Modelizadores: ME PARECE QUE… TENDRÍAS QUE…

7) Desarmadores: Anticiparse al argumento del otro.

8) Cameladores: Consiste en elogiar previamente al receptor, ej.: VOS QUE SOS


TAN BUENO EN MATEMÁTICA, ME AYUDARÍAS CON…

Bibliografía:

- Escandell, M. (1996) “Introducción a la pragmática.” Barcelona. Ariel.

[1] Escandell, M. (1996) “Introducción a la pragmática.” Barcelona. Ariel.

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