La evaluación diagnostica representa un proceso importante al inicio del ciclo,
pues permite obtener información relevante sobre el aprendizaje adquirido por los niños, la evaluación puede tener instrumentos tanto cuantitativos como cualitativos, identificando fortalezas y áreas de oportunidades, y dando pauta para tomar decisiones en torno al proceso de la enseñanza que se realizara en todo el ciclo.
La evaluación diagnóstica tiene el fin de ofrecer información de los
aprendizajes de los niños; es decir, un diagnóstico adecuado en base a las necesidades de los mismo, en las áreas de Lectura, Matemáticas y Formación Cívica y Ética. El hecho de ser una evaluación abierta y flexible permite que se realicen adaptaciones, modificaciones y adiciones pertinentes, además de formular estrategias en función de los resultados, dar constante retroalimentación, y apropiarse correctamente de los conocimientos, habilidades y actitudes abordados en los programas de estudio.
Un diagnóstico integral, puede complementarse con otros instrumentos que
fortalezcan el análisis del proceso de aprendizaje de cada estudiante. De la misma manera, es importante no solo valorar los aprendizajes de orden cognitivo, sino que se requiere identificar aspectos socioemocionales, sociales y culturales. También habrá que considerar aquellos factores que influyen de manera directa o indirecta en los procesos y resultados de aprendizaje, como los socioeconómicos, materiales, culturales, involucramiento familiar, y la comunidad escolar. Profesora Juana Méndez Cambrano
Como resultado de todo lo captado por la evaluación diagnostica, la
planeación didáctica debe ser elaborada conforme las necesidades captadas en el grupo y contribuir a reforzar su práctica pedagógica, incluyendo los temas de reforzamiento y los nuevo por adquirir.