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5to B

MARIA INÉS VILCA PORRAS


DEDICATORIA

A todos aquellos que han sentido la necesidad de encontrar su lugar en el


mundo y han encontrado en la naturaleza y en sus propias raíces la respuesta. A
aquellos que han luchado contra la discriminación y la desigualdad y han
logrado salir adelante. A todos los que se han atrevido a sumergirse en las
profundidades de su ser para encontrar su voz y su verdad. A ellos dedicamos
los Ríos Profundos, una obra que nos invita a reflexionar sobre la importancia de
conocer nuestras raíces y mantenernos fieles a nosotros mismos en todo
momento.
INTRODUCCIÓN

Esta es una breve investigación de la obra “Los Ríos Profundos” una obra que te engancha
desde el comienzo hasta el final, publicada en 1958 y hecha por el gran escritor peruano
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS.
El indigenismo es una corriente literaria que muestra al hombre literario en su amplio
territorio como protagonista y es así que observamos a Ernesto, un adolescente de 14 años
que por su raza mestiza es marginado. Es por ello que en esta investigación deseamos
resaltar algunos hechos y palabras que se muestran en esta bella obra, hechos como la
persecución de Doña Felipa o la discriminación en el internado del padre Linares, palabras
en quechua como el pachachaca (Puente sobre el mundo) o el zumbayllu que es un simple
trompo, pero Ernesto le da un gran valor a este.
Así mismo el se inmiscuye en este mundo, en una gama de diversas experiencias como en
las peleas, las costumbres y como también ya mencionado el racismo. En estas
circunstancias se reviven los cantos, la música quechua y el drama de los colones, las
chicheras. Nadie como Ernesto describe y contempla con gran ternura y sentimiento la
naturaleza, nadie como el disfruta tanto el canto de las aves, nadie como el entiende el
drama de los indios y sufre por la gente que no puede expresarse, es por ello que se
solidariza con todos ellos, eso se manifiesta cuando siente pena por la opa Marcelina pues
sus compañeros abusaban de ella sexualmente.
Por estas y muchas más razones hemos realizado un numero de actividades para la
interpretación del contenido del texto, donde analizamos, identificamos el tema, la
información relevante y emitir nuestra opinión critica interpretando valores que de ella se
desprende, todo ello nos permite expresar nuestras ideas de manera adecuada y reflexiva,
de la misma manera también agregamos paginas que contienen contenido de
razonamiento verbal para una mejor comprensión en el texto.
De esta manera fortalecemos nuestro léxico y el de los lectores, nos aseguramos de que
este pequeño material de investigación le facilitará la comprensión de una manera clara y
concisa.
José María Arguedas
José María Arguedas Altamirano nació el 18 de enero de
1911 en la ciudad de Andahuaylas, en la sierra sur del
Perú. Era hijo de Víctor Manuel Arguedas Arellano, un
abogado cuzqueño que ejercía de Juez en diversos
pueblos, y de Victoria Altamirano Navarro, perteneciente
a una hacendada y acaudalada familia de Andahuaylas.
Cuando falleció su madre (cuando él tenía 3 años),
víctima de «cólicos hepáticos», pasó a vivir en la casa de
su abuela paterna, Teresa Arellano, en la ciudad de
Andahuaylas. En 1915, al ser nombrado juez de primera
instancia de la provincia de Lucanas departamento de
Ayacucho, su padre se trasladó a dicha sede, donde poco
después se casó con una rica hacendada del distrito de
San Juan (Lucanas), provincia del mismo nombre del
departamento de Ayacucho, Grimanesa Arangoitia Iturbi
viuda de Pacheco (1917). El pequeño José María viajó
entonces a Lucanas, para reunirse con su madrastra; el
viaje fue todo un acontecimiento para él, como lo recordaría siempre. La familia se instaló en Puquio, capital de la
provincia de Lucanas del departamento de Ayacucho.

En 1920, tras la ascensión al poder de Augusto B. Leguía, el padre de José María que era del partido contrario
(pardista) perdió su cargo de juez y tuvo que retornar a su profesión de abogado litigante y viajero, trajinar que solo
le permitía hacer visitas esporádicas a su familia. Esta etapa de la vida del niño José María estuvo marcada por la
difícil relación que sostuvo con su madrastra y con su hermanastro Pablo Pacheco. Aquella sentía por su hijastro un
evidente desprecio, y constantemente lo mandaba a convivir con los criados indígenas de la hacienda, de la cual solo
lo recogía a la llegada de su padre, tal como lo ha relatado Arguedas en el primer encuentro de narradores realizado
en Arequipa en 1965. Por su parte el hermanastro lo maltrataba física y psicológicamente e incluso en una ocasión le
obligó a presenciar la violación de una de sus tías, que era a la vez la mamá de uno de sus compañeritos de escuela
(los «escoleros» mencionados en varios de sus cuentos). Al parecer, esa fue solo una de las tantas escenas sexuales
que fue obligado a presenciar, ya que el hermanastro tenía muchas amantes en el pueblo. La figura de este
hermanastro habría de perdurar en su obra literaria personificando al gamonal abusivo, cruel y lujurioso. Sobre
aquel personaje diría Arguedas posteriormente:

Cuando llegó mi hermanastro de vacaciones, ocurrió algo verdaderamente terrible (...) Desde el primer momento
yo le caí muy mal porque este sujeto era de facciones indígenas y yo de muchacho tenía el pelo un poco castaño y
era blanco en comparación con él. (...) Yo fui relegado a la cocina (...) quedaba obligado a hacer algunas labores
domésticas; a cuidar los becerros, a traerle el caballo, como mozo. (...) Era un criminal, de esos clásicos. Trataba
muy mal a los indios, y esto sí me dolía mucho y lo llegué a odiar como lo odiaban todos los indios. Era un
gamonal.6

Algunos, sin embargo, consideran que el supuesto maltrato de la madrastra fue una ficción; entre ellos el mismo
Arístides.

A mediados de julio de 1921 José María se escapó de la casa de la madrastra junto con su hermano Arístides, que
había retornado de Lima; ambos fueron a la hacienda Viseca, propiedad de su tía Zoila Rosa Peñafiel y su esposo José
Manuel Perea Arellano (medio hermano de su padre) a quien le tenía un gran cariño, situada a 8 km de San Juan de
Lucanas. Allí vivió durante dos años, en ausencia del padre, conviviendo con los campesinos a quienes les tomó
cariño y con quienes participaba por diversión de las faenas agrícolas. De dos campesinos guardaría un especial
recuerdo: don Felipe Maywa y don Víctor Pusa. Para
José María fueron los años más felices de su vida.

José María y su hermano Arístides, dos años mayor


que él, fueron matriculados en una escuela
particular. Al año siguiente, 1918, los dos hermanos
continuaron sus estudios en San Juan de Lucanas, a
10 km de Puquio, viviendo en la casa de la
madrastra. En 1919, Arístides fue enviado a estudiar
a Lima y José María continuó viviendo con la
madrastra.

Después de huir con su hermano Arístides de casa de


la madrastra, en 1923 abandonó su retiro al ser
recogido por su padre, a quien acompañó en sus frecuentes viajes laborales, conociendo más de 200 pueblos.
Pasaron por Huamanga, Cuzco y Abancay. En esta última ciudad ingresó como interno en el Colegio Miguel Grau de
los Padres Mercedarios, cursando el quinto y sexto grado de primaria, entre 1924 y 1925, mientras su padre
continuaba su vida itinerante y su hermano Arístides seguía su educación en Lima. Esta etapa de su vida quedó
conmovedoramente plasmada en su obra maestra, Los ríos profundos:

Mi padre no pudo encontrar nunca dónde fijar su residencia; fue un abogado de provincias, inestable y errante.
Con él conocí más de doscientos pueblos. (...) Pero mi padre decidía irse de un pueblo a otro cuando las montañas,
los caminos, los campos de juego, el lugar donde duermen los pájaros, cuando los detalles del pueblo empezaban
a formar parte de la memoria. (...) Hasta un día en que mi padre me confesó, con ademán aparentemente más
enérgico que otras veces, que nuestro peregrinaje terminaría en Abancay. (...) Cruzábamos el Apurímac, y en los
ojos azules e inocentes de mi padre vi la expresión característica que tenían cuando el desaliento le hacía concebir
la decisión de nuevos viajes. (...) Yo estaba matriculado en el Colegio y dormía en el internado. Comprendí que mi
padre se marcharía. Después de varios años de haber viajado juntos, yo debía quedarme; y él se iría solo.

En el verano de 1925, cuando se hallaba de visita en la hacienda Karkequi, en los valles del Apurímac sufrió un
accidente con la rueda de un trapiche, de resultas del cual perdió dos dedos de la mano derecha y se le atrofiaron los
dedos restantes.

En 1926, junto con su hermano Arístides empezó sus estudios secundarios en el colegio San Luis Gonzaga de Ica, en
la desértica costa peruana, hecho que marcó su alejamiento del ambiente serrano que había moldeado hasta
entonces su infancia, pues hasta entonces había visitado la costa solo de manera esporádica. Cursó allí hasta el
segundo año de secundaria y sufrió en carne propia el desprecio de los costeños hacia los serranos, tanto de parte
de sus profesores como de los mismos alumnos. Se enamoró intensamente de una muchacha iqueña llamada
Pompeya, a quien le dedicó unos acrósticos, pero ella lo rechazó diciéndole que no quería tener amores con
serranos. Él se vengó llegando a ser el primero de la clase en todos los cursos, derrumbando así la creencia de la
incapacidad intelectual del hombre andino.

En 1928 reanudó su vida trashumante otra vez en la sierra, siempre junto a su padre. Vivió entre Pampas y
Huancayo; en esta última ciudad cursó el tercero de secundaria, en el colegio Santa Isabel. Fue allí donde se inició
formalmente como escritor al colaborar en la revista estudiantil Antorcha; se dice también que por entonces escribió
una novela de 600 páginas, que tiempo después le arrebataría la policía, pero de la que no ha quedado huella
alguna.

Cursó sus dos últimos años de secundaria (1929-1930) en el Colegio Nuestra Señora de La Merced, de Lima, casi sin
asistir a clases pues viajaba con frecuencia a Yauyos para estar al lado de su padre, que se hallaba agobiado por la
estrechez económica. Aprobó los exámenes finales, terminando así sus estudios escolares prácticamente estudiando
sin maestro.

En 1931, ya con 20 años de edad, se estableció permanentemente en Lima e ingresó a la Facultad de Letras de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí, contra lo que esperaba, fue recibido con cordialidad y respeto por
sus condiscípulos, entre los que se contaban los futuros filósofos Luis Felipe Alarco y Carlos Cueto Fernandini, y los
poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis Fabio Xammar. A raíz del fallecimiento de su padre, ocurrido el año
siguiente, se vio forzado a ganarse la vida entrando a trabajar como auxiliar en la Administración de Correos. Era
apenas un puesto de portapliegos, pero los 180 soles mensuales de sueldo aliviaron sus necesidades económicas a lo
largo de cinco años.

En 1933 publicó su primer cuento, «Warma kuyay», publicado en la revista Signo. En 1935 publicó Agua, su primer
libro de cuentos, que obtuvo el segundo premio de la Revista Americana de Buenos Aires y que inauguró una nueva
época en la historia del indigenismo literario. En 1936 fundó con Augusto Tamayo Vargas, Alberto Tauro del Pino y
otros, la revista Palabra, en cuyas páginas se ve reflejada la ideología propugnada por José Carlos Mariátegui.

En 1937 fue apresado por participar en las protestas estudiantiles contra la visita del general italiano Camarotta, jefe
de una misión policial de la Italia fascista. Eran los días de la dictadura de Óscar R. Benavides. Fue trasladado al penal
«El Sexto» de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que tiempo después evocó en la novela del
mismo nombre. Pero a pesar de simpatizar con el ideario comunista, nunca participó activamente en la política
militante. Estando en prisión, se dio tiempo para traducir muchas canciones quechuas que aparecieron en su
segundo libro publicado: Canto kechwa.

La depresión de José María Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un primer intento de suicidio por sobredosis
de barbitúricos el 11 de abril de aquel año. Desde algunos años atrás, el escritor venía recibiendo múltiples
tratamientos psiquiátricos, describiendo sus padecimientos en sus escritos:

Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (...) He vuelto fatigadísimo, sin poder dormir y angustiado.
Tengo que ir a donde el médico nuevamente; aunque estos caballeros nunca llegan a entender bien lo que uno
sufre ni las causas. Lo malo es que esto me viene desde mi infancia (carta a John Murra, 28 de abril de 1961).17

Un poco por miedo otro poco porque se me necesitaba o creo que se me necesitaba he sobrevivido hasta hoy y
será hasta el lunes o martes. Temo que el Seconal no me haga el efecto deseado. Pero creo que ya nada puedo
hacer. Hoy me siento más aniquilado y quienes viven junto a mí no lo creen o acaso sea más psíquico que
orgánico. Da lo mismo. (...) Tengo 55 años. He vivido bastante más de lo que creí.

A partir del intento de suicidio, su vida ya no volvió a ser la misma. Se aisló de sus amigos y renunció a todos los
cargos públicos que ejercía en el Ministerio de Educación, con el propósito de dedicarse solamente a sus cátedras en
la Universidad Agraria y en la de San Marcos. Para tratar su mal se puso en contacto con la psiquiatra chilena Lola
Hoffmann, quien le recomendó, a manera de tratamiento, que continuara escribiendo. De este modo publicó otro
libro de cuentos: Amor mundo, y trabajó en la que sería su obra póstuma: El zorro de arriba y el zorro de abajo.

En 1967 dejó su magisterio en la Universidad de San Marcos, y, casi simultáneamente, fue elegido jefe del
departamento de Sociología de la Universidad Nacional Agraria La Molina, a la cual se consagró a tiempo completo.
Continuó su afiebrado ritmo de viajes. En febrero estuvo en Puno, presidiendo un concurso folclórico con motivo de
la fiesta de la Candelaria. En marzo pasó 15 días en México, con motivo del Segundo Congreso Latinoamericano de
Escritores, en Guadalajara, y ocho días en Chile, en otro certamen literario. A fines de julio viajó a Austria, para una
reunión de antropología, y en noviembre estaba de nuevo en Santiago de Chile, trabajando en su novela de los
«zorros».

En 1968 le fue otorgado el premio «Inca Garcilaso de la Vega». En esa ocasión pronunció su célebre discurso y
testamento intelectual. No soy un aculturado, en el que "con mayor optimismo" se autodefine, como mestizo "Yo
no soy un aculturado, yo soy un peruano que orgullosamente como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en
español y en quechua."

Del 14 de enero al 22 de febrero de ese año estuvo en Cuba, con Sybila, como jurado del Premio Casa de las
Américas. Ese mismo año y el siguiente tuvo su amarga polémica con el escritor argentino Julio Cortázar, y viajó
varias veces a Chimbote, a fin de documentar su última novela.

A principios de 1969 hizo su último viaje a Chimbote. Ese mismo año hizo tres viajes a Chile, el último de los ellos por
cerca de cinco meses, de abril a octubre. Por entonces se agudizaron nuevamente sus dolencias psíquicas y renació
la idea del suicidio, tal como lo atestiguan sus diarios insertos en su novela póstuma:
Yo no voy a sobrevivir al libro. Como estoy seguro que mis facultades y armas de creador, profesor, estudioso e
incitador, se han debilitado hasta quedar casi nulas y sólo me quedan las que me relegarían a la condición de
espectador pasivo e impotente de la formidable lucha que la humanidad está librando en el Perú y en todas
partes, no me sería posible tolerar ese destino. O actor, como he sido desde que ingresé a la escuela secundaria,
hace cuarenta y tres años, o nada.

Finalmente renunció a su cargo en la Universidad Agraria. El 28 de noviembre de 1969 le escribió a su esposa Sybila:

¡Perdóname! Desde 1943 me han visto muchos médicos peruanos, y desde el 62, Lola, de Santiago. Y antes
también padecí mucho con los insomnios y decaimientos. Pero ahora, en estos meses últimos, tú lo sabes, ya casi
no puedo leer; no me es posible escribir sino a saltos, con temor. No puedo dictar clases porque me fatigo. No
puedo subir a la Sierra porque me causa trastornos. Y sabes que luchar y contribuir es para mí la vida. No hacer
nada es peor que la muerte, y tú has de comprender y, finalmente, aprobar lo que hago.

Ese mismo día (28 de noviembre de 1969) se encerró en uno de los baños de la universidad y se disparó un tiro en la
cabeza. Tras ser encontrado, en grave estado, fue trasladado al Hospital del Empleado26 donde pasó cinco días de
agonía y falleció el 2 de diciembre de 1969.

El día de su entierro, tal como el escritor había pedido en su diario y en sus últimas cartas, el músico Máximo Damián
tocó el violín ante su féretro acompañado por el arpista Luciano Chiara y los danzantes de tijera Gerardo y Zacarías
Chiara y luego pronunció un breve discurso, en palabras que transmitieron el sentimiento del pueblo indígena, que
lamentó profundamente su partida.

Sus restos fueron enterrados en el Cementerio El Ángel. En junio de 2004 fue exhumado y trasladado a Andahuaylas,
el lugar donde nació.
NOVELAS

 1941: Yawar fiesta. Revisada en 1958.

 1954: Diamantes y pedernales. Editada conjuntamente con una reedición del libro Agua y el cuento
«Orovilca»

 1958: Los ríos profundos. Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma en 1959. Fue
reeditada en 1978 por la Biblioteca Ayacucho de Caracas con prólogo de Mario Vargas Llosa.

 1961: El Sexto. Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma en 1962.

 1964: Todas las sangres

 1971: El zorro de arriba y el zorro de abajo, novela inconclusa y que fue publicada póstumamente.

CUENTOS

 1935: Agua. Colección de cuentos integrada por: Agua, Los escoleros y Warma kuyay. Segundo premio
en el concurso internacional promovido por la Revista Americana de Buenos Aires. Traducida al ruso,
alemán, francés e inglés por La Literatura Internacional, de Moscú.

 1955: La muerte de los Arango. Cuento. Primer premio del Concurso Latinoamericano de Cuento en
México.

 1962: La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.

 1965: El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-quechua).

 1967: Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico: «El horno viejo», «La huerta», «El
ayla» y «Don Antonio»

Recopilaciones póstumas (cuentos)

 1972: El forastero y otros cuentos (Montevideo: Sandino). Contiene «El barranco», «Orovilca», «Hijo
solo» y «El forastero».

 1972: Páginas escogidas (Lima: Universo). Selección de la obra de Arguedas, editada por Emilio Adolfo
Westphalen.

 1973: Cuentos olvidados (Lima: Imágenes y Letras). Compilación de cuentos perdidos en periódicos y
revistas de los años 1934 y 1935, edición y notas de José Luis Rouillon.

 1974: Relatos completos (Buenos Aires: Losada). Contiene los siguientes importantes relatos: «Agua»,
«Los escoleros», «Warma kuyay», «El barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La muerte de los
Arango», «Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El sueño del pongo, «El horno viejo», «La huerta», «El ayla»
y «Don Antonio».
 Poesía

 Recopilaciones póstumas (cuentos)

 1972: El forastero y otros cuentos (Montevideo: Sandino). Contiene «El barranco», «Orovilca», «Hijo
solo» y «El forastero».

 1972: Páginas escogidas (Lima: Universo). Selección de la obra de Arguedas, editada por Emilio Adolfo
Westphalen.

 1973: Cuentos olvidados (Lima: Imágenes y Letras). Compilación de cuentos perdidos en periódicos y
revistas de los años 1934 y 1935, edición y notas de José Luis Rouillon.

 1974: Relatos completos (Buenos Aires: Losada). Contiene los siguientes importantes relatos: «Agua»,
«Los escoleros», «Warma kuyay», «El barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La muerte de los
Arango», «Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El sueño del pongo, «El horno viejo», «La huerta», «El ayla»
y «Don Antonio».

Estudios etnológicos, antropológicos y del folcklore

 1938: Canto kechwa. Con un ensayo sobre la capacidad de creación artística del pueblo indio y mestizo.
Edición bilingüe preparada en la prisión.

 1947: Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Recogidos por los maestros del país y editados en
colaboración con Francisco Izquierdo Ríos.

 1949: Canciones y cuentos del pueblo quechua.

 1953: Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales: Folclor del valle del Mantaro.

 1956: Puquio, una cultura en proceso de cambio.

 1957: Estudio etnográfico de la feria de Huancayo.

 1957: Evolución de las comunidades indígenas. Premio Nacional Fomento a la Cultura Javier Prado en
1958.

 1958: El arte popular religioso y la cultura mestiza.

 1961: Cuentos mágico-religiosos quechuas de Lucanamarca.

 1966: Poesía quechua.

 1966: Dioses y Hombres de Huarochirí. Hermosa traducción directa al castellano, de los mitos de la
creación del mundo de la recopilación hecha por el sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila a fines del
siglo xvi, en la provincia de Huarochirí.

 1968: Las comunidades

 des de España y del Perú.

 1975: Señores e indios: Acerca de la cultura quechua. Compilación de Ángel Rama.

 1976: Formación de una cultura nacional indoamericana. Compilación debida a Ángel Rama y cuyo título
«busca interpretar... una preocupación central de Arguedas».

Premio

 1958. Premio Nacional Fomento a la Cultura Javier Prado por su tesis de especialidad en Etnología, «La
evolución de las comunidades indígenas»
MOVIMIENTO LITERARIO
Indigenismo
José María Arguedas fue el literario más representativo de este
movimiento, algunas de sus obras fueron WARMA KUYAY y TODAS
LA SANGRES
¿Qué es?
*Movimiento Artístico peruano que nace en 1930 y busca mostrar las
injusticias sociales contra los
indígenas del País.
¿Cómo surgió?
*El Indigenismo surgió en el año de
1940 en Pátzcuaro. Los gobiernos
Surgidos de la revolución intentaron
forjar una nación en torno a un
Proyecto nacional, por ello la
política indigenista se entendió
como un diseño del estado para
modificar la manera de ser de los pueblos indígenas.
¿Por qué pertenece al Indigenismo?
La obra literaria “Los Ríos Profundos” pertenece al movimiento el
indigenismo ya que en esta obra El escritor José María Arguedas nos
muestra al indio comúnmente discriminado e inferior hacia a los demás.
En particular en los artículos descriptivos en los que se muestran fiestas
e instrumentos también se puede comprender la música andina a través
de la obra como el sonido “yllu” la cual quiere decir “hermanito”
La principal característica es revalorar la cultura Andina.
GENERO Y ESPECIE:

El género de la obra está en modo narrativo, ya nos muestra como el autor narra la vida de

Ernesto y nos relata en algunas escenas que su vida se parecía a la de él, me di cuenta que era

género narrativo ya que en una escena cuenta que Ernesto dormía con su papa en la cocina y el

autor se acuerda su infancia.

TIPO DE NARRADOR SEGÚN LA PERSONA GRAMATICAL:

Narrador en primera persona ya que utiliza para narrar los hechos desde el punto de vista de

un personaje, que puede ser o no protagonista como lo hace Ernesto.

PERSONAJES:

PRINCIPAL:

ERNESTO: el protagonista-narrador, es un joven de 13 años que vive entre la incompatibilidad

de dos mundos, que son de los hacendados explotadores y el de los indios maltratados

. Capítulo 1

SECUNDARIOS:
EL PADRE DE ERNESTO: Un abogado itinerante Capitulo 1

EL VIEJO: De nombre Don Manuel Jesús, es el tío de Ernesto. Hacendado, poderoso,

prepotente y avaro. CAPITULO 1

EL NOTARIO ALCILLA: Amigo del padre de Ernesto

PADRE LINARES: director del internado. Capitulo IX

HERMANO MIGUEL: De tez morena, era oriundo de mala. Los alumnos irrespetuosos le

llamaban despectivamente “negro”. Capitulo VII

EL PADRE CARPENA: Alto y fornido, aficionado a los deportes

AÑUCO: Interno, era hijo de un hacendado caído en la ruina. Amigo y cómplice de Lleras.

Capítulo V

LLERAS: Interno era huérfano y a la vez el más altanero y abusivo de todos los alumnos.

Capítulo V

ANTERO: Amigo de Ernesto, conocido como el Markask´a por sus lunares

SALVINIA: Adolescente de 12 años, delgada, de piel morena y de ojos rasgados y negros. Es la

enamorada de Anero. Capitulo VII

Palacitos: apodado como el “indio palacios”, era el interno de menor edad y humilde. Capitulo

Romero: el atleta del grupo. También era hábil tocando el rondín y cantaba huayno. Defiende a

los más débiles de los abusos de Lleras y el Añuco. Capítulo V

Alcira: amiga de salvinia, de su misma edad, vivía camino de la plaza de Armas. Capitulo VII
El peluca: interno, un joven de 20 años, muy corpulento, pero cobarde. Le apodaron así porque

era hijo de un peluquero. Tenía una obsesión enfermiza por la demente Marcelina.

Ismodes: apodado el chipro, natural de Andahuaylas, el hijo de mestizo. Su apodo en quechua

significa el “picado por la viruela”. Capitulo VII

Abraham: portero del colegio. Capitulo VII La opa Marcelina: joven mujer demente, qué había

sido recogida por uno de los Padres y colocada como ayudante de cocina. Capitulo XI

Doña Felipa: la cabecilla de las chicheras que se amotinan reclamando el reparto de la sal al

pueblo. Capitulo VII

Los colonos: trabajadores indios contratados en la hacienda Patibamba, circundante a la ciudad

de Abancay, entre quienes se extiende la epidemia de tifo. Capitulo XI

Pablo Maywa Junto con Demetrio, Víctor Pusa y Kokchi, menos nombrados, son los indios

protectores que Ernesto invoca en momentos de soledad o sufrimiento. Capitulo IV Valle: Este

es el compañero más elegante de Ernesto. Es a la vez arrogante y cobarde. Capítulo VI

Gerardo: Es el hijo del coronel, jefe de la guardia civil. Llega ya entrado el año escolar, cuando

el ejército irrumpe en Abancay. Antero comienza a juntarse con él y ambos salen a conquistar

chicas de un modo que Ernesto considera inmoral y abusivo. Capitulo X

Los guardias civiles, los oficiales y los soldados del ejército, el vicario, papá ha obligas,

prudencia, el kimichu, y otros.


TRAMA
(por capitulo)
EL VIEJO
Nos relata el viaje al Cusco del protagonista de la historia llamado Ernesto, un chico de 14
años y su padre, ellos llegan a la ciudad en busca de un familiar llamado "el viejo" un
hacendado rico, avaro y perverso.
El padre de Ernesto le pide amparo y trabajo al viejo, pero este se niega y tiene que seguir
con su viaje.
Se resalta la visión qué tiene Ernesto en los muros milenarios de la ciudad y el trato déspota
del viejo con los indios o pongos qué le servían.

LOS VIAJES
Nos relata el recorrido qué hace Ernesto y su padre por diversos pueblos de la sierra en
busca de trabajo
Destacan las anécdotas qué cuenta Ernesto sobre su paso por estos lugares.

LA DESPEDIDA
Nos relata la llegada de Ernesto y su padre a Abancay y como el padre del muchacho alquila
una tienda para poder ofrecer sus servicios de abogado, Ernesto es matriculado en un
colegio internado y su padre por cuestiones de trabajo debe continuar su viaje sin él.
muestra el conflicto interno de Ernesto, quien se debate entre el amor por su familia y su
tierra, y la necesidad de seguir adelante y buscar un futuro mejor.

LA HACIENDA
Nos habla de la visita de Ernesto a una hacienda colindante a Abancay llamada Patibamba
cuyos colonos o peones indios se mostraban reacios cuando el muchacho quería hablar con
ellos. Ellos veían a Ernesto como un Misti (un blanco)
El padre linares (el cura del pueblo)
Les da sermones a los indios y elogia a los hacendados y los persuade de ser siempre
serviles con ellos
Destaca la posición de desarraigo de Ernesto frente a los dos mundos antagónicos de la
novela.
Por un lado, Ernesto es rechazado por los indios y por otro lado también es despreciado por
los hacendados y por el director qué lo ve como un loco y vago
PUENTE SOBRE EL MUNDO
Nos habla de la visita de Ernesto al barrio de huanupata (el barrio alegre de Abancay)
Destacan en este capítulo las descripciones del colegio internado, de los padres directores,
de los hermanos profesores y los alumnos.
Nos habla del violento juego "peruanos contra chilenos" en donde los alumnos tenían que
enfrentarse violentamente unos contra otros.
También se describe a los brabucones del colegio "añuco y lleras" y también se habla de la
demente "la opa" Marcelina, una mujer con problemas mentales qué trabaja de sirvienta
en el comedor del colegio y que es abusada por los alumnos mayores de este.

ZUMBAYLLU
Nos habla de cuando Antero o markask'a (marcado) trae al colegio un zumbayllu
o trompo, pronto Ernesto hace amistad con Antero y él le pide que le escriba
una carta para salvinia (la niña que le gusta) en el comedor Ernesto discute con
rondinel, quien le reta a una pelea el fin de semana.
El malvado de lleras le ofrece entrenar a rondinel, mientras que el alumno valle,
alienta a Ernesto a defenderse.
Se describe las peleas entre los alumnos Y los abusos de los mayores sobre los
menores como el lleras sobre el palacitos.
EL MOTÍN
Nos relata como Antero logra qué no se dé la pelea entre rondinel y Ernesto y hace que se
amisten con un apretón de manos para luego, todos jugar con su zumbayllus, pronto
empieza a haber un gran griterío en el pueblo y algunos alumnos entre los que este Ernesto
escapan del internado para saber de qué se trata.
Un gran tumulto de las chicheras encabezadas por "doña Felipa" se rebelan contra los
hacendados para exigir el reparto de la sal al pueblo. Ernesto acompaña al tumulto, pues
cree que es justa la exigencia de las chicheras, las chicheras logran entrar a los almacenes
de sal y la reparten a los indios de Patibamba, pero luego irrumpen los guardias civiles,
reprimen a los indios y recuperan la sal
Se exigía la repartición de la sal la cual contaban solo los ricos para alimentar a sus vacas.

QUEBRADA ONDA
Nos relata como Ernesto es castigado por el padre director tras haber estado con las
chicheras, luego regresa a Patibamba acompañando al padre director quien les da un
sermón a los indios explicándoles qué era un pecado robar la sal aunque fuera para los
pobres, luego de ello Ernesto regresa a ello y se encuentra con Antero quien le enseña un
winku layk'a (trompo brujo) este trompo mágico podía enviar mensajes a personas lejanas,
Ernesto entonces usa el winku y le envía un nostálgico mensaje a su padre.
Por otro lado, el brabucón del lleras empuja al hermano Miguel, el cual responde dándole
un puñetazo, como castigo el lleras es recluido en una habitación, pero en la noche se fuga
del colegio.

CAL Y CANTO
Nos narra la llegada de los militares a Abancay para contener la rebelión de las chicheras y
capturar a la rebelde "doña Felipa", Antero y Ernesto conversan en el colegio sobre la
situación, hablan sobre cómo los soldados reprimen a las chicheras humillándolas, pero no
encuentran a Felipa ya qué está a huido con rumbo desconocido, aunque uno de los
soldados dice que ella ya está muerta, Antero y Ernesto visitan en el pueblo a Salvinia la
enamorada de Antero y "Alcira" la amiga de esta

YAWAR MAYU
Nos relata la ida de Ernesto y otros alumnos a la plaza del pueblo donde se da
una gran exhibición de la banda militar. Ernesto conoce a "Gerardo" el hijo del
comandante destinado en Abancay con quien Antero traba amistad, asimismo
visita la comunidad de guanopata donde disfruta escuchando a músicos y
cantores para luego retornar al colegio
LOS COLONOS
Nos narra la retirada de los militares de Abancay tras no haber podido capturar a doña
Felipa y en su lugar la guardia civil ocupa el lugar.
Gerardo, un nuevo estudiante ingresa al colegio internado y se hace muy amigo de Antero,
Gerardo pronto empieza a tener fama de gran deportista y gran conquistador, cuando
Antero y Gerardo se jactan de sus conquistas amorosas y hablan de sus chicas como si
fueran trofeos Ernesto se pelea con ellos qué se parecen a los bravucones lleras y peluca.
Y finalmente no se vuelven a hablar, Ernesto intenta regresar el zumbayllu qué Antero le
había regalado, pero este lo rechaza, Ernesto termina por enterrar el zumbayllu en el patio
del colegio sintiendo una profunda decepción ante el cambio de Antero.
Luego el pueblo es azotado por peste de tifo, la opa Marcelina fallece víctima de aquel mal,
Ernesto es puesto en cuarentena por temor a un contagio e incluso el colegio suspende sus
clases por un mes, el padre director le dice a Ernesto qué volvería con su padre pero que
debía permanecer todavía un día más en cuarentena, por otro lado cientos de colonos
(peones indios de las haciendas) van hacia Abancay para exigir al padre que les dé una misa
para sus difuntos, el padre acepta y da la misa a media noche con el permiso del padre
Ernesto abandona Abancay y se va a una de las haciendas de su tío Manuel Jesús que era
así como se llamaba el viejo, donde esperara finalmente el retorno de su padre
Antes de llegar allá cruza el puente del pachachaca y contempla las aguas del río, un río
profundo qué posee según él un poder purificador ante toda la violencia y perversidad, con
esta última imagen termina la novela "los ríos profundos”
1.1 Palabras de procedencia quechua
Cap. 1 – El viejo

1.Yawar Sangre

Mucha yawar se derramo por los Andes.

2. Mayu Rio

Por el mayu me bañe junto a mis amigos.

3. Rumi Solido

Al acercarme a la cumbre de la montaña sentí un rumi por el suelo.

4. Unu Agua

En el desierto deseaba mucho de unu.

5. Kocha Mar

Me encantaba viajar a la kocha, es relajante.

6. Yanawiku Oscuridad

La yanawiku es lo que le provoca miedo a Diana.

7. Huamán Halcón

Vi por los cielos un esplendoroso huamán.

Cap. 2 – Los Viajes

1. Pisko Psicópata

Fue a un centro de rehabilitación puesto a que era alguien psicópata.

2. Hos Hola

Con un hos, Laura llego a la casa.

3. Killincha Cernícalo

Al momento de mirar el sol, de paso vi una killincha.

4. Wamancha Gavilán

Fui a un zoológico donde mostraban a una wamancha hermosa.

Cap. 3 – La despedida

1. Awankay Vuelo del Águila

Durante el recorrido por los Andes, nos mostraron el awankay

2. Piso – nayes Suelo conel

Por el bosque fui, donde había altos árboles y piso – nayes.

3. Abancay Azucena

Gino visito un Jardín donde había flores, como la azucena y el jazmín


Cap. 4 – La hacienda

1. Vampuyki Vengo donde ti

Vampiyki le dije a mi madre después de muchos años.

2. Mamaya Madrecita

Dentro de los Andes un niño llamaba a su mamaya para que le cocine.

3. Manan No

Llame a mi madre, para saber si estaba ocupada, manan me respondió.

4. Ama rimawuaychu No me hables

Ama rimawaychu le respondí al señor que me quería llevar a un lugar lejano.

5. Señoray Señora

La señoray se dirigía a un viaje con camino a Cuzco

6. Ayllus Familias

Todos los ayllus salieron un domingo al parque.

7. Mamakunas Madres

Las mamakunas del pueblo me protegieron.

8. Warmallay Hijo mío

Warmayay, no te vayas de casa por favor.

Cap. 5 – Puente sobre el mundo

1. Ayllus Familias

Las Ayllus iban caminando hacia sus casas.

2. Manan Ahora

Manan iremos directo a nuestro pueblo.

3. Alko Alcohol

Bebimos un poco de alko en el atardecer viendo desde la montaña nuestras casas.

4. Nakak Lo lamento

Nakak florecita, te pise sin cuidado

5. Puka Rojo

El vaso era tan puka, parecía estar lleno de sangre.

6. Llakisk Triste

El perro estaba un poco llakisk, su dueño lo había dejado por una hora en casa.
ROSAS QUISPE FABIANA MEDALYT
Mi apreciación personal de los "Ríos profundos" es muy positiva. Arguedas logra
crear un relato muy emotivo y profundamente humano, que nos sumerge en la
vida de Ernesto y en el mundo de los Andes peruanos. A través de la narración,
el autor nos muestra la realidad de la población indígena y mestiza de la época,
con sus tradiciones, creencias y dificultades.

Me impresionó mucho la habilidad de Arguedas para describir los paisajes


andinos y transmitir la conexión profunda entre la naturaleza y las personas que
viven en ella. Sus descripciones detalladas y poéticas de los ríos, las montañas y
los valles me transportaron a esos lugares y pude sentir que estaba allí junto a
los personajes.

También me impactó la forma en que el autor retrata el conflicto interno de


Ernesto, quien se debate entre su identidad mestiza y su deseo de pertenecer
tanto a la cultura indígena como a la urbana. Esta lucha interna se refleja en su
relación con su padre y con su maestro, quienes representan diferentes visiones
del mundo y de la identidad peruana.

Además, la temática de la discriminación y el racismo está presente a lo largo de


la novela. Arguedas nos muestra las injusticias sufridas por los indígenas y
mestizos, así como la falta de oportunidades y el desprecio por su cultura. A
través de la historia de Ernesto, el autor nos invita a reflexionar sobre estas
problemáticas y a cuestionar los prejuicios que existen en nuestra sociedad.

En resumen, los "Ríos profundos" es una novela que me conmovió


profundamente. La belleza de su prosa, la sensibilidad de su autor y la riqueza
de la cultura peruana que se despliega en sus páginas hacen de esta obra una
lectura imprescindible para aquellos que deseen conocer y comprender mejor la
realidad peruana y latinoamericana.

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