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BUDISMO

por Abraham Vélez


En qué creemos los budistas

Los budistas creemos en dos cosas fundamentales. La primera es que se


puede acabar con el sufrimiento de las personas. La segunda es que el
mejor camino para conseguirlo es el que Buda* siguió y luego nos ense­
ñó. Para ser budista, no hace falta creer en un dios ni tampoco creer que
no existe: lo importante es seguir el camino hacia la perfección que nos
enseña Buda. Cada uno de nosotros tiene que esforzarse en seguir el ca­
mino de Buda. Una persona, aunque haya conseguido ser un Buda, no,
puede hacer que otra persona lo sea: tenemos que conseguirlo por nos­
otros mismos. Lo que sí puede y debe hacer un Buda es ayudar a los de­
más, dándoles consejos y enseñándoles.

Los budistas no adoramos a Buda como a un dios; lo veneramos porque


es nuestro ideal de persona, sabia y llena de bondad, en la que quere­
mos convertirnos. Y porque fue un gran maestro que nos enseñó cómo
llegar a ser también sabios y bondadosos. También veneramos sus ense­
ñanzas, los dharma*. Hay personas que han consagrado su vida entera a
estudiarlas, practicarlas, conservarlas y enseñarlas a los demás. Estas per­
sonas santas son los sangha.*
Creemos que aunque la vida humana es breve
y frágil, es muy valiosa; y seguir el camino de
Buda es la mejor manera de practicar un cami­
no espiritual; por eso pensamos que debemos
aprovechar muy bien nuestra vida.

Todos podemos llegar a ser Buda. La palabra


Buda significa 'el que ha alcanzado el desper­
tar o la iluminación'. Se refiere a alguien que
ha alcanzado una perfección espiritual, un es­
tado de paz y armonía interior que le hace
sentirse liberado del dolor y el sufrimiento. A
este estado de paz interior lo llamamos desper­
tar o iluminación. Todas las personas que se es­
fuerzan en ello pueden llegar a ser Buda.
/

Nosotros los budistas decimos y escribimos Buddha en vez de Buda, prn


que no queremos perder su significado original y la esencia del budü
mo, que es la búsqueda del despertar o iluminación. Sin embargo, en est
libro para niños usaremos la forma más conocida de Buda.

La palabra Buda se puede aplicar a todas las personas que llegan a des
pertarse o iluminarse, independientemente de su sexo, raza, profesión:
condición social. Aunque creemos que la vida de los monjes es la má:
idónea para practicar intensamente las enseñanzas del Buda, eso no sig
nifica que los laicos no puedan liberarse o que no puedan practicar in
eluso :más intensamente que algunos monjes.

Buda
en postura de
meditación.
Wat Po,
Bangkok

La primera persona que aprendió cómo hacerlo y ser un Buda fue el prín­
cipe Siddharta, que vivió en la India en los siglos VI-V antes de Cristo. Y
por eso le llamamos el Buda. Él no era un dios, ni un salvador enviado
por los dioses. Era una persona como cualquiera de nosotros, que dedi­
có su vida a encontrar la manera de acabar con el sufrimiento; y cuando
la encontró, se dedicó a ayudar a los demás durante 45 años para que
también dejaran de sufrir. Por eso los que queremos llegar a la perfec­
ción espiritual, los que intentamos ser Buda, seguimos las enseñanzas
que él nos dio.
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Hay distintas tradiciones, filosofías y culturas budistas pero todas ellas
afirman que la enseñanza fundamental de los Buda son las Cuatro No­
bles Verdades. Las dos primeras hablan del origen del sufrimiento, y las
dos últimas de cómo eliminarlo. No son verdades para aprendérnoslas
de memoria, sino que debemos comprobar con nuestra experiencia.

La primera Noble Verdad es que las personas que no han conseguido


ser Buda llegarán, tarde o temprano, al sufrimiento físico y espiritual, la
enfermedad, la vejez y la muerte.

La segunda Noble Verdad es que las personas que no siguen las ense­
ñanzas de Buda sufren y hacen sufrir a los que viven con ellos a causa
del deseo egoísta y avaricioso (tanha), el odio o aversión (dosa) y la igno­
rancia o visión deformada de la realidad (avidya).
La tercera Noble Verdad asegura que el sufrimiento acaba cuando de­
jamos de lado nuestro egoísmo y avaricia, nuestro odio y somos capa­
ces de amar a todos los seres por igual, incluidos los animales, y cuan­
do sabemos ver la naturaleza como una creación interdependiente de la
realidad.

Llamamos nirvana* (en sánscrito) (nibbana en pali) a la desaparición del


sufrimiento. No se puede explicar con palabras lo que es exactamente el
nirvana. La única manera de saberlo es experimentándolo cada uno de
nosotros.

La cuarta Noble Verdad nos enseña que hay un camino para llegar a la
felicidad plena y definitiva, al Nirvana. Este camino es la práctica del No­
ble Sendero Óctuple, que consta de: recta opinión, recto propósito, recta
acción, recta palabra, recto sustento, recto esfuerzo, recta atención y rec­
ta concentración.
Esto quiere decir que hemos de tener recta opi­
nión, un modo correcto de ver y comprender
las cosas; unos propósitos correctos, con la in­
tención de no hacer daño a nadie y buscar el
bien para todos los seres; recta acción, es de­
cir, no robar, ni drogarse, ni matar a personas
ni a otros seres vivos; recta palabra, sin menti­
ras ni hablar para hacer daño a otros o dividir
a las personas, no hablar por hablar; sustento
recto, que consiste en ganarse la vida de forma
honrada y digna, no con oficios que perjudi­
quen o sean crueles con los seres humanos y
los animales; esfuerzo recto, que nos invita a
practicar con constancia las enseñanzas de
Buda y a desarrollar la energía que necesitamos
para conseguirlo; atención recta, es decir, ha­
cer todas las cosas conscientemente, por muy
pequeñas que sean estas, sabiendo por qué las
hacemos y para qué las hacemos; y concentra­
ción recta, que nos enseña a concentrar nues­
tra mente para poder conseguir esa perfección
de la conciencia mediante una serie de técnicas
de meditación.
Rollos para las
plegarias

Nuestros libros santos

Buda no escribió ningún libro y todo lo que sabemos de sus enseñanzas


se lo debemos a sus discípulos. En el siglo n antes de Cristo unos discí­
pulos de la isla de Sri Lanka escribieron sus enseñanzas en hojas de pal­
mera para que no se les olvidaran. Como las enseñanzas de Buda se ex­
tendieron a muchos países en la India y sus alrededores, y él quería que
sus enseñanzas fueran accesibles a todo el mundo, hoy en día tenemos
textos budistas escritos en varias lenguas diferentes. Los más antiguos
�stán en pali, el idioma que se hablaba en una de las zonas de la India

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donde vivió Buda. Se cree que al ser los más
antiguos son los que mejor reflejan las pala­
bras de Buda, pero hay libros escritos des­
pués en el Tíbet y en la China que son igual­
mente valiosos.

Los textos budistas se clasifican en tres gran­


des grupos, según lo que nos explican: uno de
ellos son los sermones (sutra* en sánscrito o sut­
ta en pali), otro las reglas monásticas (vinaya)*
y el tercero las enseñanzas (abhidharma* en
sánscrito o abhidhamma en pali). Además, a es­
tos grupos hay que añadir los libros escritos
por sabios, con comentarios y explicaciones
para ayudar a entender los textos budistas.

A continuación puedes leer unos fragmentos


del Dharmapada, uno de los libros más aprecia­
dos por los budistas de todo el mundo, inde­
pendientemente de la tradición a la que perte­
nezcan:
"El no hacer ningún mal, la realización del bien, la purificación de
la propia mente: éste es el mensaje de los Buda"
Dhp. 183.

"La mente es la precursora de las cosas, la mente es su guía y artífice.


Al igual que la rueda sigue la pezuña de un buey, el sufrimiento si­
gue al que habla o actúa con una mente malévola"
Dhp.1.

"Me insultó, me agredió, me venció, me robó, en aquellos que alber­


gan tal enemistad, el odio no cesa nunca"
Dhp.3.

"En este mundo, el odio no cesa con más odio, cesa cuando se deja de
odiar, esta es la ley eterna"
Dhp.3.

"Fácil es hacer lo malo y pernicioso para uno mismo; sumamente


dificil, lo bueno y saludable"
Dhp. 163.

"Uno mismo hace el mal, uno mismo se corrompe; uno mismo deja
de hacer el mal, uno mismo se purifica; pureza y corrupción existen
por uno mismo, nadie puede purificar a otro"
Dhp. 165.

"El esfuerzo tiene que ser hecho por vosotros, los liberados sólo in­
dican el camino"
Dhp. 276.
Nuestras fiestas
El país de origen del budismo y su centro es la India. Pero actual­
mente nuestra religión se extiende por muchos países de todo el
mundo, que se pueden agrupar en cuatro zonas:

Budismo theravada,* en el sur y sudeste de Asia: Birmania, Tai­


landia, Sri Lanka, Laos y Camboya. Tiene más de cien millo­
nes de seguidores.

Budismo mahayana,* en el este de Asia: China, Japón, Corea y


Vietnam. Tiene más de trescientos millones de seguidores,
aunque no se conoce bien el número de budistas chinos.

Budismo mahayana en su versión tántrica* o diamantina, en el nor­


te de Asia: Tíbet, Bután, Nepal y Mongolia. Tiene más de
quince millones de seguidores.

Budismo occidental, donde existe el budismo theravada, diver­


sas formas de budismo mahayana (especialmente el budismo
zen) y sobre todo el budismo tibetano: por ejemplo, Estados
Unidos, Inglaterra o Alemania. Tiene más de cinco millones
de seguidores.

Cada tradición y cada país budista celebra sus propias fiestas.


Aunque las principales fiestas del budismo conmemoran los acon­
tecimientos más importantes en la vida de Buda, no se celebran
el mismo día del año. Como los budistas asiáticos siguen el ca­
lendario lunar y no el solar, casi todas las fiestas budistas coinci­
den con los días de luna llena y luna nueva. También, cada zona
o cada país las celebra de forma una poco diferente a los demás.

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i

En el budismo theravada la fiesta más importan­


te es el Wesak, que coincide con la luna llena
de finales de mayo o principios de junio. Cele­
bramos el nacimiento, la iluminación y la
muerte de Buda.

Los días de luna llena de los demás meses tam­


bién son festivos. Estos días se llaman Uposa­
tha y en ellos la gente suele ir a los templos para
llevar ofrendas de flores, alimentos, incienso o
lámparas y para meditar y escuchar los ser­
mones de los monjes.

De entre los Uposatha destaca la luna llena del


mes de Asala, que transcurre entre finales de ju­
nio y principios de agosto, período durante el
cual se conmemora el primer sermón que Buda
predicó.

Cuando ha acabado la estación de las lluvias


(en octubre o noviembre) y los monjes salen de
su retiro anual de tres meses, se realiza una
ceremonia anual llamada Katina. Esta palabra
significa "difícil", y se refiere a la dureza y di­
ficultad de la vida de los monjes y monjas. Por
eso este día se les venera y se les regalan hábi­
tos u otros objetos que necesiten.
En el budismo mahayana del Japón destacan
las fiesta del Hana Matsuri, que se celebra el 8
de abril y conmemora el nacimiento de Buda;
el Rohatsu, el 8 de diciembre, recuerdo de su
iluminación; y el Nehan, el 15 de febrero, día de
su muerte.

La fiesta del Higan se celebra durante el equi­


noccio de primavera (21 de marzo) y el equi­
noccio de otoño (20 de septiembre). La pala­
bra Higan significa "la otra orilla", y se llama
así porque estos días se recuerda a los antepa­
sados que han pasado a "la otra orilla", la de
la muerte. Los creyentes visitan sus tumbas, re­
citan textos budistas, ofrecen flores e incienso
y vierten agua sobre las tumbas.

El Obon empieza el 13 de julio y dura tres días.


Conmemora la liberación de los infiernos de
la madre de Maudgalyayana, uno de las gran­
des discípulos de Buda. Es la fiesta japonesa
más importante y también está dedicada a los
antepasados. El primer día se les invoca, el se­
gundo se celebran banquetes y bailes en su
honor, y el tercero se les despide ofreciendo flo­
res y frutas a Buda para que también los libe­
re del infierno.
En el budismo tibetano destaca la fiesta del año nuevo, llamada Losar. Se
celebra el día de luna nueva más cercano al final del invierno, en febre­
ro. Dura cuatro días durante los cuales se visitan los templos y se hacen'
ofrendas y promesas para el año nuevo. También se limpian a fondo las
casas, como un símbolo de la purificación espiritual y de que la vida vuel­
ve a empezar. Antes del año nuevo se celebra la fiesta del Gutor, que sir­
ve para pedir perdón y purificarse de los efectos negativos de las malas
acciones cometidas en el año que termina.

Después del año nuevo se celebra la gran fiesta de la oración, el Monlam


Chenmo, en que se realiza una gran ceremonia que dura tres semanas y
culmina con la Fiesta de la Mantequilla, la Changa Chopa. Se llama así por-
"-"-... que durante esta fiesta se representan con figuras de mantequilla esce-
nas de la vida de Buda, y al final se conceden premios a las mejores.

El nacimiento de Buda se celebra el día 9 del cuarto mes del calendario


tibetano, que corresponde más o menos a nuestro mes de junio. Y el día
15 del mismo mes se conmemora su iluminación y su muerte.

El 10 de marzo se conmemora la sublevación de Lhasa, de 1959.

El 6 de julio se celebra el cumpleaños del dalai-lama.


En el mes de julio se realiza una ceremonia llamada Tsok, que conme­
mora el cumpleaños del gran maestro Padma-sambhava (Guru Rinpo­
che), la persona que ayudó a introducir el budismo en el Tíbet.

Los budistas occidentales celebran tres grandes fiestas: en mayo, el Día


de Buda; en junio, el Día del Dharma (las enseñanzas de Buda); y en no­
viembre, el Día de la comunidad de Discípulos.

Los budistas occidentales que no pertenecen a ninguna tradición concreta


no tienen ningún día fijo para celebrar las fiestas religiosas. De todos mo­
dos, los días de luna llena se siguen considerando los más adecuados
para la vida espiritual y se suelen dedicar a visitar a otros budistas o a
practicar la meditación con especial intensidad.

Pagoda de Shwezigon en Pagan, Burma


Los 11sacramentos 11 budistas
El budismo es una religión muy íntima, muy poco dada a las manifesta­
ciones de fe externas. Una persona es budista simplemente cuando
acepta que Buda es su maestro y sigue sus enseñanzas; entonces ya for­
ma parte de la comunidad de discípulos.

Aunque no hace falta ninguna ceremonia especial para convertirse en bu­


dista, existe una tradición que los iniciados suelen seguir, el acto de ir a
refugiarse.* Consiste en reunirse con otros budistas, generalmente mon­
jes y monjas, y afirmar solemnemente tres veces ante ellos que "se refu­
gia" en las llamadas Tres Joyas:* en Buda como maestro de su vida, en el
dharma o enseñanzas de Buda, y en la sangha o comunidad de discípu­
los de Buda. A continuación, se recitan los cinco mandamientos básicos
de la moral budista, que son:

Primero, no matar a seres vivos.

Segundo, no coger lo que no te den.


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Tercero, no tener un mal comportamiento en lo relativo a los placeres


de los sentidos.

Cuarto, no hablar con falsedad.

Quinto, no tomar productos, como drogas, que alteren el control de


nuestra mente.

Es importante señalar que estas normas no son leyes impuestas por na­
die, ni siquiera por el Buda, sino normas de comportamiento que se acep­
tan como buenas para acabar con el propio sufrimiento y el de los de­
más. Estas normas morales también son el requisito necesario para toda
práctica budista más avanzada, como la meditación de serenidad y los
cuatro fundamentos de la atención.

El acto de ir a refugiarse y recitar las cinco normas básicas de comporta­


miento es muy beneficioso porque el creyente expresa y refuerza su fe y
su confianza en las Tres Joyas: Buda, sus enseñanzas y sus compañeros
de fe, y le recuerda los fundamentos del budismo.

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Cómo y dónde
expresamos nuestra fe
Hoy en día la mayoría de los budistas asiáti­
cos expresa su fe yendo de vez en cuando a
los templos para escuchar los sermones de los
monjes y meditar. También peregrinan a luga­
res sagrados, veneran y alimentan a los mon­
jes y monjas, y ofrecen flores, lámparas de in­
cienso y otros regalos a las estatuas de Buda,
los relicarios y los árboles de iluminación ante
los cuales se medita.

Sin embargo, los budistas occidentales no sue­


len seguir las tradiciones religiosas de Asia, y
prefieren meditar y estudiar la filosofía budis­
ta. Como hay muy pocos templos budistas en
Occidente, se reúnen en casa de alguno de ellos
para compartir sus vivencias y meditar juntos,
y si no hay otros budistas en su ciudad o región,
estudian y meditan por su cuenta.

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Breve vocabulario del budismo

Abhidhanna: literatura budista de carácter sistemático que analiza y cla­


sifica las distintas enseñanzas contenidas en los sermones del Buda.

Buda: título honorífico que significa 'el despierto' o 'el iluminado' y que
se aplica a toda persona que alcanza la perfección del conocimiento
y la virtud. Aquí se refiere al fundador histórico del budismo, el prín­
cipe Siddahrta. Primera de las Tres Joyas en las que se refugia todo
budista.

Budismo mahayana: la tradición budista más difundida por todo el


mundo. Existen muchas subescuelas. La más conocida en occiden­
te es el budismo zen. Predomina en Japón, Corea, Vietnam, China,
Japón. Se calcula que hay más de trescientos millones de budistas
pertenecientes a dicha tradición.

Budismo tántrico: budismo perteneciente a la tradición mahayana. Pre­


domina en Tibet, Bután, Nepal y Mongolia aunque también existe una
escuela japonesa de budismo tántrico. Se calcula que hay más de quin­
ce millones de budistas pertenecientes a dicha tradición.

Budismo theravada: la tradición budista más antigua de las existentes y


la más cercana al budismo originario. Predomina en Sri Lanka, Bir­
mania, Tailandia, Laos y Camboya. Se calcula que en la actualidad
hay más de cien millones de budistas pertenecientes a dicha tradición.

Dhanna: la ley universal que sostiene el universo. Aquí se refiere a las en­
señanzas del Buda, incluyendo tanto las teóricas como las prácticas.
Segunda de las Tres Joyas en las que se refqgia todo budista.
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HJr a refugiarse": acto de aceptar al Buda como maestro, al dharma
como camino a seguir, y a la sangha como comunidad espiritual a la
que se pertenece.

Nirvana: meta a la que aspiran los budistas. Significa literalmente extin­


ción y alude metafóricamente a la extinción de ciertos estados men­
tales perjudiciales como el deseo egoísta, el odio y la ofuscación.

Sangha: comunidad monástica. Aquí se refiere a la comunidad de discí­


pulos, tanto laicos como monjes. Tercera de las joyas en las que se re­
fugia todo budista.

Sutra: tipo de literatura de la India. Aquí se refiere a los sermones de la


tradición budista. Los más antiguos son los escritos en lengua pali.

Tres Joyas: el Buda, el dharma y la sangha. Constituyen el objeto de ve­


neración principal de los budistas. Es donde se refugia todo budista.
\ Vinaya: literatura de la tradición budista que contiene las reglas de la
comunidad monástica.

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