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Enfoque madurativo

PALACIOS, J.; Cubero, R.; Luque, A.; & Mora, J. (2011). Capítulo 8 - Desarrollo del
lenguaje.
Cualquier humano que no tenga dañadas sus facultades es capaz de aprender a
hablar simplemente por el hecho de estar en interacción con otros seres humanos y sin
necesidad de un entrenamiento específico.

Dimensiones del lenguaje:


● Semántica: significado de las palabras y oraciones
● Fonología y sintaxis: material sonoro del lenguaje humano y el órden y relaciones
que deben existir entre los elementos de la oración
● Morfología: unidades mínimas o morfemas
● Pragmática: uso del lenguaje

Desarrollo fonológico
● Diferenciación entre la percepción y la producción del habla.
● Los bebés muestran predilección por atender al habla humana.
● Comienzan a discriminar la melodía y la entonación del habla: antes de que los
niños comiencen a producir las primeras palabras.

● 3 meses: gorjeos (sonidos guturales)


● 6 meses: balbuceo (combinaciones de sonidos semejantes y consonantes repetidos
rítmicamente y con variaciones en la entonación.
● 8 o 9 meses: protopalabras (no convencionales, inventadas por el niño)
● 12-24 meses: palabras

● Estrategias fonológicas:
○ Simplificación de las palabras adultas
■ pete (chupete), lela (abuela).
○ Reduplicaciones
○ Asimilaciones de un sonido a otro
■ tí (sí)

● El desarrollo fonológico de los niños no es homogéneo, en las producciones


infantiles ya se pueden apreciar diferencias individuales.
● Hacia los 18 meses y hasta los 4 años, sus producciones se hacen más complejas y
hacia el final del período ya son capaces de producir casi todas las consonantes y
sus combinaciones con las vocales.

Desarrollo semántico
Varios momentos:
● -10 palabras
○ Las primeras 10 palabras que producen los niños están ligadas a contextos
muy determinados creados por los adultos, que son situaciones habituales
muy rutinarias y regulares. (el niño dirá awa (agua) cuando se baña, pero no

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cuando tiene sed.) Aún no son capaces de generalizar el uso de las palabras,
no son capaces de formar representaciones conceptuales de la realidad.
● 10-50 palabras
○ Cuando el repertorio llega a 10 o 12 palabras, los niños irán aumentando el
uso de palabras hasta que lleguen a 50. La mayor parte de estas palabras
nuevas ya tienen un carácter descontextualizado.
○ Representaciones conceptuales subyacen a las palabras.
● 50+ palabras
○ Aquello de lo que hablan es parecido
○ La mayoría de las palabras se refieren a personas y animales, alimentos,
partes del cuerpo, vestidos, vehículos, juguetes, cosas de la casa, espacio,
acciones, rutinas (por favor, adiós, hola) y cualidades.
○ Se produce un salto cualitativo en el proceso de adquisición de nuevas
palabras
○ La velocidad de la adquisición se acelera (explosión de vocabulario - 20
meses).
○ Los niños descubren que las palabras representan conceptos o clases de
objetos, acciones, cualidades, acontecimientos y relaciones.

● Infraextensión:
○ Error: Limitan el uso de una palabra refiriéndose solamente a ciertos
ejemplares de la clase. El proceso de formación de conceptos o categorías
aún está ligado a un ejemplar prototípico. (mesa solo a las mesas cuadradas)
● Sobreextensión:
○ Emplean una palabra con referentes que son inapropiados, pero que tienen
un nexo con el concepto que subyace a la palabra adulta. (guau-guau a una
oveja)

● Campos semánticos: conjuntos de palabras que tienen alguna relación semántica


entre sí.
○ El significado de las palabras está compuesto por varios rasgos semánticos o
elementos de significado, por ejemplo, perro sería [animal + cuadrúpedo +
con piel + carnívoro + masculino, etc].
○ Los niños no adquieren de una vez todos los rasgos semánticos de una
palabra, lo van haciendo poco a poco. Por eso se producen algunos errores:
■ Si el niño sólo conoce al perro como [animal + cuadrúpedo + con piel],
llamará así también a otros animales que cumplan las características.

Desarrollo pragmático
Los niños pequeños apenas son capaces de hacer con el lenguaje lo que hacían
antes con otros recursos comunicativos prelingüísticos: hacer peticiones a sus padres,
atraer su atención hacia algo que les interesa, buscar su presencia.
Poco a poco van aprendiendo a expresar más y más complicadas intenciones con
su lenguaje.
El empleo del lenguaje con funciones intelectuales es de los aspectos que son más
sensibles a las diferencias socioculturales.
Entre los 2 y los 4 años, los niños desarrollan la habilidad básica para conversar.

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A los 4 años los niños ya no solamente saben cómo abrir la conversación y
despedirse, sino que saben hablar de algo (tema) e incluso pueden anticipar la despedida.
Esto no quiere decir que los niños de 2 o 3 años no puedan conversar, pero en estas
edades sólo pueden hacerlo cuando lo hacen con un adulto que guía la conversación,
establece el tema, realiza preguntas, comprueba si lo sigue, etc.
También a los 4 años, los niños son capaces de realizar ajustes en su forma de
hablar cuando se dirigen a niños más pequeños o personas mayores.

Los niños pequeños de hasta 2:6 años emplean casi exclusivamente formas de
petición directa (¿me das un bombón?). Luego empiezan con las formas de petición
indirecta (¿tenés bombones?) más frecuentes hacia los 3 y 4 años.

Presuposiciones
Al hablar tratamos de economizar el lenguaje, decimos la información más relevante
y evitamos expresar lo que ya conoce, pero todo esto exige hacer presuposiciones sobre lo
que el otro ya sabe. Parece que los bebés ya manifiestan una rudimentaria pero
sorprendente capacidad para escoger aquello que expresan: cuando las emisiones son de
una sola palabra (holofrases), la palabra que escogen es justamente la más informativa
para el contexto en que se hallan. (si el niño ve al padre llegando por la ventana, dirá
“papá”, no “abre”, ni “viene”).

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