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Universidad Nacional Autónoma de

Honduras
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Ciencias Psicológicas
Medición psicológica I
III PAC 2023

Guía – Cap. 1 Manual Técnico.

Presentado por:

Jenyfer Estela Espinal Medina 20091003807

Catedrático: Graciela Etelvina Matute

Ciudad Universitaria “José Trinidad Reyes”; Tegucigalpa,


M.D.C; Honduras, C.A; Noviembre, 2023
Cap. 1 Introducción 1.
Resalte aspectos relevantes de los subtemas:
1.1. Aplicaciones
R= Como una herramienta psicoeducativa1 WPPSI-III puede usarse para obtener una
evaluación integral del funcionamiento intelectual general. También puede usarse como
parte de una evaluación para identificar las capacidades intelectuales por arriba del
promedio ¡retrasos en el desarrollo cognitivo y retraso mental; sus resultados pueden
servir como una guía para tomar decisiones de colocación en programas clínicos o
académicos.
De acuerdo con los criterios especificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastonws Mentales, Cuarta edición-Revisado [Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders Fourth Edition-Text Revision} (DSM-IV-. TR; American Psychiatric Association,
2000), un individuo a quien se le ha diagnosticado retraso mental debe demostrar "un
funcionamiento intelectual significativamente por debajo del promedio" así como una
discapacidad significativa en el funcionamiento adaptativo en por lo menos dos de las
siguientes áreas: comunicación, autocuidado, convivencia en el hogar, habilidades
sociales/interpersonales, uso de los recursos comunitarios, autodirección, habilidades
académicas funcionales, trabajo, recreación, salud y seguridad. En una revisión reciente,
la American Association of Mental Retardation (Asociación Americana de Retraso Mental)
(2002) definió el retraso mental como una discapacidad que se origina antes de los 18
años de edad, caracterizada por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento
intelectual como en la conducta adaptativa, incluyendo las habilidades conceptuales,
sociales y prácticas. En ambas definiciones, un rendimiento significativamente bajo en
una prueba de habilidad intelectual general, como WPPSI-III, es un criterio necesario,
aunque no suficiente, para el diagnóstico de retraso mental. El diagnóstico más preciso es
el resultado de múltiples fuentes de información, como la evaluación del funcionamiento
de los individuos en el hogar, en la escuela y en la comunidad. Para incorporar
información sobre el funcionamiento de la memoria, WPPSI-III puede usarse con la
Escala de Memoria para Niños [ Children's Merriory Scale ]* (CMS; Cohen, 1997), una
medida integral del funcionamiento del aprendizaje y la memoria en los niños. Esta
asociación mejora la utilidad clínica de WPPSI-III al incluir información sobre la función de
la me- · moria en los niños. Además, WPPSI-III se vinculó con la Prueba Wechsler de
Logros individuales [Wechsler Individual Achievement Test-Second Edítion* (WIAT-II; The
Psychological Corporation, 2001 ), una medida integral de los logros académicos para
niños y adultos. Este vínculo proporciona información tanto sobre la habilidad cognitiva
como sobre los logros académicos en los niños pequeños. Las pruebas de
funcionamiento intelectual se usan con mucha frecuencia en ambientes escolares para
predecir los logros académicos futuros. Usar WPPSI-III de este modo brinda información
valiosa con propósitos de intervención educativa, como la ubicación en programas de
niños excepcionales e intelectualmente sobresalientes o programas que abordan las
discapacidades de aprendizaje o los retrasos cognitivos. El Sistema de Evaluación de la
Conducta Adaptativa-Segunda Edición [Adaptive Behavior Assessment System-Second
Edition]* (Harrison & Oakland, en prensa) puede emplearse con WPPSI-III para mejorar la
utilidad clínica de ambas medidas. Esta asociación proporciona información sobre el
funcionamiento cognitivo y adaptativo, la cual se requiere para el diagnóstico apropiado
de retraso mental. Por último, WPPSI-III puede utilizarse con propósitos de investigación.
La evaluación de las habilidades cognitivas permite un conocimiento más profundo de
cómo los niños pequeños adquieren y demuestran funciones intelectuales importantes.
Por ejemplo, los investigadores pueden usar WPPSI-III para examinar si la efectividad de
las intervenciones escolares varía con la habilidad cognitiva de los niños o para
determinar los efectos de las lesiones cerebrales sobre el funcionamiento cognitivo.
1.2. Responsabilidades del usuario
R= En vista de las complejidades de la aplicación de la prueba, el diagnóstico y la
evaluación, los usuarios de WPPSI-III deben tener entrenamiento y experiencia en la
aplicación e interpretación de instrumentos clínicos estandarizados. También deben tener
experiencia y entrenamiento en aplicación de pruebas a niños cuyas edades,
antecedentes lingüísticos e historiales clínicos, culturales o educativos son similares a los
de los niños que serán evaluados. En la mayoría de los casos, los usuarios de WPPSI-III
debe haber concluido un entrenamiento de nivel superior o profesional en evaluación
psicológica.
Además, los usuarios de las pruebas deben estar familiarizados con los Normas para la
Aplicación de Pruebas Educativas y Psicológicas [ Standards for Educational and
Psychological Testing] (que de aquí en adelante llamaremos Normas de la prueba;
American Educational Research Association [Asociación de Investigación Educativa
Americana, AERA t 1999).
Es responsabilidad del usuario asegurar que los materiales de la prueba, incluyendo los
protocolos, permanezcan seguros y se entreguen sólo a profesionales que salvaguarden
su uso apropiado. Aunque la revisión de los resultados de la prueba con los pacientes o
sus padres/ tutores sea adecuada, esta revisión no debe incluir la divulgación o la copia
de los reactivos, protocolos u otros materiales que comprometan la seguridad, validez o
valor de la prueba como una herramienta de medida. En ninguna circunstancia los
materiales pueden revenderse o exhibirse en lugares en donde individuos no calificados
puedan adquirir de forma parcial o total WPPSI-III.
Esta restricción incluye sitios web personales y sitios de ventas por Internet. Ya que todos
los reactivos, normas y otros materiales están registrados por derechos de autor de
Editorial El Manual Moderno y el Departamento de Asuntos Legales de The Psychological
Corporation quienes deben aprobar, por escrito, la copia o la reproducción de cualquiera
de los materiales de la prueba. La única excepción de este requisito es la copia de un
Protocolo que incluya el registro de las puntuaciones obtenidas con el propósito de
transmitir los datos de un paciente a otro profesional calificado. Estas responsabilidades
del usuario, restricciones de derechos de autor y los temas en torno a la seguridad del
instrumento son consistentes con las pautas establecidas en las Normas de la prueba.
1.3. Temas en torno a la idoneidad e imparcialidad
R= La categoría de edad de WPPSI-III se dividió en dos rangos para adaptarse al amplio
desarrollo cognitivo que ocurre durante estos años cruciales. Los niños con edades de
2:6-3:11 realizan menos subpruebas que requieren expresión verbal, lo cual reduce la
posible confusión de los efectos de una atención y desarrollo del lenguaje limitados sobre
la ejecución. Los niños con edades de 4:0-7:3 realizan más subpruebas, algunas del as
cuales requieren expresión verbal y habilidades para usar el lápiz” (véase el Manual
técnico para consultar una discusión detallada de las razones teóricas y prácticas para
separar las categorías de edad). Aunque WPPSI-III consta de cinco subpruebas para
niños con edades de 2:6-3:11 o de 14 subpruebas para los niños con edades de 4:0-7:3,
sólo deben administrarse cuatro subpruebas principales para el rango de menor edad, o
siete subpruebas principales para el rango de mayor edad, con el fin de derivar el CIV, el
CIE y el CIT. Los profesionales pueden optar por aplicar las siete subpruebas adicionales
por razones prácticas o clínicas. Por ejemplo, la subprueba de Figuras incompletas puede
sustituir la subprueba de Diseño con cubos para un niño con retraso en el desarrollo
motor. Puntuaciones compuestas (p. ej., CIV, CIE, CVP, CIT y CGL) siempre deben
derivarse usando las subpruebas apropiadas a la edad o las sustituciones permitidas de
las subpruebas. Se proporcionan normas individuales para cada subprueba para facilitar
la interpretación de las puntuaciones.
1.4. Evaluación de niños en los extremos del rango de edad
R= Los rangos de edad de WPPSI-III y de la Escala Wechsler de Inteligencia para Niños-
IV [WISC-IV] (WISC-III; Wechsler, 1991) se superponen para los niños con edades de 6
años a 7 años, 3 meses. El examinador tiene la opción de elegir la medida apropiada para
un niño entre estas edades. Para los niños de quienes se sospecha tienen una habilidad
cognitiva por debajo del promedio, WPPSI-III debe aplicarse desde el nivel más bajo en
este rango de edad. Asimismo, es necesario aplicar WPPSI-III a los niños con dominio
limitado del idioma, discapacidades del lenguaje o dificultades verbales y expresivas, con
el fin de reducir los efectos de estas limitaciones en las puntuaciones compuestas. Sin
embargo, para los niños con habilidades superiores, WISC-IV debe aplicarse desde el
nivel más alto. Para el niño con habilidades promedio, la elección entre WPPSI-III y
WISC-IV requiere un juicio clínico por parte del profesional psicológico. WISC-IV requiere
la aplicación de 10 subpruebas para calcular el CIT mientras que WPPSI-III requiere la
aplicación de siete subpruebas. Los niños que tienen dificultades para completar una
evaluación más extensa pueden beneficiarse del uso de WPPSI-III. Es necesario tener en
cuenta los motivos de la evaluación, la familiaridad con las pruebas, y el conocimiento de
las características del niño (p. la habilidad verbal, el rango de atención). Para los niños
con edades de 2:6-3:11, las Escalas de Desarrollo Infantil de Bayley-Segunda Edición
[ Bayley S cales of Infant Development-Second Edition]* (BSID-II, Bayley, 1993) se
superponen con WPPSI-III. Ambos instrumentos miden el nivel actual de funcionamiento
de un niño, pero el propósito de cada instrumento es diferente. Las BSID-II están
diseñadas para evaluar el desarrollo de los niños en dominios cognitivos, motores y
conductuales (es decir, si un niño posee varias habilidades en distintas etapas de
desarrollo) mientras que WPPSI-III mide principalmente la calidad de las habilidades
cognitivas de un niño en comparación con las habilidades de niños de la misma edad. Sin
embargo, la escala mental de las BSID-II contiene tareas que miden funciones similares a
las que se encuentran en WPPSI-III.
Para los niños pequeños, de quienes se sospecha tienen una habilidad por debajo del
promedio, es necesario considerar la escala mental de BSID-II. En cambio, WPPSI-III
debe considerarse para un niño pequeño con habilidades superiores. El propósito de la
evaluación y las necesidades de cada niño deben tomarse en cuenta al decidir aplicar
BSID-II o WPPSI-III.
1.5. Evaluación de niños con Necesidades Especiales
R= Los niños con necesidades especiales, como discapacidades físicas o del lenguaje,
con frecuencia se canalizan a una evaluación psicológica. Con esos niños, es importante
no atribuir un rendimiento bajo en una prueba cognitiva, a una habilidad intelectual baja
cuando, de hecho, éste puede atribuirse a discapacidades motoras o sensoriales.
Dependiendo de la naturaleza de la discapacidad y la prueba aplicada, el rendimiento de
un niño puede dar como resultado puntuaciones que subestimen la capacidad intelectual
si se aplica la prueba en la forma estándar. Por ejemplo, un niño con una discapacidad
motora grave tendría más posibilidades de obtener puntuaciones bajas en algunas de las
subpruebas de ejecución de WPPSI-III, las cuales requieren habilidades motoras finas
para manipular los materiales de la prueba en un tiempo límite. Del mismo modo, un niño
con una discapacidad auditiva, del lenguaje o del habla puede estar en desventaja en las
subpruebas verbales. Aunque el propósito de esta sección no es constituir un conjunto de
prescripciones para aplicar la prueba a los niños con discapacidades físicas, las
sugerencias pueden ser útiles para evaluar las habilidades de esos niños. Antes de aplicar
la prueba a un niño con discapacidades físicas o de lenguaje, es necesario familiarizarse
con las limitaciones del niño y su modo preferido de comunicación, lo cual puede requerir
desviaciones de los procedimientos estándar. Tal vez se requiera cierta flexibilidad para
balancear las necesidades de cada niño con la necesidad de mantener los procedimientos
estándar. Por ejemplo, un niño con discapacidades motoras se encuentra en desventaja
en tareas que requieren manipulación. Se debe considerar la aplicación sólo de las
subpruebas verbales y las subpruebas de ejecución que requieren habilidades simples o
no motoras (p. ej., Conceptos con dibujos y Matrices). Búsqueda de símbolos que
requiere una habilidad motora menos fina, puede sustituirse por Claves al derivar el CIT.
Las puntuaciones verbales pueden usarse como estimados de las habilidades cognitivas
de este niño. Del mismo modo, para un niño con una deficiencia del lenguaje, es probable
que se prefiera dar un mayor peso a las subpruebas de ejecución como estimados de las
habilidades cognitivas del niño. Las subpruebas de Denominaciones y Vocabulario
receptivo se diseñaron para usarse con niños pequeños principalmente. Sin embargo,
también pueden ser útiles para niños mayores de quienes se sospeche tengan un retraso
del lenguaje expresivo o de otra índole al proporcionar medidas verbales que dependan
en menor grado de la expresión oral. Para los niños con discapacidades físicas, pueden
usarse otras pruebas diseñadas para esas poblaciones con el fin de sustituir a WPPSI-III.
Como siempre, la evaluación del funcionamiento cognitivo de un niño debe basarse en
múltiples fuentes de información, como la proporcionada por la historia clínica. Para
consultar más acerca de la aplicación de pruebas a poblaciones con discapacidades
físicas, véase Sattler (2001), Germen (2000) y Simeonsson y Rosenthal (2001). Es
posible que surjan cambios similares cuando los individuos con dominio limitado del
idioma (inglés en el caso de la versión original de la prueba, español para este caso
particular) son canalizados para su evaluación. Examinadores experimentados han
encontrado la utilidad de varios enfoques, como aplicar la prueba con la ayuda de un
traductor, usar una versión traducida (si está disponible) y aplicar la prueba en la lengua
materna del niño o en una versión bilingüe. Sin embargo, todos estos métodos presentan
problemas al momento de interpretar las puntuaciones, en particular para las subpruebas
verbales, ya que con frecuencia las palabras no son equivalentes entre un idioma y otro.
El dominio limitado del idioma tiene un efecto menor sobre las subpruebas de ejecución.
Los datos de estandarización de WPPSI-III original fueron recopilados con niños que
residían en EUA cuya lengua principal es el inglés. La traducción y estandarización al
español de la prueba original es una modificación de la aplicación estandarizada y debe
considerarse en la interpretación de las puntuaciones, debido a ello se agregó un capítulo
dedicado a la estandarización en México. Se requiere juicio clínico para cargar los
beneficios de cambiar las instrucciones para mejorar la comprensión del niño y de obtener
puntuaciones adecuadas. Para un niño que tiene agudeza y discriminación auditivas
normales o casi normales gracias al uso de un aparato de corrección auditiva o un
dispositivo de audición asistida (ALD, por sus siglas en inglés), así como una amplia
experiencia con el uso del aparato, los resultados obtenidos con WPPSI-III probablemente
sean válidos. Sin embargo, las puntuaciones verbales pueden confundirse y representar
la adquisición accidental por parte del niño de un lenguaje hablado. No obstante, para los
niños sordos o con discapacidades auditivas que no tienen agudeza y discriminación
auditivas buenas, es necesario considerar diversos factores al interpretar los resultados,
como la edad de inicio, la edad de diagnóstico, la etiología del trastorno auditivo, el grado
y la estabilidad de la comorbilidad del trastorno con otros diagnósticos, y la calidad y el
grado de amplificación proporcionado por el ALD de los niños. Al planear modificaciones a
la aplicación de WPPSI-III para esta población de niños, la lengua principal del niño (p. el
lenguaje de signos) y su modo de comunicación preferido (p. eL lenguaje de señas o
hablado) son los factores más importantes que deben considerarse a diferencia del tipo o
grado de pérdida de la capacidad auditiva. Se recomienda consultar a un profesional que
tenga experiencia con individuos sordos o con discapacidades auditivas y que conozca al
niño que se somete a evaluación, para así determinar el mejor método de comunicación
para el niño. Las instrucciones de aplicación de WPPSI-III en lenguaje de signos siempre
diferirán de las instrucciones debido a diferencias lingüísticas entre el lenguaje de signos y
el lenguaje hablado. Aunque esta diferencia no necesariamente invalidará los resultados
de la prueba, tiene implicaciones significativas para el uso de WPPSI-111 con niños
pequeños que sean sordos. Con frecuencia hay retraso o ausencia del lenguaje hablado
en los niños pequeños sordos, y tal vez los padres y los niños no usen los lenguajes de
señas con fluidez en el hogar o en la escuela, debido a un dominio limitado. Estos
factores pueden alterar el nivel de dificultad de los reactivos y afectar la confiabilidad y la
validez de los resultados de la evaluación. Es necesario tener en cuenta que algunas
preguntas o reactivos pueden funcionar de manera diferente cuando se comunican a
través de un lenguaje diferente. Aunque se prefiere acudir a un psicólogo bilingüe con
entrenamiento, como se indica en las Normas 9-11 de las Normas de la prueba, si se
recurre a un intérprete, éste debe estar calificado y contar con habilidades suficientes para
adaptarse al modo principal de comunicación del niño. También se prefiere que tengan
conocimientos o entrenamiento en evaluación psicológica. Es importante recordar que los
servicios de un intérprete introducen a una tercera persona en el proceso de evaluación y
pueden alterar el rendimiento del menor o afectar la relación entre el examinador y el niño.
Es necesario documentar, en el protocolo y el informe interpretativo de WPPSI-III, todas
las modificaciones a las instrucciones de aplicación o calificación estandarizadas (p. ej.,
solicitar los servicios de un intérprete, la traducción de los reactivos, indicadores, un orden
de aplicación no estandarizado, etc.); así como tenerlos en consideración al interpretar los
resultados de la prueba. Los profesionales que evalúen el funcionamiento del niño
necesitarán apoyarse en el juicio clínico para evaluar los efectos de dichos
procedimientos modificados en las puntuaciones de la prueba. A pesar del hecho de que
algunas modificaciones invalidarán el uso de las normas, aplicar la prueba de esta
manera, proporciona información cualitativa y cuantitativa muy valiosa acerca de las
fortalezas y debilidades del niño en el funcionamiento intelectual. Véase Branden y Ana
(1998), Hishinuma (1998) y Gordon, Stump y Glaser (1996) para consultar una revisión de
las modificaciones que se realizan a los instrumentos de evaluación para adaptarlos a los
requerimientos de los niños con necesidades especiales.
1.6. Evaluación de niños con propósitos de reevaluación.
R= Muy a menudo, los psicólogos y otros profesionales de la salud necesitan reevaluar el
funcionamiento intelectual de un niño. Hacerlo con el mismo instrumento presenta el
problema potencial de los efectos del conocimiento previo de la prueba. Aún no se ha
determinado el intervalo test-retest más breve que no dé como resultado efectos
significativos de este conocimiento en WPPSI-III. Algunas investigaciones sobre las
ediciones anteriores de las escalas Wechsler (Canivez & Watkins, 1998; 2001; McCaffrey,
Duff & Westervelt, 2000; Rapport, Brines, Axelrod & Theisen, 1997) han indicado que
estos efectos en las subpruebas de ejecución se minimizan después de un intervalo de 1
a 2 años; para las subpruebas verbales, ese intervalo es más corto. La decisión de volver
a aplicar WPPSI-III debe basarse, en parte, en el propósito de la reevaluación y en el
estado psicológico del examinado. Si es necesario volver a aplicar la prueba, las
subpruebas suplementarias que no se usaron en la evaluación inicial deben sustituirse por
las que se administraron. Esto es particularmente importante para las subpruebas de
ejecución puesto que muestran mayores efectos en los resultados de la reevaluación. Sin
embargo, no es posible derivar ni el CIV ni el CIE si se realiza más de una sustitución en
la escala respectiva (para detalles adicionales véase la sección de reglas para la
sustitución de las subpruebas en el capítulo 2 de este manual). Para WPPSI-III, los datos
de test-retest después de un intervalo de 2 a 7 semanas se reportan en el Manual técnico.
Los resultados indican que las puntuaciones de CI de Ejecución aumentaron en 5.0
puntos en promedio para la muestra global. Para muchos, pero no para todos los
participantes, las puntuaciones compuestas en la segunda aplicación fueron más altas,
principalmente debido a los efectos de la práctica (véase el capítulo 4 del Manual técnico
para consultar los detalles sobre el estudio de retest). Cierto aumento en las puntuaciones
de varias aplicaciones de WPPSI-111 también puede atribuirse al rápido desarrollo de las
habilidades cognitivas y a la adquisición del lenguaje en este rango de edad, en particular
si el niño empieza la escuela entre evaluaciones. Todos estos temas y la posible influencia
de otros eventos intermediarios deben tenerse en cuenta cuando se interprete el
rendimiento de un niño en una reevaluación.
Guía – Cap. 1, 2 y 3 Manual Técnico.
1. Resalte aspectos relevantes de los subtemas:
1.1. Desarrollo cognitivo en los niños pequeños.
R= Los psicólogos han descrito los muchos cambios que ocurren en el
razonamiento de los niños durante el periodo de los cinco a los siete años, que
White (1996) llamó el cría- bio de los cinco n los siete. (Véase Sameroff & Haití
[ 1996] para leer una discusión sobre estos cambios desde varias perspectivas
teóricas). Uno de los cambios más relevantes en la evaluación intelectual es la
posibilidad de someter a pruebas a los niños. Un desafío continuo para quien mida
la inteligencia de los niños en edad preescolar es encontrar tareas que sean lo
suficientemente interesantes como para producir una evaluación válida del
funcionamiento cognitivo. Una observación de la conducta y participación de los
niños durante la aplicación de la prueba también desempeña un papel importante
en la interpretación de los resultados sobre una evaluación intelectual. Las tareas
empleadas en WPPSI-III fueron diseñadas para ser diversas e interesantes para
los niños, así como para obtener varias estrategias de razonamiento.
El periodo de desarrollo que WPPSI-III aborda comprende algunos de los cambios
más profundos en la habilidad cognitiva de los niños. Estos cambios han sido
descritos sobre todo por Piaget (1952) como una serie de cambios cualitativos
entre las distintas formas de razonar. En la actualidad, muchos investigadores
argumentan que considerar que el desarrollo incluye una serie de etapas
cualitativas simplifica en exceso la naturaleza del razonamiento de los niños
durante el periodo preescolar. Siegler (1996) ha demostrado que los niños
muestran de manera simultánea estrategias y conceptos característicos de varias
etapas distintas del desarrollo. Desde este punto de vista, el desarrollo implica una
serie de ondas superpuestas, en las que una estrategia o aproximación puede
predominar en cierto punto, pero no a expensas de otros.
Durante los primeros años de la infancia, los niños muestran el desarrollo inicial de
conceptos y habilidades principales que son esenciales para el éxito académico y
ocupacional posterior. Por ejemplo, De Loache (1987) descubrió que entre los 2 /z
y los 3 años de edad, los niños cambian sustancialmente en su habilidad para usar
un modelo a escala simple para representar dónde se ocultó un objeto en una
habitación más grande. Esta habilidad en apariencia directa requiere que los niños
entiendan la forma en la que un símbolo implica aquello que representa, una
habilidad fundamental que parece surgir durante el tercer año de vida.
Los preescolares también muestran un mayor entendimiento de otras personas y
la distinción entre lo que ellos saben y lo que alguien más sabe, una comprensión
conocida como el desarrollo de una teoría de la mente (Premack &Woodruff,
1978).
Wimmer y Perner (1983) han demostrado que antes de los 3 o 4 años de edad, los
niños manifiestan una predisposición a creer que otras personas saben cosas que
sólo ellos saben. Por ejemplo, si se les muestra una caja de crayones, los niños
(como los adultos) suponen que contiene crayones. Si la caja se abre para revelar
que el contenido son velas de cumpleaños, es probable que los preescolares más
pequeños piensen que un extraño que mira la misma caja cerrada también
pensará que contiene velas de cumpleaños El periodo preescolar también está
marcado por un enorme crecimiento en el lenguaje. Carey (1998) ha calculado que
los nietos aprenden un promedio de seis palabras al día durante el periodo de los
18 meses a los 6 adiós de edad. Además de estos cambios en la competencia
lingüística, hay cambios igualmente grandes en el concepto que los niños tienen
del lenguaje. Un ejemplo muy importante es el naciente desarrollo de un acceso
consciente a y un entendimiento de los sonidos del lenguaje, llamado consciencia
fonológica. Bradley y Bryant (1978, 1983) demostraron que el desarrollo de la
habilidad para manipular los sonidos es crucial para aprender a leer un sistema de
escritura alfabético. La habilidad para identificar las palabras que riman, para
añadir y restar sonidos (p. ej. decir calma sin el primer sonido, parece ser un paso
esencial hacia el desarrollo de la lectura especializada.
Las investigaciones relacionadas provenientes de los estudios neurológicos del
funcionamiento cerebral también proporcionan evidencias de los cambios
cognitivos sustanciales que ocurren durante la infancia temprana. Esta
investigación sugiere que las habilidades cognitivas más avanzadas, como la
memoria operativa y la atención, ocurren principalmente en las áreas frontal y
prefrontal de la corteza. Estas áreas cerebrales experimentan profundos cambios
en el desarrollo a lo largo de la infancia temprana y continúan desarrollándose
hacia la adolescencia y los primeros años de la edad adulta (Berthier, De Blois,
Poirier, Novak & Clifton, 2fi00; Cepeda, Kramer & González de Sather, 2001).
El niño en edad preescolar es un individuo que cambia rápidamente, y caracterizar
sus habilidades intelectuales es un desafío desalentador tanto para el
desarrollador de la prueba como para el examinador. WPPSI-III contiene un
conjunto diverso de las tareas diseñadas para ser tanto desafiantes como
interesantes para los niños pequeños con el fin de obtener una idea clara del
funcionamiento intelectual de un niño. Los pacientes deben tener en cuenta que el
desempeño de los niños pequeños varía de un día para otro y los cambios rápidos
en el desarrollo pueden influir en el desempeño.
Cap. 2 Diseño y propósito de la escala.
1. Enumere los predecesores de WPPSI – III
Para responder a la creciente necesidad de evaluación para los preescolares, la
Escala Wechsler de Inteligencia para los niveles Preescolar y Primario-III (WPPSI;
Wechsler, 1967) se desarrolló como un instrumento de medida de la inteligencia
para los niños con edades de 4:0 a 6:6. Todas las subpruebas originales de
WPPSI (Información,
° Comprensión, Aritmética, Vocabulario, Semejanzas, Enunciados, Diseño
geométrico, Diseño con cubos, Laberintos, Figuras incompletas y Casa de
animales) se conservaron durante el proceso de revisión de WPPSI-R. Se añadió
Rompecabezas para un total de 6 subpruebas verbales y 6 subpruebas de
ejecución. WPPSI-R amplió el rango de edad para incluir desde 3 años de edad
hasta los 7 años, 3 meses, lo cual requirió que se agregaran reactivos tanto más
difíciles como más fáciles a las subpruebas originales. Se apli-
° cada subprueba a todos los niños tanto en WPPSI como en WPPSI-R. En
WPPSI-R se introdujeron puntos de inicio determinados por la edad para reducir el
tiempo general de aplicación y la cantidad de reactivos demasiado fáciles que se
les administraron a los niños. Los estudios analítico factoriales de las escalas han
apoyado el modelo bifactorial de la inteligencia, con factores tanto verbales como
de ejecución (Carlson & Reynolds, 1981; Gyurke, Stone & Beber, 1990; Schneider
& Gervais, 1991; Silverstein, 1969; Stone, Gridley & Gyurke, 1991).

1.2. Describa los 5 objetivos de revisión de WPPSI - III

Los objetivos de revisión se basaron en una extensa revisión de la literatura


proveniente de áreas como la teoría de la inteligencia, el desarrollo cognitivo, la
evaluación intelectual y la neurociencia cognitiva. Las revisiones críticas y los
consejos de los expertos, terapeutas y examinadores también se consideraron en
los objetivos de revisión. Los cinco objetivos de revisión principales fueron:

1 actualizar los fundamentos teóricos.


2 aumentar la idoneidad del desarrollo.
3 enriquecer la utilidad clínica.
4 mejorar las propiedades psicométricas.
5 aumentar la facilidad de uso.

1 actualizar los fundamentos teóricos:


Las versiones más recientes de las escalas de inteligencia Wechsler (es decir, la
Escala de Inteligencia Wechsler para Niños Tercera edición [WISC-III; Wechsler,
199 l ], la Escala de Inteligencia Mechsler para Adultos—Tercera edición [WAIS-III;
Wechsler, 1997] han incluido nuevas subpruebas para cubrir más habilidades
específicas (p. ej., memoria operativa y velocidad de procesamiento) y
puntuaciones índice basados en los factores para representar áreas más limitadas
del funcionamiento cognitivo que los tradicionales CI Verbal y CI de Ejecución.
2 aumentar la idoneidad del desarrollo:
Creación de los rangos de edad
Reconociendo los cambios sustanciales en el desarrollo cognitivo durante la
infancia temprana, el rango de edad de WPPSI-III se dividió en dos: 2 años, 6
meses a 3 años, 11 meses y 4 años a 7 años, 3 meses. La decisión de dividir el
rango de edad a los 4 años se basó en evidencias empíricas, así como en la
necesidad práctica. Durante mucho tiempo, los psicólogos del desarrollo han
pensado que la complejidad del proceso de razonamiento aumenta con la edad y
que este ritmo de cambio en los niños de edad pre escolar es especialmente
rápida. Por ejemplo, a los 3 años de edad, la mayoría de los niños son capaces de
hacer inferencias simples y causales (p. ej., si se deja caer una pelota, se irá hacia
abajo), pero cometen errores cuando hay causas múltiples o se violan las reglas
básicas (p. ej., una pelota no caerá si se impide su trayectoria). A la edad de 4
años, hay menos probabilidades de que los niños cometan este tipo de errores
(Frye, Zelazo, Brooks & Samuels, 1996). Además, el rendimiento de algunos niños
pequeños puede confundirse a causa del desarrollo del lenguaje. Con el fin de
reducir los posibles efectos de estas confusiones, las subpruebas incluidas en la
batería de 2:6- 3: l l se diseñaron para cubrir los niveles de habilidad de
razonamiento apropiados a la edad y requieren muy poca o ninguna expresión
verbal.
Los niños de 4 años de edad merecen atención especial. El nivel de desarrollo y
las experiencias a esta edad varían de forma considerable en áreas como
habilidades de lenguaje y motoras, capacidad de razonamiento abstracto,
madurez social y experiencias en la escuela. Así, un examen más amplio de la
habilidad cognitiva de un niño de 4 años resulta adecuado. Además, uno de los
propósitos principales de someter a prueba a un niño de 4 años es determinar si
está listo para ingresar a la escuela. La batería de subpruebas de 4:0-7:3 brinda
información respecto a la formación de conceptos verbales, a la habilidad de
razonamiento abstracto y fluido, así como a la velocidad de procesamiento.
Además de medir estas importantes áreas cognitivas, la batería de sub- pruebas
4:0-7:3 permite las observaciones conductuales que ayudan a determinar la edad
para ingresar a la escuela. Por ejemplo, el examinador puede notar cómo la
atención del niño se sostiene a lo largo de una sesión prolongada de pruebas, una
consideración importante para el aprendizaje exitoso en el contexto escolar. Del
mismo modo, el examinador puede notar que el niño tiene dificultades para
controlar o sostener un lápiz en las subpruebas de Claves y Búsqueda de
símbolos, otra observación que tiene implicaciones obvias para determinar la edad
escolar.
Menos del 10 por ciento de los niños de 4 años en la muestra de estandarización
aplicada en EUA fueron incapaces de realizar las tareas requeridas en pocas
subpruebas principales. En estas situaciones, el terapeuta debe aplicar una
subprueba suplementaria aceptable para sustituir una subprueba principal. En el
raro caso de que el niño sea incapaz de completar la prueba que ha sido
sustituida, las sumas de las puntuaciones escalares pueden ser prorrateadas para
derivar puntuaciones compuestas. Por ejemplo, algunos niños de 4 años con
retraso pueden no tener habilidades motoras finas ni habilidades para utilizar el
lápiz para completar la subprueba de Claves. En esta situación, el examinador
puede sustituir la subprueba de Búsqueda de símbolos, la cual requiere una
habilidad motora menos fina. Si el niño carece de habilidades para utilizar el lápiz
para realizar Claves o Búsqueda de símbolos, el examinador puede derivar el CI
Total usando sumas prorrateadas de puntuación escalar para las escalas Verbal y
de Ejecución.

3 enriquecer la utilidad clínica:


Aumento del número de estudios de grupos especiales
Para enriquecer la utilidad clínica de WPPSI-III, varios estudios de grupos
especiales se llevaron a cabo durante la estandarización de la escala. Las
muestras de grupos especiales incluyeron a niños que, como se ha identificado,
son sobresalientes o presentan retraso mental, factores de riesgo de retraso en el
desarrollo, trastornos del lenguaje, dominio limitado del idioma, discapacidad
motora y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Los estudios
de grupos especiales adicionales ofrecen evidencias iniciales de la validez clínica
de WPPSI-III.

4 mejorar las propiedades psicométricas.


Actualización de las normas
Ya que los años pasan y la cohorte de niños pequeños continúa cambiando, los
reactivos pueden volverse obsoletos y los criterios de calificación necesitan reflejar
los cambios sociales. Además, las investigaciones sugieren que las normas
obsoletas producen puntuaciones infladas en las medidas de la inteligencia (Flynn,
1984, 1987, 1999; Matarazzo, 1972). Así, las puntuaciones de las pruebas deben
basarse en la información normativa que es tanto contemporánea como
representativa de la población relevante. Los datos normativos de WPPSI-III se
establecieron utilizando una muestra recolectada desde julio de 2001 a abril de
2002. La muestra en el estudio original se estratificó sobre variables demográficas
cable, como la edad, el sexo, el nivel educativo de los padres y la región
geográfica, de acuerdo con los datos del censo de EUA de octubre de 2000. En el
caso de México, las variables demográficas utilizadas fueron: edad, sexo, sector
ocupacional de los padres y región geográfica de acuerdo con los datos del censo
realizado por el INEGI en el 2000. Una descripción completa de la matriz de
muestreo obtenida aparece en el capítulo 3 de este manual.

5 aumentar la facilidad de uso.


R= Ya que los niños pequeños suelen tener dificultades para mantener la atención
duran- te periodos extensos, el tiempo de la prueba para los niños se reduce en
WPPSI-III, especialmente para los niños con edades de 2 años, 6 meses a 3 años,
l l meses. El tiempo de aplicación variará según el número de subpruebas que se
aplique, y las características individuales del niño, como la edad, el nivel de
habilidad, la motivación y la atención.
La tabla 2- l en el (de aplicación proporciona detalles del tiempo que requirieron
los niños en la muestra de estandarización para completar varios grupos de sub-
pruebas. Como señala tabla, el 50% de los niños con edades de 2:6 a 3: l l años
fue capaz de completar las cuatro subpruebas principales en 29 minutos, y el 90%
completó las subpruebas principales en 45 minutos. Para los niños con edades de
4:0 a 7:3 años, el 500/o completó las siete subpruebas principales en 41 minutos,
y el 900/o las completó en 61 minutos.
Los procedimientos de aplicación se simplificaron con el propósito de mejorar la
facilidad de uso de la escala. Las instrucciones para los examinadores son más
sucintas y comprensibles, en especial respecto a las subpruebas de rendimiento
tradicionales. Se incluyen respuestas muestra adicionales para hacer la
calificación más objetiva, y una redacción similar de las instrucciones se utiliza en
todas las subpruebas para proporcionar coherencia y claridad. El diseño de las
dos Libretas de Estímulo se ha cambia- do para que el examinador pueda dar
vuelta a las páginas con facilidad para encontrar los reactivos subsiguientes.
Debido a la relativa dificultad de su uso y la tentación que pre- sentaba para
atisbar la conducta, el uso del Diseño de escudo se eliminó en WPPSI-III. Todas
las piezas de la subprueba Rompecabezas ahora están numeradas al reverso
para indicar su posición relativa en el orden estandarizado (en el Manual de
aplicación se presentan más detalles del nuevo procedimiento de presentación).
Con la práctica, el nuevo procedimiento de presentación debe reducir el tiempo de
la prueba y mejorar ¿el flujo de la aplicación.

3.Describa estructura y contenido de WPPSI-III, resalte aspectos relevantes


de los subtemas:

3.1 Estructura:
• Terminología de las subpruebas y puntuaciones hay tres tipos de subpruebas:
principales, suplementarias y opcionales. Las subpruebas b = principales se
necesitan para calcular el CI Total (FSIQ, por sus siglas en inglés) y deben usarse
cuando se desea obtener las puntuaciones compuestas del CI Verbal (CIV), el 88
CI de Ejecución (CIE) y el CVP. La aplicación de las subpruebas principales
proporciona las puntuaciones compuestas que son interpretables y clínicamente
significativos. Las subpruebas suplementarias brindan una muestra más amplia de
funcionamiento cognitivo e intelectual que las subpruebas principales solamente.
Las subpruebas suplementarias se usan para sustituir las subpruebas principales
y para derivar las puntuaciones compuestas adicionales (p. ej., el Cociente de
Velocidad de Procesamiento (CVP) para las edades 4:0-7:3 o el Compuesto de
Lenguaje General (CGL) para las edades de 2:6-3: l l).
Las subpruebas opcionales se usan para obtener las puntuaciones de CGL y CVP
“pero no pueden usarse para sustituir ninguna subprueba principal. Nótese que
una subprueba específica puede ser principal, suplementaria u opcional,
dependiendo de la edad del niño. Por ejemplo, la subprueba de Vocabulario
receptivo es una subprueba Verbal principal para las edades de 2:6-3: 11, pero es
una subprueba Verbal opcional para las edades de 4:0-7:3.
La formulación de las puntuaciones compuestas se basa en fundamentos teóricos,
clínicos, prácticos y psicométricos. Las puntuaciones que representan el
rendimiento de un niño en los dominios discretos del funcionamiento cognitivo se
prestan para la interpretación y la intervención. Ya que las subpruebas para medir
las áreas adicionales de la habilidad cognitiva se añadieron a otras escalas
Wechsler, los estudios analítico factoriales de WISC-III y de WAIS-III indicaron la
presencia de factores adicionales (Wechsler, 1991, 1997). De acuerdo con la
utilidad clínica de estos constructos, las puntuaciones Índices se introdujeron en
estas escalas además de las puntuaciones tradicionales del CIV, ICV y CIE. Luego
de la adición de las subpruebas de Claves y Búsqueda de símbolos a WPPSI-III,
se formó un nuevo compuesto de velocidad de procesamiento para los niños con
edades de 4:0-7:3. WPPSI-III ha reemplazado el sistema dual de mantener las
puntuaciones de CI y las puntaciones Índices por separado, usados en WISC-III y
WAIS-III, a favor de un grupo único de puntuaciones compuestas.

3.2. Marco de la prueba:


La estructura de WPPSI—III se ha modificado para reflejar mejor la teoría y la
práctica actuales de la evaluación de la inteligencia en los niños. La prueba se
divide en dos rangos de edad, 2:6-3: 11 y 4:0-7:3, con distintas baterías de
subpruebas para cada rango de edad. La figura 2- l ilustra la organización de las
subpruebas para cada rango de edad. Las subpruebas verbales suplementarias
son Comprensión y Semejanzas. Cualquiera de estas subpruebas puede
sustituirse por una subprueba Verbal principal. Las pruebas de Ejecución
suplementarias son Figuras Incompletas y Rompecabezas. Cualquiera de estas
subpruebas puede sustituirse por una subprueba de Ejecución principal. Búsqueda
de símbolos es una subprueba de Velocidad de procesamiento suplementaria y
puede usarse con uno de dos propósitos. Puede sustituirse por la sin subprueba
de Velocidad de procesamiento principal, Claves. Si se aplica Búsqueda de
símbolos además de Claves, es posible derivar el Cociente de Velocidad de
Procesamiento (CVP), una puntuación basada en la suma de las puntuaciones
escalares para Cd Claves y Búsqueda de símbolos.

3.3 Contenido:
cambios generales a la escala a partir de WPPSI-R
Varios cambios en la aplicación y calificación de WPPSI-III se diseñaron para
hacer que la escala fuera más apropiada al desarrollo y fácil de usar. Por ejemplo,
las instrucciones tanto para el niño como para el examinador se simplificaron, los
procedimientos de aplicación y los criterios de calificación se modificaron, y las
restricciones tradicionales en las preguntas y las indicaciones se volvieron más
relajadas. Los examinadores necesitarán familiarizarse con estos cambios para
proporcionar una aplicación estandarizada de la escala.

3.4 Descripción y justificación de las subpruebas:


WPPSI-III contiene un total de 14 subpruebas, de las cuales hay 7 Verbales, 5 de
Ejecución y 2 de Velocidad de procesamiento. Las subpruebas verbales son
Información, Vocabulario, Pistas, Comprensión, Semejanzas, Vocabulario
receptivo y Denominaciones. Las subpruebas de ejecución son Diseño con cubos,
Matrices, Conceptos con dibujos, Figuras incompletas y Rompecabezas. Las
subpruebas de Búsqueda de símbolos y Claves proporcionan medidas de la
velocidad de procesamiento. A continuación, aparecen las descripciones y
justificación para todas las subpruebas. Información
La subprueba de Información es una subprueba verbal principal para los niños con
edades de 2:6-7:3. Está diseñada para evaluar la habilidad de un niño para
adquirir, retener y recuperar el conocimiento factual general, que se conoce como
fondo general de conocimientos. Incluye la inteligencia cristalizada, la memoria a
largo plazo y la habilidad para retener y recuperar los conocimientos de la escuela
y el medio ambiente. Otras habilidades que pueden emplearse incluyen la
percepción y la comprensión auditiva, así como la habilidad expresiva verbal
(Cooper, 1995; Groth-Marnat, 1999; Horn, 1985, Kaufam, 1994, Sattler, 2001).
La subprueba de Información tiene un total de 34 reactivos, 6 de ellos son gráficos
y 28 verbales. Los reactivos gráficos se diseñaron para los niños más pequeños,
así que no se requiere ninguna respuesta verbal. Los reactivos verbales requieren
una res- puesta verbal breve por parte del niño. Los seis reactivos gráficos son
nuevos, al igual que nueve reactivos verbales. Se conservaron diecinueve
reactivos verbales de WPPSI-R con pequeños cambios o ninguno en su
redacción, aunque muchos criterios de calificación se han modificado. Para los
reactivos gráficos, el niño responde a una pregunta al escoger de entre cuatro
opciones de respuesta. Para los reactivos verbales, el niño responde preguntas
que abordan un amplio rango de temas de conocimientos generales.
Vocabulario: La subprueba de vocabulario es una subprueba verbal principal para
los niños con edades de 4:0-7:3. Está diseñada para evaluar el conocimiento
verbal y la formación de conceptos verbales de los niños. También mide el fondo
de conocimientos, la habilidad de aprendizaje, la memoria a largo plazo y el grado
de desarrollo lingüístico de un niño. Otras habilidades que el niño puede utilizar
durante esta tarea incluyen la percepción y la comprensión auditiva, la
conceptuación verbal, el pensamiento abstracto y la expresión verbal (Bannatyne,
1974; Cooper, 1995; Kaufan, 1994, Sattler, 2001). Vocabulario cuenta con un total
de 25 reactivos de los cuales 5 son reactivos gráficos y 20 Verbales. Los reactivos
gráficos están diseñados para extender la tasa base de las subpruebas y se
eligieron de la subprueba de Denominación de dibujos. Para los reactivos gráficos,
el niño designa dibujos que se muestran en una libreta de estímulos. Para los
reactivos verbales, el niño da definiciones de las palabras que el examinador que
lee en voz alta.
Pistas: Pistas es una subprueba Verbal principal para las edades 4:0-7:3. Es una
nueva sub- prueba para WPPSI-III y se relaciona con tareas que miden el
razonamiento verbal, como la subprueba de Contexto verbal del Sistema de
funcionamiento Ejecutivo de Delis-Kaplan {Delis-Kaplan Executive Eunctioning
System, D-KEFS, Delis, Kaplan & Kramer, 2001), la subprueba de Adivinanzas de
la K-ABC, y las tareas de clase (es decir, tareas que requieren que el niño
complete las porciones faltantes de un párrafo).
Comprensión: Comprensión es una subprueba verbal suplementaria para las
edades de 4:0-7:3. Está evaluar el razonamiento y la conceptuación verbal, la
habilidad para evaluar y utilizar la experiencia pasada, la comprensión y la
expresión verbal, y la habilidad para demostrar la información práctica. También
incluye el conocimiento de estándares convencionales de conducta, el juicio y la
madurez social y el sentido común (Bannatyne, 1974; Groth-Marnat, 1999,
Kaufman, 1994; Sattler, 2001).
La subprueba de Comprensión tiene un total de 20 reactivos. Todos ellos
requieren que el niño responda preguntas de acuerdo con su comprensión de
principios gene- rales y situaciones sociales. Se añadieron quince reactivos
nuevos, y se conservaron cinco reactivos de WPPSI-R con pocos cambios o
ninguno en su redacción. Los criterios de calificación para todos los reactivos se
modificaron.
Semejanzas: La subprueba Semejanzas es una subprueba verbal suplementaria
para los niños con edades de 4:0-7:3. Está diseñada para medir el razonamiento
verbal y la formación de conceptos. También implica la comprensión auditiva, la
memoria, la distinción entre las características esenciales y no esenciales, así
como la expresión verbal (Bannatyne, 1974; Cooper, 1995; Glasser & Zimmerman,
1967, Kaufman, 1994; Sattler, 2001). La subprueba de Semejanzas cuenta con un
total de 24 reactivos A diferencia de WPPSI-R, la cual incluía tres distintos tipos de
reactivos, esta subprueba ahora incluye similar. Los criterios de calificación para
todos los reactivos se modificaron a través de una serie de estudios de
calificación. Para todos los reactivos, se le lee al niño un enunciado incompleto
que contiene dos conceptos que comparten una característica común. Se le pide
al niño que complete la oración al dar una respuesta que refleje la característica
compartida.
Vocabulario receptivo: Vocabulario receptivo es una subprueba verbal principal
para las edades de 2:6-3:11 y una subprueba verbal opcional para las edades 4:0-
7:3. Es una nueva subprueba desarrollada para WPPSI-III. Medidas similares
aparecen en la Evaluación Clínica de los fundamentos del Lenguaje—Tercera
edición Clinical Evaluation of Language Fun- damentals—fhird Edition; CELF-3;
Semel, Wiig & Secord, 1995), la Prueba de Desarrollo del Lenguaje—Primaria—
Tercera Edición (Test of Language Development pxmary, Third Edition; TOLD-P:3;
Newcomer & Hammill, 1997), la Prueba de Vocabulario Pictórico Receptivo de
Una Palabra—Tercera edición {Receptive One-Word Picture Vocabulary Test—
Third Edition PPVT-III; Dunn y Dunn, 1997). Estas tareas evalúan la habilidad para
comprender las instrucciones verbales, la discriminación auditiva y visual, la
memoria auditiva, el procesamiento auditivo y la integración de la percepción
visual y el input auditivo (Brownell, 2000b; Robinson & Saxon, 1999; Semel, Wiig &
Secord, 1995). La memoria fonológica (Bowey, 1996) y la memoria operativa (de
Jonge & de Jonge, 1996) pueden repercutir en las respuestas en estas
subpruebas. Vocabulario receptivo tiene un total de 38 reactivos. Para cada
reactivo, el niño mira un grupo de cuatro dibujos y señala el que el examinador
nombra en voz alta.
Denominaciones: Denominaciones es una subprueba verbal suplementaria para
las edades de 2:6-3: y una subprueba verbal opcional para las edades de 4:0-7:3.
Es una subprueba nueva desarrollada para WPPSI-III. Medidas similares
aparecen en el fievised jem exnmination Second Edition (Kellog & Morton, 1978),
la DAS, la CELF-3, la Prueba de Vocabulario Pictórico Expresivo de Una Palabra
—Tercera Edición (Expressive One-lord Picture Vocabulary Test—Third Edition;
Brownell, 2000a) y la Test of lord Finding (German, 1989). Estas tareas evalúan la
habilidad del lenguaje expresivo, la recuperación de palabras de la memoria a
largo plazo y la asociación de estímulos visuales con O el lenguaje (Brownell; Elliot,
1990; German, 1989; Sattler, 2001; Semel & Wiig & Secord, 1995; Woodcock,
McGrew & Mather, 2001).
Diseño con cubos: Diseño con cubos es una subprueba de Ejecución principal
para las edades de 2:6-7:3. Está diseñada para medir la habilidad para analizar y
sintetizar los estímulos visuales abstractos. También implica la formación de
conceptos no verbales, la percepción y la organización visuales, el procesamiento
simultáneo, la coordinación visual- motora, el aprendizaje y la habilidad para
separar la figura y el fondo de los estímulos visuales (Cooper, 1995; Groth-Marnat,
1999; Kaufman, 1994; Sattler, 2001). Cooper (1995) sugiere que, para los niños
más pequeños, implica la observación visual y la habida de relacionar, así como la
habilidad para integrar los procesos visuales y motores.
La subprueba de Diseño con cubos tiene un total de 20 reactivos divididos en dos
partes, A y B. La Parte A (reactivos 1-10) fue diseñada principalmente para los
niños más pequeños y utiliza cubos de un solo color. En la Parte A no se penaliza
ningún grado de rotación, incluso las inversiones completas de 180º. En la Parte B
(reactivos 11-20) se utilizan cubos de dos colores, y sólo se penalizan las
rotaciones pronuncia- das de 30º o más. Todos los reactivos requieren que el niño
observe un modelo construido o una imagen en la Libreta de estímulos, y use
cubos de uno o dos colores para recrear el diseño dentro de un límite de tiempo
específico.
Se conservaron diez reactivos de WPPSI-R, incluso las versiones rotadas de los
diseños previos. Se crearon diez nuevos reactivos para mejorar la base, el tope y
la gradiente de dificultad de los reactivos de la subprueba. A diferencia de WPPSI-
R, la cual incluía dos intentos para cada reactivo, sólo los primeros seis reactivos
de esta subprueba tienen dos intentos. El uso del diseño de escudo se eliminó, y
todos los diseños modela- dos se realizan a la vista del niño. Por último, el uso del
tiempo extra se eliminó en WPPSI-III, debido a1 relativo desconocimiento de los
preescolares con el rendimiento con límites de tiempo. Estas modificaciones
hacen que esta subprueba sea más apropiada para el desarrollo de los niños
pequeños y más fácil de aplicar para el examinador.
Matrices: Matrices es una subprueba de Ejecución principal para las edades de
4:0-7:3. Por mucho tiempo se ha reconocido que las tareas de analogías de
matrices son buenas medidas para la inteligencia fluida y son también cálculos
fiables de la habilidad intelectual general (Brody, 1992; Raven, Raven & Court,
1998). Los estudios han mostrado una alta correlación entre las pruebas de
analogías de matrices y las puntuaciones de CIE y CIT de las escalas Wechsler
(Desai, 1955; Hall, 1957; Levine & Iscoe, 1954; Watson & Klett, 1974; Wechsler,
1997). Las tareas de Matrices también son relativamente respetuosas hacia la
cultura y no necesitan del lenguaje ni de manipulación.
Se diseñaron cuatro tipos de reactivos para proporcionar una medida fiable de las
habilidades de procesamiento de información visual y razonamiento abstracto.
Estos cuatro tipos de matrices son los patrones continuos y discretos incompletos,
clasificación, razonamiento analógico y razonamiento serial. Suelen encontrarse
en tareas de analogías de matrices existentes como las Matrices Progresivas de
Raven (Raven, Raven & Court, 1988) y la subprueba de Matrices de WAIS-III.
La subprueba de matrices tiene un total de 29 reactivos. Para cada uno de ellos, el
niño observa una matriz incompleta y selecciona la pieza faltante de entre 4 o 5
opciones de respuesta.
Conceptos con dibujos: Conceptos con dibujos es una subprueba de Ejecución
principal para las edades de 4:0-7:3. Es una nueva subprueba diseñada para
medir la habilidad de razonamiento abstracto y categórico. Los reactivos siguen
una secuencia de desarrollo para reflejar las crecientes exigencias sobre la
habilidad de razonamiento abstracto (Deak & Maratsos, 1998; Flavell, 1985;
Shulman, Yirmiya & Greenbaum, 1995). Por lo general, las soluciones a los
reactivos más fáciles se obtienen al razonar sobre la base de representaciones
concretas (p. ej., color, forma y apariencia), mientras que las soluciones a
reactivos más difíciles se obtienen al razonar sobre la base de representaciones
más abstractas (p. ej., función de un objeto).
La subprueba de Conceptos con dibujos tiene un total de 28 reactivos. Para cada
uno de ellos, se le presenta al niño dos o tres hileras de dibujos y él tiene que
elegir un dibujo de cada hilera para formar un grupo con una característica común.
Figuras incompletas: La subprueba de Figuras incompletas es una subprueba de
Ejecución suplementaria para las edades 4:0-7:3. Está diseñada para medir la
percepción y la organización visual, la concentración y el reconocimiento visual de
los detalles esenciales de los objetos (Cooper, 1995; Kaufman, 1994; Sattler,
2001).
Los criterios de calificación se modificaron para determinar si se penalizaba a los
niños pequeños por respuestas verbalizadas de manera deficiente o un
vocabulario limitado cuando, de hecho, habían sido capaces de identificar
correctamente la parte faltante. Para ayudar al examinador a distinguir entre una
respuesta verbalizada de manera deficiente y una respuesta desvirtuadas, se
añadieron ejemplos de estos tipos de respuestas en el Manual de aplicación. Las
revisiones de los criterios de calificación también distinguen entre las respuestas
verbales que requieren puntos y las que deben recibir crédito sin puntos.
La subprueba de Figuras incompletas tiene un total de 32 reactivos. Todas las
ilustraciones de esta subprueba se rehicieron, aumentaron y colorearon. Se
conservaron veinte reactivos de WPPSI-R, y se añadieron doce reactivos nuevos
para mejorar el gradiente de dificultad de los reactivos. Todos los reactivos
requieren que el niño observe un dibujo y señale o nombre la parte importante que
falta en el dibujo.

Rompecabezas: La subprueba de Rompecabezas es una subprueba de


Ejecución principal para las edades de 2:6-3: l l y una subprueba de Razonamiento
suplementaria para las edades de 4:0-7:3. Está diseñada para evaluar la
organización visual-perceptual, la integración y la síntesis de las relaciones de la
parte con el todo, el razonamiento no verbal y el aprendizaje de ensayo y error.
También implica la habilidad espacial, la coordinación visual-motora, la flexibilidad
cognitiva y la persistencia (Cooper, 1995; Sattler, 2001; Wechsler, 1991).
La subprueba de Rompecabezas tiene un total de 14 reactivos. Se han
conservado dos reactivos de WPPSI-R y se desarrollaron 12 reactivos nuevos
para mejorar la base, el tope y la progresión de la dificultad de los reactivos en
esta subprueba. Para todos los reactivos, se le presenta al niño una configuración
estandarizada de piezas de rompecabezas, y se le dan 90 segundos para unir las
piezas y forme así un todo significativo. El Diseño de escudo usado en WPPSI-R
se ha eliminado a favor de un nuevo procedimiento de organización. A1 igual que
la subprueba de Diseño con cubos, el tiempo extra se eliminó en la subprueba de
Rompecabezas con el fin de evitar las posibles confusiones del desarrollo de las
habilidades motoras y la falta de costumbre con el rendimiento con límites de
tiempo.
Búsqueda de símbolos: La subprueba de Búsqueda de símbolos de WISC-III se
adaptó para usarse con niños más pequeños. La versión de la Búsqueda de
Símbolos de WPPSI-III incluye símbolos que son más sencillos y grandes que los
que aparecen en la versión de esta sub- prueba en WISC-III. Ya que muchos niños
pequeños no saben leer, los cuadros “Sí” y “No” usados en la versión de WISC-III
han sido reemplazados por un signo de interrogación en la versión de WPPSI-III.
El terapeuta da vuelta a la página si el niño termina las primeras dos páginas
antes de que se termine el tiempo límite, lo cual elimina la necesidad de que el
niño dé vuelta a las páginas. En Búsqueda de símbolos, el niño revisa
rápidamente un grupo de búsqueda e indica si un símbolo objetivo aparece en el
grupo de búsqueda marcando el símbolo apropiado con un lápiz. Todos los niños
disponen de 120 segundos para realizar esta tarea.
Claves: La subprueba de Claves es una subprueba de Velocidad de
procesamiento principal para las edades de 4:0-7:3. También evalúa la memoria a
corto plazo, la habilidad de aprendizaje, la percepción visual, la coordinación
visual-motora, la habilidad de búsqueda visual, la flexibilidad cognitiva, la atención
y la motivación (Cooper, 1995; Groth-Marnat, 1999; Kaufman, 1994, Sattler, 2001).
También puede involucrar el procesamiento visual y secuencial (Kaufman, 1994;
Sattler, 2001).
La subprueba de Claves se adaptó de la versión de Claves A de WISC-III con una
modificación principal: las instrucciones palabra por palabra para el niño se han
abreviado para que sean más apropiadas para la edad. El niño copia símbolos que
están aso- ciados con figuras geométricas simples. Usando una clave, el niño
dibuja cada símbolo en su figura correspondiente.

Cap. 3 procedimientos de investigación, estandarización y desarrollo de


normas.
1. resaltar elementos relevantes del capítulo.
El programa de investigación de cuatro años que condujo a la publicación de
WPPSI-III fue un proceso iterativo, en el que cada fase de desarrollo conduce a
más perfeccionamientos en la escala. Este capítulo aborda este proceso,
comenzando con los procedimientos de investigación usados para desarrollar y
un panorama general de las etapas de investigación y los procedimientos de
control de calidad. El capítulo concluye con detalles adicionales sobre el
proceso de estandarización y de la derivación de las puntuaciones de la
subprueba y compuestas. El lector encontrará primero la información referente
a1 estudio original, seguida por la información obtenida en el proceso de
estandarización en México (ver capítulo 7 de este manual).
Etapas principales de investigación
Cada fase de desarrollo descrita en los Estándares para la prueba se repitió en
cada etapa de investigación. Se desarrollaron varias versiones experimentales
de WPPSI-III, de acuerdo con un anteproyecto de trabajo de la escala, antes
de establecer el marco final de la prueba. El desarrollo de la prueba tuvo lugar
en cinco etapas generales: desarrollo conceptual, piloto, ensayo nacional,
estandarización y ensamblaje final y evaluación. En México se realizó un
ensayo nacional y estandarización. Las siguientes secciones presentan
descripciones breves de estas etapas, con atención a1 enfoque de las
preguntas de investigación en cada etapa y los métodos empleados para
abordar estas preguntas.
Para trabajar con el equipo de investigación en el proyecto. Consultores de
medidas clínicas provenientes de The Psychological Coorporation también
cooperaron con el equipo de investigación. Después de cada etapa importante
de investigación (es decir, piloto, ensayo nacional y estandarización), se
realizaron revisiones al anteproyecto de trabajo sobre la base de resultados
psicométricos y retroalimentación por parte del grupo de consulta y los
consultores de medidas clínicas.
Ensamblaje y evaluación final
Coherencia de los conjuntos de reactivos, las instrucciones y los conjuntos de
estímulos
Para asegurar que se conserve un número adecuado de reactivos de calidad
después de la selección, las versiones de investigación de WPPSI-III
incluyeron una gran cantidad de reactivos que se necesitaban para las
subpruebas finales. Se evaluaron reactivos a lo largo del proceso de desarrollo
y se conservaron, modificaron o eliminaron. Así, los conjuntos de reactivos de
las subpruebas ya habían sido evaluados en varias situaciones anteriores a la
estandarización de la escala. Las decisiones de la selección final de reactivos
se basaron en los datos de la muestra de estandarización y se diseñaron
principalmente para eliminar los reactivos redundantes o los que eran
demasiado fáciles o difíciles. Un promedio de tres reactivos por subprueba se
eliminó de acuerdo con estos criterios. La coherencia en el orden de los
reactivos y en los puntos de inicio en el ensamblaje final de la escala se
conservó en medida de lo posible. Los reactivos designados como puntos de
inicio en la versión de estandarización se conservaron en la versión final, o se
designó un reactivo relativamente más fácil como el punto de inicio final. Todas
las instrucciones para el niño se conservaron de forma idéntica en la versión
final de la escala. Aunque la expresión de las instrucciones para el examinador
pudo.
Estudios de calificación
Durante las fases piloto y de ensayo nacional del desarrollo de la prueba, se
les preguntó a los niños sobre las razones de sus respuestas, con el fin de
determinar los procesos subyacentes de respuesta. Por ejemplo, se les pidió a
los niños que explicaran sus razones para seleccionar los dibujos en la
subprueba Conceptos con dibujos y así determinar su justificación para ello. Si
la información indicaba la presencia de una respuesta no intencionada y
cambiante, el material de estímulos se modificaba.
Se llevaron a cabo estudios de calificación por separado en las etapas piloto,
de ensayo nacional y de estandarización para refinar los criterios de
calificación de las sub- pruebas que requerían cierta evaluación subjetiva de
las respuestas literales (p. ej., Información, Vocabulario, Pistas, Comprensión,
Semejanzas, Figuras incompletas y Denominaciones). Cada uno de estos
estudios de calificación se realizó por medio de un procedimiento similar y los
resultados fueron muy coherentes.
Gracias a un sistema de calificación específico, calificadores capacitados
codificaron las respuestas literales y expertos en sesgos clínicos las
sometieron a un análisis psico- métrico y a revisiones. Cuando se terminó el
estudio final de calificación, tres individuos del equipo de investigación
realizaron modificaciones menores a los criterios de calificación para eliminar
cualquier área de confusión restante, las respuestas combina- das que fueran
semejantes en términos de contenido y valor, así como determinar cuáles
respuestas debían conservarse como muestras en el Annum de aplicación.
Estandarización
Localización y análisis de las muestras
Reclutadores capacitados y examinadores independientes identificaron a los
niños que cumplían con los criterios de inclusión específicos de la muestra de
estandarización. Tanto el examinador como el niño (es decir, los padres del
niño) fueron remunerados con una cuota incentiva por su participación. Se
excluyó a los niños con distintas enfermedades que pudieran causar confusión.
La tabla 3-1 enlista los criterios empleados para descalificar a los niños de la
muestra de estandarización.
Representatividad de las muestras
La tabla 3-2 presenta información demográfica detallada para la población
estadounidense y para la muestra de estandarización de WPPSI-III de acuerdo
con la edad, la raza/etnicidad y el nivel educativo de los padres. En la tabla 3-3
aparecen las proporciones de la muestra de estandarización y la población
estadounidense de acuerdo con la edad, el sexo y el nivel educativo de los
padres. La tabla 3-4 presenta las proporciones de la muestra de
estandarización y la población estadounidense según la edad, el sexo y la
raza/etnicidad, y la tabla 3-5 reporta las proporciones de la muestra de
estandarización y la población estadounidense según la edad, la raza/etnicidad
y la región geográfica. Estos datos indican una correspondencia cercana entre
la muestra y las pro- porciones del censo de EUA del año 2000. Los
porcentajes de la población estadounidense y la muestra de estandarización de
WPPSI-III

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