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Del libramiento de cheques sin fondos y la cuestión de competencia territorial

Por Federico Gustavo Pirolo

“En materia penal, la regla general en cuestión de competencia territorial surge


del art. 37 del Código Procesal Penal, al establecer que será competente el
tribunal de la circunscripción judicial donde se ha cometido el delito y, en caso de
delito continuado o permanente, lo será el de la circunscripción judicial en que
cesó la continuación o la permanencia. Sobre esto, en principio, no surgen
mayores discusiones.”

“Sin embargo, en relación a los delitos referidos al libramiento de cheques sin


provisión de fondos (art. 302 del Código Penal) la cuestión relativa a la atribución
de competencia territorial no se ha presentado tan clara a través del tiempo.”

“No es intención de este breve artículo entrar en disquisiciones respecto de los


diferentes tipos penales contenidos dentro del mismo artículo 302 del Código
Penal, o bien respecto del momento en que debe entenderse que se consuma
cada uno de ellos, o la naturaleza de los mismos.”

“Habremos de limitarnos, por el contrario, a un breve y desde ya modesto


comentario de tres resoluciones de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Penal Económico que actualizan un tema que parecía definitivamente cerrado por
la Corte Suprema hace casi tres décadas.”

Texto completo

Del libramiento de cheques sin fondos y la cuestión de competencia territorial

Por Federico Gustavo Pirolo(*)

En materia penal, la regla general en cuestión de competencia territorial surge del


art. 37 del Código Procesal Penal, al establecer que será competente el tribunal de
la circunscripción judicial donde se ha cometido el delito y, en caso de delito
continuado o permanente, lo será el de la circunscripción judicial en que cesó la
continuación o la permanencia. Sobre esto, en principio, no surgen mayores
discusiones.-

Sin embargo, en relación a los delitos referidos al libramiento de cheques sin


provisión de fondos (art. 302 del Código Penal) la cuestión relativa a la atribución
de competencia territorial no se ha presentado tan clara a través del tiempo.-

No es intención de este breve artículo entrar en disquisiciones respecto de los


diferentes tipos penales contenidos dentro del mismo artículo 302 del Código
Penal, o bien respecto del momento en que debe entenderse que se consuma
cada uno de ellos, o la naturaleza de los mismos.-

Habremos de limitarnos, por el contrario, a un breve y desde ya modesto


comentario de tres resoluciones de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Penal Económico que actualizan un tema que parecía definitivamente cerrado por
la Corte Suprema hace casi tres décadas.-

Comencemos con una pregunta: ¿Qué juez debe entender en el hecho relativo al
libramiento de un cheque sin fondos entregado en la ciudad de Buenos Aires
librado contra una cuenta bancaria de una sucursal sita en otra jurisdicción, por
ejemplo, Tucumán? ¿Debe entender el juez con competencia en el lugar donde se
efectuó la entrega del cheque, o bien el juez con competencia en el lugar donde
debía hacerse efectiva la orden de pago, o bien en el caso del inciso 3º del art.
302, el juez competente en el lugar donde se efectuó la habitual falsa denuncia
policial de extravío con la que se suele fundar la indebida contraorden de pago?

La Corte Suprema en varias oportunidades se expidió favoreciendo la


competencia ratione loci del juez de la jurisdicción donde había sido entregado el
cheque[1], solución que no hace más que aplicar el principio general del Código
Procesal, en el entendimiento, en tal caso, de que el delito se consuma en al
momento de la entrega del cheque (en el caso, limitándonos, en principio, al tipo
previsto por el inciso 1º del art. 302 del Código Penal).-
De aplicarse tal criterio, en el caso del ejemplo resultaría competente el juez con
jurisdicción en esta ciudad, esto es, el fuero en lo Penal Económico, puesto que
allí se produjo la entrega del cheque.-

Sin embargo, dicho criterio no fue mantenido posteriormente, y previo dictamen


del entonces Procurador General, Dr. Petracchi, la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, in re “Quiroga de Maiolo”[2], estableció que corresponde conocer en el
proceso por libramiento de cheques sin provisión de fondos al juez de la
jurisdicción del banco girado. Tal solución fue seguida por la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Penal Económico al entender que la solución dada por el
Supremo Tribunal resultaba extensible a todos los supuestos del art. 302 del
Código Penal, con excepción del caso del libramiento de cheque en formulario
ajeno (art. 302, inc. 4°, del CP)[3].-

Así, y tomando nuevamente el caso del ejemplo, debería entender en el hecho el


juez con jurisdicción en la ciudad de Tucumán, puesto que el banco girado reside
en aquella jurisdicción.-

Esta última solución es la que ha sido aplicada en forma prácticamente invariable


por los tribunales a través de los años.-

Sin embargo, la Sala A de la Cámara Nacional en lo Penal Económico, al menos


en tres oportunidades, se ha apartado de la regla fijada por el tribunal cimero,
empleando los mismos fundamentos que llevaron a la Corte Suprema a sentar la
recordada regla. Ello resulta, demás está decirlo, sumamente saludable en tanto
son los fundamentos de un fallo los que indican la regla interpretativa y no, por el
contrario, la estricta solución dada al caso que se tuvo en trato.-

Así, frente al recurso del querellante contra la resolución del juez de grado que se
había declarado incompetente, la Sala A de la Cámara Nacional en lo Penal
Económico in re “Calvo”[4] abreva en el precedente de la Corte para, en breve
resolución, indicar que “el criterio establecido en el recordado precedente de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación es que ‘la determinación de una de las
jurisdicciones en que se ha desarrollado una parte del hecho debe efectuarse
atendiendo también a las exigencias planteadas por la economía procesal...’” y,
considerando los argumentos del querellante en cuanto a que la entrega del
cheque y la denuncia policial que sirvió para frustrar el pago del mismo tuvieron
lugar en la ciudad de Buenos Aires, concluye la Cámara que el criterio de
economía procesal conduce a que la causa deba seguir siendo investigada por el
juez nacional en lo penal económico, aún cuando el cheque fue librado contra una
cuenta bancaria con domicilio en otra jurisdicción.-

La resolución remarca, sin embargo, que tal solución resulta procedente “al menos
en el estado actual de autos”. Tal consideración parece destinada a indicar la
inconveniencia de una declaración de incompetencia sin una adecuada
investigación de los hechos -criterio que remite tácitamente a numerosos
precedentes de Corte[5]-, así como también a no descartar completamente la
solución que brinda la doctrina del precedente “Quiroga de Maiolo”.-

Posteriormente, el criterio vertido in re “Calvo” fue reiterado por la misma Sala A in


re “Moirón Corral”[6], en este caso frente al hecho relativo al libramiento de un
cheque contra un banco con sede en la ciudad de Colonia, República Oriental del
Uruguay, siendo que en este caso el querellante afirmaba que la entrega del
dinero y la recepción del cheque tuvieron lugar en la ciudad de Buenos Aires y
ambas partes, querellante e imputado, habían denunciado su domicilio real en
territorio argentino (conf. voto del Dr. Hendler). Por su lado, el Dr. Repetto dio al
caso la misma solución -esto es, que siguiera entendiendo el juez nacional en lo
penal económico- por estricta aplicación del art. 1, inc. 1°, del Código Penal, así
como por lo dispuesto en el art. 37 del Código Procesal Penal, en tanto el hecho
produjo sus efectos en territorio argentino y la entrega del cheque también se
habría producido en territorio argentino.-

En este último caso, tal como se ha planteado, se entiende perfectamente la total


inconveniencia de mandar investigar el hecho en otra jurisdicción. A excepción del
domicilio del banco girado, los otros elementos con los que se configura el tipo
penal acontecieron en otra jurisdicción y, asimismo, el imputado también resulta
residir en esa otra jurisdicción, por lo que la solución de la Cámara también se
adecua a “la necesidad de favorecer, junto con el buen servicio de justicia, la
defensa de los imputados”, siendo que tal lineamiento constituyó uno de lo
argumentos que llevó a la Corte a decidir como lo hizo in re “Quiroga de Maiolo”.-

Por último, in re “Rodríguez Varela”[7], la misma Sala se remitió expresamente a lo


resuelto in re “Calvo” señalando que, “si bien, en principio, el delito del Art. 302 del
Código Penal se entiende incurrido en el lugar en que debe hacerse efectiva la
orden de pago, lo que determina la competencia del Juez que debe entender
ratione loci, cabe hacer excepción a ello cuando concurren razones de evidente
economía procesal y facilitación del ejercicio de defensa”, procediendo de tal
modo a revocar la resolución por la cual el juez de grado se había declarado
incompetente.-

De modo tal que, con las salvedades de cada caso, estos precedentes de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico reafirman la necesidad
de adecuar la solución de cada causa no sólo a la parte resolutiva de los fallos del
Supremo Tribunal, sino a sus fundamentos y a prestar particular atención al
espíritu que les anima. Y resulta evidente que uno de los principios rectores del
fallo del tribunal cimero ya citado es dar sustancial preponderancia al “principio de
economía procesal” y así se lo señala claramente en los considerandos del fallo.
Allí se puntualiza que “la determinación del tribunal competente no debe sujetarse
en demasía a consideraciones de derecho de fondo que atañen al concurso de
leyes penales o bien a la configuración del tipo delictivo pues en tanto quede
salvaguardada la garantía del art. 18 de la Constitución Nacional la normas que
rigen el caso admiten un margen de distinción para los supuestos en que su
aplicación rigurosa contrariara el propósito de la mejor, más expedita y uniforme
administración de justicia” (Considerando 5°). Y señala seguidamente la
preponderancia que debe darse al principio de economía procesal y la necesidad
de favorecer, junto al mejor servicio de justicia, la defensa de los imputados
(Considerando 6°).-

Tales los fundamentos que dieron sustento a que la Corte entendiera, en aquella
oportunidad, que “la competencia del juez a cuya jurisdicción corresponde el
banco girado satisface más adecuadamente la investigación y el proceso, por
encontrarse allí los mayores elementos probatorios; y dicho lugar suele coincidir,
por lo general, con el domicilio del imputado” (Considerando 7°).-

Esos principios fueron reiterados por el máximo tribunal in re “Marcogiuseppe”[8] -


en el caso, frente al dictamen contrario del Procurador General- e in re
“Fiumana”[9], en este último, para fundar la excepción en relación al delito de
libramiento de cheque en formulario ajeno (art. 302, inc. 4°, del Código Penal),
justamente por ser tales supuestos ajenos a los principios y razones considerados
in re “Quiroga de Maiolo”.-

En tal sentido, de los casos en que debió intervenir la Sala A de la Cámara,


podemos ver que no siempre se verifican los supuestos indicados en el
Considerando 7° ya citado del fallo que sustentan la doctrina de la Corte señalada
precedentemente. No parece que resulte ser una regla inexorable el argumento
referido a que los mayores elementos probatorios se encuentren en la sede del
banco girado -aunque, obviamente, allí habrá buena parte de la documentación
necesaria para la investigación-, así como tampoco resulta siempre coincidir esa
jurisdicción con el domicilio del imputado, consideración esta última que la propia
Corte admite al intercalar en la oración la expresión “por lo general” (conf.
Considerando 7º).-

Por ello es que estas resoluciones de la Cámara de Apelaciones, al disponer que


las causas sigan tramitando en una jurisdicción distinta de aquella en la cual está
la sede bancaria (es decir, la cuenta bancaria contra la que se giró la orden de
pago no atendida, o bien frustrada) no hacen más que darle un recto sentido, en
estos particulares casos, al precedente del Alto Tribunal, atendiendo a la
naturaleza de los hechos denunciados, las constancias arrimadas hasta ese
momento a cada una de las causas, y al tan mentado principio de economía
procesal[10].-

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(*) Secretario de Jurisprudencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo


Penal Económico

[1] CSJN Fallos 204:241, 216:500. En alguna oportunidad, la Corte también


entendió que la entrega de cheque sin fondos era parte de una maniobra
defraudatoria, y en base a tal adecuación del tipo penal, resolvió la cuestión de
competencia. En tal sentido, Fallos 196:542, 202:455.

[2] CSJN, Fallos 293:115

[3] Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, fallos plenarios N°89


in re “Ortega”, del 05/08/1976, y N° 92 in re “Fiumana”, del 27/03/1979.

[4] Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, Sala A, Reg.


355/2000, “Calvo, Ricardo; Casalnuovo, Agustín s/Inf. Art. 302 del C.P.”, rta.
2/5/2000.

[5] Fallos 276:253, 306:137, 306:280 y 306:393, entre muchos otros.


[6] Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, Sala A, Reg.
963/2001, “Moirón Corral, José s/ Inf. Art. 302 del C.P.”, rta. 26/10/2001.

[7] Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, Sala A, Reg.


815/2002, “Rodríguez Varela, José Ricardo s/Inf. Art. 302 C.P.”, rta. 22/11/2002.

[8] CSJN, Fallos 297:136

[9] CSJN, Fallos 300:868

[10] Sin perjuicio de estas breves consideraciones, corresponde remarcar que, de


todas formas, ambas Salas de la Cámara Nacional en lo Penal Económico, en
modo alguno, han abandonado la aplicación de los criterios sentados por la Corte
in re “Quiroga de Maiolo” y la doctrina que emana de los fallos plenarios “Ortega” y
“Fiumana”. En tal sentido, Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal
Económico, Sala B Regs. 424/2001, 113/2003, 176/2004; Sala A, Regs. 923/1999,
1029/2000, 890/2001.

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