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Estatua del dios romano de la guerra, Marte, hallada en el foro de Nerva de Roma y
que se conserva en el Museo del Capitolio de esa ciudad. Numerosas religiones
politeístas antiguas adoraban a un dios o diosa que representaba las virtudes
bélicas: Ares, Netón, Badb, Huitzilopochtli, Sejmet etc.
Los desastres de la guerra, n.º 33: «¿Qué hay que hacer más?». Francisco de Goya
refleja en su obra gráfica la brutalidad y barbarie a que se llegó en la Guerra de
la Independencia Española.
Reproducción del Guernica, famoso cuadro que Pablo Picasso pintó para reflejar el
bombardeo de la ciudad homónima con bombas incendiarias de fósforo durante la
guerra civil española con el fin de condenar toda forma de guerra.
La guerra, estrictamente hablando, es aquel conflicto social en el que dos o más
grupos humanos relativamente masivos —principalmente tribus, sociedades o naciones—
se enfrentan de manera violenta, generalmente mediante el uso de armas de toda
índole, a menudo con resultado de muerte —individual o colectiva— y daños
materiales de una entidad considerable.12
La guerra es la forma de conflicto sociopolítico más grave entre dos o más grupos
humanos. Se da tanto en sociedades tribales como en civilizadas, pero es más grave
entre estas últimas ya que son más complejas, masificadas y tecnificadas. Es quizás
la más antigua de las relaciones internacionales y ya en el comienzo de las
civilizaciones se constata el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados
con el propósito de controlar recursos naturales o humanos (conflictos entre
cazadores nómadas y recolectores sedentarios que sí desarrollaron el concepto de
propiedad),3 exigir un desarme o imponer algún tipo de tributo, ideología,
nacionalidad o religión, sometiendo, despojando y, en su caso, destruyendo al
enemigo. Es más, este tipo de conducta gregaria es extensible a la mayor parte de
los homínidos4 y se encuentra estrechamente relacionado con el concepto etológico
de territorialidad.
Las guerras tienen como origen múltiples causas, entre las que suelen estar el
mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas,
ideológicas, territoriales (por cuestiones históricas y estratégicas), religiosas,
etc. (muchas veces una combinación de causas).
Según Richard Holmes, la guerra es una experiencia universal que comparten todos
los países y todas las culturas.6 Según Sun Tzu, «La guerra es el mayor conflicto
de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la
extinción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente».7 Por demás, la
forma más astuta de ejercerla sería soslayarla de manera que no hubiera necesidad
de llegar a ella. Según Karl von Clausewitz, la guerra es «la continuación de la
política por otros medios».8
Las formas de hacer una guerra dependen de los propósitos de los combatientes. Por
ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era expandir el imperio, el objetivo
militar principal era, una vez sometido, incorporar al pueblo ajeno al imperio y a
las leyes y costumbres de Roma.9 En la actualidad, a veces se hace distinción entre
conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto solo
sería una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de la misma.
En una concepción de la doctrina militar de Estados Unidos no se hace distinción
alguna, refiriéndose a los conflictos armados como guerras de cuarta generación.10
Batalla de Normandía.
Entre el final de la Segunda Guerra Mundial y 2010 hubo 246 enfrentamientos armados
en 151 lugares del mundo.
Definiciones y conceptos
La ciudad de Wesel en la cuenca del Ruhr, destruida por los bombarderos aliados.
Platón no habla de guerreros, sino de «guardianes» de la polis, y distingue además
entre la discordia (que se da entre los griegos) y la guerra (que se da entre
griegos y bárbaros).11 Aristóteles afirmó que la guerra solo sería un medio en
vista de la paz, como lo es el trabajo en vista del ocio y la acción en vista del
pensamiento,12 pues considera que la guerra es tan natural en la sociedad humana
como la paz, ya que también es legítima la esclavitud en la naturaleza para
mantener la jerarquía de lo mejor sobre lo peor, el orden social:
Joseph de Maistre (1821) dijo, en sus Soirees de Saint Petesburg: «La guerra es
divina en la gloria misteriosa que le rodea y en el atractivo no menos explicable
que nos lleva hacia ella. La guerra es divina por la manera como se produce
independientemente de la voluntad de los que luchan. La guerra es divina en sus
resultados que escapan absolutamente a la razón».16
G.W.F Hegel escribió: «La guerra es bella, buena, santa y fecunda; crea la
moralidad de los pueblos y es indispensable para el mantenimiento de su salud
moral. Es en la guerra donde el Estado se acerca más a su ideal porque es entonces
cuando la vida y los bienes de los ciudadanos están más estrechamente subordinados
a la conservación de la entidad común».15