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PERSONALIDAD
Y
PSICODIAGNOSTICO
EDICIONES IDIPC
Instituto de Investigación en Psicología Clínica
Depósito legal: 8-1-2219-11
IBSN: 978-99954-2-185-4
Arte de la portada
Diseño
Marcelo Schubert
2013
Santa Cruz-Bolivia
ÍNDICE
Personalidad y psicodiagnóstico 5
INTRODUCCIÓN __________________________________________________________ 14
I. EL PSICODIAGNÓSTICO _______________________________________________ 19
3. PERVERSIÓN _________________________________________________ 42
B. CONCEPCIÓN DE LA PERSONALIDAD EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
__________________________________________________________________________ 43
1. INTELECTUAL _________________________________________________ 48
2. AFECTIVA _____________________________________________________ 49
3. VOLITIVA ______________________________________________________ 49
4. PERCEPTIVA __________________________________________________ 50
5. ORGANICIDAD _______________________________________________ 50
C. DINÁMICA DE LA PERSONALIDAD ___________________________ 50
b) PSICOSIS _________________________________________________ 84
c) PERVERSIÓN _____________________________________________ 87
6. OTRAS CONSIDERACIONES EN LA ENTREVISTA ________ 87
7. LA INTERPRETACIÓN DE LA ENTREVISTA PSICODIAGNÓS-
TICA INICIAL ___________________________________________________ 89
V. PRONÓSTICO __________________________________________________________ 96
Un agradecimiento especial al
Prof. Rafael Anaya quien enri-
queció el trabajo con su amplia
cultura y su formación en lin-
güística.
“No es menester poseer genio para ser
hombre de ciencia; basta el carácter.
Lo único que hace falta es
trabajar duro y buscar soluciones.”
Ernest O. Lawrence
Premio Nobel de Física USA (1939)
INTRODUCCIÓN
Personalidad y psicodiagnóstico 15
I. EL PSICODIAGNÓSTICO
1
Jean Laplanche y Jean B. Pontalis: Diccionario de psicoanálisis. pág. 64.
28 Willy Valverde
2
Ibíd., pág. 64.
3
Ibíd., pág. 64.
Personalidad y psicodiagnóstico 29
4
Ibíd., pág. 65.
30 Willy Valverde
5
Ibíd., pág. 64.
Personalidad y psicodiagnóstico 31
6
Ibíd., pág. 60.
7
Ibíd., pág. 60.
32 Willy Valverde
11
Ibíd., pág. 115.
12
En este capítulo se hace resaltar solo el complejo de Edipo. Más adelante
se tocará respecto al súper-yo preedípico dada su importancia en el
campo clínico; claro está, con la implementación teórica de Lacan.
Personalidad y psicodiagnóstico 35
1. PRIMER MOMENTO
Momento del juego del deseo, la ley del deseo del otro,
la ley de la madre (identificación primaria).
Hablamos de la fase del espejo, en la cual el niño forma su
yo imaginario; la madre se presenta como la que tiene el falo,
el niño es el que la completa, el niño es el falo, identificándose
con el deseo de la madre, el objeto de la madre es el deseo del
Otro14 (la madre). En este momento se trata de un falo; pero
este falo es completamente imaginario.
Se forma una dupla entre la madre-hijo, que es la dupla fá-
lico-narcisista en la que el bebé es sujeto y objeto de la madre.
La función que cumple el niño como falo imaginario es la
de taponar la castración materna, revelando a partir de esta
completitud un aspecto central que se desnuda en la psicosis:
ser La Mujer; este deber ser el falo se confunde con la exi-
gencia de ser objeto de goce de Dios. Se habla en este momento
del goce, un goce narcisista.
Lo imaginario, es en este momento cuando se configura el
eje imaginario, a través de la madre que refleja un sentir y se
juega percibir imágenes consolidándose frente al espejo; es en
13
Rolando Ewel: El Edipo: Falo y castración. pág. 13.
14
Representada también por la “A” mayúscula extraída del significante fran-
cés “Autre” “A”, en español “Otro” “O”; la madre es quien encarna al Otro,
el sujeto se encuentra con el significante en la madre, puesto que en ella en-
cuentra el lenguaje, por ello se habla de la lengua materna; posteriormente
el Otro se instala en la cultura en el tercer tiempo del Edipo. Este Otro es
una alteridad no personal; es un sitio que no es un lugar espacial, pero al-
guien puede encarnar al Otro, y que el interlocutor esté para el hablante en
el lugar del Otro, no quiere decir que no sea. El inconsciente es el discurso
del Otro; además es ese discurso el que instaura en el sujeto ese lugar Otro
que es el inconsciente.
36 Willy Valverde
2. SEGUNDO MOMENTO
15
Planteado por Freud como Unvater.
Personalidad y psicodiagnóstico 37
falo), por una parte priva al niño y por otra priva a la madre.
Esta aparición impone al padre como a un dictador de la ley
remplazando el poder o la ley de la madre, donde el niño deja
de ser el falo de la madre; e ingresa a la significación fálica en
la cual se sitúa el falo en lo simbólico como significación pri-
mordial; se habla del nombre del padre. Con la emergencia
de esta ley no habrá otra ley, los demás actúan en representa-
ción de ella.
El padre terrible produce la voz del trueno, produce la pri-
vación del “no”. Pero no tiene que ser arbitrario ni despótico.
Si es arbitrario y despótico se entra nuevamente en el primer
tiempo del Edipo; es la ley del incesto, es la que regula el deseo
incestuoso representado en las metáforas prohibitivas: “no te
acostarás con tu madre” al niño; “no reintegrarás tu producto”
a la madre; es una doble privación. Al niño lo priva del objeto
de su deseo; a la madre de su objeto fálico.
A partir de esta ley se pone freno al goce materno, y el
súper-yo, que hasta este momento era materno, se inserta en
la instancia paterna pero es un resabio de la ley materna.
En este momento el deseo de ambos se somete a la ley.
3. TERCER MOMENTO
16
“a” es causa de deseo, con la cual el sujeto se completa en el primer tiempo
del Edipo, el falo imaginario ( minúscula, en la mathemática lacaniana) se
traduce a partir de la castración en falo simbólico ( mayúscula) esto es
cuando desciende al “a” de la causa de deseo entrando a la razón de deseo.
Cuando el objeto “a” desciende él es el significante que la nombra esa falta.
Personalidad y psicodiagnóstico 39
17
Por cuestión metodológica llamamos “estructura de personalidad” a
la “estructura del sujeto” como se viene a llamar en el psicoanálisis.
Personalidad y psicodiagnóstico 41
1. LA PSICOSIS
2. LA NEUROSIS
3. PERVERSIÓN
19
Jean-Claude Filloux: La personalidad. pág. 37.
Personalidad y psicodiagnóstico 47
causalidad.”20
Los determinantes descritos están expresados en su gene-
ralidad. Nos falta desarrollar determinantes psicológicos que
se tocarán explícitamente, también en otros puntos de este ca-
pítulo.
Uno de los determinantes significativos es la influencia de
los primeros 5 años de vida, aunque se puede hacer resal-
tar también como determinantes, el deseo de los progenitores
antes de la concepción, o sea el determinante simbólico, que
determina aspectos de la personalidad del sujeto por nacer.
Esto nos lleva al análisis de los sujetos deseados o no deseados.
Hasta los 5 años se establecen modelos profundos que deter-
minan de manera definitiva la personalidad para el futuro del
sujeto. Muy tempranamente, este percibe interacciones con la
madre, con el padre, expuestas en una dinámica bueno-malo,
amor-odio y paulatinamente se va configurando en la percep-
ción de objetos catextizados, bien definidos, que remiten al
complejo de Edipo; claro está, sumado al complejo de castra-
ción. Todo esto es la relación de objeto, relación básicamente
afectiva, que posibilitará en un futuro la interacción social del
sujeto.
Es en este periodo también cuando se determinan fijacio-
nes que llegan a traducirse en conductas específicas. También
cabe destacar la influencia profunda de los traumas en esta
edad. A nivel intelectual es en esta edad cuando se va estruc-
turando la personalidad intelectual en una complejidad cre-
ciente donde no debe ser sobrepasado ningún estadio,
respondiendo a un establecimiento de estructuras, de esta ma-
nera se da tempranamente el matiz de su inteligencia. El límite
que separa lo intelectual de lo afectivo se va borrando a medida
que se hacen las investigaciones, las cuales demuestran que es
temprano e integral el desarrollo del yo, y que en el yo son in-
20
Ibíd., pág. 35.
48 Willy Valverde
1. INTELECTUAL
2. AFECTIVA
3. VOLITIVA
4. PERCEPTIVA
5. ORGANICIDAD
C. DINÁMICA DE LA PERSONALIDAD
23
José Bleger: Psicología de la conducta. pág. 174.
24
Ibíd., pág. 175.
58 Willy Valverde
la naturaleza de su problemática.
- Formular pronósticos y recomendaciones psicotera-
péuticas adecuadas: tipo de psicoterapia, tipo de psico-
terapeuta.
- Informar a otro especialista en forma clara y técnica los
aspectos más importantes del problema.
B. EL ENCUADRE
C. EL PROCESO PSICODIAGNÓSTICO
1. PRIMER MOMENTO
2. SEGUNDO MOMENTO
3. TERCER MOMENTO
4. CUARTO MOMENTO
25
Rolando López: La entrevista diagnóstica. pág. 2.
Personalidad y psicodiagnóstico 67
26
José Bleger: Temas de psicología (Entrevista y grupos). pág. 13.
27
Ibíd., pág. 13.
28
Rolando López: La entrevista diagnóstica. pág. 3, 4.
68 Willy Valverde
29
Ibíd., pág. 1.
30
José Bleger: Temas de psicología (Entrevista y grupos). pág. 19.
Personalidad y psicodiagnóstico 69
31
Cfr. Maud Mannoni: El psiquiatra, su loco y el psicoanálisis. pág. 18.
70 Willy Valverde
32
Se sabe que en la psicosis el psicótico no hace demanda de cura, sino que
busca un amigo o un garante de su estabilización; en este sentido no se tiene
propiamente una demanda como en la neurosis.
Personalidad y psicodiagnóstico 71
33
Por vía de método conviene hacer diferenciaciones respecto de la entre-
vista. Nosotros diferenciamos la entrevista psicodiagnóstica de la entrevista
psicoterapéutica en la cual hay un manejo teórico-técnico muy específico y
determinado, si bien es innegable que se comparta algunos aspectos en el
aparato teórico lo que les diferencia son básicamente sus objetivos; esta de-
nominación es distinta de la entrevista psicológica que tiene una connota-
ción vaga y general.
72 Willy Valverde
34
Ibíd., pág. 13.
Personalidad y psicodiagnóstico 73
ANAMNESIS
El desarrollo
Remite al autoconocimiento de los primeros años de vida
e incluso antes de la concepción, cuando de alguna manera le
haya llegado información sobre el deseo de los padres respecto
al embarazo, posibles tratos de agresividad del padre hacia la
madre, posibles accidentes durante el embarazo; sobre el
parto, si fue prematuro y en qué circunstancias se produjo; si
fue provocado por un disgusto o un accidente, cuál fue el tra-
tamiento o cómo respondió el bebé; si hubo sufrimiento fetal,
de qué duración y debido a qué; si presentó cianosis. Por otra
lado si fue por cesárea, o si se utilizó el fórceps.
El desarrollo psicomotriz a partir del nacimiento
Cuál fue la relación del niño con la madre en los primeros
contactos; si el bebé fue rechazado, o si el bebé se portó indi-
ferente con la madre; cómo recibió el pecho materno, si hubo
dificultades, o si estas partieron de la madre o del niño; cir-
cunstancias en que recibió el pecho o la mamadera, y su sus-
pensión. En cuanto a la adquisición del habla, el inicio de esta,
características del aprendizaje, del mismo modo sobre el
andar. Aprendizaje del control de esfínteres, tanto anal como
urinario; si es necesaria una fijación cronológica de ese con-
trol; si el niño tuvo dificultades en el control esfinteriano uri-
nario, se explorarán las características de organización
familiar, esto es, si dormía individualmente o con algún miem-
bro de la familia. Este aspecto engloba a los primeros cinco
años de vida. Debemos completar indagando las enfermedades
o accidentes que hubiera padecido, percibir el grado de la gra-
vedad y de la vivencia que hubiera tenido. Si fue internado en
un hospital, cómo percibía la atención de los demás. Se com-
pleta este punto con la evocación de algún recuerdo infantil, y
que lo desarrolle.
Personalidad y psicodiagnóstico 75
Desarrollo social
Su actitud respecto al juego: si la aparición de su interés en
jugar hizo su aparición tempranamente, ya en la familia, o
fuera de la familia; si lideraba, o se mostraba pasivo, o tenía
tendencia al aislamiento. En su ingreso al prekinder o al kin-
der, si tuvo deseos de ese ingreso y cuál fue su actitud ante la
nueva situación; si tuvo temores por los cuales no quiso des-
prenderse de los padres; o demostró adaptación a sus compa-
ñeros y a su profesor; o si emergieron conductas de
aislamiento; si manifestó problemas de conducta, de rebeldía,
de agresividad, su rendimiento. En la primaria (ciclo básico)
del mismo modo, indagar su rendimiento, su conducta social,
si tuvo amigos íntimos solamente. Se pasará a la secundaria,
se indagará su rendimiento, si fue reprobado en alguno de los
cursos y qué explicaciones proporciona, cuál ha sido la actitud
de la familia, si a partir de esa situación se modificó su modo
de vida, su interacción social; si hubo dificultades en su inter-
acción con amigos, respecto al sexo contrario, preferencias por
profesores, por materias, explicaciones que proporciona. Cómo
se ubicó dentro el grupo educativo; si lo lideró, o fue el chivo
expiatorio, si la secundaria le fue placentera o desagradable; si
fue llena de sufrimientos. Del mismo modo sobre los estudios
universitarios, en el trabajo. En su educación, si sufrió alguna
enfermedad significativa o accidente que hubiera influido en
su vida de formación o en su vida general.
Historia afectiva y sexual
Su relacionamiento afectivo predominante, respecto a los
padres, hermanos, tíos y abuelos. En relación a la confianza,
al rechazo, al rencor, al cariño. Situaciones que influyeron en
su vida, positiva o negativamente; frente a la muerte de algún
miembro querido, cuál fue su reacción. Respecto a los cambios
bruscos en la familia, pérdidas económicas, mudanza de casa,
de país. Si tuvo dificultades marcadas para obtener amigos.
76 Willy Valverde
3. ELEMENTOS DINÁMICOS
a) LA TRANSFERENCIA
b) CONTRATRANSFERENCIA
c) LA ANSIEDAD
conflicto.
d) DISOCIACIÓN INSTRUMENTAL
e) LA INTERPRETACIÓN
38
El “recorte clínico” es la versión del paciente cuando expresa sus viven-
cias o sus síntomas, estos deben ser expresados entre comillas. Constituye
una cita del paciente.
82 Willy Valverde
terior de la personalidad.
Melanie Klein propuso la estructura a partir de los meca-
nismos defensivos, en los cuales un conjunto de mecanismos
defensivos determinan la estructura. Es respetada esta pos-
tura, pero la clínica va más allá en el sentido de que se ha ob-
servado que hay estructuras incompatibles con los
mecanismos defensivos. Así, sujetos de estructura psicótica se
mantienen estabilizados con mecanismos neuróticos que los
utilizan por la dinámica de la personalidad. En este sentido se
ha observado que existen esquizofrénicos histerizados y para-
noicos obsesivos que han dado lugar a una fuente de confusión,
en las impresiones diagnósticas.
5. LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD EN LA
ENTREVISTA PSICODIAGNÓSTICA INICIAL
a) NEUROSIS
HISTERIA
El sujeto dramatiza su problema, se presenta con una de-
manda muy exigente, siempre reclama una posición particular,
un deseo, el deseo de la histérica que es el deseo de un deseo
insatisfecho; lo cual la mantiene unida al Otro imaginario en
que no se da la satisfacción de la demanda. La histérica hace
frecuentes pasajes al acto; siempre presente la “belle indif-
férence”, hablan: su cuerpo, su boca, su voz, sus gestos, tiende
a sugestionar al psicólogo; demanda con su cuerpo: afonías,
neuralgias, trastornos ginecológicos, parálisis, dolencias mus-
culares e inhibiciones.
La histérica hace buen uso de la seducción. Si bien tiene
una finalidad aparentemente sexual el objetivo último es ob-
tener una posición que peligra en su fantasía.
Siempre está reclamando una posición femenina, ser “La
Mujer”, que plantea el problema de ser o no ser. En su objetivo
tiende a ostentar “étre La Femme”; contar con los emblemas
que le puede proporcionar el Otro; obtiene un beneficio secun-
dario en cualquier participación; la histérica que se presenta
al psicólogo en la demanda, reclama la posición de ser La
Mujer.
OBSESIÓN
Es el reverso de la histeria. El obsesivo en su lenguaje pre-
senta un velo que lo separa del Otro; habla sin decir nada y
controla los afectos tratando de anular la figura del psicólogo;
transfiere el deseo de muerte desde la figura paterna, al psicó-
logo.
En sus expresiones es el rey de la formalidad y de la nor-
matividad, envolviendo hasta el aburrimiento; tiende a desva-
lorizar, no tolera al otro vivo cerca de sí; aniquila transfiriendo
el deseo de muerte hacia el imago paterno.
84 Willy Valverde
b) PSICOSIS
39
Rolando López: La entrevista diagnóstica. pág. 11.
86 Willy Valverde
40
Ibíd., pág. 14.
Personalidad y psicodiagnóstico 87
c) PERVERSIÓN
41
Ibíd., pág. 5.
90 Willy Valverde
I. TIPO DE ENTREVISTA
Entrevista semi-pautada
V. PRONÓSTICO
VI. RECOMENDACIONES
42
José Bleger: Temas de psicología (Entrevista y grupos). pág., 13.
43
Luciano L’abate: Principios de psicología clínica. pág., 27.
Personalidad y psicodiagnóstico 99
1. FUNDAMENTOS TEÓRICOS
45
David Rapaport: El modelo psicodiagnóstico, la teoría del pensamiento y
las técnicas proyectivas. pág., 136.
Personalidad y psicodiagnóstico 101
de solución.
La “objetividad” y la “subjetividad”46. La “objetividad” re-
mite a una metodología de índole estadística, que determina
lo cuantitativo del objeto de estudio; que permite reproducir y
verificar lo estudiado, con la preocupación de que no ingresen
variables extrañas que alteren el producto. El objeto de estudio
está bien definido y especificado. En su aplicabilidad se somete
al criterio de la baremación en la población en que tendrá su
utilidad. El producto de los “subjetivos”, por el contrario, es
cualificable, lo cual está posibilitado por el mecanismo de la
proyección, en que se exteriorizan aspectos dinámicos de la
personalidad, que son registrados y sometidos a la interpreta-
ción de tal contenido, cobrando incluso, a partir de la interpre-
tación, un sentido inusitado. Los aspectos cualitativos emergen
o son interpretados a partir de una totalidad. “Los llamados
métodos proyectivos enfocan a la personalidad en términos de
unidad e integración y toman en cuenta, no solo los aspectos
superficiales de la misma, sino fundamentalmente los aspectos
profundos, ya que estos influyen en la adaptación y evolución
del sujeto”47.
El inconveniente parece estar en la distorsión a que está so-
metido este método “subjetivo”. Por una parte, una primera
distorsión efectuada por el sujeto, que hace una selección de
información. Por otra parte, una segunda distorsión hecha por
el psicólogo al realizar otra selección del material seleccionado.
Pero estas selecciones están apoyadas y fundadas en el aparato
clínico que lo sustenta. Por esta razón la proyección, de gran
46
Cuando indicamos subjetividad solo es denominativo, no se refiere a una
expresión individual personal de un fenómeno observado, como en la psi-
cología clásica, dentro del concepto que nosotros presentamos, por una parte
en su denominación muestra el contraste y por otra responde a una meto-
dología y a una teoría, radicalmente opuesta a los fundamentos de la psico-
logía clínica.
47
Luciano L’abate: Op. cit., pág. 8.
102 Willy Valverde
48
Ibíd., pág. 128.
49
Ibíd., pág. 146.
50
Ibíd., pág. 131.
51
Ibíd., pág. 132.
Personalidad y psicodiagnóstico 103
Leopoldo Bellack: El uso clínico de las pruebas psicológicas del TAT, CAT,
52
SAT. pág. 3.
104 Willy Valverde
54
David Rapaport: Op. cit., pág. 161.
55
Ibíd., pág. 158.
56
Ibíd., pág. 159.
106 Willy Valverde
a) LA CONDUCTA ADAPTATIVA
b) LA CONDUCTA EXPRESIVA
60
Leopoldo Bellack,. Op. cit., 43.
108 Willy Valverde
a) GRÁFICOS
b) OBJETIVOS
c) VERBALES
d) NO ESTRUCTURADOS
5. ANÁLISIS DE CONTENIDO
a) LA MATRIZ PSICODIAGNÓSTICA
b) RELACIONES INTERNAS
64
Luciano L’abate: Op. cit., pág. 183.
114 Willy Valverde
1. OBJETIVOS
2. LA TEORÍA DE LA DEVOLUCIÓN
65
Siquier de Ocampo y otros: Las técnicas proyectivas y el proceso psico-
diagnóstico. pág. 401.
Personalidad y psicodiagnóstico 117
66
David Rapaport: Op. cit. pág. 132.
Personalidad y psicodiagnóstico 123
1. NIVEL DESCRIPTIVO
2. NIVEL EXPLICATIVO
3. NIVEL PROPOSITIVO
NIVEL Ent. Psi. Ini. Ins. de Ver. Psi. Ent. Psi. Dev.
N.D.
N.E.
N.P.
Personalidad y psicodiagnóstico 125
..
INDIVIDUALIDAD
COMPATIBILIDAD RELATIVA
COMPATIBILIDAD GENERAL
Entrevista
psicodiagnóstica
Inicial
Instrumentos Entrevista
de Verificación psicodiagnóstica
psicodiagnóstica Devolutiva
126 Willy Valverde
I. EL INFORME PSICOLÓGICO
1. OBJETIVOS
2. DIFICULTADES EN EL INFORME
67
Luciano Lábate: Op. cit. pág. 29.
68
Ibíd., pág. 157.
69
Walter G. Klopfer: Op. cit. pág. 55.
70
Ibíd., pág. 17.
Personalidad y psicodiagnóstico 135
71
Ibíd., pág. 17.
136 Willy Valverde
INFORME PSICOLÓGICO 72
I. DATOS GENERALES
NOMBRE Y APELLIDOS :
FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO :
EDAD :
GRADO DE INSTRUCCIÓN :
OCUPACIÓN :
PROFESIÓN :
ESTADO CIVIL :
DIRECCIÓN :
RELIGIÓN :
Médico (especialidad) :
Informantes :
Medicación :
Fecha de evaluación :
Psicólogo que evalúa :
Psicodiagnóstico
72
Todo lo expresado constituye la carátula del informe. No se debe introducir
ningún otro dato más del desarrollo del informe.
138 Willy Valverde
73
Todo esto se tiene detallado y explicado en la interpretación de la entre-
vista psicodiagnóstica inicial. V. pág. 87.
Personalidad y psicodiagnóstico 139
74
En la entrevista psicodiagnóstica inicial se toca este punto que debe ser
complementado con el resto del proceso, pero el esquema más importante y
básico está en la entrevista mencionada. V. pág. 89.
142 Willy Valverde
XIV. PRONÓSTICO
XV. RECOMENDACIONES
___________________
Psicólogo
Personalidad y psicodiagnóstico 145
lidad.
A. EL MÉTODO CLÍNICO
77
David Rapaport: Op. cit., pág. 150.
78
Maud Mannoni: La primera entrevista con el psicoanalista. pág. 13.
152 Willy Valverde
79
Luciano L’Abate: Op. cit., pág. 28.
Personalidad y psicodiagnóstico 153
C. ORIENTACIONES PSICOTERAPÉUTICAS
1988.
WOLFF, Wener: Introducción a la psicopatología. México,
Fondo de cultura económica, 1956.
ZAX, Melvin y GOWEN, L.: Psicopatología. México, Inter-
americana, 1979.
ZIZIEMSKY, David: Métodos de investigación en psicología
y psicopatología. Buenos Aires, Nueva Visión. 1977.
Santa Cruz-Bolivia
2013