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Cuando yo decía: mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la multitud de mis pensamientos
dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
Salmos 94:18-19
Llenos de su amor podemos sobrellevar bien el dolor, disipar el temor, perdonar libremente, evitar la
contención, renovar la fortaleza y bendecir y ayudar a los demás.
Una persona lo puede tener todo en la vida, buen trabajo, carro del año, familia, hogar y un buen ingreso para
vivir bien. Pero dentro de todas sus comodidades, dentro de lo más profundo de su ser, de su corazón, existe
algo para complementar esa felicidad: Jesucristo.
A veces los problemas y afanes de la vida, las heridas del pasado, una familia rota, padres ausentes, baja
autoestima, perdidas de seres queridos, relaciones toxicas, noviazgos fallidos, adicciones, etc., nos hace sentir
ese vacío, esa falta de algo que no sabemos qué, pero que Dios si sabe.
En medio de esa búsqueda y necesidad, Dios va restaurando y cambiando el corazón llenándolo por completo.
De manera que, Jesús es el Único que tiene el poder para llenar el corazón. Las riquezas, los éxitos y todas las
cosas materiales, nunca llenarán el corazón o nos hará completo.
Ahora te pregunto joven ¿Cómo está tu corazón?, ¿Está lleno del amor de Dios?, ¿Sientes un vacío que no sabes
cómo llenar?
No olvides que
Dios ama a cada persona individualmente
Si bien él ama a todos por igual, lo hace a cada uno en particular.
Jeremías 31.3 “Jehová se me manifestó hace ya mucho tiempo, diciendo: “Con amor eterno te he amado; por
eso, te prolongué mi misericordia”.
Recuerda, entonces, que el amor de Dios por ti es individual, eterno, existe desde antes de la fundación del
mundo y es irresistible. Entonces recuerda lo que le costó: dio a su propio Hijo. Detengámonos, entonces, y
démosle gracias a Dios por tan gran presente.
Hoy te invito a que dejes entrar a Jesús en tu corazón, en tu vida y permitas que el lo llene, lo restaure, lo purifique y lo
renueve. Así podrás experimentar la dicha que produce tener un corazón lleno de amor, lleno de la presencia de
Dios o mejor dicho “un corazón lleno”.
Sólo las personas que le han abierto su corazón completamente a Dios podrán experimentar la gran bendición
que es sentirse completamente llenos y mucho, mucho más que felices. Te recomiendo que le abras a Dios
completamente tu corazón para que Él lo ponga en orden y así mismo lo llene por completo, veras como tu vida
y perspectiva cambia.