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LA FAMILIA DESDE LA

PERSPECTIVA SISTÉMICA:
PRIMERA AGENCIA DE
SOCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN

Semana 2- UNITEC
CONTENIDO

LA FAMILIA DESDE LA PERSPECTIVA SISTÉMICA:

PRIMERA AGENCIA DE SOCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN

1. LA FAMILIA COMO SISTEMA SOCIAL

1.1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA FAMILIA.


1.2. CAMBIOS ESTRUCTURALES Y TIPOS DE FAMILIA: DINÁMICAS, ROLES Y
VÍNCULOS.
1.2.1. Cambios estructurales y tipos de familia.
1.2.2. Dinámicas, roles y vínculos en la familia

2. LA FAMILIA Y SU IMPACTO SOCIAL

2.1. LA FAMILIA COMO CÉLULA Y MODELO DE LA SOCIEDAD.

2.2. LA FAMILIA COMO AGENCIA DE SOCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN.

3. BIBLIOGRAFÍA.

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LA FAMILIA DESDE LA PERSPECTIVA SISTÉMICA:

PRIMERA AGENCIA DE SOCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN

1. LA FAMILIA COMO SISTEMA SOCIAL

1.1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA FAMILIA.

El reconocimiento general del papel de la familia a lo largo de la historia ha desencadenado


la necesidad de conceptualizarla y definirla, originando proposiciones que intentan
delimitar y describir su estructura y organización funcional.

La Teoría General de Sistemas nos ofrece un modelo útil para explicar el funcionamiento de
las familias, ofreciendo además una estructura que nos permite integrar el conocimiento
que aportan otros modelos teóricos, lo que ratifica su carácter interdisciplinar e integrador.
La comprensión sistémica de la realidad introduce un elemento epistemológico importante
de cambio a la comprensión de la realidad del ser humano, ya que no pone énfasis en cada
individuo (aislado de su entorno), sino que se centra en analizar las interacciones que
mantiene el individuo con los demás integrantes del grupo familiar.

Desde el enfoque sistémico, la familia es considerada como un grupo con identidad propia
y como un escenario en el que tienen lugar un amplio entramado de relaciones. De igual
forma, el concepto de familia desde esta teoría adquiere características de un sistema; por
lo que es definida como “un conjunto organizado e interdependiente de personas en
constante interacción, que se regula por reglas y funciones dinámicas que existen entre sí y
con el exterior” (Musitu, et al., 1994).

Diversos autores, desde la perspectiva teórica general de sistemas, nos ofrecen definiciones
de familia; entre las cuales destacan las siguientes:

 Parsons (1955), valora la importancia de la circularidad y la define como un conjunto


constituido por una o más unidades vinculadas entre sí. De modo que va cambiando
y modificándose constantemente de manera sucesiva. Consideran que la familia
cumpe con dos funciones primordiales: la socialización de los niños para formar
parte de la sociedad y la estabilización de las personalidades adultas. Las relaciones
típicas de estas dos funciones son: la relación parental y la relación conyugal.

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 Tyrell (1983), menciona que la familia es un grupo con sus respectivas reglas de
pertenencia y a nivel macro es un sistema funcional diferenciado internamente de
manera segmentada.
 Luhmann (1990), considera que la familia es un sistema de comunicación y no un
sistema compuesto de humanos o de relaciones entre estos. En la familia se crean
“valores propios”, un dialecto y su propia historia.
 Papp (1991), desde la perspetiva evolucionista, propone la familia como una unidad
con un diseño interno que evoluciona hasta alcanzar nuevos e impredecibles niveles
de organización a través de un proceso de cambio discontinuo.
 Broderick (1993), plantea que la familia es un sistema social abierto, dinámico y
autorregulado. Cada sistema familiar está configurado por su propia estructura,
complejidad, composición, características psicológicas de sus miembros individuales
y su posición sociocultural e histórica en su entorno más amplio.
 Andolfi (1993), la define como un conjunto organizado e interdependiente de
unidades organizadas entre sí por reglas de comportamiento y por funciones
dinámicas en constante interacción entre ellas y en intercambio permanente con el
exterior. La familia es un sistema en constante transformación, es un sistema activo
que se autogobierna y es un sistema abierto en interacción con otros sistemas.
 Musitu, et al. (1994), consideran a la familia como un conjunto de personas (unidas
por vínculos de parentezco) que interactúan y se relacionan de forma regular y
sistemática a través del tiempo. Por lo que cualquier cambio que se produzca en
alguno de sus componentes afecta el equilibrio del conjunto del grupo familiar y
provoca cambios orientados a la nueva readaptación situacional en los otros
miembros.
 Alberdi (1999), opina que la familia está conformada por 2 o más personas unidas
por el afecto, el matrimonio o la afiliación; que tienen recursos económicos en
común y consumen conjuntamente una serie de bienes en su vida cotidiana.
 Palacios (1998) considera a la familia como la unión de personas que comparten un
proyecto de vida en común de duración indefinida; en el cual se generan fuertes
sentimientos de pertenencia a dicho grupo. Existe un alto nivel de compromiso
personal entre los miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad,
reciprocidad y dependencia.

Por su parte, Goode (1964) añade cualidades peculiares de la institución familia, que
marcan la diferencia respecto a otros grupos sociales. Entre estas destacan las siguientes:

- La familia es la única institución social que se ha encontrado formalmente


desarrollada en todas las sociedades.
- Las funciones que se desprenden de los roles parentales no pueden ser
delegados a terceras personas.
- La presión social y las repercusiones en el ámbito informal respaldan el
cumplimiento de las obligaciones familiares, sin que exista ninguna amenaza de
castigo formal.

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- La familia actúa como un eficaz agente de control de la sociedad, debido a que
evalúa la distribución de las energías y recursos de sus miembros.

De acuerdo con Smith (1995), una familia puede ser analizada como un sistema porque
posee las siguientes características:

- La conducta de cada miembro de una familia afecta a todas las personas que
pertenecen a esta. Esto porque los miembros de las familias son interdependientes
de una totalidad más amplia.
- Las personas necesitan adaptarse, por lo que incorporan información, deciden
respecto a las distintas alternativas que se les presentan, tratan de obtener feedback
acerca de su éxito y modifican sus conductas si es necesario.
- Las familias tienen límites permeables, lo que las distingue de otras organizaciones.
- Las familias deben realizar determinadas labores para sobrevivir: la reproducción de
sus miembros, su mantenimiento físico y económico, su cuidado emocional y la
socialización de roles familiares y laborales.

Según estudios antropológicos e históricos, la familia no es una institución sino un


constructo simbólico e ideológico con su propia historia y referentes políticos. Esto porque
la definición de familia está repleta de valores y creencias con carga moral que obedece a
diferentes intereses económicos y políticos (Stacey, 1993). En este mismo tenor, Le Play
(1990) consideraba que la familia no estaba cerrada entre cuatro paredes sino que era una
forma de pensar, una cultura, una idea y no una institución. Por lo que se puede entender
como un sistema moral en la que sus miembros debían sacrificar los valores personales
individuales por el bien del conjunto familiar. La familia, entonces, refiere al vínculo entre
los valores morales y sociales.

Por otro lado, como parte de la conceptualización de familia, cabe mencionar que el sistema
familiar se organiza alrededor de dos ejes:

1) El eje estructural, que refiere a lo siguiente:


- Los sistemas están organizados jerárquicamente.
- Los niveles inferiores son autónomos, pero hasta cierto punto están. Controlados
por los superiores.
- La calidad de las relaciones y el flujo de comunicación dentro del sistema es un factor
clave para el desarrollo de sus componentes (Carlson, 1992).

En otras palabras, el término estructura describe la organización y la evolución de las


familias; cuyos pilares de este complejo entramado son:

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a. Los límites. Representan la demarcación que separa el sistema familiar de su
entorno. Por un lado, los límites internos, que hacen referencia al grado de cierre o
de apertura que cada miembro o subgrupo del sistema mantiene con los otros. Los
límites personales dentro del sistema definen el estado de las relaciones y
comunicaciones entre los miembros que lo componen (relación intragrupo). Por
otro lado, los límites externos, que equivalen a las fronteras o marcadores
territoriales del grupo en relación con su entorno.
b. Los elementos del sistema. Son todos los miembros que componen el grupo familiar.
Estos se clasifican en categorías en función del nivel de responsabilidad y/o
autoridad hacia los otros.
c. La red de comunicaciones. Hace referencia a la comunicación interna entre los
miembros de la familia.
d. La historia familiar. Es el legado de costumbres, tradiciones y normas (no escritas)
que se heredan a través de las generaciones.

2) El eje funcional, que hace referencia a la forma y al estilo propio de funcionamiento


familiar. Lo cual está relacionado con los procesos de estabilidad y el cambio del
sistema. De acuerdo con Doherty y Peskay (1992), hay nueve principios básicos al
respecto:
- Los modelos y pautas de interacción familiar regulan el comportamiento de los
miembros que componen el sistema y tienden a repetirlos a través de las
generaciones.
- Las creencias familiares ejercen una poderosa influencia en la conducta individual
de cada uno de los miembros.
- La forma de interacción familiar más frecuente es la triádica.
- Los límites familiares claros son necesarios para el buen estado de salud familiar.
- La familia debe saber equilibrar la cohesión grupal con la autonomía individual.
- La flexibilidad es necesaria para evitar las disfunciones familiares.
- Los síntomas expresados por los miembros del sistema, frecuentemente, están al
servicio de la homeostasis familiar.
- Las pequeñas perturbaciones pueden ocasionar grandes cambios específicos.
- Cuando intervienen profesionales externos, estos pasan a convertirse en parte del
nuevo sistema familiar.

Por otro lado, cabe señalar que dentro de la familia operan las siguientes características:

a. Totalidad. La familia se comporta como un todo inseparable y coherente. Esta se


define como un conjunto organizado, un sistema total con unidades ligadas y no la
suma de elementos aislados. Los miembros que la componen son interdependientes
en sus actuaciones y todo cambio o movimiento aislado o individual repercutirá en
el conjunto (Watzlawick et. al, 1997:120).

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b. Autorregulación. Son los patrones y reglas de interacción (llamados mecanismos
adaptativos) que utiliza la familia para efectuar los cambios readaptativos a las
nuevas situaciones contextuales (dentro y fuera) del sistema familiar.
c. Equifinalidad. A pesar de todos los principios generales, no encontraremos jamás
dos sistemas familiares idénticos.

Otros principios básicos característicos de la familia son:

1. La ordenación jerárquica de los subsistemas. Comprende los aspectos relacionados


con el poder, las responsabilidades y las funciones de ayuda, protección y cuidado.
De este principio se desprende la regla de relaciones, que establece la necesidad de
definir cuál es la relación entre los miembros de un sistema (Ochoa de Alba,
1995:21).
2. Causalidad circular. Describe las relaciones familiares como una secuencia de
conductas de interacción recíprocas, que se van repitiendo de forma pautada. Esto
significa que debemos dejar de centrarnos en un esquema lineal de causa-efecto
que pregunta el por qué para pasar a un modelo que se cuestione el cómo, el cuándo
y el dónde.
3. Homeóstasis. Es la tendencia del sistema familiar a mantener su unidad, identidad y
equilibrio frente al medio. Un cambio en una parte o en un miembro del sistema es
seguido por otro movimiento compensatorio en otra parte o miembro para
restaurar el equilibrio perdido.

Por su parte, Smith (1995) destaca dos de las principales características sistémicas de las
familias, atendiendo los principios descritos de totalidad, circularidad y feedback:

- Los miembros de las familias son partes interdependientes de una totalidad y su


conducta siempre afectará a todos los demás.
- Para que la familia funcione de forma dinámica y adaptativa, necesita recibir
constantemente información procedente de su contexto inmediato. Así es como
podrá tomar decisiones, responder a las necesidades y modificar sus actuaciones.

Por lo tanto, podemos decir que la familia refiere al resultado de un proceso histórico de
construcción social de la realidad; para la que no existe una única descripción compartida,
dado la diversidad familiar que no puede reducirse a una sola definición (Casey, 1990).

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Fuente: Iturrieta, S. (2001). Perspectivas teóricas de las familias: Como interacción, como sistemas y como
construcción social. En “Conflictos Familiares ¿Cómo resolverlos? CED-Universidad Católica del Norte. Chile.

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1.2. CAMBIOS ESTRUCTURALES Y TIPOS DE FAMILIA: DINÁMICAS, ROLES Y
VÍNCULOS.

1.2.1. Cambios estructurales y tipos de familia

La familia no es un elemento estático, sino que ha evolucionado en el tiempo en


consonancia con las transformaciones de la sociedad. Con las transformaciones sociales,
culturales y económicas del país, la sociedad ha cambiado y, por ende, la estructura familiar
también ha experimentado cambios. Cada una de ellas tiene características que se
relacionan con el entorno en que se desarrollan, en aspectos como lo social, lo económico,
étnico, geográfico, religioso.

La familia como sistema social natural tiene características propias, tales como: el desarrollo
de un conjunto de papeles y reglas, una estructura de poder, patrones específicos de
comunicación y formas de negociación y resolución de problemas, a través de las cuales se
despliegan las funciones inherentes a su naturaleza como grupo y como institución. Dentro
de dicho sistema, los individuos están vinculados entre sí por un apego emocional intenso,
durable y recíproco, y por lealtades cuya fuerza puede fluctuar a lo largo del tiempo; pero
que se mantienen a través de la vida de la familia (Hernández, 1992).

Diversas disciplinas como la sociología, la economía, la pedagogía, la psicología, la historia,


la antropología, entre otras, han constatado que la institución familiar ha cambiado su
estructura y su conformación; ya que esta se encuentra sujeta a los cambios y fenómenos
sociales que ocurren en la sociedad. La estructura familiar hace referencia a las demandas
funcionales, organización de normas y pautas transaccionales1 que constituyen las formas
de interactuar de cada individuo dentro de la familia. Toda familia tiene características que
las hace parecer distintas o similares a otras. Las cuales se denominan características
tipológicas: la composición (nuclear, extensa o compuesta), el desarrollo (tradicional o
moderno), la demografía (urbana, suburbana o rural), la ocupación (campesino, empleado
o profesionista) y la integración (integrada, semi-integrada o desintegrada). Sin embargo,
hay otras características que son indispensables conocer para determinar el grado de
funcionalidad familiar. Estas se engloban en el conocimiento de la dinámica familiar y obliga
a conocer la jerarquía, entendiéndola como el nivel de autoridad que gobierna en la
organización familiar y que puede ser autoritaria, indiferente, negligente, indulgente,

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Las pautas transaccionales son las que normalizan la conducta de cada miembro y son conservadas por
dos sistemas de coacción: 1) Las normas universales a su vez existiendo funciones y jerarquías; y 2) La
característica de cada miembro involucrando sus intereses y expectativas (Quintero, 2007).

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permisiva o recíproca con la autoridad. Asimismo, los límites que representan las reglas que
delimitan a las jerarquías pueden ser, claros, difusos o rígidos. Y la comunicación, que no es
más que la forma en que la familia se expresa entre sí, puede ser, directa, enmascarada o
desplazada.

Cada sociedad tiene una cultura y, por ende, tiene su propio modelo de familia. Los distintos
modelos de familia son indicio claro de distinción de cultura (Moreno, 1998: 35, citado en
González, 2001). Actualmente, en la sociedad nos podemos encontrar con distintos tipos
de familia. Considerando que esta refiere a un conjunto de personas parientes que viven o
no en una misma casa, se tiene la siguiente clasificación:

1. Familia nuclear: Está formada por padre, madre e hijo, es la típica familia clásica.
2. Familia monoparental: Sólo hay un padre o madre e hijos o hijas.
3. Familia monoparental extendida: Hay un progenitor, hijos o hijas y personas de
la familia.
4. Familia monoparental compleja: Hay un progenitor y a su cargo hijos o hijas y
comparte vida con personas ajenas a la familia.
5. Familia unipersonal: Es una familia formada por un componente (soltero).
6. Familia compleja: Es una familia en la que en casa viven personas familiares y no
familiares.
7. Familia extendida: Es una familia que comparte hogar con personas familiares.

Por otro lado, se reconocen tres tipos de sistemas familiares que han ido evolucionando a
lo largo del tiempo:

1. Familia tradicional institucional. Es la propia de las sociedades premodernas. Su


organización interna es patriarcal y jerárquica, tanto en función del sexo, de la
edad como del orden de nacimiento de los hermanos. Estas desigualdades eran
consideradas justas y necesarias porque garantizaban la seguridad económica,
emocional y de pertenencia a un grupo doméstico. Por otro lado, el sistema de
roles es totalmente asimétrico, basados en la complementariedad rígida tanto
entre la pareja de adultos como entre padres e hijos. El único representante
social de la familia es el padre, al que se debe sumisión y obediencia.
2. Familia nuclear fusional. Se forma a partir de que los hijos se marchan del hogar
paterno para construir su propio hogar. La convivencia se reduce a dos
generaciones. La dinámica interna es asimétrica con una gran diferenciación y
especialización de tareas según el género. Los roles siguen siendo los
tradicionales, la reclusión de la mujer en el hogar para dedicación exclusiva al
cuidado del marido y de los hijos, la sitúa en una posición de indefensión y
dependencia económica hacia el esposo. El núcleo familiar realiza básicamente
las funciones de crianza y de socialización primaria.

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3. Familia postpatriarcal. Se trata de un modelo familiar que rompe con la posición
y la tradición patriarcal. Es una evolución del modelo nuclear, pero con una
relación simétrica entre la pareja de adultos. La finalidad de la familia es la
obtención de recompensas equitativas tanto a nivel afectivo como económico.
La duración del sistema dependerá del satisfactorio cumplimiento de los
objetivos individuales y grupales. Lógicamente, se aprecia un número más alto
de divorcios y de nuevos emparejamientos.

Principales características de los modelos familiares:

Fuente:Plaquer, L. y j., Soler (1990). Permanencia y cambio en la familia española. Estudios y encuestas, 18.
Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

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Cada familia es única, con distintos miembros, con diferentes modos de pensar y de sentir.
Sin embargo, algunas de las problemáticas más comunes por las que atraviesa el grupo
tienen que ver con el fortalecimiento de la capacidad de la familia para atender sus propias
necesidades, el equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades familiares; así como la
reducción de la violencia doméstica y el alivio de la pobreza.

La estructura de la familia sigue estando desigualmente distribuida en sus roles sexuales,


en el ejercicio del poder y de todas aquellas acciones sociales que determinan su dinámica
(Rodríguez, 2012). Por lo que se ha reformulado continuamente este concepto porque no
es una institución estática sino cambiante y con diferentes necesidades a satisfacer.
Entonces, podemos decir que el sistema familiar no se mantiene de forma indefinida en una
misma posición, debe cambiar, adaptarse y transformarse. Y para facilitar dicho cambio, las
familias recurren a dos mecanismos: responder con feedback positivos ante las nuevas
demandas y permeabilizar las fronteras permitiendo un buen flujo de comunicación entre
el entorno y la familia (Revilla, 2007).

Para hablar de la familia y los cambios que se han generado en esta institución, se deben
considerar 3 aspectos o dimensiones que reflejan las modificaciones en su composicion y
las relaciones internas, entre otros aspectos:

1) Grupo de personas que viven bajo el mismo techo, la amplitud y composición de


este agregado de corresidentes; así como las reglas con las cuales éste se
transforma y se divide.
2) Las relaciones de autoridad y de afecto al interior de este grupo de
corresidentes, así como los modos a través de los cuales éstos interactúan y se
tratan las emociones y los sentimientos que prueban el uno con el otro.
3) Las relaciones existentes entre grupos distintos de corresidentes que tengan
lazos de parentesco, además de la frecuencia con la cual se ven estos, se ayudan,
elaboran y persiguen estrategias comunes para acrecentar (o conservar) sus
recursos económicos, su poder y su prestigio (Barbagli, 2004; citado en
Gutiérrez, et al., 2016).

Cabe señalar que un sistema familiar, se divide en subsistemas para poder desempeñar sus
funciones. Los subsistemas no son absolutos y entran en funcionamiento de acuerdo al
momento familiar que se esté vivenciando, con sus roles, funciones y tareas específicas;
siendo los principales subsistemas:

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a) El «conyugal» (matrimonio): Se constituye cuando dos adultos de sexo diferente
se unen con la intención expresa de constituir una familia. La pareja debe desarrollar
pautas, modelos, prototipos, en los que cada esposo apuntala la acción del otro en
muchas áreas. Deberán ceder parte de su individualidad para lograr un sentido de
pertenencia.

b) El «parental» (padres): Se constituye al nacer el primer hijo. El funcionamiento


eficaz requiere que los padres y los hijos acepten el hecho de que el uso diferenciado
de autoridad constituye un ingrediente necesario del subsistema parental.

c) El «fraterno» (hermanos): Es el primer laboratorio social en el que los niños


pueden experimentar relaciones con sus iguales. En el mundo fraterno, los niños
aprenden a negociar, cooperar y competir.

Uno de los importantes resultados de la transición y transformación de la familia, ha sido la


pérdida del modelo tradicional del papel de padre caracterizado por su proceder rígido y
autoritario basado en la obediencia y sumisión de los hijos y de la pareja (Plaquer, 1999). El
modelo funcionalista de la moderna familia nuclear (propugnado por Parsons), que refiere
a la especialización de funciones y la diferenciación sexual del trabajo, está a punto de
desaparecer. Esto porque la división actual de los roles familiares, ya no corresponden a su
clasificación determinista de masculinidad-instrumentalidad y feminidad-expresividad.

En la actualidad, los roles desempeñados por el hombre y la mujer dentro de la familia, ya


no se encuentran tan divididos ni diferenciados en función del género. La capacidad de
adaptación de las nuevas generaciones a patrones de igualdad dentro del grupo familiar
han dejado en desuso los viejos modos de relación intrafamiliar, basados en la desigualdad
social y el machismo. Por lo tanto, la familia se encuentra en fase de acomodación buscando
fórmulas para reaccionar ante sus profundos cambios internos.

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1.2.2. Dinámicas, roles y vínculos en la familia.

Desde el enfoque institucional 2 , en primera instancia, la familia es una forma de


organización de las relaciones sociales. Desde la sociología, la particularidad de su
concepción como institución social radica en que las relaciones familiares se presentan
como un subsistema que se integra como una totalidad y se relaciona con un sistema más
amplio que es la sociedad, con la cual establece lazos de interdependencia.

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El enfoque institucional de la familia nació bajo el influjo de la idea de la sociedad en progreso. Desde esta
perspectiva, la explicación sobre los orígenes de la familia y las diferentes etapas de su desarrollo se interpreta
en estrecha relación con las transformaciones sociales más generales que en el ámbito público se producían.
Por otro lado, las determinantes del desarrollo familiar se busca en factores externos: económicos, políticos,
del derecho, demográficos, de urbanización, la moral social, en la relación entre producción y reproducción,
etc.

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La comprensión de la familia como institución social presupone entender el orden familiar
como una estructura cuya integración depende de una reglamentación jurídica y moral: de
deberes y derechos que se distribuyen desigualmente entre los miembros parientes y que
regulan las conductas y determinan las jerarquizaciones de roles y status. Existe algún orden
regulador que legitima su existencia y la familia se define mejor como estructura cuando el
orden es del tipo jurídico.

La familia, como cualquier sistema, lleva consigo una estructura; es decir, una organización
de la vida cotidiana que incluye reglas de interacción y una jerarquización de las relaciones
entre sus componentes. También, incluye reglas que regulan las relaciones entre los
familiares y las relaciones con el exterior y que indican quién pertenece y quién queda
excluido del grupo familiar (Parson y Bales, 1955).

Cabe mencionar que es importante el conocimiento de estas reglas, tanto explícitas como
implícitas, que condicionan las propias relaciones familiares, para conocer y comprender a
la familia y sentar las bases de cualquier tipo de intervención sobre ella; ya que, pueden
incidir de forma significativa en cómo la familia hace frente a los problemas de cada uno de
sus miembros y a su propia problemática como grupo. Dichas reglas están acordes con los
valores y creencias de la familia, y regulan la detección de las necesidades de sus miembros,
la comunicación y las conductas, que son de suma importancia para conocer la
funcionalidad del sistema.

Por otro lado, es imprescindible saber que la estructura familiar es asimétrica y la


funcionalidad del sistema requiere que así lo sea, siendo mayor la competencia en aquellas
familias cuyo liderazgo recae en los adultos (Beavers y Hampson, 1990). Asimismo, la
funcionalidad del sistema también es mayor cuando el liderazgo es democrático o existe
una autoridad flexible; mientras las familias caóticas y las rígidamente autoritarias, generan
modelos familiares con más carencias para el desarrollo y con menos satisfacción entre sus
miembros (Minuchin, 1984).

Desde el interaccionismo simbólico, los miembros de la familia:

- Se comunican a través de símbolos que son aprendidos y compartidos por todos.


- Definen el significado de sus relaciones internas y externas.
- Construyen de forma creativa el mundo social, que es su propia realidad social.
- Construyen y asumen el propio rol a la vez que se conoce y se espera la reacción
propia del papel de los otros miembros.
Las interacciones familiares facilitan la configuración de la propia identidad social que
definirá en gran medida la forma de interactuar con los demás individuos en los diferentes
roles sociales. Pero, dichas interacciones familiares están influidas, a su vez, por factores

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externos a la familia; ya que esta se encuentra inmersa dentro de un contexto social más
amplio y con diferentes tipos de interrelación.

Finalmente, cabe destacar que en la actualidad el concepto de familia presenta una


transformación sustancial en atención a los nuevos modelos sociales en que esta se
desarrolla. La familia ya no se considera integrada exclusivamente por los parientes y los
cónyuges como, tradicionalmente, se les identificaba al vincularla con el matrimonio y las
relaciones parentales. Según la dinámica social, se contemplan otras formas de relaciones
humanas donde los miembros que integran la familia se encuentran vinculados por lazos
de afecto, de respeto, de convivencia y de solidaridad (Oliva, 2013).

Desde los enfoques teóricos postmodernos, la familia contemporánea tiene el derecho de


definir sus problemas y de decidir cambios importantes y significativos para sus miembros;
ya que posee el potencial para auto organizarse y reestructurarse, según sus necesidades y
el contexto social. En la actualidad, la familia funciona por su propia dinámica, con nuevas
concepciones, en las que ha cobrado gran relevancia la planificación familiar y el control de
la fecundación; así como otras cuestiones y aspectos. Por lo tanto, la familia es considerada
como un núcleo natural, económico y/o jurídico de la sociedad.

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2. LA FAMILIA Y SU IMPACTO SOCIAL

2.1. LA FAMILIA COMO CÉLULA Y MODELO DE LA SOCIEDAD.

La familia constituye la célula básica de la sociedad, basada en los lazos de parentesco


conyugal y consanguíneo que se establecen por la vía del matrimonio y la procreación de
los hijos. Según Tuirán y Salles (1997), la familia es la institución base de cualquier sociedad
humana, la cual da sentido a sus integrantes y, a su vez, los prepara para afrontar
situaciones que se presenten. Asimismo, Levis-Strauss (1981) menciona que “la familia es
una organización única que constituye la unidad básica de la sociedad” por el hecho de ser
la institución o grupo donde los individuos crean, recrean, aprenden y transmiten símbolos,
tradiciones, valores y formas de comportamiento (Velasco y Sinibaldi, 2001). De ahí que la
familia tiene el objetivo de guiar a los miembros que la componen para enfrentarse al
entorno en el cual se desenvolverán social y culturalmete ante aspectos políticos,
económicos, entre otros.

La concepción de la familia como célula básica de la sociedad nace desde el enfoque


institucional, a través del cual no sólo se destaca la influencia que la sociedad ejerce sobre
la familia sino también el papel creador de la misma en el desarrollo de diferentes
estructuras sociales de la modernidad y de conductas y valores sociales que se socializan en
ese espacio. Desde esta perspectiva, la familia y sociedad son dos variables recíprocamente
determinadas; aunque, algunos sociólogos, destacaron más el papel activo de la sociedad
frente al de la familia.

Por otro lado, cabe destacar que la familia es el mecanismo de control social por esencia; el
espacio en donde se socializa a los nuevos miembros de la sociedad en las conductas
básicas, incluyendo las variadas formas de la represión social (creando mitos y ritos). Tal es

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el caso de la familia nuclear3, tipo de familia que si bien existe no es la más característica de
nuestra sociedad mexicana (González, 2001).

De tal manera que la familia constituye un campo clave para compresión del
funcionamiento de la sociedad. Cuando un ser humano nace, comienza en el seno de la
familia a aprender las normas del comportamiento que se consideran adecuadas, buenas o
morales; así desde pequeños se les enseñan las creencias religiosas y se les infunde una
escala de valores determinados y una serie de normas de conducta. Se socializa de este
modo al nuevo miembro haciéndose apto para la vida en sociedad a la que pertenece, de
acuerdo con sus diversas etapas de desarrollo, hasta que alcanza madurez biológica y social;
por lo que el individuo se encuentra preparado para formar él mismo su propia familia y
recomenzar el ciclo que nutre la vida social (Montero, 1992).

Por todo lo anterior, “la familia es un sistema autónomo, pero al mismo tiempo, es
interdependiente. No tiene la capacidad de autoabastecerse por sí sola, necesita a la
sociedad y ésta a la familia, porque su retroalimentación hace posible su permanencia”
(Planiol y Ripert, 2002: 178).

2.2. LA FAMILIA COMO AGENCIA DE SOCIALIZACIÓN Y EDUCACIÓN.

La familia es la primera escuela de valores que toda sociedad necesita, ya que por medio de
esta se introduce al ser humano a este sistema social. Podríamos decir que la familia es caja
de resonancia de la sociedad. La familia se encarga de transformar al ser humano en un ser
social, ya que en esta aprendemos las normas para la sobrevivencia y convivencia humana.
La vida en familia permite a cada persona, desarrollar una serie de valores y desechar otros.

De ahí que la importancia social de la familia se desprende de las funciones esenciales que
cumple, entre las que se destacan: la conservación de la especie humana que requiere la
perennidad de la familia y la preparación del individuo para la vida en sociedad, que no
puede recibirse en el ámbito complejo de esta, sino en el restringido del grupo familiar. Es
por esta razón por la que se afirma que la familia es la célula fundamental de la sociedad.

Por otro lado, la familia es el principal agente de educación; incluso podemos decir que es
el factor fundamental del ser humano. Su función educadora y socializadora está en base a
que como institución, supone un conjunto de personas que aceptan, defienden y

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La forma o estructura, así como el papel de la familia, varía según la sociedad. Con todo, la familia nuclear
(dos adultos, hombre y mujer, con sus hijos) es la unidad principal de las sociedades. La estructura familiar ha
variado con respecto a su forma más tradicional en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los
padres (Oliva y Villa, 2014).

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transmiten una serie de valores y normas interrelacionados a fin de satisfacer diversos
objetivos y propósitos. Como grupo formador, la familia es el sostén del individuo que
avanza en su formación personal y profesional; ya que el apoyo que recibe de sus familiares
es un impulso que lo obliga a rebasar sus límites físicos y mentales, con tal de ser un ejemplo
para ellos. Además, el vínculo emocional que se forma en el hogar con cada uno de los
integrantes del grupo, es la base para un equilibrio mental y emocional que todo individuo
requiere para crecer; porque este estimulo, es la motivación que requiere el sujeto para
iniciar o continuar con su desarrollo.

La meta de la familia es socializar al individuo. En los primeros años de vida, el niño está
todo el tiempo en contacto con la familia y se van configurando los cimientos de su
personalidad antes de recibir cualquier otra influencia. Los padres, en este proceso de
socialización actúan como modelos que los hijos imitan. Tras los primeros años de influencia
familiar, viene la educación institucional escolar,que cobra gran importancia. En esencia
podemos afirmar que Escuela y Familia se complementan, pero no se substituyen; dado que
son instituciones sociales asociadas en el mismo fin (la educación y socialización de los
individuos), pero diferentes en cuanto a su origen, composición y formas de cohesión
interna.

Sin duda alguna, la familia como red social primaria es esencial en cualquier etapa de la
vida; es el primer recurso y el último refugio en la vida del hombre. Su relevancia como
agente socializador y como promotor de cambios es incuestionable.

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