Está en la página 1de 11

Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes, y también cada uno de ustedes a través de la

línea telefónica en Puerto Rico, en los diferentes lugares del Caribe, y en toda la América Latina, y también
LA VID VERDADERA en Norteamérica y el Canadá.
Que Dios en esta mañana derrame Sus bendiciones sobre nuestros corazones y nos permita entender
Por William Soto Santiago Su Palabra.
1 de marzo de 1992 En esta mañana quiero leer una Escritura en el Evangelio según San Juan capítulo 15, y dice así: ``Yo
São José dos Campos, Brasil soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para
que lleve más fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.
El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.''
``LA VID VERDADERA.''
Que Dios nos bendiga y nos dé entendimiento de Su Palabra en esta mañana.

1
1 WILLIAM SOTO SANTIAGO

En esta parábola del Señor Jesucristo, El coloca al Padre celestial como el Labrador, y Jesucristo se coloca como la Vid verdadera; y
coloca a Sus hijos, a Sus discípulos, a Sus creyentes, como los pámpanos que llevarán fruto.
Ahora, vean ustedes, El dice que el que no lleva fruto será cortado y echado fuera, pero el que lleva fruto será limpiado, lo limpiarán y
llevará más fruto.
Ahora, vean ustedes, el Padre es el Labrador, Cristo se presenta como la Vid, y nos presenta a nosotros como los pámpanos.
Ahora, la vid es la que produce el fruto, pero lo produce a través de los pámpanos donde salen esos ramos de uva.
Ahora, encontramos que la forma en que Dios limpia los pámpanos donde se producen las uvas dice que es por la Palabra. Dice: ``ya
vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.'' Esa es la forma en que El prepara esos pámpanos. Dice: ``todo aquel que lleva
fruto, lo limpiará, para que lleve más.''
Ahora, a través del tiempo el Señor Jesucristo siendo la Vid verdadera, encontramos que ha estado produciendo fruto a través de las
Edades.
Encontramos que en el tiempo de los apóstoles o Edad apostólica produjo fruto ese pámpano de creyentes que allí surgió; y produjo el
fruto correspondiente para aquel tiempo, produjo lo que las Escrituras prometieron para aquel tiempo. En ellos se vio el fruto prometido, en
ellos se vio el cumplimiento de las promesas divinas tales como el bautismo del Espíritu Santo el día de Pentecostés, el día cincuenta.
También encontramos que a través de ese grupo de creyentes se vieron los frutos de las promesas hechas para aquel tiempo. Y grandes
señales y milagros se llevaron a cabo, y multitudes recibieron la Palabra y fueron añadidos a la Iglesia, fueron añadidos a esa Vid verdadera los
que habían de ser salvos.
Y luego pasó a otra etapa esta Vid verdadera para producir fruto. Cuando fue llamado el apóstol San Pablo (conocido anteriormente como
Saulo de Tarso), el Señor Jesucristo le apareció en esa Columna de fuego, en la cual le había aparecido a Moisés miles de años atrás.
Y encontramos que aquella Columna de fuego, cuando estuvo hablando con Moisés, le dijo: ``YO SOY EL QUE SOY. Y le dirás al
pueblo: YO SOY me ha enviado.'' Pero cuando le apareció a Saulo de Tarso, y él preguntó por Su nombre, le dijo: ``Yo soy Jesús.'' Ahí le
colocó el YO SOY, y entonces concluyó diciéndole ``Jesús.''
Ahora, a Moisés le dijo: ``YO SOY EL QUE SOY.'' A Saulo le dijo: ``Yo soy Jesús.'' El que era, el que es, y el que habría de venir.
Ahora, en el tiempo de San Pablo, allí encontramos que la primera Edad fue una rama o un pámpano que llevó el fruto correspondiente
para aquella Edad. Encontramos que cumplió la Palabra correspondiente, las promesas divinas correspondientes, y se estableció la primera
Edad de la Iglesia; y trajo a los gentiles las bendiciones de Abraham, la Bendición de la Primogenitura, en donde fueron añadidos a la Vid
verdadera aquella rama gentil de la primera Edad de la Iglesia gentil.
San Pablo, hablando de la Vid verdadera, o sea del Señor Jesucristo, también lo representó en el Olivo (a Cristo), y las ramas en los genti-
les.
Ahora, para cada Edad encontramos que la Vid verdadera dio fruto a través de ese pámpano en donde apareció el fruto.
Encontramos que el fruto que se produce a través del pámpano es el fruto de las promesas divinas para ese tiempo, para esa

2
LA VID VERDADERA 1

Edad, las cuales son manifestadas, cumplidas, en y a través de ese grupo de creyentes, que son el pámpano de la Vid para esa Edad
en que están viviendo.
Luego encontramos que en la segunda Edad también la Vid dio fruto, el fruto de la Palabra correspondiente para aquel tiempo. Y así por el
estilo en cada Edad la Vid verdadera, Cristo, ha dado el fruto de la Palabra para la Edad correspondiente. Y esa Vid verdadera es conocida por
el fruto; porque ``por sus frutos los conoceréis'', dijo el Señor Jesucristo.
Ahora, la Vid verdadera en cada Edad ha dado el fruto de la Palabra prometida para cada Edad. En eso se diferencia la Vid verdadera de
cualquier otra vid; porque cualquier grupo religioso en donde no se vea el fruto de la Palabra correspondiente para el tiempo en que está
viviendo, no es la Vid verdadera, o sea, no pertenece a esa Vid verdadera; por lo tanto no puede ser señalado ese pámpano como un pámpano
que está en la Vid verdadera.
Encontramos que a través del tiempo hubo (y en la actualidad también hay) muchas religiones y sectas religiosas. Pero solamente son
identificados los pámpanos verdaderos, colocados en la Vid verdadera, por el fruto de la Palabra prometida para el tiempo en que están
viviendo.
Encontramos que si el pámpano no lleva el fruto de la Palabra correspondiente para ese tiempo, dice que será cortado y echado fuera, y
luego lo echan en el fuego.
No es asunto de ser o pertenecer a una secta religiosa, o a alguna religión, sino ser verdaderos pámpanos colocados en la verdadera Vid,
que es Cristo, dando el fruto de la Palabra correspondiente para el tiempo en que viven.
Ahora, para cada tiempo Dios ha tenido Palabra asignada, una porción de Su Palabra. Y solamente los pámpanos verdaderos colocados en
la Vid verdadera son los únicos que pueden dar el fruto directamente de Cristo, la Vid verdadera. Y Cristo, la Vid verdadera, a través de esos
pámpanos producirá lo que El prometió para ese tiempo. Y entonces se ve el cumplimiento de lo que Dios prometió para ese tiempo, se ve a
través de los pámpanos; pero es la Vid, Cristo, produciendo ese resultado, ese fruto, produciendo el cumplimiento de las promesas divinas para
ese tiempo.
Por esa causa San Pablo decía: ``No vivo ya yo, vive Cristo en mí.'' Era Cristo produciendo los frutos en aquella primera Edad, era Cristo
en la segunda Edad, en la tercera, en la cuarta, en la quinta, en la sexta, en la séptima también, y es Cristo en este tiempo final.
Así que el cumplimiento de las promesas divinas para cada Edad, solamente las puede cumplir el Señor Jesucristo, pero a través de los
pámpanos; porque el fruto de la Vid aparece en los pámpanos. Y El dijo: ``vosotros sois los pámpanos.'' El dijo: ``yo soy la vid, y el labrador es
mi Padre.''
Encontramos que El se representó en la Vid, y representó a Su Iglesia en los pámpanos. Todo el fruto de Cristo, toda promesa hecha por
Cristo, El la realiza a través de los pámpanos, que es Su cuerpo místico.
Muchas personas no han podido ver a Cristo produciendo lo que el prometió para cada Edad o dispensación porque no se han dado cuenta
que la Vid produce el fruto a través de los pámpanos.
Por lo tanto, Cristo produce, cumple, lo que El prometió a través de Su Iglesia. Y en medio de Su Iglesia, Su cuerpo místico, es visto el

3
1 WILLIAM SOTO SANTIAGO

fruto: el cumplimiento de toda promesa que El ha hecho para cada Edad, para cada tiempo.
Así que ver a Jesucristo, la Vid verdadera, cumpliendo lo que El prometió para cada tiempo, es sencillo: en los pámpanos estará
el fruto, el cumplimiento de lo que El prometió.
Por ejemplo, el Señor Jesucristo dijo: ``Yo soy la luz del mundo, y el que me sigue no andará en tinieblas.'' El se identificó como la luz.
Ahora, cuando envió a San Pablo a los gentiles, le dijo a San Pablo: ``Yo te he puesto por luz a los gentiles.'' Por lo tanto, Cristo en San
Pablo estaría alumbrando a los gentiles, estaría dando el fruto de esa luz, para alumbrarle el entendimiento, el alma y el espíritu a los gentiles,
en la primera Edad de la Iglesia gentil.
Ahora, siempre cada grupo es encabezado en el mensajero, y la obra que el Señor hace a través del mensajero es compartida con el grupo
completo.
Así que para cada Edad El ha prometido un fruto. Una cosecha se lleva a cabo en cada Edad, una cosecha de promesas divinas, las cuales
son vistas en su cumplimiento en el grupo de cada Edad.
Cada pámpano lleva su ramo de frutos. Algunas veces encontramos que unos ramos de uvas son más hermosos que otros ramos de uvas,
porque unos están en un pámpano y otras están en otro pámpano.
Ahora, nosotros tenemos para el fin del tiempo grandes promesas divinas que están en la Escritura, que fueron dadas por Dios a través de
Sus profetas, desde el primero hasta el último, y han sido escritas. Y esas promesas divinas para el fin del tiempo, esas grandes bendiciones
para el fin del tiempo, esa obra divina que El ha prometido llevar a cabo en el fin del tiempo, ¿dónde la veremos realizada? porque ese será el
fruto de la obra divina: Será visto ese fruto en los pámpanos, que son los escogidos de Dios. En los pámpanos, que somos nosotros, serán
vistas esas promesas divinas siendo cumplidas.
Por ejemplo, en el tiempo final ha sido hecha una promesa para el fin del tiempo, El dijo: ``Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta,
y juntarán a sus escogidos.'' Y esto es así para gentiles y para hebreos. Tanto los escogidos gentiles como los escogidos hebreos tienen esta
promesa de esta trompeta y este ministerio.
Ahora, las personas que no entienden que el fruto aparece en los pámpanos (ahí se lleva el fruto), están buscando por todos los lugares que
Dios cumpla esa promesa.
¿Pero dónde es que hay que buscar el fruto, el resultado, el cumplimiento, de lo que Dios prometió para el fin del tiempo? En los pámpa-
nos que están en la Vid verdadera, porque en esos pámpanos aparecerá el fruto de toda promesa que Dios ha hecho a Sus hijos para el tiempo
final.
No va a ser visto el fruto en otro lugar, porque la Vid verdadera produce el fruto a través de los pámpanos, que son el cuerpo místico del
Señor Jesucristo en cada Edad.
Y para la nuestra, que es la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad eterna del Señor Jesucristo, la Edad de la Segunda Venida de Cristo,
todos los frutos prometidos para este tiempo final, todas las promesas divinas para el fin del tiempo, todas las bendiciones de Dios prometidas
a los hijos de Dios, serán cumplidas y vistas en los pámpanos, el cuerpo místico del Señor Jesucristo en el fin del tiempo, en la Edad de la

4
LA VID VERDADERA 1

Piedra Angular.
Ya cada Edad pasada llevó su fruto, ya Cristo dio Su fruto a través de cada Edad, cumplió las promesas de cada Edad del pasado, y llamó
a los escogidos de cada Edad.
Y solamente queda un grupo en el fin del tiempo, los escogidos del fin del tiempo, que son los pámpanos como individuos. Y como
grupo, siendo el grupo de la Edad de la Piedra Angular, es el pámpano final que ha nacido del tronco de la Vid; no ha nacido de una
rama de una Edad del pasado, sino del mismo tronco.
Y esa rama del mismo tronco estará produciendo el cumplimiento de toda Escritura prometida para el fin del tiempo. Toda promesa hecha
a los escogidos será cumplida en el fin del tiempo a través de esa rama que ha salido del tronco de la Vid. La Edad de la Piedra Angular es esa
rama, pues ya las demás Edades pasaron y dieron su fruto.
Así que en la rama de la Edad de la Piedra Angular producida por la Vid verdadera, por Cristo, serán vistos todos esos frutos. De ese
pámpano de la Vid verdadera saldrán todos los frutos de toda promesa hecha para los escogidos en el fin del tiempo.
Dice: ``Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a todos los escogidos.'' La primera, segunda, tercera, cuarta, quinta,
sexta y séptima Edad, no produjo ese fruto, no produjo ese ministerio de los Angeles, ese ministerio de Moisés y Elías, con el Mensaje de la
gran Voz de trompeta llamando y juntando a todos los escogidos.
¿Por qué? Porque esos pámpanos pasados no tenían esa promesa, por lo tanto el fruto de ellos produjeron... Ninguno de ellos pudo
producir el fruto de la promesa de los Angeles con gran Voz de trompeta, en ninguna de esas siete Edades se vio ese fruto, en ninguna de esas
Edades se vio esa promesa cumplida.
Pero esa promesa siendo para el fin del siglo, para el fin del tiempo, para el cual El dijo que se llevaría a cabo la cosecha, la siega, y serían
enviados Sus Angeles, y se llevaría a cabo esa labor, para el fin del siglo o fin del tiempo es que en la Vid verdadera se vería ese fruto, pero en
los pámpanos. Y sería la Vid verdadera, Jesucristo, produciendo ese fruto, produciendo el cumplimiento de esa promesa, y juntando así a
todos los escogidos, los cuales pertenecen a esa Vid verdadera.
Esa Vid verdadera siendo Cristo y nosotros Sus pámpanos, esa Vid verdadera que es Cristo, es el Arbol de la Vida. Y vean
ustedes, en esa Vid verdadera nosotros estamos colocados. Por lo tanto en el registro de esa Vid verdadera nosotros aparecemos como
los pámpanos en donde El produciría el fruto, aparecemos escritos en ese Libro de la Vida del Cordero, en ese Libro de la Vida de la
Vid verdadera.
También tenemos la promesa para el fin del tiempo del Mensaje de la trompeta final para llamar, juntar y preparar a todos los escogidos
que están vivos, prepararlos para la transformación de sus cuerpos, y para la Resurrección de los que han partido en Edades pasadas y algunos
de los nuestros.
Esa trompeta final nunca fue escuchada en las Edades pasadas, porque las Edades pasadas no podían producir ese fruto, esa trompeta final.
Si en la primera Edad se produce esa trompeta final, todos los muertos de aquel tiempo de la primera Edad y de la etapa apostólica resucitaban
en ese tiempo; y quedábamos nosotros y los demás de las otras Edades sin aparecer en la Tierra en cuerpos mortales.

5
1 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Pero esa promesa era para el fin del tiempo, por eso es señalada como la trompeta final, y no como la primera trompeta que sonó el
apóstol San Pablo.
Encontramos que ninguna de las siete Edades tuvo la trompeta final, el Mensaje final del Señor Jesucristo, el Mensaje final de la Vid
verdadera.
Por lo tanto hubo que esperar hasta el fin del siglo, hasta el fin del tiempo, en donde la Vid verdadera produciría ese fruto, la Vid verdadera
traería ese Mensaje final y lo manifestaría en las ramas, lo manifestaría en los pámpanos, lo manifestaría en el fin del tiempo en la Edad de la
Piedra Angular, que es el último pámpano que llevará todos estos frutos de la Palabra, llevará el fruto de la trompeta final, de la gran Voz de
trompeta, del ministerio de Moisés y Elías, que es el ministerio de los Angeles, que es el ministerio de los dos Olivos, que es el ministerio del
Señor Jesucristo, de la Vid verdadera, por medio de Su Angel mensajero en la Edad de la Piedra Angular.
El no podía enviar a Su Angel mensajero en las Edades pasadas, porque ese mensajero sería enviado en el fin del siglo, en el fin del tiempo,
con el doble ministerio de Moisés y de Elías.
Y esto sería visto en los pámpanos, sería visto en la Edad de la Piedra Angular, en la etapa final del cuerpo místico del Señor Jesucristo.
La Edad de la Piedra Angular, que es la Edad eterna y final del cuerpo místico del Señor Jesucristo, tiene que producir todos estos frutos
de la Palabra, tiene que producir todas estas promesas hechas por el Señor Jesucristo para el fin del siglo.
Y toda cosa que Dios ha dicho en Su Palabra que Dios llevará a cabo, lo hará a través de los pámpanos, a través de la Edad de la Piedra
Angular, que es la Edad eterna de la Iglesia del Señor Jesucristo; siendo como Edad, como grupo, el último pámpano en donde estarán todos
estos frutos, todas estas promesas, convertidas en una realidad.
Y nosotros, como pámpanos, tendremos ese fruto, tendremos esas promesas realizadas para nosotros, y seremos los portadores de
todas esas promesas siendo hechas realidad en nosotros y para nosotros.
Y en el Mensaje de nuestro tiempo estarán todas esas promesas siendo dadas a conocer, y así las personas podrán ver el fruto de toda
promesa hecha para el fin del tiempo a los escogidos siendo una realidad en medio de nosotros. Y así las personas al mirar, podrán ver todas
esas promesas en nosotros, podrán ver que tenemos todas esas promesas, cada una convirtiéndose en una realidad en medio nuestro; porque es
en los pámpanos en donde se ve el fruto de la Vid verdadera.
La Vid verdadera, así como fue identificada en cada Edad por el fruto que llevó en cada Edad, que fue el cumplimiento de las promesas
divinas para cada Edad...
En cada Edad se cumplió el ministerio de cada ángel del Señor Jesucristo, o sea, cada Edad llevó el fruto de un mensajero prometido por
Dios. Esa Edad entonces, como Edad fue el pámpano de ese tiempo colocado en la Vid verdadera; por lo tanto esa Edad fue el pámpano en el
cual se vio el mensajero enviado por el Señor Jesucristo, y fue identificada cada Edad como el pámpano verdadero colocado en la Vid
verdadera al llevar el mensajero correspondiente para ese tiempo, y las obras que el Señor Jesucristo llevó a cabo en esa Edad.
Así también es identificado el pámpano de la Edad de la Piedra Angular en este tiempo final; porque los frutos de las promesas divinas
hechas por el Señor para el fin del tiempo, son manifestadas, realizadas, en el pámpano de la Edad de la Piedra Angular, al cual cada uno de

6
LA VID VERDADERA 1

nosotros pertenecemos, para que como grupo tengamos el fruto de cada una de las promesas que Dios ha hecho para Sus hijos para este
tiempo final.
Por esa causa estamos esperando la Resurrección de los muertos en Cristo y la Transformación de nosotros los que vivimos, porque ese es
un fruto también que tendrá que ser visto en el pámpano de la Edad de la Piedra Angular, porque ya los demás terminaron su labor, y los
escogidos pasaron al Paraíso.
Y luego como ya no llevan fruto esas Edades pasadas (es porque no están ya conectadas a la Vid verdadera), El dice que serán cortadas y
echadas al fuego.
Pero el pámpano verdadero que lleva fruto, porque está colocado en la Vid verdadera, será limpiado por la Palabra. Y en este tiempo final,
por la Palabra del Señor Jesucristo, por el Mensaje del Evangelio del Reino, El limpia el pámpano de la Edad de la Piedra Angular, ¿para qué?
para que lleve más fruto.
Vean ustedes, estamos nosotros viviendo en el tiempo en el cual es posible para cada escogido, y también para nuestra Edad, llevar más
fruto del que ya hemos producido.
Así que la Edad de la Piedra Angular, como buen pámpano colocado y nacido de la Vid verdadera, producirá más fruto. Todavía falta más
fruto de ser producido, tanto para los escogidos de entre los gentiles, como también producirá más fruto para los escogidos de entre los
hebreos.
O sea, que este pámpano que está colocado a la Vid verdadera producirá el fruto prometido para el pueblo hebreo también, porque será
limpiado con la Palabra del Evangelio del Reino para producir fruto, no solamente entre los gentiles, sino entre los hebreos también.
Así que nosotros estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, estamos viviendo en el tiempo de esa Vid que fue
simbolizada con José, la cual extendería sus ramas hasta el cielo.
Así que José siendo una rama fructífera, estaba representando a Cristo y Su Iglesia.
La bendición para José aparece en el capítulo 49, verso 22 en adelante, y dice (Génesis 49:22-26): ``Rama fructífera es José, rama
fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
Le causaron amargura, le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros;
Mas su arco se mantuvo poderoso, y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob (por el nombre del
Pastor, la Roca de Israel),
Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con
bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre.
Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán
sobre la cabeza de José, y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos.''
Ahora vean, todas estas bendiciones pasan a Cristo y Su Iglesia, la cual recibe bendiciones, las bendiciones de la Primogenitura, y hasta los
collados eternos.

7
1 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Por lo tanto esta Vid verdadera con Sus pámpanos, con Sus ramas, tiene las bendiciones divinas; y por esa causa se cumplen en ella todas
las promesas divinas correspondientes para los tiempos pasados y para el fin del tiempo, para Edades pasadas de la Iglesia y para la Edad de la
Piedra Angular, con bendiciones eternas, con las bendiciones de la Primogenitura, con bendiciones del cielo, de los collados eternos; porque
son la Vid y Sus pámpanos produciendo el fruto de la Palabra prometida para cada tiempo.
Esa es la forma en que el Señor Jesucristo lleva a cabo Su obra. Como la llevó en las Edades pasadas, también en nuestra Edad eterna la
lleva a cabo; y por esa causa en el fin del tiempo El enviaría Su Angel mensajero, como dice Apocalipsis 22, verso 16: ``Yo Jesús he enviado
mi ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias.''
En el fin del tiempo El envía Su Angel, pero ¿dónde? En la Vid verdadera. Y es la Vid verdadera el que envía Su Angel a la Edad de la
Piedra Angular, a la Edad del pámpano final, que producirá todas estas promesas en el fin del tiempo.
Es en el fin del tiempo en donde todas estas promesas se convierten en una realidad como el fruto del pámpano final de la Edad de la
Piedra Angular a través del cual el Señor Jesucristo cumple todas estas promesas.
Es a través de Su cuerpo místico, en el fin del tiempo, donde se vería el fruto de todas estas promesas, y donde serían sellados en sus
frentes los escogidos, comenzando con los escogidos de entre los gentiles y luego continuando con los escogidos del pueblo hebreo; porque
para eso El envía Su Angel mensajero con el Sello del Dios vivo, para el Señor Jesucristo llevar a cabo, por medio de Su mensajero, la obra del
fin del siglo con el Mensaje del fin del siglo.
Así que la Vid verdadera es identificada por el fruto que lleva a través de los pámpanos.
Tenemos la historia de la Vid verdadera, pero también tenemos la historia de la vid falsa. La vid falsa, el fruto que ha producido, ha sido en
contra de la Vid verdadera, ha sido persiguiendo y matando a los escogidos de Dios, a la Vid verdadera, a los pámpanos de la Vid verdadera.
Así que vean ustedes, por el fruto es conocida la Vid: porque la Vid verdadera lleva el fruto en los pámpanos, y la Vid verdadera es Cristo;
y la vid falsa es el diablo.
Así que la vid falsa a través de sus diferentes ramas produce los frutos en contra de la Vid verdadera, persiguiéndolos a través de las Eda-
des y matándolos, y levantándose en contra de la obra que se está llevando a cabo en la Vid verdadera.
Así que las persecuciones que hemos visto a través de la historia, las persecuciones a los verdaderos cristianos, no ha sido otra cosa sino la
vid falsa con sus ramas atacando, persiguiendo y destruyendo la Vid verdadera. Una persecución, una lucha de dos vides: la Vid verdadera,
que es Cristo, con Sus pámpanos, Sus ramas; y la vid falsa, que es el diablo con sus ramas, sus pámpanos, produciendo fruto en contra del
programa divino.
Ahora, nosotros estamos en el fin del siglo, el fin del tiempo, y las promesas para el fin del tiempo ya son muy conocidas. El Señor
Jesucristo dijo: ``dejen crecer el trigo y la cizaña juntos hasta el tiempo de la siega.'' Y El dijo que el tiempo de la siega era el fin del siglo, y en
el fin del siglo El dijo que enviaría Sus Angeles.
¿Dónde aparecería el ministerio de Sus Angeles como un fruto del Señor Jesucristo cumpliendo Su promesa? En los pámpanos, en el
pámpano final, en la Edad final, la Edad de la Piedra Angular. Y ese sería el ministerio de Cristo manifestado y simbolizado en el ministerio de

8
LA VID VERDADERA 1

los Angeles, el ministerio de Moisés y Elías.


Así que el ministerio de Cristo en la Edad de la Piedra Angular estaría manifestado en Su Angel mensajero, en el espíritu y virtud de
Moisés por segunda vez, y en el espíritu y virtud de Elías por quinta vez.
Muchas personas están buscando las dos ramas de Olivo, o sea, el ministerio de Moisés y el ministerio de Elías. Lo buscan por allá, lo
buscan por acá, pero ¿dónde hay que buscarlo? Hay que buscar ese ministerio, que es un ministerio de Cristo para el fin del tiempo, en el
pámpano final; porque ya los demás pámpanos pasaron; y ellos produjeron el ministerio de cada tiempo. Cristo en ellos produjo ese ministerio.
Siempre ha sido Cristo, la Vid verdadera, produciendo el fruto, el cumplimiento de lo que El prometió para cada tiempo, cumpliendo así la
promesa de enviarle un mensajero con un Mensaje, y recoger así los escogidos de cada tiempo.
Nuestro tiempo es el más grande, el más glorioso de todos los tiempos. Es el único tiempo en donde el Señor Jesucristo manifiesta un
doble ministerio para gentiles y para hebreos también. Es un tiempo en donde el fruto es mayor, es doble, es un tiempo en donde toda la planta
o árbol de la Vid será recogido, y será colocado nuevamente el árbol completo con todos los pámpanos.
¿Y cómo será esto? A la final trompeta, dijo San Pablo: ``porque será tocada la trompeta y los muertos en Cristo serán resucitados
incorruptibles.'' Cada Edad con su mensajero y con las personas escogidas de esa Edad, resucitarán; y ahí estará el pámpano de cada Edad en la
Vid verdadera.
Y nosotros los que vivimos (la Edad de la Piedra Angular, el pámpano final), seremos transformados. La Vid verdadera con Sus pámpanos
recibirá la bendición del Altísimo; recibirán los pámpanos una transformación y seremos iguales a la Vid verdadera, seremos a imagen y
semejanza del Señor Jesucristo.
Así que si durante el tiempo en que hemos estado en estos cuerpos mortales, corruptibles, hemos producido buen fruto, el fruto prometido
para cada tiempo, ¿cómo será cuando toda la planta de la Vid verdadera con Sus pámpanos esté resucitada y transformada? Seguirá produ-
ciendo frutos para toda la eternidad, porque somos Reyes y Sacerdotes, y reinaremos con Cristo mil años para comenzar.
Así que lo que le espera a esta Vid verdadera con Sus pámpanos es algo glorioso.
El futuro de la humanidad está descansando sobre esta planta, esta Vid verdadera y Sus pámpanos. Sobre esta Vid verdadera y
Sus pámpanos, que es Cristo, el Esposo, y Su Esposa, está descansando el futuro de la humanidad. No solamente de los que viven en
este tiempo, sino de los que vivieron en el pasado también, y de los que vivirán en el futuro.
Así que vean ustedes esta planta, la Vid verdadera con Sus pámpanos, estará produciendo frutos para vida eterna. Ya ha producido frutos
para vida eterna y continuará produciendo frutos para vida eterna.
Y nosotros también como hijos de Dios somos frutos de la Vid verdadera, por esa causa nuestros nombres están escritos en el Libro de la
Vida del Cordero, están escritos en el registro de la vid verdadera.
Así que hemos visto esta planta: la Vid verdadera y Sus pámpanos, y el Labrador, que es Dios. Y hemos visto que nosotros somos parte
de esa Vid verdadera, somos Sus ramas, Sus pámpanos, en donde El, Cristo, manifiesta Sus promesas, materializa toda promesa que El ha
hecho para cada tiempo.

9
1 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Por lo tanto las promesas para nuestro tiempo las veremos manifestadas en nosotros, porque somos los pámpanos (como indivi-
duos) de la Vid verdadera. Y como grupo de creyentes, el grupo de la Edad de la Piedra Angular es el pámpano final que llevará
todos los frutos de toda promesa que El ha hecho para el fin del tiempo y también para el glorioso Reino milenial.
Así que lleva el fruto del Mensaje del Evangelio del Reino, lleva el fruto del ministerio del Angel del Señor Jesucristo con el espíritu y
virtud de Elías, lleva el fruto de los escogidos del fin del tiempo que serían juntados, serían recogidos, y sellados en sus frentes con el Sello del
Dios vivo.
No hay otro lugar donde puedan ser llamados y juntados con el Mensaje de la trompeta final, y sellados en sus frentes los escogidos. Fuera
de la Vid verdadera y el pámpano de la Edad de la Piedra Angular, no hay otro lugar.
Por esa causa el pueblo hebreo, 144 mil, también serán llamados y juntados en la Edad de la Piedra Angular, y sellados en sus frentes con el
Sello del Dios vivo.
No hay tampoco otra Edad o dispensación en donde se encuentre el Mensaje del Evangelio del Reino; tampoco hay otra Edad en donde
haya comenzado la Dispensación del Reino; sólo en nuestra Edad, porque nuestra Edad tiene, en forma de semilla, toda promesa divina.
El colocó en nuestra Edad toda simiente y toda vida que El vivificaría en el fin del tiempo. Por esa causa las grandes promesas El las colo-
có para el fin del tiempo. ¿Dónde? En la Edad de la Piedra Angular, en el pámpano de la Vid verdadera, el pámpano final con los frutos finales
de la Vid verdadera, para bendición de todos los escogidos de Dios.
Así que ¿dónde recibirán los escogidos la Bendición de la Primogenitura? En la Vid verdadera. ¿Y dónde se manifestará esa Bendición de
la Primogenitura? En los pámpanos, que somos nosotros, como individuos. Como grupo, pues es la Edad de la Piedra Angular. Como
dispensación, es la Dispensación del Reino.
Así que todos los frutos de la Palabra, de Cristo la Palabra, no serán vistos en cualquier lugar, sino en los pámpanos, que somos nosotros
como individuos; y como grupo en el pámpano de la Edad de la Piedra Angular.
Así que vean ustedes, no hay otro lugar para buscar las bendiciones de Dios, solamente en la Vid verdadera, y esos frutos y bendiciones
siendo manifestados a través de los pámpanos de la Vid verdadera, que son el cuerpo místico del Señor Jesucristo.
Así que la bendición que nosotros tenemos en el fin del tiempo es tan grande que no hay palabras para expresar esa bendición tan grande.
Solamente la podemos expresar por la Palabra de Dios prometida para este tiempo final.
Y para ver la bendición tan grande que tenemos, solamente viendo lo que está prometido, y luego viendo el fruto de esa Vid verdadera, de
Cristo, a través de los pámpanos, como individuos, que somos nosotros; y como Edad, la Edad de la Piedra Angular, como el pámpano final y
mayor en donde El cumpliría, manifestaría, estos frutos de Su Palabra.
Así que no hay otro lugar para ver los frutos de Jesucristo prometidos para el fin del tiempo. No hay otro lugar para ver el cumplimiento de
las promesas divinas para el fin del tiempo, sino el pámpano final de la Edad de la Piedra Angular en este tiempo final; y en nosotros como
individuos, como pámpanos, llevando mucho fruto en el programa divino y en la obra de Dios, trabajando para que se cumpla todo el
programa de Dios correspondiente para este tiempo final.

10
LA VID VERDADERA 1

Como individuos tenemos que llevar los frutos de las promesas divinas para el fin del tiempo, tenemos que llevar todo lo que está
prometido para nuestro tiempo, el Mensaje, la Edad, tenemos que llevar todo lo que corresponde a nuestro tiempo, y por último
llevaremos el fruto del cuerpo eterno, y entonces seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo. Todo esto está en la Vid
verdadera: ``La Vid verdadera y sus ramas.''
Que Dios nos continúe bendiciendo a todos, que Dios nos guarde, y que Dios nos ayude para que demos mucho fruto en este tiempo final.
Por la enseñanza de la Palabra El nos limpia y nos prepara para llevar más fruto. Así cada uno de nosotros llevaremos entonces lo que
deseamos llevar. Yo deseo llevar a ciento por uno en este tiempo final. ¿Y ustedes? Ustedes también, porque pertenecemos al pámpano final
de la Vid verdadera. ``La Vid verdadera y Sus pámpanos.''
¿Cuántos están contentos por pertenecer a esa Vid verdadera y ser los pámpanos de la Vid verdadera del tiempo final como individuos, y
pertenecer al pámpano final de la Vid verdadera, pertenecer a la Edad de la Piedra Angular, la Edad eterna, la Edad del pámpano eterno?
Que Dios entonces derrame Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes, y también sobre mí. Las bendiciones correspondientes a la Vid
verdadera y Sus pámpanos.
Muchas gracias por vuestra amable atención, amigos y hermanos presentes, y también a cada uno de ustedes a través de la línea telefónica
en Puerto Rico, en el Caribe, en toda la América Latina, en Norteamérica y el Canadá, y también los que a través de esta película de video han
estado escuchando este tema: ``La Vid verdadera y Sus pámpanos.''
Que Dios nos continúe bendiciendo a todos, y que produzcamos más y más fruto en este tiempo final, bien colocados en la Vid verdadera.
Que Dios sea con cada uno de nosotros, y que pronto se realice el fruto de la Resurrección de los muertos en Cristo y la Transformación
de nosotros los que vivimos.
Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín.
Será hasta la tarde, Dios mediante. Esperamos que Dios nos continúe bendiciendo a todos, y así crezcamos en el conocimiento del progra-
ma divino para nuestro tiempo y llevemos más fruto del que hemos llevado el año pasado y años anteriores.
Este año queremos llevar más fruto, porque somos los pámpanos de la Vid verdadera.
Así que con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín.
``LA VID VERDADERA.''

11

También podría gustarte