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EL MISTERIO

DEL ACEITE PARA


LAS LÁMPARAS
Domingo, 6 de septiembre de 1998
Ciudad de México, México
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
EL MISTERIO DEL
ACEITE PARA LAS LÁMPARAS

Dr. William Soto Santiago


Domingo, 6 de septiembre de 1998
Ciudad de México, México

M uy buenos días, amados amigos y hermanos


presentes aquí en Santa Martha, Distrito Federal (o
sea, México, Distrito Federal). Es para mí un privilegio
muy grande estar con ustedes aquí en la República
Mexicana, para compartir con ustedes unos momentos
de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su
Programa correspondiente a este tiempo final; y también
estar con ustedes, amigos y hermanos, a través de internet
y diferentes formas en que puedan estar escuchando en
esta ocasión.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto,
sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y nos abra
las Escrituras, y nos enseñe Su Palabra, y nos bendiga con
Su Palabra en esta ocasión; y nos abra también plenamente
nuestra alma, nuestro corazón, para recibir y entender Su
Palabra. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén
y amén.
Leemos en Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14. Vamos
4 Dr. William Soto Santiago
a tener que leer todo este pasaje, ya que es un pasaje muy
importante, el cual muestra la Iglesia de Jesucristo y la
Obra de Cristo formando, o sea, construyendo Su Iglesia
durante sus diferentes etapas. Dice, capítulo 4, verso 1 en
adelante, de Zacarías:
“Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó,
como un hombre que es despertado de su sueño.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí
un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus
siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para
las lámparas que están encima de él;
Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito,
y el otro a su izquierda.
Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba
conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?
Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo:
¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.
Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es
palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército,
ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de
los ejércitos (¿Ha dicho quién? Ha dicho Jehová de los
ejércitos).
¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel
serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con
aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.
Vino palabra de Jehová a mí, diciendo:
Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta
casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová
de los ejércitos me envió a vosotros.
Porque los que menospreciaron el día de las
pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano
de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que
El misterio del Aceite para las lámparas 5
recorren toda la tierra.
Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos
a la derecha del candelabro y a su izquierda?
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos
ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten
de sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y
dije: Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante
del Señor de toda la tierra”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL ACEITE
PARA LAS LÁMPARAS”.
En este pasaje que hemos leído, encontramos el
candelabro con siete lámparas y con un depósito encima, y
con dos olivos, o sea, dos árboles de olivo; dos árboles de
olivos, que están uno a la derecha y el otro a la izquierda
del candelero o candelabro.
En el templo que construyó Salomón y también en el
que había construido Moisés, en el lugar santo también
fue colocado el candelero o candelabro con siete lámparas
también.
Así como también en esta visión que tuvo Zacarías,
vio el candelabro con siete lámparas; y ahí encontramos
a la Iglesia de Jesucristo representada en ese candelabro.
Por eso dice que será sin ejércitos: “será sin fuerza y sin
ejército, mas con el Espíritu del Señor”, “mas con mi
Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”.
La creación o construcción de la Iglesia de Jesucristo
no es con fuerza humana o con ejército humano, sino con
el Espíritu de Dios; y desde el Día de Pentecostés hacia acá
6 Dr. William Soto Santiago
encontramos la Iglesia de Jesucristo recibiendo el Espíritu
Santo el Día de Pentecostés, y naciendo allí la Iglesia de
Jesucristo, y comenzando así esa Nueva Creación de una
nueva raza, de la cual Jesucristo es el principio, la cabeza1.
En Apocalipsis, capítulo 3, verso 14, nos dice que Él es
el principio de la Creación de Dios, de esa Nueva Creación,
de esa nueva raza que Él está creando por medio de Su
Programa de Redención; en donde la persona escucha la
predicación del Evangelio, y escucha que Cristo vino en
medio del pueblo hebreo como el Cordero de Dios, y murió
en la Cruz del Calvario llevando nuestros pecados; porque
para poder morir, tuvo que tomar nuestros pecados2.
Y allí en el Getsemaní, cuando Él sudó gotas de sangre3,
Él tomó nuestros pecados; había tomado nuestros pecados
y se había hecho mortal a causa del pecado, porque la paga
del pecado es muerte4. Y así mismo sucedió con Adán:
cuando él tomó el pecado, vino a ser mortal; antes de eso,
no tenía límites su vida terrenal.
Pero ahora, Cristo dijo que Él iba a poner Su vida
por Sí mismo, para volverla a tomar5. Él no cometió
pecado, pero Él tomó nuestros pecados y se hizo pecado
por nosotros, y por consiguiente se hizo mortal; y murió
por todos nosotros, para que nosotros podamos tener vida
eterna.
Ahora, en el cuerpo mortal y corruptible que hemos
recibido, encontramos que habita la muerte, porque vive
un tiempo el cuerpo nuestro aquí en la Tierra y después
se pone viejo y se muere. Esto es a causa de que vino,
1  Colosenses 1:18
2  Is. 53:5, 1 Co. 15:3, Ga. 1:4; He. 1:3, 1 P. 2:24; 1 J. 2:2, 4:10; Ap. 1:5
3  San Lucas 22:44
4  Romanos 6:23
5  San Juan 10:17-18
El misterio del Aceite para las lámparas 7
no en la perfecta voluntad de Dios, sino en la permisiva
voluntad de Dios, este cuerpo que nosotros tenemos; y nos
fue dado en la permisiva voluntad de Dios en medio de una
raza caída, y por consiguiente una raza con la sentencia de
muerte, la cual se ha estado cumpliendo a través de toda la
existencia de la raza humana.
El ser humano físicamente nace aquí en la Tierra
y recibe también, en adición del cuerpo físico mortal y
corruptible, recibe un espíritu del mundo: no de la sexta
dimensión, no de la dimensión del Paraíso, sino de la
quinta dimensión; un espíritu del mundo, que le inclina
hacia el mal. Y por eso se requiere que la persona nazca de
nuevo.
Cristo, hablando con Nicodemo6, le dijo: “Es necesario
nacer de nuevo. El que no nazca de nuevo, no puede ver el
Reino de Dios (o sea, no lo puede entender)”.
Y Nicodemo pensó que era nacer por medio de una
mujer de nuevo, y pensó que era nacer por medio de su
mamá, y pregunta: “¿Cómo puede hacerse esto? ¿Puede
acaso el hombre, ya siendo viejo, entrar en el vientre de su
madre y nacer de nuevo?”.
¿Y qué si la madre de Nicodemo había muerto? Ya
era imposible entonces entrar al Reino de Dios, porque
era imposible para Nicodemo nacer de nuevo. Y ya siendo
viejo, vean ustedes, ¿a través de quién iba a nacer de
nuevo?
Él pensó en términos humanos, porque lo único que él
conocía como nacimiento era el nacer por medio de una
mujer; para el ser humano, eso era lo que él conocía como
nacimiento; pero él no comprendía que había un nuevo
nacimiento, el cual era por medio del Espíritu de Dios.
6  San Juan 3:1-7
8 Dr. William Soto Santiago
Por eso Cristo le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que
el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar en
el Reino de Dios (no puede entrar al Reino de los Cielos)”.
Y de esto fue también de lo que les habló a Sus
discípulos, cuando les dijo que Él enviaría al Espíritu
Santo, el cual vendría a ellos y los guiaría a toda justicia y
a toda verdad. Dice en San Juan, capítulo 14, verso 26:
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
Y en el capítulo 15 de San Juan, verso 26, también
dice:
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede
del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis
estado conmigo desde el principio”.
Y en el capítulo 16 de San Juan, verso 12 al 15, dice
(Jesús hablando):
“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no
las podéis sobrellevar.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará
a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir.
Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo
hará saber.
Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que
tomará de lo mío, y os lo hará saber”.
Ahora, vean cómo el Espíritu Santo está prometido
para venir: para ser derramado sobre toda carne que
creerá en Jesucristo como nuestro Salvador; lo recibirá
El misterio del Aceite para las lámparas 9
en su corazón, en su alma, como su Salvador; confesará
sus pecados a Cristo y lavará sus pecados en la Sangre de
Cristo; y recibirá el Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo. Y
al recibir el Espíritu Santo, la persona ha recibido la señal
de que la Sangre de Cristo ha sido aplicada en su alma y
ha sido limpio de todo pecado.
Ahora, el Espíritu Santo fue representado allá, en ese
libro del profeta Zacarías, en el capítulo 4: fue representado
en el aceite allí en el candelabro, que corría por esos tubos
de oro y que alimentaba el depósito, y por consiguiente
alimentaba las lámparas del candelabro. Y procedía ese
aceite de los dos olivos; y por medio de esas dos ramas de
olivo venía ese aceite para el candelabro.
Y ahora, esas siete lámparas (nos dice) y ese candelabro,
nos dice Dios por medio del profeta Zacarías…; veamos,
nos dice que esas siete lámparas…, vamos a ver lo que
son. Esas siete lámparas que están ahí, y esos dos olivos
que colocan ese aceite sobre ese depósito, vamos a ver
lo que nos dice aquí: En Zacarías, capítulo 4, verso 10,
hablándonos de estas siete lámparas, dice:
“Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda
la tierra”.
(Y en el capítulo 3… les leí capítulo 4, verso 10). Y
ahora en el capítulo 3, verso 9, dice:
“Porque he aquí aquella piedra que puse delante de
Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí
yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y
quitaré el pecado de la tierra en un día”.
Y ahora, tenemos el Espíritu Santo en el candelabro
y en sus siete lámparas; y esto nos muestra al Espíritu
Santo en la Iglesia del Señor Jesucristo durante todas sus
siete etapas o siete edades, que corresponden al Lugar
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Santo del Templo espiritual del Señor Jesucristo. Por eso
Moisés colocó el candelero o candelabro en el lugar santo
del templo que construyó, y también así lo hizo el rey
Salomón; y ahí están los siete ojos de Dios, que recorren
toda la Tierra. Dice: “Estos siete son los ojos de Jehová,
que recorren toda la tierra”.
Y ahora vamos al libro del Apocalipsis, donde nos
habla de estos siete ojos; en el capítulo 5, verso 5 al 6,
dice:
“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que
el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido
para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres
vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un
Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete
ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados
por toda la tierra”.
Ahora vean cómo estos siete ojos que aparecen en
Zacarías son los siete espíritus de Dios que recorren
toda la Tierra. Y Zacarías había dicho que esos siete
ojos de Jehová, que: “Estos siete son los ojos de Jehová,
que recorren toda la tierra”. Y ahora dice que (acá en
Apocalipsis): “… los cuales son los siete espíritus de Dios
enviados por toda la tierra”.
Esos siete ojos que están en esos siete cuernos del
Cordero: los siete cuernos con los siete ojos son las siete
edades de la Iglesia gentil con sus siete ángeles mensajeros.
Por eso es que al decir acá que son los siete…: “Estos
siete ojos son los siete espíritus de Dios que recorren toda
la Tierra”; en el capítulo 4 de Apocalipsis, vean cómo lo
muestra acá: Capítulo 4 de Apocalipsis dice, verso 4 al 5
dice:
El misterio del Aceite para las lámparas 11
“Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi
sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos
de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces;
y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las
cuales son los siete espíritus de Dios”.
Y ahora vean ustedes cómo aquí nos muestra que esas
siete lámparas son los siete espíritus de Dios.
Dios nos enseña en Su Palabra que esos siete ojos son
los siete espíritus, y que esos siete espíritus son las siete
lámparas.
Y ahora vamos a continuar viendo en Apocalipsis,
capítulo 1, verso 4, donde dice:
“Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y
paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de
los siete espíritus que están delante de su trono”.
Los siete espíritus que están delante del Trono son las
siete lámparas, que son los siete ángeles mensajeros de las
siete edades de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ahora veamos en Proverbios, capítulo 20, verso 27, lo
que aquí nos dice Dios:
“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre,
La cual escudriña lo más profundo del corazón”.
“Lámpara de Jehová es (¿qué?) el espíritu del hombre”.
Y estos siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra
son estos siete ángeles mensajeros con esos siete espíritus
teofánicos, uno en cada uno de ellos; porque el espíritu
del hombre, dice Proverbios que es ¿qué? El espíritu del
hombre es lámpara: “Lámpara de Jehová es el espíritu del
hombre”.
Y estos siete espíritus que recorren toda la Tierra, estos
siete espíritus ministeriales enviados a la Tierra de edad
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en edad, son estos siete espíritus, que son estos espíritus
teofánicos de los ángeles mensajeros de las siete edades
de la Iglesia gentil.
En Hebreos, capítulo 1, también nos dice: capítulo 1,
verso 7 en adelante:
“Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego”.
Ahí tenemos esas lámparas encendidas en el Espíritu
Santo; esos ángeles mensajeros, que son espíritus
teofánicos mensajeros, ministradores a los herederos de
salud.
Sigue diciendo acá, en el mismo capítulo 1, verso 14,
dice:
“¿No son todos espíritus ministradores, enviados
para servicio a favor de los que serán herederos de la
salvación?”.
Estos espíritus ministradores, enviados para servicio
a favor de los que serán herederos de la salvación, son
estos siete espíritus de Dios, los siete ángeles mensajeros
enviados a las siete edades de la Iglesia gentil.
Son materializados, o sea, esos siete espíritus
teofánicos ministradores son materializados en carne
humana de edad en edad, y vienen a ser los siete ángeles
mensajeros.
Ellos son las personas que durante las siete etapas de
la Iglesia gentil tuvieron en ellos una manifestación de un
espíritu teofánico de la sexta dimensión, ministrando la
Palabra de Dios para la edad en que Dios los envió; porque
son ángeles ministradores a los herederos de salvación, o
sea, a los escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del
Cordero, desde antes de la fundación del mundo.
El misterio del Aceite para las lámparas 13
Y ahora, el Dios de los espíritus de los profetas es el
que ha enviado estos siete espíritus ministeriales, estos
siete espíritus de los siete ángeles mensajeros, los cuales
han estado manifestados en carne humana en la edad en
que Dios los envió.
O sea que en San Pablo había un espíritu ministrador,
un cuerpo teofánico de la sexta dimensión manifestado
en él, enviado de Dios; y es un espíritu ministrador, para
ministrar la Palabra de Dios en esa primera edad. Y así fue
con cada uno de esos ángeles mensajeros.
Y luego, en febrero 28 de 1963, aparecieron los siete
ángeles mensajeros en sus cuerpos teofánicos en el cielo,
en esta constelación de los ángeles mensajeros de la Iglesia
de Jesucristo, y formaron en y con sus cuerpos teofánicos
esta nube.
Ahí están los siete ángeles mensajeros de las siete
edades de la Iglesia gentil en sus cuerpos teofánicos, o
sea que están ahí esos siete espíritus ministradores en sus
cuerpos ahí teofánicos; y también hay otro Ángel que era
diferente a los demás, el cual es el Ángel del Pacto, el
Ángel de Jehová, o sea, Jesucristo en Su cuerpo teofánico.
Están ahí ocho ángeles manifestados: los siete ángeles
mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil y el
Ángel del Pacto, el cual envió a esos siete ángeles a las
siete edades de la Iglesia gentil, y el cual, vean ustedes, en
Apocalipsis aparece con las siete estrellas en Su mano y los
siete espíritus. Capítulo 3, verso 1, de Apocalipsis, dice:
“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que
tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice
esto…”.
Y en Apocalipsis, capítulo 1, verso 17 en adelante,
dice:
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“Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su
diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero
y el último;
y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo
por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades (o sea, ‘y del infierno’).
Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que
han de ser después de estas.
El misterio de las siete estrellas que has visto en mi
diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas
son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros
que has visto, son las siete iglesias”.
Ahí tenemos los siete candeleros y las siete estrellas,
las siete luces en esos siete candeleros. Y ahora, las siete
estrellas son los mensajeros de las siete edades de la
Iglesia gentil, y los siete candeleros son las siete edades
de la Iglesia gentil, las siete iglesias.
Y ahora, vean ustedes cómo esto, de edad en edad, se
ha ido materializando en carne humana en la Iglesia del
Señor Jesucristo: a medida que ha estado siendo creada la
Iglesia de Jesucristo de edad en edad.
Y durante estas siete etapas o edades de la Iglesia
gentil, incluyendo también el tiempo de los apóstoles,
desde el nacimiento de la Iglesia en el Día de Pentecostés,
encontramos que se ha estado construyendo el Lugar
Santo del Templo espiritual de Cristo, o sea, de la Iglesia
del Señor Jesucristo; porque ese es el Templo de Dios aquí
en la Tierra, que está siendo construido, en el cual Dios
habitará en toda Su plenitud.
Y todo lo que tenía el templo que construyó Moisés y
el templo que construyó Salomón, es lo que está contenido
en el Templo de Dios en el Cielo; y por consiguiente, si es
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hecho aquí en la Tierra un templo, tiene que ser hecho de
acuerdo al contenido del Templo celestial.
Y Cristo está haciendo un Templo, está creando un
Templo para Dios, ya no de madera o de piedras y metal y
pieles, como lo hizo Moisés y Salomón, sino con piedras
vivas, que son seres humanos; de lo cual habló el apóstol
Pedro en Primera de Pedro, capítulo 2, verso 4 en adelante,
donde dice:
“Acercándoos a él (o sea, a Cristo), piedra viva,
desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios
escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas…”.
Así como Cristo es la Piedra viva, la Piedra Angular
que los edificadores (o sea, los ministros, los miembros del
Concilio de la religión hebrea, del Concilio del Sanedrín,
y el sumo sacerdote) desecharon. Vean:
“… desechada ciertamente por los hombres, mas para
Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados
como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo”.
Como individuos estamos siendo edificados como una
casa para Dios; y como parte del Cuerpo Místico de Cristo
nosotros somos piedras vivas, con las cuales Cristo está
construyendo, creando, Su Templo espiritual, Su Iglesia,
para Dios morar en Su Iglesia en toda Su plenitud.
Dios ha estado morando en Su Iglesia en las primicias
del Espíritu, pero Él morará en toda Su plenitud. Por eso
es que nos habla San Pablo acerca de las primicias del
Espíritu en su carta a los Efesios, en el capítulo 1… verso
13 al 14, dice:
16 Dr. William Soto Santiago
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra
de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa,
que es las arras de nuestra herencia hasta la redención
de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
O sea, hasta la redención del cuerpo; o sea, eso es
la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos
eternos y la transformación de nosotros los que vivimos;
la transformación de nuestro cuerpo, para así recibir un
cuerpo eterno y glorioso, glorificado, igual al cuerpo
glorificado de Jesucristo.
En Efesios también, capítulo 4, verso 30, nos dice San
Pablo:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención”.
O sea, para el día en que Cristo nos dará un nuevo
cuerpo; en donde resucitará a los muertos en Cristo
en cuerpos eternos y a nosotros los que vivimos nos
transformará, dándonos así un cuerpo eterno, igual a Su
propio cuerpo.
También nos dice San Pablo en Romanos, capítulo 8,
verso 14 en adelante:
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, estos son hijos de Dios”.
Estas son las personas que han creído en Cristo como
su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de
Cristo y han recibido Su Espíritu Santo, el cual les guía a
toda justicia y a toda verdad, y les enseña todas las cosas;
porque por medio del Espíritu de Cristo en cada persona,
todo el Programa Divino es abierto para la persona. Si no
tiene ese Espíritu de Dios en él, no puede comprender las
El misterio del Aceite para las lámparas 17
cosas que son de Dios.
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para
estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu
de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (o sea,
Abba significa ‘Padre’)”.
Y ahora, ese es el espíritu de adopción. O sea, recibir
el Espíritu Santo, y así nacer de nuevo y tener un espíritu
teofánico, un cuerpo teofánico de la sexta dimensión: eso
es tener el espíritu de adopción.
Primero se recibe el cuerpo teofánico, que es un cuerpo
parecido a nuestro cuerpo pero de otra dimensión, de la
sexta dimensión, un cuerpo igual al cuerpo de Jesucristo
de la sexta dimensión. Y ahora, para el Día Postrero
recibiremos el cuerpo físico y eterno y glorificado, como
el cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo, como Su
cuerpo glorificado.
Sigue diciendo San Pablo:
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,
de que somos hijos de Dios.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente
con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Pues tengo por cierto que las aflicciones…”.
Vean, dice que:
“… para que juntamente con él seamos (¿qué?)
glorificados (porque vamos a ser glorificados y vamos a
tener un cuerpo glorificado también, como Jesucristo).
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que
en nosotros ha de manifestarse”.
Aunque una persona sufra como sufrió Job, no es
comparable eso con las glorias venideras que han de ser
18 Dr. William Soto Santiago
manifestadas cuando nosotros tengamos el nuevo cuerpo.
Allá en ese cuerpo ya no habrá aflicciones, ya no habrá
enfermedades, ya no habrá vejez, ya no habrá muerte;
todo será gozo y felicidad para los hijos e hijas de Dios.
“Porque el anhelo ardiente de la creación…”.
Vean, dice: “Pues tengo por cierto que las aflicciones
del tiempo presente no son comparables con la gloria
venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar
la manifestación de los hijos de Dios”.
Porque con la manifestación de los hijos de Dios
en cuerpos eternos, comienza el Programa Divino para
materializarse la redención de toda la Creación; la parte
física para los escogidos de Dios primero, y después
continuará con el resto de la Creación.
“Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por
su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en
esperanza;
porque también la creación misma será libertada de
la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los
hijos de Dios”.
Así como nosotros seremos libertados al ser
transformados (los que vivimos), y los muertos en Cristo
ser resucitados: seremos libertados de la muerte, seremos
libertados de lo terrenal, seremos libertados de cualquier
cosa terrenal, porque ya estaremos entonces como nuestro
amado Señor Jesucristo.
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y
a una está con dolores de parto hasta ahora;
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que
tenemos las primicias del Espíritu…”.
Las primicias del Espíritu, o sea, el bautismo del
El misterio del Aceite para las lámparas 19
Espíritu Santo, en donde hemos obtenido el nuevo
nacimiento y hemos obtenido un cuerpo teofánico de la
sexta dimensión. Ahora, dice:
“… nosotros también gemimos dentro de nosotros
mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo”.
La redención del cuerpo, que es la transformación
de nuestro cuerpo para nosotros los que vivimos, y la
resurrección de los muertos en Cristo, en donde seremos
colocados en cuerpos eternos; y así los hijos de Dios
estarán de nuevo en un cuerpo eterno con vida eterna
física también; y así todos seremos a imagen y semejanza
de nuestro amado Señor Jesucristo.
Esta es una promesa para todas estas piedras vivas que
están siendo llamadas y juntadas de etapa en etapa, de
edad en edad, y siendo colocadas en el Templo espiritual
de Cristo; el cual Él está construyendo con esas piedras
vivas, que son las personas que tienen sus nombres escritos
(¿dónde?) en el Libro de la Vida del Cordero (¿desde
cuándo?) desde antes de la fundación del mundo. Por eso
dice [1 Pedro 2:5]:
“… vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por
medio de Jesucristo”.
Aquí podemos ver la bendición tan grande que nos ha
tocado a nosotros, al tener nuestros nombres escritos en el
Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, desde antes de
la fundación del mundo.
Vean cómo también San Pablo en Efesios, capítulo 2,
verso 19 al 22, nos muestra la construcción de Su Iglesia,
de la Iglesia de Cristo. Dice:
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“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo
para ser un templo santo en el Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados
para morada de Dios en el Espíritu”.
Como individuos estamos siendo edificados para
Dios morar en nosotros en toda Su plenitud, al darnos el
nuevo cuerpo donde Dios habitará en toda Su plenitud
en nosotros; y en la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo
Místico de creyentes: cuando Su Iglesia como Cuerpo
Místico de creyentes obtenga la transformación de sus
miembros, de las personas que componen Su Iglesia, que
componen esa Iglesia de Jesucristo.
Y ahí Jesucristo entonces se manifestará en toda Su
plenitud, y todo Su poder y toda Su gloria. Y ahí será
vista la gloria de Dios, la gloria de Dios manifestada en
Su Casa, la cual Casa somos nosotros. Dice que es, esa
Casa (este edificio, esta morada), para Dios, es un lugar de
morada para Dios.
En Hebreos, capítulo 3, también nos habla de esta
Casa; San Pablo, en el capítulo 3, verso 5 al 6, dice:
“Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios,
como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa
somos nosotros…”.
¿Cuál es la Casa de Dios, la cual es la Casa de Cristo?
Su Iglesia, que somos nosotros; Su Iglesia, compuesta por
El misterio del Aceite para las lámparas 21
los redimidos con la Sangre de Jesucristo.
“… pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa
somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza
y el gloriarnos en la esperanza”.
Y también nos dice San Pablo en Primera de Corintios…
Vamos a ver este pasaje de Primera de Corintios, capítulo 3,
verso 9 en adelante, algo ahí muy importante que nosotros
no debemos dejar pasar por alto. Capítulo 3, versos 5 en
adelante, dice:
“¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores
por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que
a cada uno concedió el Señor.
Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado
Dios.
Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino
Dios, que da el crecimiento.
Y el que planta y el que riega son una misma cosa;
aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su
labor”.
Recuerden, estos mensajeros recibirán su recompensa
cada uno en su tiempo, o sea, cada uno conforme a la labor
que realizó en su tiempo, y ministerio que Dios colocó en él.
“Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo
como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica
encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica”.
Y ahora, de etapa en etapa, de edad en edad, vean cómo
se ha estado sobreedificando de edad en edad; porque cada
vez que ha venido un mensajero, tiene que llevar a cabo
la edificación en la Casa de Dios, de la parte de la Casa de
Dios correspondiente a ese tiempo.
22 Dr. William Soto Santiago
Y esa edificación que él hace (ese mensajero), no
puede colocarla acá abajo y decir: “No, no me gustó
cómo ese primer ángel mensajero edificó. Así que yo voy
a hacer mi propia edificación, y la voy a hacer separada
(mi edificación) de la que él hizo”. No lo puede hacer.
Y eso es lo que han hecho muchas personas: han estado
edificando fuera del lugar; porque la edificación de la
Iglesia de Jesucristo es edad sobre edad; pero muchos han
edificado fuera de donde tenían que edificar, por lo tanto su
obra no pertenece, no es parte de esa Casa de Dios. No les
gustó cómo edificó alguno de los mensajeros, y entonces
quiso hacer su propia edificación aparte: se inventó algo,
lo cual no era el Programa de Dios en la construcción del
Templo espiritual de nuestro amado Señor Jesucristo.
Por eso es que en cada edad los predicadores de cada
edad tenían que estar bien unidos al mensajero de cada
edad, para trabajar en la edificación de la Casa de Dios en
la parte correspondiente a esa edad.
Y vean, se está edificando la Casa de Dios de edad
en edad con piedras vivas, con seres humanos que son
llamados y juntados por medio de la Voz de Cristo en la
manifestación de cada uno de esos espíritus ministradores,
de esos siete ojos de Dios que recorren toda la Tierra, de
esas siete lámparas que están ante la presencia de Dios y
son manifestadas aquí en la Tierra, en medio de la Iglesia
de Jesucristo, para la edificación o construcción de la Casa
de Dios: de la Iglesia de Jesucristo.
Y ahora vean cómo el primer ojo de los siete ojos de
Dios, aquí fue la manifestación del Espíritu Santo en San
Pablo.
Ojos representa videntes o profetas. Y por eso el
Cordero tiene siete cuernos; y en los siete cuernos, en cada
El misterio del Aceite para las lámparas 23
cuerno tiene un ojo; siete ojos en siete cuernos. Cada ojo
de esos fue el vidente, el mensajero enviado para cada una
de esas edades.
Recuerden que ojos representa videntes. Y esos son
los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra; esas
son las siete lámparas de Dios, que están ante la presencia
de Dios, los cuales son los siete espíritus de Dios que
recorren toda la Tierra; los cuales fueron vistos por el
profeta Zacarías en esa visión, en esa visión simbólica que
le fue dada al profeta Zacarías.
Y ahora, en el Apocalipsis, que es un libro simbólico,
aparecen nuevamente los siete ojos, que son los siete
espíritus de Dios y son las siete lámparas que están delante
de la presencia de Dios.
Y por eso fue que Moisés colocó esas siete lámparas en
el candelero o candelabro en el lugar santo del tabernáculo
o templo que él construyó, y también en el templo que
fue construido por Salomón; porque esas son las siete
lámparas que están en el Candelabro allá en el Cielo, que
son los siete espíritus de Dios, y eso corresponde al Lugar
Santo, y por consiguiente esos siete espíritus de Dios
enviados por toda la Tierra, que es la manifestación del
Espíritu Santo enviando esos siete espíritus teofánicos a
Su Iglesia, de edad en edad, manifestados en carne humana
en el mensajero de cada edad.
Y ahora vean cómo los siete espíritus de Dios han
recorrido toda la Tierra a través de estas edades de la
Iglesia gentil: desde los tiempos de los apóstoles, pasando
por Asia Menor, pasando por Francia, y también pasando
por Hungría, y pasando por Irlanda y Escocia, y Alemania
e Inglaterra, y también por Norteamérica; los siete espíritus
de Dios han estado recorriendo así la Tierra.
24 Dr. William Soto Santiago
Es el Espíritu Santo enviando a esos mensajeros, esos
siete espíritus teofánicos manifestados aquí, en la Iglesia
de Jesucristo, durante estas siete edades de la Iglesia
gentil, en los diferentes territorios donde se cumplieron
esas siete etapas o edades de la Iglesia gentil.
Ahora vean este misterio de estos siete espíritus de
Dios enviados por toda la Tierra, los siete ojos de Dios
que recorren toda la Tierra, esas siete lámparas siendo
manifestadas; porque el espíritu del hombre es lámpara de
Dios.
Y ahora, vean cómo al llegar al tiempo final, en
donde ya han transcurrido las siete etapas o edades de la
Iglesia gentil, hemos visto al Espíritu Santo en medio de
Su Iglesia; y ese es el Aceite. Porque el aceite que vio el
profeta Zacarías, que estaba fluyendo de los dos olivos por
medio de esas dos ramas de olivo, y estaban alimentando
el depósito, y de ahí alimentaba las siete lámparas, vean
ustedes, es el Espíritu Santo, el cual ha estado manifestado
en Su Iglesia de edad en edad.
Y ahora, para el Día Postrero ya las siete etapas o
edades de la Iglesia gentil han terminado. ¿Y ahora qué
nos queda para ver al Espíritu Santo manifestado en el
Día Postrero? En Apocalipsis, capítulo 11, tenemos ahí la
respuesta. Capítulo 11, verso 3 en adelante, dice:
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil
doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros
que están en pie delante del Dios de la tierra”.
Los dos olivos que vio el profeta Zacarías, uno a cada
lado del candelero o candelabro, ahí los tenemos; y el
profeta Zacarías nos dice que Dios le dijo qué eran esos
dos olivos. Vean, Zacarías, capítulo 4, verso 11, dice:
El misterio del Aceite para las lámparas 25
“Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos
a la derecha del candelabro y a su izquierda?
Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos
ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten
de sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y
dije: Señor mío, no.
Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante
del Señor de toda la tierra”.
Y acá en Apocalipsis dice: “Estos testigos son los dos
olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del
Dios de la tierra”.
Son los Dos Candeleros y los Dos Olivos que están en
pie delante del Dios de la Tierra.
Y ahora, estos Dos Olivos son los que para el Día
Postrero, luego que han terminado las siete etapas o
edades de la Iglesia gentil, estarán manifestados en el Día
Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación
del Reino, como los Ángeles del Hijo del Hombre con la
Gran Voz de Trompeta llamando y juntando a los escogidos
de Dios en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación
del Reino.
Estos son los ministerios de Moisés y Elías para el Día
Postrero. Estos son los ministerios que están delante de la
presencia de Dios en el Cielo, y que son manifestados en
la Tierra en el Día Postrero.
Estos Dos Olivos, que están uno a la derecha y el otro
a la izquierda, y por dos ramas de olivo, por medio de las
dos ramas de olivo el aceite para el depósito y las lámparas
es provisto…
Ahora, ¿para el Día Postrero dónde encontraremos el
Aceite? Pues en los Dos Olivos, porque ¿de dónde viene
26 Dr. William Soto Santiago
el Aceite? Pues de los Dos Olivos. Y por medio de los Dos
Olivos y esas Dos Ramas de Olivo, que son los ministerios
de Moisés y Elías en el Día Postrero, de los Dos Ungidos
en el Día Postrero… ¿Ungidos con qué? Ungidos con el
Espíritu Santo. Son los Dos Ungidos con el Aceite, con el
Espíritu Santo en el Día Postrero.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 7 y verso 2 en
adelante, dice:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el
sol, y tenía el sello del Dios vivo…”.
¿Cuál es el Sello del Dios vivo? El Espíritu Santo. Este
Ángel tiene el Sello del Dios vivo. ¿Tiene qué? El Aceite
de la unción, tiene el Espíritu Santo.
“No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados…”7. Y este Ángel viene con el Sello de
Dios, con el Espíritu Santo; este Ángel viene con el Ángel
del Pacto, el Ángel de Jehová en él manifestado, que es el
Espíritu Santo, el Ángel del Pacto.
Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en Su Ángel
Mensajero en el Día Postrero: es el Aceite. Jesucristo,
el Espíritu Santo, es el Aceite manifestado en Su Ángel
Mensajero en el Día Postrero. Y ese Ángel Mensajero es
el Ungido con el Aceite, con el Espíritu Santo, en el Día
Postrero; con la unción del Ángel del Pacto, la unción
del Espíritu Santo en el Día Postrero, para por medio de
él Cristo llevar a cabo Su Obra correspondiente al Día
Postrero en medio de Su Iglesia, en la Edad de la Piedra
Angular y Dispensación del Reino.
Ahora podemos ver que le fue dicho al profeta Zacarías
que esos dos olivos y esas dos ramas de olivo son los Dos
Ungidos que están en pie delante del Dios de toda la Tierra:
7  Efesios 4:30
El misterio del Aceite para las lámparas 27
“Estos son los dos ungidos que están delante del Señor
de toda la tierra”.
Y en Apocalipsis nos dice:
“Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros
que están en pie delante del Dios de la tierra”.
Es lo mismo; y son los ministerios de Moisés y Elías,
de los Dos Olivos.
Y estos son los ministerios que vienen con el Hijo
del Hombre en Su Venida; y estos son los ministerios
de Moisés y Elías, que Cristo estará manifestando en Su
Venida como Rey de reyes y Señor de señores.
Y por medio de la manifestación de estos ministerios,
Cristo en la Tierra estará manifestándose, y estarán los
ministerios del Orden de Melquisedec manifestados en Su
manifestación final.
Y del Orden de Melquisedec tenemos que Jesús es
Rey de Salem (o sea, de Jerusalén), tanto de la Jerusalén
celestial como de la Jerusalén terrenal; y también Él es el
Sacerdote del Templo que está en el Cielo8.
Por lo tanto, por medio de la manifestación de estos
ministerios, Cristo estará manifestado como Rey de reyes
y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; y también
Él en esa manifestación podrá operar el ministerio de
Sacerdote, si necesita operarlo en medio de Su Iglesia, y
Él lo estará operando en medio de Su Iglesia.
Vean, los sacerdotes en el tiempo de Moisés y del rey
Salomón, o sea, en el Antiguo Testamento, trabajaban
en el atrio y en el lugar santo; pero en el lugar santísimo
solamente podía ministrar (¿quién?) el sumo sacerdote.
El sumo sacerdote podía ministrar en el atrio, en el
lugar santo y en el lugar santísimo. Y Jesucristo nuestro
8  Génesis 14:18, Hebreos 7:1-2
28 Dr. William Soto Santiago
Salvador, en el Templo de Dios, ministra en el Atrio…
Vean, en Su Primera Venida ministró en el Atrio:
llevando a cabo el Sacrificio por el pecado, como hacía
el sumo sacerdote el día 10 del mes séptimo de cada año;
cuando sacrificaba el macho cabrío de la expiación, le
tocaba al sumo sacerdote hacer esa labor.
Y ahora le ha tocado al Sumo Sacerdote Jesucristo, el
Sumo Sacerdote del Templo que está en el Cielo, realizar
el Sacrificio de la Expiación; y Él realizó ese Sacrificio
con Su propio cuerpo. ¿Dónde? En el lugar del Atrio del
Templo de Dios.
Y así como el templo que construyó Moisés y el
templo que construyó Salomón tienen atrio, lugar santo
y lugar santísimo; y así como cada individuo tiene atrio,
lugar santo y lugar santísimo (el atrio de cada individuo
es el cuerpo físico, el lugar santo es el espíritu y el lugar
santísimo es el alma de la persona); y así también, vean
ustedes, el templo que construyó Moisés tenía atrio, lugar
santo y lugar santísimo.
Y también el Templo de Dios pues tiene Atrio, Lugar
Santo y Lugar Santísimo; porque el modelo que Dios le
dio para que Moisés construyera el templo fue un modelo
de acuerdo al Templo de Dios del Cielo.
Y ahora, el Atrio del Templo de Dios, ¿cuál es? Esta
dimensión terrenal. Por eso Cristo tuvo que venir a esta
dimensión terrenal en carne humana: para ofrecer el
Sacrificio por el pecado, ofrecer la Expiación allí como
Cordero de Dios.
Él es nuestra Pascua, el Cordero Pascual, y Él también
es el Macho Cabrío de la Expiación. En Cristo se cumplen
todos esos sacrificios de animalitos que el pueblo hebreo
ofrecía, en Cristo se cumplieron todos; y por eso, del
El misterio del Aceite para las lámparas 29
Sacrificio de Cristo en adelante, nadie necesita efectuar
un sacrificio de algún animalito. Ya el Sumo Sacerdote del
Templo de Dios en el Cielo, ofreció en el Atrio de la Casa
de Dios, ofreció ese Sacrificio.
Recuerden: de la Casa de Dios, o sea, del Templo
celestial. Y el Atrio de la Casa de Dios, del Templo
celestial, es esta dimensión terrenal.
Por eso es que la raza humana ha estado viniendo al
Atrio por medio de esos sacrificios; y cuando se efectuó el
Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, ahí se efectuó
el Sacrificio perfecto por el pecado.
Vean, así como el pueblo hebreo durante el año
ofrecía diferentes sacrificios de animalitos; pero llegaba
a la culminación, llegaba al tope la ofrenda de sacrificios
de animales, con el sacrificio del macho cabrío de la
expiación. Eso era el tope, lo máximo que el pueblo hebreo
podía ofrecer para Dios; y ahí se condensaban todos los
demás sacrificios.
Con ese sacrificio, y su sangre siendo llevada al
lugar santísimo por el sumo sacerdote, ¿qué sucedía? Se
efectuaba la reconciliación del pueblo hebreo con Dios,
y de Dios con el pueblo hebreo; y eso tenían que hacerlo
cada año. ¿Por qué cada año? Porque como esos sacrificios
no eran perfectos, entonces cada año tenían que hacerse
esos sacrificios.
Y ahora, miren, ¿quién era el que ofrecía ese sacrificio,
el que hacía ese sacrificio? El sumo sacerdote; eso le tocaba
al sumo sacerdote mismo. Era el día más difícil del sumo
sacerdote; de todos los días, el más difícil; porque durante
todo el día estaba bien ocupado, y cuando terminaba sus
labores quedaba muy cansado.
Vean, aun tenía que cambiarse de ropa unas cuantas
30 Dr. William Soto Santiago
veces: Cuando él iba a ofrecer el sacrificio, tenía que estar
vestido en cierta forma; y luego, cuando entraba con la
sangre del sacrificio al lugar santísimo, tenía que estar
vestido de lino y con ciertas otras cosas colocadas en él.
Y cuando salía del lugar santísimo, tenía que bañarse y
colocarse las otras ropas que le correspondían; y luego
hacía las demás cosas con esa ropa. Y luego, cuando iba a
entrar de nuevo al lugar santísimo, tenía que quitarse esas
ropas: bañarse y colocarse las ropas, las otras ropas, con
las únicas que podía entrar al lugar santísimo. O sea que le
tenían que estar ayudando algunas personas, pero la labor
en sí la hacía el sumo sacerdote. Y luego entraba de nuevo
al lugar santísimo9.
Era una vez al año, o sea, un día al año, aunque entraba
unas cuantas veces. Primero entraba con la sangre del
becerro (o becerra) de la expiación por el sumo sacerdote
y los sacerdotes; y después salía y se cambiaba de ropa
(se bañaba y se cambiaba de ropa) e iba, tomaba el macho
cabrío sobre el cual había caído la suerte de Jehová y lo
sacrificaba. Y luego tomaba la sangre de ese macho cabrío,
y entraba con ella al lugar santísimo, y esparcía sobre el
propiciatorio (que es el asiento de misericordia, porque es
el trono de Dios, donde Dios estaba en el templo).
Y luego que terminaba sus labores allí… Y también
había… llevaba también… entraba y salía unas cuantas
veces. Y ya, para lo último, él entraba con el incensario;
y echaba dentro del incensario, que estaba encendido con
el fuego del altar, echaba ahí lo que tenía que colocar ahí
para que al quemarse formara ese humo; y así se formaba
una nube al él entrar allá al lugar santísimo.
Y recuerden que eso era muy importante, porque miren
9  Levítico 16:1-34
El misterio del Aceite para las lámparas 31
lo que sucede aquí: en Apocalipsis… capítulo 5, verso 8
en adelante, dice:
“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres
vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante
del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de
incienso, que son las oraciones de los santos…”.
Vean, el incienso son las oraciones de los santos.
Por eso es que el sumo sacerdote tomaba incienso en
sus puños, en sus manos, e iba con el incensario; y cuando
entraba ahí al lugar santísimo, colocaba ahí el incensario
echando el humo, porque colocaba dentro del incensario
el incienso que él llevaba en su mano (lo echaba dentro),
y se encendía el incienso con el fuego, y formaba el humo
que formaba la nube; y cubría todo el propiciatorio. Y ahí,
vean ustedes, Dios se manifestaba.
Las oraciones del pueblo hebreo reconociendo sus
pecados, confesando sus pecados y pidiendo la misericordia
de Dios: era aceptada su oración y su arrepentimiento.
Y ahí el sumo sacerdote, al presentar por medio de ese
acto las oraciones del pueblo confesando sus pecados y
pidiendo misericordia a Dios, era aceptado por Dios. Y
por eso, vean ustedes, el pueblo hebreo era reconciliado
con Dios.
Eso lo tenía que hacer el pueblo hebreo cada año, el
sumo sacerdote tenía que hacer eso cada año. Vean, dice
en Levítico, capítulo 16, verso 1 en adelante:
“Habló Jehová a Moisés después de la muerte de
los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de
Jehová, y murieron”.
Ellos se acercaron con fuego extraño. El fuego que
tenían que llevar en el incensario era conforme a la
ordenanza divina, y el incienso que tenían que echar era
32 Dr. William Soto Santiago
de acuerdo a la ordenanza divina; pero ellos se acercaron
en forma incorrecta; y por eso es que toda persona tiene
que acercarse a Dios en la forma correcta; si no, no hay
bendición para la persona. Ellos murieron por esa causa.
“Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que
no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo,
delante del propiciatorio que está sobre el arca, para
que no muera (¿Por qué? Porque si Aarón entraba en otro
tiempo, iba a morir. Aun siendo el sumo sacerdote, esa
sentencia se cumpliría en él); porque yo apareceré en la
nube sobre el propiciatorio”.
Ahora vean cómo Dios le dice a Moisés para que le
diga a Aarón que solamente el día 10 del mes séptimo
puede entrar a ese lugar; fuera de ese tiempo no puede
entrar. Allí no se podía ministrar en otro tiempo.
Ahora, miren lo que se hacía en ese tiempo. En Levítico
encontramos, en Levítico 23, encontramos lo del día de la
expiación: capítulo 23, verso 26 al 32, dice:
“También habló Jehová a Moisés, diciendo:
A los diez días de este mes séptimo será el día de
expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis
vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de
expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro
Dios.
Porque toda persona que no se afligiere en este mismo
día, será cortada de su pueblo.
Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en
este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo.
Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por
vuestras generaciones en dondequiera que habitéis.
Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras
El misterio del Aceite para las lámparas 33
almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde;
de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo”.
Ahora vean cómo dice que cualquier persona…
“Porque toda persona que no se afligiere en este
mismo día, será cortada de su pueblo”.
Y ahora, ese día de la expiación que el pueblo hebreo
tenía, representa la Expiación de Cristo, en donde Cristo
ofreció Su propio cuerpo en expiación, allá en la Cruz
del Calvario, en el Atrio de la Casa de Dios (que es este
planeta Tierra y esta dimensión visible), y luego entró al
Lugar Santísimo con Su propia Sangre; como lo hacía el
sumo sacerdote cada año, el día de la expiación. Y es para
la reconciliación de todos los hijos e hijas de Dios con
Dios, es para la reconciliación del Israel celestial.
Y Cristo ha entrado al Lugar Santísimo del Templo de
Dios en el Cielo: se sentó a la diestra de Dios, y ha estado
haciendo intercesión en el Cielo; como lo hacía el sumo
sacerdote en el templo, en el lugar santísimo.
Y ahora, llevamos dos mil años aproximadamente,
del Día de la Expiación de Cristo en la Cruz del Calvario
hasta este tiempo final.
Y cuando haya terminado Sus labores en el Cielo, en el
Lugar Santísimo, haciendo intercesión allá por todos los
que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del
Cordero desde antes de la fundación del mundo, entonces
terminará ya Su labor y saldrá de allí, y se cambiará Su
ropa. Así como lo hacía el sumo sacerdote, que al salir del
lugar santísimo se cambiaba sus vestiduras y se colocaba
las vestiduras de oro, con las cuales el sumo sacerdote
era conocido como “el novio”. Cuando se colocaba las
vestiduras doradas, ahí era conocido como “el novio”.
¿Y saben ustedes una cosa? Que hay un novio y hay
34 Dr. William Soto Santiago
una novia: ¡La Novia es la Iglesia de Jesucristo y el Novio
es nuestro Señor Jesucristo!
Y para este tiempo final Él saldrá de Su Trono de
Intercesión en el Cielo, del Trono de Dios, del Propiciatorio,
donde está Dios; como estaba en el lugar santísimo sobre
el propiciatorio, donde el sumo sacerdote tenía que entrar.
Y ahora, Cristo ha estado haciendo intercesión por
todos Sus hijos durante estas siete etapas o edades de la
Iglesia gentil, y todavía sigue haciendo intercesión por los
que quedan en la Tierra: que tienen sus nombres escritos
en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la
fundación del mundo.
Por los hijos e hijas de Dios de la Edad de la Piedra
Angular es que Él hace intercesión en este tiempo final; y
termina Su labor con ellos cuando entre hasta el último de
los escogidos de Dios.
Y luego saldrá del Trono de Intercesión, y reclamará
todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, y
resucitará a los muertos en Cristo y nos transformará a
nosotros los que vivimos.
Ahora vean todo ese Programa Divino que fue reflejado
allá en el templo y en el ministerio del sumo sacerdote
entrando al lugar santísimo.
Cristo cuando ascendió al Cielo, dice San Pablo que
entró al mismo Cielo, o sea, al Lugar Santísimo, al Trono
de Dios en el Cielo, y se sentó a la diestra de Dios, para
hacer intercesión por nosotros10.
Ahora miren cómo lo que fue reflejado en el templo
de Moisés y el templo de Salomón, y ministerio del sumo
sacerdote, es lo que Cristo estaría haciendo en el Templo de
Dios; ya no en el templo terrenal. Por eso no se necesitan
10  Hebreos 9:24
El misterio del Aceite para las lámparas 35
templos terrenales donde se efectúen esas labores ya con
animalitos, sacrificios de animales y sangre de animales,
porque ya el Cordero de Dios y el Macho Cabrío que ha
sido sacrificado en la Cruz del Calvario, Jesucristo, ya
efectuó Su Sacrificio y llevó al Cielo Su Sangre.
Y ahora, vean, toda esa obra que el sumo sacerdote
hacía en un día, el día 10 del mes séptimo (pero que
comenzaban todas sus labores desde la tarde del día 9 y
terminaban en la tarde del día 10), vean ustedes cómo eso
representa todo el tiempo que Cristo tomaría como Sumo
Sacerdote, en Su Obra de Sumo Sacerdote y de Cordero
de Dios allá en el Cielo, pero contando desde que Él vino
a la Tierra y murió también en la Cruz del Calvario. Todo
eso cuenta como ese Día de la Expiación.
Y cuando Él salga del Trono de Intercesión del Cielo…,
así como cuando el sumo sacerdote salía: quedaba hecha
la reconciliación de todos los hijos del pueblo hebreo con
Dios. Y cuando Cristo salga del Trono de Intercesión en el
Cielo, estará hecha la reconciliación de todos los hijos e
hijas de Dios con Dios.
Por eso San Pablo dice11: “Reconciliaos hoy con Dios”.
Es por medio de la Expiación del Macho Cabrío, que es
Jesucristo nuestro Salvador, la Expiación que Él efectuó y
Su Sangre que ha llevado Él al Cielo, al mismo Trono de
Dios.
Y mientras hay Sangre en el Trono, la Sangre de
Jesucristo en el Trono de Dios en el Cielo, el juicio divino
no se puede manifestar sobre la Tierra. No puede venir la
destrucción sobre la raza humana mientras hay Sangre en
el Trono de Dios en el Cielo.
Ahora, ¿por qué en el tiempo de Noé, y en el tiempo de
11  2 Corintios 5:20
36 Dr. William Soto Santiago
Abraham y Lot, y otras ocasiones, vino destrucción sobre
la Tierra? Porque en el Trono de Dios no había Sangre.
La sangre solamente era la sangre de los animales
que eran sacrificados, la cual era ofrecida a Dios, pero
solamente cubría el pecado, pero el pecado estaba allí. Y
los que no tenían esa sangre de esos animalitos porque
no ofrecían a Dios esos sacrificios, pues sus pecados eran
vistos por Dios; y el juicio divino tenía que venir de tiempo
en tiempo sobre la raza humana.
Pero por cuanto la Sangre de Cristo ha estado en el
Cielo, en el Trono de Intercesión en el Cielo, cuando
Dios mira hacia el planeta Tierra, la raza humana, ve a
través de la Sangre de Cristo la raza humana; y por cuanto
ve a través de la Sangre de Cristo la raza humana, en la
manifestación correspondiente a cada etapa o a cada edad,
donde está la Sangre de Cristo aplicada en la Iglesia de
Jesucristo, entonces el juicio divino no puede salir desde
el Trono de Dios, porque allí hay Sangre: la Sangre del
Cordero de Dios y Macho Cabrío (que el pueblo hebreo
sacrificaba) actualizada en Jesucristo nuestro Salvador.
Pero cuando salga la Sangre del Trono que está en el
Cielo, lo cual será cuando Cristo salga de hacer Intercesión
allí, entonces del Trono de Dios saldrá el juicio divino,
porque ya Dios no verá la raza humana a través de la
Sangre de Cristo, porque ya no estará allí colocada la
Sangre de Cristo; y por consiguiente tiene que venir el
juicio divino sobre la raza humana.
Ahora, vean, todas estas cosas son las que fueron
reflejadas en el tabernáculo que construyó Moisés y
el templo que construyó Salomón, las cuales Cristo
materializaría en el Templo de Dios.
Vean cómo primero se reflejaron, porque primero
El misterio del Aceite para las lámparas 37
viene el tipo y figura; viene la sombra, tipo y figura,
porque primero tiene que todo ser simbolizado y después
materializado, conforme al Programa de Dios. O sea
que todo tiene un simbolismo, para luego ser cumplido
ese simbolismo en lo que es la realidad de lo que fue
simbolizado; o sea, el simbolismo solamente habla de
una realidad que existe, pero el simbolismo en sí no es la
realidad.
Como cuando usted coloca su mano frente a una luz
que esté alumbrando hacia una pared: usted mira en la
pared y usted ve una mano allí; pero usted ve una mano, la
cual una persona dice: “Yo estoy viendo una mano allí”.
La va a tocar y no la puede tocar; aunque la toque, no
puede hacer contacto. El tacto no existe ahí, porque no
es una realidad; es solamente una sombra, que representa
una mano que existe, a la cual le está dando la luz.
Y cuando la Luz Divina ha dado sobre el Programa
Divino que Él estaría llevando a cabo: ha reflejado la
sombra del tipo y figura en el Antiguo Testamento.
Y el pueblo hebreo ha tenido el tipo y figura en el
Antiguo Testamento, “la sombra de los bienes venideros”,
dice el apóstol San Pablo12; y en el Nuevo Testamento nos
enfrentamos a la realidad.
Por eso el pueblo hebreo tuvo la sombra del Sacrificio
expiatorio de Jesucristo, representado en todos aquellos
sacrificios de animalitos, incluyendo el cordero pascual y
también el macho cabrío. Pero ahora en una sola persona
se cumplen todos aquellos sacrificios; con uno se cubren
todos. Para la paz: Cristo es nuestra paz13. Para la remisión
de nuestros pecados y nuestra reconciliación con Dios:
12  Hebreos 10:1
13  Efesios 2:14
38 Dr. William Soto Santiago
Cristo es ese Cordero, ese Macho Cabrío.
Y así por el estilo ustedes podrán encontrar que Cristo
cumple todos esos tipos y figuras, todos esos simbolismos
del Antiguo Testamento. Y ahora Cristo está haciendo en
realidad, en el Templo de Dios, lo que fue tipificado en la
sombra, en los tipos y figuras, o sea, en los simbolismos
colocados allá en el Antiguo Testamento.
Y una cosa muy importante es que Cristo está
construyendo un Templo aquí en la Tierra; y lo que fue
colocado allá en el templo de Salomón y en el templo
de Moisés, que representa el Templo de Dios y las cosas
que están en el Templo de Dios en el Cielo, ahora Cristo
las está materializando con seres humanos en Su Templo
espiritual, en Su Iglesia, de edad en edad.
Y ahora, Cristo ha estado manifestado en Su Iglesia,
de edad en edad, por medio del mensajero de cada edad,
en la manifestación de esos siete espíritus enviados de
Dios, siete espíritus de mensajeros enviados de Dios,
ministrando la Palabra de Dios a los herederos de salvación
en cada edad, ministrando el Mensaje correspondiente a
cada edad.
Cristo ha estado en el Lugar Santo de Su Templo
espiritual, pero ahora corresponde el tiempo al Lugar
Santísimo de Su Templo espiritual. Y al lugar santísimo del
templo que Moisés construyó y del templo que Salomón
construyó (y del Templo que está en el Cielo) nadie podía
entrar, excepto el sumo sacerdote.
Para esta tarde, para esta misma tarde aquí, el tema
será: “LAS VESTIDURAS DEL SUMO SACERDOTE”,
donde vamos a ver muchas cosas; pero, de introducción,
vean:
Al templo que construyó Moisés y al templo que
El misterio del Aceite para las lámparas 39
construyó Salomón, y todo templo que estuvo levantado en
medio del pueblo hebreo (los cuales fueron restauraciones
del templo que había sido destruido), no podía entrar al
lugar santísimo nadie, excepto el sumo sacerdote. Y al
Templo que está en el Cielo nadie podía entrar al Lugar
Santísimo, excepto nuestro amado Señor Jesucristo, el
Sumo Sacerdote Melquisedec; que ese es el Sacerdote
del Templo que está en el Cielo, el Sumo Sacerdote, el
cual ministra en el Atrio, en el Lugar Santo y en el Lugar
Santísimo del Templo del Cielo.
Por eso es que los que están en el Paraíso le dijeron
a nuestro hermano Branham, cuando él estuvo de visita
allá… Nuestro hermano Branham dijo: “Yo quiero ver a
Jesús”. Ellos le dijeron: “Ahora no puedes. Él está más
arriba”.
Todos ellos estaban allí en el Paraíso, en la sexta
dimensión, y ahora le dicen: “Está más arriba”. ¿Dónde?
En la séptima dimensión. ¿Dónde? Haciendo Intercesión
en el Cielo, en el Trono de Dios, en el Asiento de
Misericordia, que es el Propiciatorio del Trono de Dios en
el Cielo, el cual fue representado en el propiciatorio que
estaba sobre el arca del pacto en el tabernáculo de Moisés
y en el templo de Salomón.
Pero le fue dicho a nuestro hermano Branham: “Pero
Él vendrá a ti y entonces te juzgará (y entonces sí que
se asustó). Y si tú entras, nosotros entraremos contigo y
nosotros seremos entonces tus (¿tus qué, dice?)… Tus
súbditos seremos nosotros de ti (o para ti). Y entonces
regresaremos a la Tierra y tomaremos cuerpos”14.
O sea que ellos dependen de que Cristo ministre allí,
14  Los Sellos, págs. 320-322, párrs. 198-219; Las Edades, págs. 227-
229, párrs. 178-190
40 Dr. William Soto Santiago
en el Lugar Santo, cuando termine de ministrar en el Lugar
Santísimo.
Pero también, vean ustedes, Cristo ha estado obrando
en el Lugar Santo al estar produciendo el nuevo nacimiento
de los hijos e hijas de Dios; y naciendo así en el Lugar
Santísimo.
Vean, porque el sumo sacerdote, el día de la expiación,
pasaba del atrio al lugar santo, y del lugar santo al lugar
santísimo; y luego salía del lugar santísimo y pasaba
por el lugar santo de nuevo; y así por el estilo, tenía en
ese tiempo, en ese día, una labor muy grande en el lugar
santísimo, también en el lugar santo y también en el lugar
del atrio, donde se efectuaba el sacrificio.
Por eso es que, vean ustedes, cuando Cristo salga del
Lugar Santísimo, vean ustedes, tiene el Lugar Santo y el
lugar del Atrio; y nosotros estamos físicamente acá en el
Atrio, en donde Él llevará a cabo la resurrección de los
muertos en Cristo: los traerá de la sexta dimensión, o sea,
del Lugar Santo del Templo de Dios, y los traerá al Atrio
(aquí, a este planeta Tierra, a esta dimensión terrenal)
en cuerpos eternos; y nosotros los que vivimos seremos
transformados.
Ahora, en la dimensión terrenal se estará manifestando
la sexta dimensión y la séptima dimensión también. Bueno,
de eso hablaremos en otra ocasión con un poquito más de
detalles y mostrando todas las Escrituras que tienen que
ser cumplidas.
Ahora, vean cómo el sumo sacerdote es el único que
puede entrar al lugar santísimo, y tiene que entrar con la
sangre de la expiación, la sangre del macho cabrío que fue
sacrificado.
Y ahora, en el Templo espiritual de Jesucristo, que
El misterio del Aceite para las lámparas 41
está siendo construido de edad en edad, es Cristo el que
ha estado construyendo cada una de sus etapas; y en este
tiempo final Él construye la última etapa, la Edad de la
Piedra Angular.
Y es Cristo, el Sumo Sacerdote del Templo que está
en el Cielo, en Su manifestación en Su Iglesia en el
Día Postrero, el único que puede ministrar en el Lugar
Santísimo del Templo espiritual de Cristo.
La Obra que se lleva a cabo en el Lugar Santísimo
del Templo espiritual de Cristo es la Obra que estará
reflejando lo que fue hecho en el lugar santísimo el día
de la expiación y lo que Cristo ha estado haciendo en el
Lugar Santísimo en el Cielo.
Por eso es que dice el precursor de la Segunda Venida
de Cristo que así como cuando Moisés dedicó el templo a
Dios y cuando Salomón dedicó el templo a Dios, y entró
Dios al templo… ¿Y hasta dónde llegó Dios? Pues entró
por el atrio, pasó al lugar santo y pasó al lugar santísimo, y
se colocó sobre el arca del pacto. Y dice que los sacerdotes
no podían ministrar en la casa de Dios por la gloria de Dios
manifestada allí, por la gloria de Dios y la nube, la Columna
de Fuego allí manifestada; porque Dios, la presencia de
Dios, la Columna de Fuego llenó toda la casa15.
Y ahora, vean ustedes, nadie más allí podía hacer nada.
Dios estaba en Su santo templo; y ya todos los que estaban
ministrando allí tuvieron que dejar de ministrar, porque
por la gloria de Dios ya no podían ministrar.
Y para el ministerio de Dios, de Jesucristo en el Cielo,
vean, nadie más puede ministrar en la Casa de Dios en el
Cielo, sino nuestro amado Señor Jesucristo, en el Lugar
Santísimo.
15  1 Reyes 8:10-11, 2 Crónicas 5:11-14; Éxodo 40:34-35
42 Dr. William Soto Santiago
Y para el tiempo final, Jesucristo, luego de construir
el Lugar Santísimo de Su Casa con piedras vivas, con
hijos e hijas de Dios… Y esa etapa, así como se cumplió
cada etapa en cierto territorio, ¿la etapa de la Edad de la
Piedra Angular se está cumpliendo dónde? En la América
Latina y el Caribe. Y con latinoamericanos y caribeños
(¡piedras vivas!), que son llamados y juntados y colocados
en la Edad de la Piedra Angular, está siendo construido el
Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, en donde
Cristo coloca y materializa todo lo que estaba en el lugar
santísimo del templo de Moisés y del templo de Salomón.
Y todo lo que está en el Lugar Santísimo del Templo de
Dios en el Cielo, es materializado en el Lugar Santísimo
de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, por eso es que los Dos Ungidos que están
delante de la presencia de Dios en el Cielo son manifestados
en la Tierra, en el Lugar Santísimo del Templo de Dios, del
Templo de Jesucristo, que es el Templo terrenal o Templo
de Dios aquí en la Tierra, el cual representa el Templo de
Dios del Cielo.
Y ahora, los Dos Olivos o Dos Ungidos o… Los Dos
Ungidos que están delante de la presencia de Dios en el Cielo
son Gabriel y Miguel. Y eso tiene que materializarse, o sea,
cumplirse, en la Iglesia de Jesucristo: la representación de
Gabriel y Miguel, que están en el Cielo; tienen que ser
representados en la Tierra, en la Iglesia de Jesucristo, en el
Lugar Santísimo, bajo el ministerio de los Dos Olivos, los
Dos Ungidos, Moisés y Elías, los Dos Ungidos que están
delante de la presencia de Dios.
Y por consiguiente, todo lo que Dios estará obrando
en medio de la Iglesia de Jesucristo es lo que corresponde
al Lugar Santísimo del Templo que está en el Cielo. Y
El misterio del Aceite para las lámparas 43
por eso es que para el tiempo final se levantará Miguel,
el Gran Arcángel de Dios16, que es uno de los que está
delante de la presencia de Dios.
¿Será posible que esos sean los Ángeles, los Arcángeles,
que están delante de la presencia de Dios? Vamos a ver por
aquí alguna Escritura. No la teníamos apuntada, pero ya
Dios la apuntó aquí en la Biblia; así que no hay problema.
En San Lucas, capítulo 1, verso 8 en adelante, dice:
“Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio
delante de Dios según el orden de su clase,
conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en
suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del
Señor.
Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la
hora del incienso.
Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la
derecha del altar del incienso”.
El altar del incienso está en el lugar santo, frente a la
entrada, a la puerta del lugar santísimo (o sea, por esa área
ahí). No está dentro del lugar santísimo, sino a la parte
afuera; pero queda frente al lugar santísimo, frente a la
entrada del lugar santísimo. Y ahí fue donde le apareció el
Arcángel Gabriel:
“Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la
derecha del altar del incienso.
Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor
(cualquiera se asusta).
Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu
oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de
16  Daniel 12:1
44 Dr. William Soto Santiago
su nacimiento;
porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni
sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre
de su madre.
Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan
al Señor Dios de ellos.
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías,
para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y
de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar
al Señor un pueblo bien dispuesto.
Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto?
Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada”.
Y esa forma en que le preguntó fue una forma llena de
duda. No fue una forma como le preguntaron otros, como
Abraham, que habló con Dios y se rio, pero fue una risa
de gozo, de alegría, de gozo; no como la de Sara, que fue
de incredulidad. Y aquí la pregunta que hace Zacarías es
una pregunta llena de incredulidad; o sea: “Ya soy viejo,
mi esposa también es vieja”, y pensó que ya eso no podía
ser posible.
“Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que
estoy delante de Dios (Y el otro que está delante de Dios,
¿es quién? El Arcángel Miguel); y he sido enviado a
hablarte, y darte estas buenas nuevas”.
Y cuando Dios da unas buenas nuevas, no podemos
estar con incredulidad, sino glorificando a Dios y creyendo
con todo nuestro corazón, aunque las circunstancias que
rodeen a lo que está siendo prometido sean contrarias.
Pero eso no es ningún problema. Aunque las
circunstancias sean contrarias: como Dios ha dicho, así Él
hará. ¿O hay alguna cosa imposible para Dios? No la hay.
Dios le dijo a Abraham que tendría un hijo por medio
El misterio del Aceite para las lámparas 45
de Sara; y Sara pensó que ya estaba vieja17. Pero vean,
Dios dijo la verdad; y luego los rejuveneció, y vino el hijo
prometido.
Y ahora aquí, Zacarías y su esposa ya están de edad
avanzada, pero Dios dijo que iban a tener un hijo y que
iba a ser un profeta precursor: el profeta precursor de la
Primera Venida de Cristo. Con una bendición tan grande,
y una promesa tan grande, y todavía dudando (!).
Y nosotros, con una promesa tan grande como la
que tenemos: que por estar viviendo en el Día Postrero
(séptimo milenio, si le añadimos al calendario los años
de atraso que tiene) veremos a los muertos en Cristo que
resucitarán y seremos transformados. Y con una promesa
tan grande como la que tenemos, ¿qué estamos haciendo?
¡Pues creyendo!
No vamos a hacer como hizo Zacarías, ni vamos a
hacer como hizo Sara, sino: hemos visto ya que aunque
las cosas parezcan contrarias, las circunstancias sean
contrarias, Dios es poderoso para cumplir lo que Él
prometió; ¡y vamos a ser transformados!
Y aunque alguno de los nuestros se vaya antes, eso no
es ningún problema: resucitará en un cuerpo eterno. Pero la
mayoría seremos transformados; los que permanezcamos
vivos hasta que los muertos en Cristo resuciten, y entonces
nosotros seremos transformados.
Bueno, hemos visto quién es el Ángel que está delante
de la presencia de Dios. Y luego, en el capítulo 1 mismo,
dice el verso 26 en adelante:
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret”.
Aquí, vean ustedes, el Ángel fue enviado por Dios,
17  Génesis 18:9-14
46 Dr. William Soto Santiago
pues es el Ángel que está delante de la presencia de Dios.
Y para el Día Postrero, mirando en el Antiguo
Testamento en el templo que construyó Moisés y el templo
que construyó Salomón: Los sacerdotes que ministraban
en el atrio y en el lugar santo, ¿dónde estaban? Estaban en
un lugar muy especial; pero Dios estaba (¿dónde?) en el
lugar santísimo. Y solamente el sumo sacerdote era el que
se presentaba delante de Dios; y Moisés cuando estuvo en
su ministerio: solamente Moisés y el sumo sacerdote.
Y en cada una de las siete edades de la Iglesia gentil,
los siete ángeles mensajeros ministraron en la edad que les
tocó vivir; pero ninguno ministró en el Lugar Santísimo,
para estar ante la presencia de Dios ministrando.
Pero habrá para el Día Postrero un ministerio: el
ministerio del Ángel del Pacto, del Ángel de Dios, de
Jehová, que es Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en
Su Ángel Mensajero, ministrando en el Lugar Santísimo
del Templo espiritual de Cristo, o sea, ministrando en la
Edad de la Piedra Angular; y ese es el Ángel Mensajero
que estará ministrando delante de la presencia de Dios.
Por lo tanto, los ministerios que están delante de la
presencia de Dios, los ministerios de los Dos Olivos,
pues tienen que ser manifestados bajo ese ministerio que
estará ministrando ante la presencia de Dios; porque son
los ministerios que están ante la presencia de Dios, y por
consiguiente tienen que estar en el mensajero que estará
ministrando ante la presencia de Dios, ante la presencia de
Cristo, en el Lugar Santísimo.
Bueno, ya eso es para el mensaje de la tarde; pero ya,
pues, Dios nos va preparando para poder ir comprendiendo
la bendición tan grande que nos ha tocado a nosotros tener
en este tiempo final.
El misterio del Aceite para las lámparas 47
Cuando el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo,
ahí llevaba a todos los hijos de Israel; los llevaba, porque
cuando él llevaba el sacrificio, era hecho en favor del
pueblo hebreo. Y cuando el incensario era llevado dentro
del lugar santísimo, y el humo salía del incensario y cubría
el propiciatorio: ahí estaban las oraciones de todo el
pueblo hebreo; y ellos estaban ahí representados, con sus
oraciones: en el humo del incienso que salía, que surgía,
del incensario.
Ahora, vean ustedes cómo este misterio del Lugar
Santísimo del Templo de Dios del Cielo, que fue
representado en el templo de Salomón y de Moisés,
ahora en la Iglesia de Jesucristo se materializa con seres
humanos. Y ahora, el territorio donde se materializa esa
bendición es la América Latina y el Caribe.
Si los ciudadanos latinoamericanos y caribeños
supieran todos, la bendición tan grande que les ha tocado
en el Programa Divino: recibirían más bendiciones. Pero
vean, la América Latina y el Caribe, para el glorioso Reino
Milenial de Cristo tiene grandes bendiciones para recibir,
para materializarse en la América Latina y el Caribe.
Por eso oramos por la América Latina y el Caribe y
sus ciudadanos: para que la bendición de Dios los alcance,
y Dios hable desde Su Trono del Cielo, y se transmita a
través de Su Trono en Su Iglesia, bendiciones para los
latinoamericanos y caribeños; donde estará ministrando el
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, Jesucristo en Espíritu
Santo por medio de Su Ángel Mensajero.
Que Dios hable grandes bendiciones para la América
Latina y el Caribe. Ese es mi deseo para todos los
latinoamericanos y caribeños.
Y desde el Lugar Santísimo del Templo espiritual
48 Dr. William Soto Santiago
de Cristo es que saldrán tanto los juicios divinos siendo
hablados como las bendiciones siendo habladas; porque
serán transmitidas —esas bendiciones y también los
juicios divinos— desde el Trono de Dios a través del
Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo.
Y desde el Trono de Cristo en el Lugar Santísimo
serán escuchados esos juicios y también serán escuchadas
esas bendiciones para las personas. Para unos se dará a
conocer juicio divino que vendrá sobre la raza humana, y
para otros se dará a conocer grandes bendiciones divinas
que vendrán sobre seres humanos, y sobre naciones.
Y queremos para la América Latina y el Caribe las
bendiciones más grandes del Trono de Dios del Cielo, a
través del Trono de Jesucristo en el Lugar Santísimo de Su
Templo, de Su Iglesia.
Hemos llegado al tiempo más glorioso de todos los
tiempos, en donde el Aceite… “EL MISTERIO DEL
ACEITE PARA LAS LÁMPARAS”, que es el Espíritu
Santo, el cual estuvo en las lámparas de las siete edades
de la Iglesia gentil, y estuvo manifestado en esas mechas
que estaban alumbrando, los cuales fueron los mensajeros
de cada edad, en los cuales estuvo ese Aceite encendido
alumbrando en cada edad; para este tiempo final, en la
Edad de la Piedra Angular, en el Lugar Santísimo, estará la
manifestación de Cristo correspondiente al Día Postrero;
por lo tanto, estará Jesucristo, el Espíritu Santo, el Aceite
(que es el Espíritu Santo), y estará ungiendo a Su Ángel
Mensajero en el Día Postrero. Por eso viene con el Sello
del Dios vivo, o sea, con el Espíritu Santo, en este tiempo
final.
Y bajo la manifestación del Espíritu Santo por
medio de los dos ministerios de Moisés y Elías, los dos
El misterio del Aceite para las lámparas 49
ministerios de los Dos Olivos, el Aceite del Espíritu Santo
estará manifestado en Su Iglesia en el Día Postrero.
Por eso también, vean ustedes, el sumo sacerdote era
ungido también con aceite18. Y ahora, el sumo sacerdote
era ungido: se echaba el aceite sobre la cabeza del sumo
sacerdote, que corría sobre la barba también. Por eso dice
que corría sobre la barba de Aarón19.
Y ahora, para el Día Postrero, el ministerio de Cristo,
el cual de etapa en etapa estuvo en las siete edades de la
Iglesia gentil en cada mensajero… Ellos fueron ungidos
con el Espíritu Santo (ellos son los que forman la barba de
Cristo en la nube, aquí).
Y ahora, para el Día Postrero, la unción del Espíritu
Santo, que es la unción de Cristo para poder ministrar en
el Lugar Santísimo el Ángel Mensajero de la Edad de la
Piedra Angular, vean ustedes, es la unción sobre la Cabeza
para ministrar en el Lugar Santísimo. Y eso es el Aceite
de la Unción para el ministerio correspondiente en este
tiempo final a la Edad de la Piedra Angular; como estuvo
el Aceite también en las siete edades de la Iglesia gentil
ungiendo a cada ángel mensajero y ungiendo a cada edad
de la Iglesia gentil.
Con la venida del Espíritu Santo en cada ángel
mensajero, la Iglesia fue ungida con el Espíritu Santo en
las primicias; y con la venida del Espíritu Santo a cada
persona como individuo (al creer en Cristo como su
Salvador), cada persona fue ungida con el Espíritu Santo,
y obtuvo el nuevo nacimiento.
Y para el Día Postrero, con la Venida de Cristo, el Ángel
del Pacto, el Ángel de Jehová, en Su Ángel Mensajero, la
18  Éxodo 29:7, Levítico 8:10-12
19  Salmos 133:2
50 Dr. William Soto Santiago
unción del Aceite del Espíritu Santo estará sobre Su Ángel
Mensajero para ministrar en el Lugar Santísimo, así como
estuvo en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil.
Y vean el por qué Salomón construyó en el templo, en
el lugar santísimo, dos querubines de madera (¿de qué?)
de olivo. ¿Y de dónde es el aceite de olivo? Ese aceite
de olivo, el que vio el profeta Zacarías en el capítulo 4:
siendo colocado de los dos olivos al candelabro de oro,
que tiene un vaso para recoger aceite y luego pasarlo a las
siete lámparas que están en ese candelabro.
Y ahora, en este tiempo final estamos viviendo en el
tiempo en donde ya las siete etapas de la Iglesia gentil
terminaron, y nos encontramos en la Edad de la Piedra
Angular; pero ahí es donde Cristo tendría los Dos Olivos
y los Dos Candeleros de Oro, los cuales están delante de
la presencia de Dios.
Vimos que Moisés colocó dos ángeles o querubines
sobre el propiciatorio, de oro, hechos de una sola pieza
(o sea, una obra monolítica) con el propiciatorio; y luego
Salomón colocó, en adición, dos querubines de madera de
olivo, y los cubrió de oro. Eso nos habla de los ministerios
de los Dos Olivos en el Lugar Santísimo delante de la
presencia de Dios, o sea, ante la presencia de Dios, ante
la presencia de Cristo en Su Segunda Venida; porque
esos son los ministerios con los cuales Él viene para Su
Iglesia, para el Lugar Santísimo, para esos ministerios
ser operados por el Espíritu Santo a través de Su Ángel
Mensajero en el Día Postrero.
Esos son los Dos Ungidos que están ante la presencia
de Dios en el Cielo, y ante la presencia de Jesucristo en el
Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, en Su Iglesia,
ungidos con el Aceite del Espíritu Santo.
El misterio del Aceite para las lámparas 51
Ahora, miren cómo Cristo nos habló de las diez
vírgenes20, las cuales cinco tenían aceite en sus lámparas
y cinco no tenían aceite en sus lámparas, lo cual es tipo
del Espíritu Santo; porque las personas, como individuos,
que no reciben el Espíritu Santo: no han nacido de nuevo,
y por consiguiente no obtienen el cuerpo teofánico de la
sexta dimensión.
Y los que reciben el Espíritu Santo, el Aceite del Espíritu
Santo: son los que obtienen así el nuevo nacimiento y
tienen un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y son
los que entran con Cristo a las Bodas en Su Venida, y
son los que irán a la Cena de las Bodas del Cordero en
el Cielo con Cristo. Por eso son bienaventurados los que
son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero, dice
Apocalipsis, capítulo 19, versos 6 al 10.
Y ahora, las vírgenes prudentes y las vírgenes fatuas
en el tiempo final despertaron, se levantaron; unas tenían
aceite y otras no tenían aceite.
Las que tenían aceite estaban bien; las que no tenían
aceite estaban mal, y quisieron que las prudentes les
dieran aceite; pero las prudentes dijeron: “Vayan y
busquen ustedes; vayan a los que venden, compren para
ustedes aceite; no sea que nos falte a nosotras y también
a ustedes”. Y mientras ellas iban a comprar aceite, vino
el Esposo (eso es la Segunda Venida de Cristo); y las que
estaban preparadas entraron con Él a las Bodas.
Y lo triste, no para las prudentes sino para las fatuas,
es lo que a continuación dice: “… y se cerró la Puerta”. Y
cuando se cierra la Puerta, no entra ni uno más.
Y luego vinieron las fatuas, las insensatas, tocando a
la Puerta (porque ya estaba cerrada), diciendo: “¡Señor,
20  San Mateo 25:1-13
52 Dr. William Soto Santiago
señor, ábrenos!” (no dice que traían aceite ni nada, pero
vinieron a tocar a la Puerta). Y el Señor les dice: “De cierto
os digo que no sé de dónde ustedes son; no os conozco, no
sé de dónde sois”.
No eran de la primera, segunda, tercera, cuarta,
quinta, sexta o séptima edad, ni de la Edad de la Piedra
Angular. Podían decir que eran creyentes en alguno de los
mensajeros de las siete edades, pero ya esas siete edades
pasaron, y ya tenían que estar en la Edad de la Piedra
Angular.
Y ahora, vean ustedes lo triste que fue para las
insensatas; pero para las prudentes pues fue la bendición
más grande que ellas recibieron: recibieron al Esposo, a
Cristo en Su Venida revelado en el Día Postrero; y entraron
con Él a las Bodas, y se cerró la Puerta. Y después, pues
iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en
el Cielo.
Ahora, ¿qué es la boda? Una boda es la unión de dos
seres que se aman: la unión de un joven y una joven (o ya
sea que tengan un poquito más de edad) que se aman, y
han estado teniendo un noviazgo; y luego llega el tiempo
de la boda, y tienen que casarse, porque ya ha llegado el
tiempo para la boda.
Y ahora, Cristo y Su Iglesia son presentados por San
Pablo, vean ustedes, en una de sus cartas, como…, la
Iglesia como una virgen pura (y si es una virgen, pues no
está casada), una virgen pura para Cristo.
Esta Virgen pura para Cristo, que San Pablo presenta
en su carta, es la Iglesia del Señor Jesucristo pasando por
sus diferentes etapas, hasta llegar a este tiempo final en
donde la unión de Cristo y Su Iglesia está prometida para
ser llevada a cabo.
El misterio del Aceite para las lámparas 53
Este es el tiempo en que la unión de Cristo con Su
Iglesia se tiene que convertir en una realidad para todos
los hijos e hijas de Dios.
Hay un lugar… (Vamos a ver si lo encontramos. Si no,
Miguel nos consigue ese lugar… Voy a buscar por aquí)
acerca de lo que San Pablo enseña, acerca de la Iglesia de
Jesucristo siendo una virgen pura para Cristo, porque él la
ha presentado a Cristo como una virgen pura…
(Vamos a ver si Miguel está por aquí; si no, pues,
veremos a ver si lo consigo por aquí en las notas que
tenemos aquí…). [Hno. Miguel: Puede ser Primera de
Corintios 10]. ¿Qué número? [Hno. Miguel: Primera de
Corintios 10, puede ser]. Primera de Corintios 10… ¿Qué
texto, Miguel? [Hno. Miguel: ¿Dónde es?] Donde dice:
“Os he presentado como una virgen pura para Cristo”,
algo así… ¿Segunda? Segunda de Corintios 11:12, vamos
a ver por aquí, 11:2… Dice… (Aquí no… ¿11 qué? Vamos
a ver…) Sí. Segunda de Corintios 11:2:
“¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme.
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado
con un solo esposo, para presentaros como una virgen
pura a Cristo”.
Y ahora… (Efesios 5:26 la vamos a apuntar también,
Efesios 5:26. Y San Juan, capítulo 2, verso veintialgo por
ahí… Eso lo tengo en algún sitio por aquí, pero…). San
Juan, capítulo 2, es donde Juan… o capítulo 1, verso 29,
debe ser por ahí… (Juan, capítulo 1… No, Juan, capítulo
3…) San Juan, capítulo 3 es… versos 26 en adelante, o 25
en adelante, dice:
“Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan
y los judíos acerca de la purificación.
Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que
54 Dr. William Soto Santiago
estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste
testimonio, bautiza, y todos vienen a él.
Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir
nada, si no le fuere dado del cielo.
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no
soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del
esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente
de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.
Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”.
Ahí tenemos a Cristo como el Esposo, y Él vino dos
mil años atrás en medio del pueblo hebreo; y el pueblo
hebreo, la Iglesia hebrea bajo la Ley, vean ustedes, allí
como la Esposa; y los creyentes en Jesucristo allí como
una virgen siendo desposada con Cristo; y Juan el Bautista
siendo el amigo del Esposo.
Vamos a ver, ¿dice que es el amigo?:
“El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del
esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de
la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido”.
¿Quién es el amigo del Esposo?, ¿quién es el amigo
de Cristo en Su Primera Venida? El precursor. ¿Y quién
es el amigo del Esposo, de Cristo en Su Segunda Venida?
El precursor. Por eso es que en algunos sueños o visiones
de algunas personas, o de él mismo, él dice: “Mi amigo”,
hablando de otra persona; él hace la labor de precursar la
venida de su amigo.
¿No dice la Escritura que Abraham es amigo de
Dios?21.
Y ahora, vean ustedes, ¿quién era el amigo de Abraham?
Dios, Elohim, Melquisedec. ¿Quién era el amigo de Juan
21  2 Crónicas 20:7, Isaías 41:8, Santiago 2:23
El misterio del Aceite para las lámparas 55
el Bautista? Aunque Juan el Bautista tuvo muchos amigos,
¿pero quién era el amigo de Juan el Bautista, del cual él
habla? Jesucristo, aquel al cual él le estaba preparando el
camino.
Y aunque el precursor de la Segunda Venida de Cristo
haya tenido muchos amigos, el amigo de él es aquel al
cual él le está preparando el camino.
Y ahora, vamos a leer Efesios 5:26, para así con esto
tener el cuadro claro [verso 23]:
“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como
Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es
su Salvador.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así
también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo
amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres
como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
mismo se ama.
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,
sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la
iglesia,
porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de
sus huesos”.
Y ahora, vean cómo San Pablo nos dice en el capítulo
11 de Segunda de Corintios, verso 2:
“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado
56 Dr. William Soto Santiago
con un solo esposo, para presentaros como una virgen
pura a Cristo”.
Y ahora, cuando se dice “os he desposado”, miren
cómo…, en cuanto a las Bodas de Cristo con Su Iglesia
(esto es para este tiempo final): “… y las que estaban
preparadas entraron (¿con quién?) con él (con Cristo)
a las bodas…”, mostrando que las Bodas son para este
tiempo final.
Y ahora, ¿cómo Pablo dice que él ha desposado a
la Iglesia con Cristo? Veamos. Capítulo 1, verso 26 en
adelante, de San Lucas, dice:
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón que se llamaba
José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era
María”.
Una virgen desposada para aquellos tiempos era una
joven que estaba comprometida con su novio, una joven
que tenía su compromiso de matrimonio ya, pero no
estaba todavía casada con él; eso era ser desposada en
aquellos tiempos; y por eso es que se usa ese término de
“una virgen desposada con Cristo”.
Si es una virgen desposada con Cristo, pues todavía no
se ha llevado a cabo la Boda; es una virgen. Y por eso es
que para el Día Postrero Cristo se casa con Su Iglesia, con
una Virgen con la cual Él se casa en el Día Postrero; y esa
es la Iglesia del Señor Jesucristo, en las Bodas del Esposo
(Cristo) con Su Esposa (Su Iglesia).
Por eso es también que en Apocalipsis, capítulo 19,
nos dice [verso 7]:
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque
han llegado las bodas del Cordero (si han llegado, es
El misterio del Aceite para las lámparas 57
porque todavía no se habían llevado a cabo), y su esposa
se ha preparado.
Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,
limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las
acciones justas de los santos.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que
son llamados a la cena de las bodas del Cordero”.
Ahora podemos ver que las Bodas del Cordero, de
Cristo con Su Iglesia, es para este tiempo final; y también
la Cena de las Bodas del Cordero, las cuales serán en el
Cielo; pero las Bodas son aquí en la Tierra.
Ahora podemos ver que la unión de Cristo y Su Iglesia
son las Bodas. Y cuando en el Día Postrero los muertos
en Cristo resuciten en cuerpos eternos y nosotros los que
vivimos seamos transformados, estaremos ya hechos una
sola carne: iguales a nuestro amado Señor Jesucristo, una
sola carne con Cristo, una sola carne eterna y glorificada.
Y es en el tiempo de las bodas en donde, por medio de
la palabra hablada del ministro, uniendo en matrimonio a
esos novios, es que se efectúan las bodas, se efectúa así el
matrimonio. Y es por medio de la Palabra creadora de Dios
—correspondiente a este tiempo final— que es hablada la
Palabra de Boda para la Iglesia de Cristo y Cristo; y es ahí
donde es hablado todo lo que la Iglesia escucha y acepta
de Cristo.
Y así como la novia cuando se está casando con el
novio, y el ministro está casándolos; cuando le preguntan
tal y tal cosa, la novia dice: “Sí, señor”; y le preguntan otra
cosa: “Sí, señor”. Y le preguntan a la Iglesia de Jesucristo
tal y tal cosa, y le dice Cristo por Su Palabra tal y tal cosa, y
la Iglesia de Jesucristo dice: “¡Sí, Señor! ¡Amén, Señor!”.
Pero miren, mientras se está hablando esa palabra de
58 Dr. William Soto Santiago
matrimonio por el ministro, todavía no están casados,
hasta que el ministro dice: “Los declaro marido y mujer”:
ahí quedan casados, y vienen a ser una sola carne; y ahí los
dos vienen a ser uno. Y ahí es donde le es dado un nombre
nuevo a la muchacha, porque de ahí en adelante ya ella
puede usar el nombre de su esposo; de ahí en adelante ya
está adoptada como esposa.
Y de ahí en adelante los escogidos de Dios, la Iglesia
de Jesucristo, cuando toda la Ceremonia termine, y los
muertos en Cristo (que…) sean resucitados en cuerpos
eternos y nosotros los que vivimos seamos transformados:
ya estaremos casados con Cristo completamente, y ya
estaremos adoptados; por lo tanto, seremos —en todas
las cosas— coigual con Cristo, herederos de Dios y
coherederos con Cristo; por lo tanto, el Espíritu de Dios
en toda Su plenitud estará manifestado en Su Iglesia y en
cada uno de nosotros como individuos.
En Su Iglesia manifestado en toda Su plenitud es el
ministerio de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero,
operando en toda Su plenitud en el Día Postrero en esa
manifestación gloriosa de los hijos de Dios, en donde
habrá cosas tan grandes sucediendo que nadie se las ha
podido imaginar antes; pero que ya eso será en la etapa de
adopción; en la etapa en donde aun el pueblo hebreo verá
esa manifestación de Dios, del Espíritu Santo en medio de
Su Iglesia, en el Lugar Santísimo, por medio de Su Ángel
Mensajero, que dirá: “¡Esto es lo que nosotros estábamos
esperando!”, y lo recibirán también.
Así que podemos ver la importancia del Aceite de las
lámparas y para las lámparas durante las siete edades de
la Iglesia gentil; y ahora, vean ustedes, el aceite también,
de la unción del sumo sacerdote, que es el que pasa al
El misterio del Aceite para las lámparas 59
lugar santísimo, tipo del Espíritu Santo. El aceite es tipo
del Espíritu Santo, tanto para usted como individuo como
para la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo Místico de
creyentes.
Y ahora hemos llegado al tiempo final, en donde el
Aceite, el Espíritu Santo, estaría manifestado (¿dónde?) en
Su Iglesia, en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual,
bajo el ministerio del Día Postrero. Y ese es el único
ministerio que podía entrar al Lugar Santísimo del Templo
espiritual de Cristo. Y ese es un ministerio dispensacional
en medio de la Iglesia de Jesucristo.
Es la primera ocasión en que Cristo envía a Su Iglesia
un ministerio dispensacional, un profeta dispensacional
con un Mensaje dispensacional. Y nadie más podía
ser enviado. Ninguno de los siete mensajeros podía ser
enviado al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo,
ninguno de ellos tuvo esa unción para entrar al Lugar
Santísimo; ellos tuvieron la unción del Espíritu Santo para
su edad en la cual ellos vivieron, pero no para entrar al
Lugar Santísimo y ministrar en el Lugar Santísimo.
Por eso ellos ministraron en el Lugar Santo del Templo
espiritual de Cristo, pero no podían ministrar en el Lugar
Santísimo; solamente podían hablar de que en el Lugar
Santísimo hay ciertas cosas, pero no podían ellos ministrar
ahí.
Por eso ninguno pudo llamar y juntar a los escogidos
del Día Postrero, para la Edad de la Piedra Angular, y
colocarlos en la Edad de la Piedra Angular, en una nueva
edad y en una nueva dispensación; porque ninguno de
ellos tuvo el Mensaje tampoco de la Dispensación del
Reino, y ninguno de ellos tuvo el ministerio dispensacional
correspondiente al Día Postrero.
60 Dr. William Soto Santiago
Ahora, podemos ver dónde en el Día Postrero, como
mensajero, estaría el Aceite del Espíritu Santo manifestado;
y en qué edad de la Iglesia estaría el Aceite del Espíritu
Santo manifestado; y en quiénes estaría manifestado el
Aceite del Espíritu Santo: ya no en los de la primera edad,
porque ya se fueron (ellos lo tuvieron, pero ya se fueron),
y así por el estilo de edad en edad.
Ahora, el Aceite del bautismo del Espíritu Santo estaría
(¿dónde?) en los escogidos de Dios del Día Postrero, de
la Edad de la Piedra Angular. Por eso son llamados y
juntados (¿dónde?) en la Edad de la Piedra Angular para
escuchar todas estas cosas que deben suceder pronto, en
este tiempo final.
Hemos llegado al tiempo más glorioso de todos los
tiempos, en donde el Aceite el Espíritu Santo estaría
manifestado bajo el ministerio de los Dos Árboles de Olivo
y Dos Ramas de Olivo, que son los ministerios de Moisés
y Elías, de los Dos Ungidos que están ante la presencia de
Dios.
Y todo lo que está en el Lugar Santísimo del Templo
que está en el Cielo se está materializando en la Iglesia
de Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular, con
latinoamericanos y caribeños.
Ahora vean cómo Jesucristo ha estado construyendo
Su Templo, y el Aceite del Espíritu Santo ha estado en
Su Iglesia de etapa en etapa; porque fue dicho que no
sería, esa construcción de la Iglesia, no sería con fuerza
y tampoco sería con ejército, “sino con mi Espíritu, ha
dicho el Señor”, o sea, con el Aceite del Espíritu Santo
manifestado en Su Iglesia pasando por sus diferentes
etapas.
Podíamos continuar hablando de “EL ACEITE DE
El misterio del Aceite para las lámparas 61
LAS LÁMPARAS”… Y ahora, vean ustedes… Pero ya
estamos concluyendo, porque ya en la tarde tendremos la
continuación con el tema: “EL SUMO SACERDOTE Y
SUS VESTIDURAS”.
Y Dios nos ayudará para poder ver el misterio de “EL
SUMO SACERDOTE Y SUS VESTIDURAS”. Ya nos ha
dado un poquito. También en una de las actividades que
tuvimos hace algunos días, también nos dio un poquito; y
continúa dándonos.
Miren aquí, hablando de los Dos Olivos, dice:
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil
doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros
que están en pie delante del Dios de la tierra”.
Y si son Dos Candeleros, pues van a alumbrar; y si son
Dos Olivos, pues van a tener Aceite; porque es el Aceite
de Olivo el que estuvo en las edades en las lámparas,
y es el Aceite de Olivo pues el que estará en el Lugar
Santísimo; porque ahí, vean ustedes, Salomón construyó
dos querubines de olivo, por lo tanto ahí tenemos los dos
olivos con aceite.
Y ahora, son también los Dos Candeleros, “los Dos
Candeleros que están en pie delante del Dios de la Tierra”.
Y en el lugar santísimo uno busca y no encuentra ningún
candelero allí, porque estaba el candelero con sus siete
lámparas en el lugar santo.
Y ahora, ¿dónde vamos a encontrar un candelero? Está
allí en la forma de los dos querubines de oro, sobre los
cuales el resplandor de la gloria de Dios allí resplandece,
sobre los dos querubines de oro; y allí se ve la Luz de Dios,
manifestada sobre los querubines de oro. Allí tenemos
esos dos candeleros y tenemos allí los dos olivos también.
62 Dr. William Soto Santiago
Ahora vean cómo allí está el aceite y la unción del
sumo sacerdote entrando allí; allí tenemos el Aceite del
Espíritu Santo, sobre la cabeza del sumo sacerdote.
Y por cuanto todo esto, vean ustedes, tiene que ver con
la unción, encontramos que cuando Jesús fue bautizado,
vino sobre Jesús el Aceite del Espíritu Santo en forma de
paloma y posó sobre Él22.
Vemos también que sobre el sumo sacerdote, cuando
era ungido como sumo sacerdote, colocaban el aceite,
lo derramaban sobre la cabeza. Cuando también Samuel
ungió a Saúl, derramó el aceite sobre su cabeza y lo ungió
como rey23; y cuando Samuel ungió a un joven conforme
al corazón de Dios, a David, derramó su aceite sobre la
cabeza de David24; porque siempre se coloca la unción
sobre la cabeza de la persona.
Y ahora, la unción del Espíritu de Dios para la Iglesia
de Jesucristo viene sobre su cabeza: la Edad de la Piedra
Angular.
Vean, es en la Edad de la Cabeza de Oro del Reino de
Dios: la Edad de la Piedra Angular, que viene la unción del
Espíritu Santo para la Iglesia de Cristo reinar con Cristo
por mil años y luego por toda la eternidad; es ungida con
el Aceite del Espíritu Santo como Reina, para reinar con
Cristo por mil años y luego por toda la eternidad.
Y así también sobre el mensajero del Día Postrero
y sobre todos los hijos e hijas de Dios, pues seremos
ungidos con la plenitud del Espíritu Santo; y entonces ya
estaremos ungidos como reyes y sacerdotes, para reinar
con Cristo por mil años y luego por toda la eternidad.
22  Mt. 3:16, Mr. 1:10, Lc. 3:22, Jn. 1:32
23  1 Samuel 10:1
24  1 Samuel 16:13
El misterio del Aceite para las lámparas 63
Al estar transformados, cuando eso ocurra, ya
estaremos ungidos con la plenitud del Espíritu Santo, con
la unción que necesitamos para reinar con Cristo por mil
años y luego por toda la eternidad.
Y la Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes, con la
Venida de Cristo, el Espíritu Santo, en Su Ángel Mensajero
en el Día Postrero; cuando Cristo esté manifestado en toda
Su plenitud en Su Ángel Mensajero y transforme Su Ángel
Mensajero, la Iglesia estará ungida con el Espíritu Santo
en toda Su plenitud, para reinar con Cristo por mil años y
luego por toda la eternidad.
Esa es la forma en que el Espíritu Santo viene a la Iglesia
como Cuerpo Místico de creyentes: en la manifestación de
Cristo en Espíritu Santo a través del ángel mensajero de
cada edad.
Ahora, hemos visto “EL MISTERIO DEL ACEITE
PARA LAS LÁMPARAS”.
Todavía hay más, pero ustedes busquen en sus
concordancias y en sus Biblias; y ya con lo que hemos
hablado, ya el entendimiento sobre estas cosas ha sido
abierto, han sido abiertas esas Escrituras; y ya ustedes
leerán y van a encontrar: “Mira, por aquí también dice
así. Mira, por acá también. Mira qué clarito aquí ahora lo
puedo entender”.
Ustedes también tienen que hacer algo, y es estudiar,
buscar en la Biblia, para que así ustedes se den cuenta
que Dios ha abierto el entendimiento de ustedes. Y ahora
ustedes buscando en la Escritura, ustedes pueden ver que
hay más lugares en la Biblia que hablan acerca de todas
estas cosas, del Aceite para las lámparas.
Miren, las lámparas tienen que tener aceite; esas son
las lámparas de aquellos tiempos. Y como la Biblia ha
64 Dr. William Soto Santiago
sido escrita en tiempos donde las lámparas que se usaban
eran así, pues hay que entender de acuerdo al tiempo en
que fue dado todo este libro profético de la Biblia.
Y ahora, ¿la lámpara del cuerpo es qué? ¿Qué dijo
Cristo? Es el ojo25.
Y ahora, la lámpara de cada edad de la Iglesia gentil,
el ojo de cada edad de la Iglesia gentil, vean ustedes, es
cada edad con su ángel mensajero. Cada ojo en cada edad
es el mensajero de cada edad, el cual, como una lámpara
encendida, estuvo alumbrando en cada edad. Vean cómo
es tipificado, aun en cosas tan sencillas, todo el Programa
de Dios.
Hay muchísimos más lugares; por eso les dije que hay
muchísimos más. Busque lámparas, busque ojos, busque
espíritu en la concordancia, y ahí usted da un recorrido por
toda la Escritura, y ahí usted encontrará que hay muchos
lugares en toda la Biblia.
Por ejemplo, en Apocalipsis, capítulo 6, verso 6, dice:
“Pero no dañes al aceite ni al vino”. El aceite son los hijos
de Dios llenos con el Espíritu Santo; y el vino pues es el
estímulo de la Palabra revelada que tienen y que está en
los hijos e hijas de Dios en este tiempo final, como estuvo
en edades pasadas.
Ahora, veamos, vamos a ver… En Proverbios 27:16,
vamos a ver lo que dice… (Ya vamos a tener el receso,
Miguel nos va a dar un receso por aquí…). Vamos a ver,
Miguel, si te acercas por aquí para ver qué hora tenemos…
[Hno. Miguel: Ya son la 1:55, van siendo las 2:00].
Ya vamos a tener un receso, pero vamos a leer aquí…
Ahora, esto aquí pues está hablando de la mujer rencillosa,
que es…:
25  San Mateo 6:22, San Lucas 11:34
El misterio del Aceite para las lámparas 65
“Pretender contenerla es como refrenar el viento,
O sujetar el aceite en la mano derecha”.
Ahora, miren cómo habla del aceite también y de
sujetar el aceite en la mano derecha. Bueno, tenemos un
sinnúmero más de lugares…
En una ocasión, al hermano Branham le contaron un
sueño acerca de un hombre, un anciano que estaba en una
montaña o en una loma. Desde allí, en esa loma o en ese
lugar, de ahí salía un manantial, o sea, un arroyuelo, y se
convertía en unos cuantos brazos, en unos riitos; y eso
significaba (¿qué?) el Agua de la Vida, el Espíritu Santo,
descendiendo26.
Ahora miren cómo el Espíritu Santo es representado
en el agua y es representado también en el aceite.
En el agua fue representado por Cristo cuando dijo:
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Y el que cree en
mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de
su vientre”, dando a entender el Espíritu que recibirían los
que creerían en Él27.
Ahora, el aceite, representando al Espíritu Santo aquí,
miren todo lo que hace, todo lo que hace el Espíritu Santo
representado en el aceite, todo lo que hace, toda la Obra
que hace de edad en edad.
Él fue el que creó los Cielos y la Tierra, Él fue el que se
movía sobre la faz de las aguas. Él fue el que ha creado el
universo completo; y Él fue el que se hizo carne y habitó
entre los seres humanos.
Y ahora, Él es el que de edad en edad ha estado en
medio de Su Iglesia, y ha estado fluyendo en medio de
Su Iglesia (eso es el Espíritu Santo fluyendo en medio
26  SPN62-1230E “Señor, ¿es esta la señal del fin?”, págs. 21-22/16-17
27  San Juan 7:37-39 – Reina-Valera 1909
66 Dr. William Soto Santiago
de Su Iglesia).
Y para este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular
está el Aceite del Espíritu Santo manifestado, conforme a
Su promesa; y fluye en Su Iglesia, en la Edad de la Piedra
Angular, en Su Iglesia como edad, como Cuerpo Místico
de creyentes y en los miembros de Su Iglesia, que son los
hijos e hijas de Dios.
Hemos visto: “EL MISTERIO DEL ACEITE PARA
LAS LÁMPARAS”, el cual también lo vimos en la unción
de reyes y de profetas también, y en la unción de diferentes
personas, como sacerdotes, los sumos sacerdotes, y así
por el estilo.
Y ahora, hemos visto el Aceite en la Iglesia del Señor
Jesucristo; y hemos visto cómo en este tiempo final la
Iglesia de Jesucristo llega a donde se origina y de donde
emana el Aceite del Espíritu Santo que estuvo manifestado
en las siete edades de la Iglesia gentil.
Hemos visto: “EL MISTERIO DEL ACEITE PARA
LAS LÁMPARAS”.
Y ese aceite y esa composición de ese aceite no podía
ser imitada; cualquiera que imitase esa composición,
estaba sentenciado a muerte. Era una composición para el
templo28.
Y ahora, toda persona que haya tratado de imitar lo
que es la realidad del bautismo del Espíritu Santo, pues
está muerto; no tiene vida eterna, porque sin el Espíritu
Santo no hay vida eterna. No funcionan las imitaciones;
uno tiene que tener lo que es real: el Aceite del Espíritu
Santo.
Y ahora, ¿dónde están las personas que para el Día
Postrero tendrían el Aceite del Espíritu Santo manifestado
28  Éxodo 30:31-33 (34-38)
El misterio del Aceite para las lámparas 67
en su edad y en sus vidas? Aquí estamos en este Día
Postrero. Y la evidencia de que una persona ha recibido
el Espíritu Santo es que recibe la Palabra para su edad y
dispensación, esa es la evidencia.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto,
el Espíritu Santo, sean sobre todos ustedes y sobre mí
también; y pronto todos seamos transformados y llevados
a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el
Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Bueno, vamos a dejar nuevamente con nosotros a
Miguel Bermúdez Marín para continuar. El reverendo
Miguel Bermúdez Marín continuará y luego nos dirá
cuánto tiempo de receso nos dará; y luego regresaremos
para escuchar el tema: “EL SUMO SACERDOTE Y SUS
VESTIDURAS”. Y ahí, pues todo lo que Dios nos dé
vamos a escucharlo; y ahí vamos a ver ciertas cosas que
antes no habíamos visto.
Estuve hablando con Miguel y le dije: “De esto no
digas nada”. No se me vaya a adelantar, porque ni va
a ser de bendición para él, sino que más bien se va a
buscar un problema; porque no va a estar hablando él en
el momento que debe hablar, sino que estaría más bien
tomando la posición que no le corresponde. [Hno. Miguel:
Así es]. Bueno, pero él sabe eso y sabe cuáles son las
consecuencias. [Hno. Miguel: Sí, señor].
Así que vamos a dejar a Miguel por aquí. Él no les va
a hablar nada de lo que hablamos; porque hay un secreto
ahí, en el sumo sacerdote, que es el único que puede entrar
al templo.
Antes podía entrar otra persona al lugar santísimo: era
Moisés; pero, vean ustedes, Moisés y el sumo sacerdote
eran los únicos que podían entrar al templo; y luego
68 Dr. William Soto Santiago
Jesucristo al Lugar Santísimo del Templo. Y para este
tiempo final es la entrada al Lugar Santísimo y tiene que
haber un ministerio; y eso es un ministerio del nivel más
alto ministerial. Es un ministerio…
Bueno, el tema es “EL SUMO PONTÍFICE Y SUS
VESTIDURAS”; por lo tanto, eso es un ministerio de esa
clase, que entraba al lugar santísimo del templo de Moisés
y del templo de Salomón.
Lo dejamos ahí. Y vamos a dejar a nuestro amado
amigo y hermano, el reverendo Miguel Bermúdez Marín,
para que continúe y finalice nuestra parte en esta ocasión;
y luego regresaremos para ver “EL SUMO SACERDOTE
Y SUS VESTIDURAS”, ver lo que hay ahí, porque todo
eso tiene un significado.
Bueno, vamos a dejarlo ahí, porque si no, el receso
se lo daría dentro de una o dos horas y ya nos estaríamos
despidiendo; pero les voy a decir (¿hasta dentro de cuántos
minutos?, ¿una hora o dos horas, Miguel?) Hasta dentro de
una hora y media. Entonces ya estaremos hablando sobre
“EL SUMO SACERDOTE Y SUS VESTIDURAS”.
Oren por mí, pídanle a Dios que me dé todo lo que
ustedes deben saber y todo lo que yo debo hablar en esta
ocasión.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“EL MISTERIO DEL ACEITE PARA LAS
LÁMPARAS”.

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