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YA SALIDO EL SOL
Dr. William Soto Santiago
Jueves, 8 De Agosto De 2013
Santiago De Cali, Valle Del Cauca, Colombia
YA SALIDO EL SOL
Dr. William Soto Santiago
Jueves, 8 De Agosto De 2013
Santiago De Cali, Valle Del Cauca, Colombia
Muy buenas tardes, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo
nuestro Salvador. Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en
esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo
alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este
tiempo final.
Escuchaba a Miguel hablándoles también acerca de todo lo que se puede
obtener, no solamente en el campo espiritual sino en el campo físico
también, de los negocios; lo cual es importante, pues en este tiempo en que
hay tanto desempleo en todos los países, si podemos ayudar para que las
personas tengan un mejor ingreso, está muy bien; siempre y cuando lo
hagan correctamente todos los hermanos, todas las personas, todos los
ministros, sin tirarse el uno al otro, sin tratarse mal, sino tratándose bien los
unos a los otros; y con amor, haciendo las cosas para beneficio de todos y
para beneficio de la Obra de Dios. Y si así es, en octubre estaremos en
Miami.
Mantengan la ética, el respeto, y conserven el respeto por los derechos que
cada uno tiene en este asunto de negocios; y cada cual se auspicia con el
que desee, sin que sea presionado en ningún momento; que use bien el
derecho que tiene de libre albedrío.
Y que Dios prospere a cada uno de ustedes y a todos los que están
trabajando en ese negocio; y haya bendición en abundancia, prosperidad
grande, conforme a como Dios promete para los que le sirven en espíritu y
en verdad. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Jesús enseñó a trabajar, los apóstoles también. San Pablo decía: “El que no
trabaje, que no coma.” Por lo tanto, se les enseña a trabajar para que coman,
y para que tengan más facilidades para trabajar también en la Obra de Dios;
pues algunos dicen: “Si yo tuviera, ayudaría más”; pues, se les ayuda para
que tengan más y puedan ayudar más también, no solamente a su familia
sino a la Obra de Dios.
En Malaquías, capítulo 4, hablándonos del tiempo final, nos dice de la
siguiente manera: Capítulo 4, versos 1 al 6:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los
soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá
los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni
rama.
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus
alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros
pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb
ordenanzas y leyes para todo Israel.
He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová,
grande y terrible.
Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los
hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con
maldición.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
La Venida del Señor está prometida para ser cumplida como el Sol naciente
y también viniendo en una nube, una nube de gloria, y también viniendo en
un caballo blanco.
En el Monte de la Transfiguración tenemos el orden de la Venida del Señor
y lo vemos allí envuelto en una nube de luz, le rodeó allí la presencia de
Dios en San Mateo, capítulo 17, pues en el capítulo 16 Él había prometido
que algunos de los que estaban allí no verían la muerte hasta que vieran la
Venida del Hijo del Hombre. San Mateo, capítulo 16, versos 27 al 28, dice:
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”
En Apocalipsis, capítulo 22, verso 12, dice: “He aquí vengo pronto…”
Vamos a leerlo también:
“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a
cada uno según sea su obra.
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.”
Está hablándonos de Su Segunda Venida.
Y ahora continuamos al verso 28 del capítulo 16 de San Mateo:
“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán
la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”
O sea, que quedarían algunas personas vivas para el tiempo de la Venida del
Señor. Y Pedro, Jacobo y Juan, desde cierta visión profética representan a
los ciento cuarenta y cuatro mil que van a ver la Venida del Señor, pero Él
vendrá (conforme a Apocalipsis 10) por Su Iglesia; por eso el reverendo
William Branham dice que Él viene por Su Iglesia. Dice en la página 42 del
libro de “Citas”, párrafo 345:
“San Mateo 17, muy bien: ‘...y después de seis días Jesús toma a Pedro,
Santiago y Juan... en una alta montaña aparte y fue transfigurado ante
ellos: y su rostro brilló como el sol y sus vestiduras eran blancas como la
luz.’ Él fue transfigurado. ¿Qué hizo? Se pasó dentro de la transformación,
hacia el día de Su venida... Él los había llevado y Él fue transfigurado ante
ellos, transformado. Sus vestiduras brillaron como el sol en medio de su
fuerza y aparecieron con Él Moisés y Elías. ¿En qué forma viene el Hijo del
Hombre ahora? Primero, aparecerá, será Moisés y Elías. Ahora, fíjese,
antes que Jesús vuelva a la Tierra... Ahora, es poco antes de tiempo, pero el
Espíritu de Elías volverá a la Tierra y tornará los corazones de los hijos a
los padres. La Biblia lo dice. Jesús lo vio aquí, los apóstoles lo vieron aquí,
el orden de la Venida del Hijo del Hombre glorificado. Él será glorificado y
volverá. La primer cosa, antes que lo vieron ¿Qué era? Elías. ¿Luego?
Moisés; Israel volviendo hacia allá; los guardadores de la ley. Y luego el
Hijo del Hombre glorificado. ¿Ve el orden de Su Venida?”
Y ahora, encontramos que allí fue mostrado ese orden de la Venida del
Señor a Su pueblo, a Su Iglesia; y los judíos lo van a ver viniendo.
El reverendo William Branham nos muestra que Moisés – o sea, que Pedro,
Jacobo y Juan representan a los ciento cuarenta y cuatro mil.
En el folleto “Compendio - De diferentes temas,” en el tema El sonido
incierto, página 144 y 145, dice el reverendo William Branham:
“Fíjense en el orden de la resurrección, eso fue lo que me impactó a mí en
ese momento. Noten, ¿qué apareció primero? Acá en el otro capítulo 16 de
San Mateo, y les dijo que algunos parados allí (vamos a decir), ellos verían
el anticipo del Reino de Dios, ellos conocerían el orden de la resurrección y
la Venida de Dios. Miren allí en el capítulo 16. Ahora aquí Él sube ¿y qué
ocurre? Su semblanza fue cambiada. En otras palabras, Él fue revelado de
otra forma (fue revelado de otra forma), ¿me entienden? Él se estaba
revelando de otra forma. ¿En qué, pues, estaba? En una condición
glorificada y transfigurado. Su Venida. La manera en que Él viene. Un
Cristo glorificado, transformado. Sus vestimentas brillaban como el sol.
¡Qué cosa! Oh, Él estaba parado en la nube y Él viene en las nubes de
gloria, cubierto por una nube. No una simple nube como de lluvia, pero la
nube en que Él viene es una nube de gloria, y con Él todos los ángeles.
¡Aleluya! Así es como Él viene, viene en una nube de gloria.
Ahora noten, cuando lo vieron parado, y aun antes de eso, le aparecieron
Moisés y Elías. Vean eso. ¿Qué significaba Moisés? Moisés significaba los
que habían muerto y estaban durmiendo en la tumba, pues que Moisés
murió y fue enterrado, nadie sabe dónde fue enterrado, pero él
representaba a los que duermen cuando Él venga, y Elías representaba los
que han sido trasladados, los que no tuvieron que morir. ¿Ve? Allí lo tiene.
Y Pedro, Jacobo y Juan, representan al remanente de Israel, parados allí,
diciendo: ‘He aquí, este es nuestro Dios en quien hemos creído.’ Allí están
los ciento cuarenta y cuatro mil.
Vean, allí lo tienen, Pedro, Jacobo y Juan, tres, como testimonio. Cuando Él
regresa, ¿qué es lo primero? La resurrección: Moisés, y con Elías, le
aparecieron, ¿ve? La resurrección de los muertos, y también los que no
tienen que morir fueron cambiados, y estaban parados allí en Su presencia.
¡Qué cosa! Allí estaba Él glorificado.”
Ahí podemos ver que hay algo grande preparado para este tiempo final.
Este es el tiempo. Él aparecerá con Su rostro como el sol, porque la Venida
del Señor conforme a Malaquías, capítulo 4, verso 2, dice: “Mas a vosotros
los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de Justicia.” Eso nos habla del
tiempo de la mañana, que es donde nace el sol.
Para Israel estará naciendo el Sol. Cristo es el Sol de Justicia. Él dijo: “Yo
soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la
luz de la vida.” Eso está por ahí por San Juan, capítulo 8, verso 12. Cristo es
el Sol.
Y ahora, ¿de dónde reaparece el Sol por el Este? Regresando del Oeste.
Luego que completa su recorrido de Este a Oeste, luego sale nuevamente
por el Este. Así será para Israel, así está prometido. Por eso en Isaías,
capítulo 60, dice, y lo vamos a leer para que tengamos el cuadro claro del
evento más importante del Programa Divino y también más importante para
la raza humana. Isaías, capítulo 60, verso 1 en adelante, dice:
“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha
nacido sobre ti.”
Nos habla del Este, que es por donde nace el sol, y nos habla del tiempo de
la mañana para Israel.
“Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones;
mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria (¿Amanecerá
Dios sobre quién? Sobre Israel).
Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento.”
Luego, veamos el Salmo 80 lo que nos dice, verso 1 en adelante:
“Oh Pastor de Israel, escucha;
Tú que pastoreas como a ovejas a José,
Que estás entre querubines, resplandece.
Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés.”
Una petición muy importante. Benjamín representa a los ciento cuarenta y
cuatro mil hebreos; Efraín: la Iglesia del Señor Jesucristo; y José es Cristo;
y Manasés representa a los judíos.
“Y ven a salvarnos.
Oh Dios, restáuranos…”
La restauración de Israel, la cual esperaba Israel en los días de Jesús. En el
libro de los Hechos le preguntan a Jesús, ya Jesús resucitado y glorificado:
“Señor, ¿restaurarás Tú el Reino a Israel en este tiempo?” (Capítulo 1 del
libro de los Hechos).
“Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”
¿Ven? Es el Señor resplandeciendo Su rostro que salvará a Israel.
Cuando lo vean en el cumplimiento de Su rostro resplandeciendo como el
sol, será que Israel será salvo, como dice San Pablo en Romanos, capítulo
11, versos 25 al 27.
Y entonces, cuando se haya completado la Iglesia, entonces todo Israel será
salvo, como dice la Escritura, como dice Isaías: “Vendrá el Redentor de
Sión, que salvará a Israel.” Y vendrá el Redentor de Sión. Capítulo 59 de
Isaías, por ahí por el verso 20. De Sión, que es la Iglesia del Señor
Jesucristo en el campo espiritual. Del Oeste regresa el sol al Este; porque
para el tiempo final el Espíritu Santo, el Sol, Cristo, habrá recorrido desde
el Este, donde comenzó la Dispensación de la Gracia y ha venido
alumbrando espiritualmente; y en el tiempo final, como el sol termina su
recorrido (termina el día en el Oeste), así Cristo en Su recorrido termina la
Dispensación de la Gracia en el Oeste, completando Su Iglesia.
Y eso es lo último del mundo, lo último de la Tierra: el Oeste; para el sol lo
último de la Tierra es el Oeste; y para la Iglesia lo último de la Tierra será
en el continente americano, sobre todo la parte sur. Siempre bajando hacia
el Sur porque ya la séptima edad de la Iglesia se cumplió en la parte norte
del continente americano.
Ahí será donde Cristo dará la fe para ser transformados y raptados, a Su
Iglesia; porque ahí será la etapa final para la Iglesia, donde la revelación de
Cristo estará siendo manifestada. Y ahí estará la bendición de Cristo para
todos los creyentes en Cristo; y de ahí saldrá para todas las naciones, hasta
Israel.
“Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?
Les diste a comer pan de lágrimas,
Y a beber lágrimas en gran abundancia.
Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
Y nuestros enemigos se burlan entre sí.
Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”
La Segunda Venida de Cristo con Su rostro como el sol resplandeciendo es
la respuesta a esta oración, que piden que Dios los restaure, para lo cual
piden que haga resplandecer Su rostro sobre ellos y para ellos; lo mismo
que fue mostrado en San Mateo, capítulo 17. Pero ahora, vean aquí, en el
libro de “Citas,” página 22, párrafo 176, dice:
“Y allí están esos dos testigos. Y cuando ellos atormenten al mundo, con
sus predicaciones, y reúnan otra vez a los judíos, trayéndolos al
arrepentimiento, trayéndolos otra vez a que crean... cuando vean a
Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: ‘Mirad, este es el Dios a
quien esperábamos. ¡Este es Él!’ Pero Él no viene por ellos, viene por Su
Novia.”
Y más abajo dice:
“Cuando el Señor Jesucristo venga por su Novia, y ellos lo vean a Él, ellos
dirán: ‘Este es el que hemos esperado, allí está Él’ Él se levantará con
sanidad en Sus alas.”
Es lo que dice Malaquías 4:2: “Mas a vosotros los que teméis mi nombre,
nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá salvación (salud).”
Y en el libro de “Los Sellos” (el que tiene 484 páginas), página 57 y en la
59 también dice, hablando del Ángel Fuerte que desciende del Cielo, que
ese es el Mensajero a Israel, pues es el Ángel del Pacto, el que le dio la Ley
allá en el Monte Sinaí. Dice:
“Él es un mensajero a Israel.”
Pero Él no viene por ellos, Él viene por Su Novia por Su Iglesia.
El que viene con el rostro como el sol en Apocalipsis, capítulo 10, con el
Librito abierto en Su mano y clamando como cuando ruge un león; viene
por Su Iglesia y viene hablándole a Su Iglesia, le viene hablando a Su
Iglesia como León.
Por eso el reverendo William Branham dice que los Truenos le darán la fe
para el rapto a la Iglesia-Novia, y dice que los Truenos van a revelar el
misterio de Su Venida, y por consiguiente el misterio del Nombre Nuevo,
del cual habla Cristo en Apocalipsis capítulo 3, verso 12, y Apocalipsis,
capítulo 2, verso 17 también.
Hay muchas bendiciones grandes para los creyentes en Cristo para este
tiempo final; y todo será manifestado, cumplido, en simplicidad, todo será
en simplicidad. Por lo tanto, no estén buscando cosas en forma complicada
y no vaya tampoco a complicar las cosas; todo será en simplicidad. Y todo
estará girando alrededor de lo que Dios ha prometido para Su Iglesia, y lo
que Dios ha prometido para Israel. Lo veremos todo en el cumplimiento de
lo que Él ha prometido. Así será; pues así está ordenado por Dios, así ha
sido prometido por Dios y así será cumplido.
En el mensaje Ya salido el sol, el reverendo William Branham hablando,
contó una historia o historieta o parábola, sobre un joven que quería ir a
pescar. Eso fue, parece, debe ser por Irlanda o algún lugar de esos que
acostumbran mucho a ir de pesca; y buscó un pescador con un bote para que
lo llevara de pesca.
Salieron de pesca durante la noche (que es que más se acostumbra pescar),
y les tomó una tempestad. Y de noche y con una tempestad, se pone más
oscuro, no se ven ni las estrellas ni la luna ni nada. Y el joven, que no era
experto en la pesca y en estas travesías por el mar, estaba muy preocupado;
pero el anciano pescador estaba muy tranquilo. Y el joven no sabía dónde
estaban, dónde se encontraban; y el anciano pescador le dice: “Deja que
salga el sol y entonces sabremos dónde nos encontramos.”
A través de las siete edades de la Iglesia, la Iglesia tuvo las siete etapas de
la luna: las siete etapas de la Iglesia están representadas en siete etapas de la
luna; y solamente luego de las siete etapas de la Iglesia es que viene una
etapa de luz solar.
En las siete edades de la Iglesia fue la luz del Sol reflejada a través de la
luna: de la Iglesia, pero luego tenemos la promesa de una nueva etapa, en
donde será el Sol alumbrando a Su Iglesia. Y cuando salga el Sol, entonces
sabremos dónde nos encontramos, dónde nos encontramos en el Cuerpo
Místico de Cristo, dónde nos encontramos en cuanto al territorio donde esa
etapa de luz del Sol resplandeciendo para alumbrar a Su Iglesia se estará
llevando a cabo.
Ahí es el momento donde la Luz de Cristo como el Sol de justicia estará
alumbrando nuestro entendimiento, nuestra alma, con la revelación divina;
y así abriéndonos las Escrituras y dándonos la fe para ser transformados y
llevados con Él a la Cena de las Bodas del Cordero. Y así será como Cristo
vendrá a Su Iglesia antes de la tribulación para llevársela, porque la Venida
de Cristo a Su Iglesia será en secreto, será como ladrón en la noche; y por
consiguiente, solamente la Iglesia del Señor Jesucristo, que va a ser
transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, lo
verá, lo reconocerá y se irá con Él a la Cena de las Bodas del Cordero; así
como hemos visto a Elías en medio de la Iglesia, en la séptima edad,
manifestando el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo manifestando el
ministerio de Elías en el reverendo William Branham.
Esa es la Iglesia del Señor Jesucristo donde la manifestación, la revelación
de Cristo, ha estado siendo manifestada desde el tiempo de los apóstoles
hasta nuestro tiempo; por consiguiente, la Iglesia del Señor Jesucristo es la
que tiene la promesa para la Venida del Señor, para ser transformados y
llevados con Él a la Cena de las Bodas del Cordero.
Ya han transcurrido las siete etapas de la Iglesia, y la Iglesia está
representada en la luna. A través de la Iglesia (la Luna), Cristo el Sol de
Justicia se estaba reflejando al mundo y hablándole al mundo. Luego viene
la edad de la Iglesia: la Edad de Piedra Angular, la edad ya no de la Luna
sino del Sol, en donde Cristo mismo se estará revelando a Su Iglesia, a los
judíos, al mundo entero, en donde la Tercera Etapa será para la Iglesia-
Novia, para las vírgenes insensatas o fatuas y para el mundo, incluyendo al
pueblo hebreo. Esa es la Edad de Oro de la Iglesia, la Edad de Piedra
Angular, la edad para la Venida del Señor.
En las otras edades no se cumplió plenamente la Venida del Señor sino
parcialmente en cada mensajero; pero lo que vimos en parte: en el
reverendo William Branham, será manifestado en toda su plenitud en la
Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo; en donde se estarán
cumpliendo todas las promesas correspondientes a la Venida del Señor a Su
Iglesia, y en donde se estarán cumpliendo las promesas de la revelación que
ha sido prometida para Su Iglesia y la transformación de los que están
vivos; en donde se estará recibiendo la revelación para el rapto y para el
arrebatamiento, la fe de rapto, que gira alrededor de la Venida del Señor.
Y por consiguiente, ahí los Truenos estarán hablando Sus voces; porque los
Truenos no hablarán Sus Voces en el Cielo sino en la Tierra cuando el
Ángel Fuerte puso Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la
Tierra.
Y esa Voz de Cristo como León, clamando como cuando un león ruge y
siete truenos emitiendo sus voces, será lo que la Iglesia estará escuchando
en la Edad de la Piedra Angular. Estará escuchando la Voz de Cristo así
como la escuchó en cada edad, la Voz de Cristo en Espíritu Santo a través
del mensajero de cada edad. Así será para la Edad de la Piedra Angular, será
Cristo en Espíritu Santo hablándole a Su Iglesia y revelándole todos estos
misterios, y preparando a Su Iglesia para la transformación, el rapto, para ir
con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Todo será en simplicidad. Ese misterio lo conocerá la Iglesia-Novia. Y los
judíos verán eso y dirán: “Este es el que nosotros estamos esperando”; pero
Él no viene por ellos, Él viene por Su Iglesia. El resto tendrán que pasar por
la gran tribulación para ser purificados durante la gran tribulación. La
Iglesia-Novia no tendrá que pasar porque ha sido purificada con la Sangre
de Cristo nuestro Salvador, que ha recibido la Vida de la Sangre, que es el
Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo.
Por lo tanto, con la salida del Sol (una edad), así como pasó en las siete
edades de la Iglesia, que la Luna tuvo siete etapas, cada vez que llegaba una
etapa de la Luna había luz: la Luz de Cristo, el Sol de Justicia, reflejada a
través de la Luna, y trayendo esa luz de la Palabra por medio del mensajero
correspondiente a cada edad: Cristo alumbrando, el Sol de Justicia
alumbrando a través de la Luna, de la Iglesia, y sobre todo a través del
mensajero de la Iglesia de cada edad.
Y ahora hemos llegado a la Edad de la Piedra Angular, a la Edad del Sol, la
edad en donde todo va a ser visto claramente, a medida que el Sol va
alumbrando sobre cada Escritura, sobre cada promesa que ha sido hecha
para la Iglesia del Señor Jesucristo.
No trate usted de alumbrar con una linterna esa promesa. Deje que Cristo, el
Sol, por medio de Su Espíritu nos abra esas Escrituras, nos alumbre, dé luz
sobre esas Escrituras, y las tendremos perfectamente reveladas para nuestra
alma, nuestro espíritu y todo nuestro ser.
Es en la Edad de Piedra Angular donde Cristo como el sol resplandece,
alumbra nuestro entendimiento, nuestra alma, nuestro espíritu, con Su
Palabra prometida siendo revelada y cumplida en este tiempo final.
Ya salido el sol fue el tema que tuvo el reverendo William Branham en un
mensaje. ¿Y qué le dijo el anciano pescador al joven? “Deja que salga el sol
y entonces sabremos dónde nos encontramos.”
Para nuestro tiempo tenemos que saber dónde nos encontramos: si nos
encontramos en la primera edad, o la segunda, o tercera, cuarta, quinta o
sexta o séptima edad. Si nos encontráramos en la quinta edad, seríamos
(¿qué?) luteranos; si nos encontráramos en la sexta edad, seríamos (¿qué?)
wesleyanos; si nos encontráramos en la séptima edad, seríamos (¿qué?)
pentecostales; pero ya esas edades terminaron. Ya esas generaciones:
generación luterana, wesleyana y pentecostal, terminaron; fueron parte del
programa para restauración; pero la Restauración llega a su cumplimiento
total en la cuarta etapa, en la etapa de la Palabra. No en la etapa de
justificación o santificación o dones del Espíritu, sino en la etapa cuarta, la
etapa de la Palabra.
Eso lo encuentra… vamos a ver si se la puedo dar también… por ahí por la
página 68 y 69 del libro de “Citas,” dice, párrafo 591:
“¿Lo captan ustedes? Amén. Pues Dios dijo: ‘Yo lo restauraré.’ Él lo va a
restaurar ¿cómo? Por cuatro mensajeros de muerte lo mataron (o sea, al
Árbol-Novia); entonces cuatro mensajeros de vida lo restaurarán. ¿Qué era
el primero? Martín Lutero - justificación. ¿Qué era el segundo? Juan
Wesley por santificación. ¿Qué era el tercero? Pentecostés con la
restauración de los dones, el Espíritu Santo, Bautismo del Espíritu Santo.
¿Qué era el cuarto? La Palabra. ¿Qué? La Palabra. Hubo cuatro grandes
profetas. Uno de ellos, Martín Lutero, él comenzó a brillar una luz. Ella era
una Luz pequeña, solamente una fuerza muy pequeña de justificación. A lo
largo vino Wesley. Wesley, más fuerte ‑ santificación. Después de Wesley
vino uno más fuerte que él, pentecostal, el Bautismo del Espíritu Santo en
otro gran profeta. (El bautismo del Espíritu Santo en otro gran profeta.
Primero Lutero, después Wesley y después el reverendo William Branham)
¿Ven? Pero en los últimos días de Malaquías 4, Elías ha de venir con la
mera Palabra.”
Y más abajo dice el párrafo 592, es cuando los huesos secos de Ezequiel 37,
verso 1 al 14:
“Profetiza. ¿Pueden estos huesos vivir?’ Tengo las cuatro etapas de esa
venida hacia adelante de esa Iglesia. ¿Qué son las cuatro etapas de la
venida hacia adelante de los huesos secos de Ezequiel? Pero la vida vino,
no cuando la piel de fibra estaba en ellos, pero cuando el aire sopló sobre
ellos. Eso es cuando ello vino para atrás, ese cuarto Mensaje de Vida fue
traído para atrás. ‘Yo restauraré,’ dice el Señor. ¡Aleluya! La cuarta luz ha
de venir la cual traerá las mismas señales. ¡Miren! Justificación trajo para
atrás la pulpa. Santificación trajo para atrás la corteza, doctrina de
santidad. ¿Qué trajo para atrás la hoja? Pentecostales. ¿Qué es ello?
Pentecostales, hojas, palmear sus manos, la Palabra hecha carne, frutas de
fruto de la señal de resurrección que Cristo por fin ha, después de
justificación siendo plantada, santificación siendo plantada, Bautismo del
Espíritu Santo. Organizaciones se murieron, y Cristo otra vez se ha
colocado en el centro de Sí mismo como ese tope de la pirámide. Primera
línea, justificación, santificación, Bautismo del Espíritu Santo, entonces la
venida de ese tope.”
¿Ve? Primero la etapa luterana, luego la etapa wesleyana, luego la etapa
pentecostal, y luego la etapa de Edad de Piedra Angular: el tope.
“…Entonces la venida de ese tope. ¿Qué es ello? Ese grupo del Espíritu
Santo siendo refinados, para que pueda encajar con la misma clase de
ministerio que Él tenía cuando Él se fue para que cuando Él venga para
atrás ello cogerá la cosa entera en el Rapto…”
Y vean en qué etapa está señalado que será el rapto. No en la etapa o edad
luterana, wesleyana o pentecostal, sino en la etapa de Piedra Angular, la
etapa correspondiente a nuestro tiempo. Y ahora aquí tenemos algo bien
importante:
“…donde ellos son justificados, santificados, y el Bautismo del Espíritu
Santo. Esa pirámide se parará otra vez.”
Y luego el párrafo 593 de la página 69 del libro de “Citas”, que es lo que le
sigue, en el mismo mensaje La Restauración del Árbol Novia. Dice:
“Vendrá una Luz, se levantará. ¿Dónde? ¿Allá en Jerusalén? No, señor.
Las luces de la tarde no se levantarán en Jerusalén. Las luces de la tarde
¿van para dónde? ¡En el Oeste!”
No allá en el Este, no allá en Israel, en el Medio Oriente, en el Medio Este,
sino en el Oeste; y el Oeste es el continente americano. En el Oeste se
cumplió la séptima edad de la Iglesia, y en el Oeste se cumplirá la Edad de
la Piedra Angular. Tan sencillo como eso.
En la trayectoria del Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, podemos
recorrer los lugares donde se ha cumplido cada etapa de la Iglesia hasta
llegar al continente americano, donde se cumplen dos etapas: una en la
parte norte y la otra en la parte de los latinoamericanos.
“¡En el Oeste! Ellos tuvieron su día (o sea, los del Este) y lo rechazaron,
pero la Luz de la tarde se levantará en el Oeste. ¿Para qué? Para brillar
sobre la Palabra.”
Si brilla sobre la Palabra entonces lo entenderemos, porque trae Luz sobre
la Palabra prometida para el tiempo final, y hace que se cumpla esa Palabra,
porque se trabajará sobre esa Palabra, y Dios por Su Espíritu la hará una
realidad.
“Para brillar sobre la Palabra. ¿Qué? Para madurar la fruta, traer hacia
adelante el Árbol Novia con las mismas señales, maravillas, y frutos que
ellos tenían en el principio.”
Por eso la Tercera Etapa será manifestada en medio de la Iglesia, conforme
a como ha sido prometida; y las cosas que fueron mostradas a los profetas,
incluyendo al reverendo William Branham, sobre cómo se llegaría al final y
se recibiría la fe para el rapto, y la transformación y rapto, todo eso será
cumplido en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
¿Y dónde estará resplandeciendo la Luz, Cristo, por medio de Su Espíritu,
para alumbrar sobre la Palabra prometida, para lo que ha sido prometido
para la Iglesia para el tiempo final? Todo eso es en el Oeste. Y después
pasará al Este, a Israel.
Desde el Este mirarán y verán que Cristo, el Sol de Justicia, estará
resplandeciendo en medio de Su Iglesia. Cristo, la Luz del mundo, en medio
de Su Iglesia, en el Día Postrero, alumbrándonos Su Palabra,
resplandeciendo sobre Su Palabra, dándonos Luz de Su Palabra para que se
haga una realidad. Y Dios vela por Su Palabra para ponerla por obra, para
hacerla una realidad.
Por lo tanto, estemos preparados siempre, porque tenemos grandes
promesas de parte de Dios, las cuales serán cumplidas en medio de Su
Iglesia; y por consiguiente, grandes bendiciones estará recibiendo la Iglesia
del Señor Jesucristo en este tiempo final.
Y todo eso está ligado a los Siete Truenos, todo eso está ligado a lo que
Dios tiene prometido para Su Iglesia; y todo desembocará en la resurrección
de los muertos creyentes en Cristo y la transformación de los que vivimos, y
una etapa de manifestación plena del poder de Dios en la Tierra: la Tercera
Etapa, y la ida de Cristo con Su Iglesia a la Cena de las Bodas del Cordero;
por tres años y medio estaremos en la Cena de las Bodas del Cordero, y
luego regresaremos a la Tierra con Cristo para el establecimiento del Reino
Milenial.
O sea, que hay un orden divino ya establecido, el cual Dios estará
cumpliendo. Nos toca a nosotros estar preparados para todo lo que Dios
tiene prometido para Su Iglesia, para este tiempo final. No queremos perder
ni una de las bendiciones que Él tiene para nosotros. Son grandes
bendiciones que Él tiene para nosotros. Todo es paralelo a lo que fue la
Primera Venida de Cristo.
El precursor de la Primera Venida de Cristo fue Juan el Bautista y el
precursor de la Segunda Venida de Cristo fue el reverendo William
Branham. Como fue en el Este, vean, lo hace también en el Oeste.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión,
dándoles testimonio de la Palabra del Señor Jesucristo.
Continúen pasando una tarde feliz; y nos continuaremos viendo ya más
adelante, en la actividad de la noche. Ore mucho por la actividad de la
noche. Cristo está llamando y juntando Sus escogidos, y en algún momento
se va a completar el número de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Por lo tanto, adelante trabajando siempre en la Obra del Señor; y
manteniendo buen compañerismo los unos con los otros, los ministros con
los ministros, y también con los hermanos de las diferentes congregaciones,
tratándolos con amor, con cariño, recuerden que esas son las ovejas del
Señor.
Traten bien las ovejas del Señor y ayuden a las ovejas del Señor en todo lo
máximo que puedan ayudarlas. Recuerden que no son las ovejas suyas, son
las ovejas del Señor Jesucristo, que el Padre le dio para que las busque y les
dé vida eterna.
Él dijo: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen, y yo las conozco, y yo les
doy vida eterna. El Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las
puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
Recuerde, son las ovejas del Padre, que le fueron dadas a Cristo para que las
busque y les dé vida eterna. Traten bien a las ovejas que el Padre le dio a
Jesucristo para que las buscara y les diera vida eterna; y recuerde que usted
también es una de las ovejas del Señor, y yo también. El mismo Cristo es
tipificado, simbolizado, en una oveja: “como oveja fue llevado al
matadero,” ¿ve? Y Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.”
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos
ustedes.
Continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Jesucristo
nuestro Salvador.
Dejo con ustedes al reverendo, misionero Miguel Bermúdez Marín, para
continuar.
“YA SALIDO EL SOL.”

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