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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL

ESTADO DE MÉXICO

Facultad de Derecho

“EL ABOGADO: EJERCICIO


PROFESIONAL DEL DERECHO”
Autor: Lic. Javier García Valencia.

Análisis de capitulo:
“Pensamientos y legado
de un abogado”

ALUMNA:
Vargas Alcántara Juana Itzel.

GRUPO: 14 VESPERTINO
5 de abril del 2024
PENSAMIENTOS Y LEGADO DE UN
ABOGADO
Análisis.
Para comenzar este análisis mencionaremos que el libro “El Abogado: Ejercicio
profesional del Derecho”, del Licenciado Javier Gracia Valencia, es un libro que al
menos en mi opinión es una obra que todo licenciado en derecho, o estudiante de
la carrera de derecho debería leer en algún momento de su vida profesional o
académica. Ya que toca puntos sumamente importantes y principalmente te da una
clara visión de la abogacía, del papel importante que ocupa en la sociedad esta
profesión con el pasar de los tiempos. Mas allá de un libro sobre el abogado, es una
guía que básicamente aconseja al profesional y hace reflexión sobre sus valores,
su código de ética, sus principios y el cómo nunca darse por vencido a pesar de los
obstáculos que se presentes, cumplir tus sueños, llegar a la meta, alcanzar lo alto
de una estrella. Mencionamos también el compromiso que un abogado tiene con la
sociedad en general y por supuesto, con el mismo. Mencionado esto, comenzamos
con el análisis del capítulo antes indicado… el abogado, para muchas personas, un
profesionista casi no importante, “corrupto”, “tranza”, pensamientos que por alguna
u otra razón las personas crean de ellos, pero ¿realmente saben con exactitud a lo
que un verdadero abogado se dedica?, ¿lo que hace? o tal vez, ¿a lo que se
enfrenta día con día?

El capitulo comienza con una posible definición que el autor les brinda a sus colegas
abogados, los describe, o mejor dicho, hace que ellos mismos se tomen como el
“mas fiel de los criados sociales”, o tal vez como “el mas noble y buen sirviente” o
como “el enemigo inmortal de la injusticia”, para mi parecer, todos estos conceptos
tienen algo en común, y es que un abogado tiene una tarea, se podría decir una
obligación, una misión en el mundo, algo que menciona en el siguiente párrafo,
servir a la humanidad, utilizar sus conocimientos y capacidades para eso, para
ayudar a la sociedad.
El código de ética profesional en un abogado es fundamental, es importante,
consigo viene a él la pregunta inmortal… ¿Abogado, cumpliste con tu misión en el
mundo?, a lo que el mismo autor escribe: “Señor, no esta en mi la respuesta, si no
en las personas en las personas que tuve oportunidad de ayudar con mi consejo”,
y es que verdaderamente un abogado se enfrenta a muchísimas circunstancias
difíciles, o muchas cosas buenas, a cosas malas, cosas que en inga otra profesión
se ven, unos cuantos se arrepientes de las decisiones que toman, de los consejos
que dan, quisieran regresar el tiempo y corregir sus errores, pero es ahí de donde
se aprende, de donde la ética de cada uno va tomando más fuerza, y es que hay
algo que se debe de aceptar, el mundo esta lleno de injusticias, de personas con
malas intenciones, con un código de ética despréciale, aquí el autor nos menciona
que el adopto una premisa importante “vale mas sufrir una injusticia que cometerla”,
y esto habla muy bien no solo de un abogado, si no también de una persona en
general. Como punto posterior se habla de los sacrificios que un profesionista en
derecho toma, en este caso, desde la propia experiencia del autor, él dice que así
como la carrera tiene cosas buenas, también tiene cosas malas, injusticias, envidia,
preocupaciones, y esto a mi punto de vista es verdad, yo como estudiante apenas
y puedo lograr zafarme de las personas que siempre me cuestionan el por qué elegí
esta carrera, cometarios desagradables, me quieren hacer sentir inferior, débil,
innecesaria en un futuro, diciéndome que la profesión es muy fácil de aprender o
que no conseguiré un trabajo, pero solo yo sé el esfuerzo que le dedico a mis
estudios día con día. Para entrar a la Facultad de derecho yo tuve que presentar un
examen de admisión, ingresar a la segunda carrera mas demandada de la
Universidad Autónoma del Estado de México no es fácil, muchos se quedaron en el
camino, no lograron entrar, y yo, mis compañeros, lo hicimos, dimos ese primer
paso, cumplimos ese primer sueño, esa meta, sin importarnos tal vez si teníamos o
no el apoyo que necesitábamos tener, algunos quizás sin vivir cerca (mi caso), pero
nunca nos dimos por vencido, sacrificamos días de convivencia con la familia, con
los amigos, solo por quedarnos en casa leyendo un libro, estudiando, y si, fue difícil,
nadie te dice que es fácil, pero de algo me di cuenta, no es imposible. Aun recibiendo
malos comentarios, sin apoyo tal vez, lo logre, estoy en la carrera que amo, y se
que logare dar mas que mi cien por ciento, porque así lo quiero, y porque sé que la
abogacía juega un papel de suma importancia en la sociedad. Dirán que un abogado
es muy “alzado”, pero es que seamos realista, no cualquiera se aprendería lo que
un profesita en derecho sabe, y no es por menospreciar a las demás profesiones,
pero estamos hablando de que del Derecho se rige la conducta, los principios, las
normas que controlaran a todo un país. Recuerdo como en una platica que nos
dieron en la preparatoria, unos abogados nos decían que la profesión implicaba en
muchas ocasiones ser frio, ser duro incluso hasta contigo mismo, como el libro lo
menciona, es triste ver lo que ocasiona la mano injusta, lo que puede ocasionar una
mala acción, que, como volcán en erupción, su lava pasa a traer todo a su paso sin
importarle que sea. Es curioso recordar aquella vez que iniciamos la carrera y una
maestra nos pregunto que en que rama del derecho nos queríamos especializar,
mas de la mitad de mis compañeros dijeron que ellos querían ser penalista, todavía
recuerdo la gracia que le dio a la profesora, no como un símbolo de burla, si no
como ella misma lo dijo… una advertencia, pues en esa rama en particular se ven
y analizan casos que no parecieran de este mundo, como si salieran de una película
de ciencia ficción, el mundo es cruel, las personas son crueles, y es aquí donde el
trabajo de un profesional en derecho debe mostrase impecable. Son muchísimos
abogados los que existen en el mundo, pero debemos reconocer que
desafortunadamente no todos son buenos, claro, podrán leer cientos de libros,
podrán tener lo conocimiento básicos, pero… ¿realmente saben como actuar?,
¿Cómo mantener la postura correcta ante un caso tan fuerte?, es muy importante
reconocer cuando las cosas se hacen solo por hacerse, y no por amor a su
profesión, y lastimosamente esto si pasa en el mundo, por eso mismo, yo creo que
generalizan al decir que un abogado es corrupto, o que es un tranza, que no sabe
nada, que hace mal su trabajo. Quizás por dinero, por fama, por querer mas poder
se den estas situaciones, y es horrible solo imaginar como el poder ilimitado lo
destruye todo a su paso, incluso a uno mismo, pero hay una “luz” en el camino al
final de cuentas, y es aquella que nos demuestra que no todos los abogados son
así, algunos darían incluso su vida misma por demostrar la verdad, por dar a cada
uno lo que merece, y es que eso es por lo que un verdadero profesional del derecho
debería vivir, como se mencionó al principio, vive para servir a la humanidad,
enemigo inmortal de la injusticia. Concuerdo en su totalidad con el autor, un
abogado debería ser aquel que crea que la justicia prevalecerá a pesar de todas las
cosas, cada uno tendrá su propia forma de ver al Derecho, y cada uno sabe el
esfuerzo que le dedica o le dedico a su preparación, las noches que no descanso,
todos los conocimientos que adquirió, nadie puede conocer sus verdades más que
uno mismo. Es importante reconocer que un abogado ya tiene los conocimientos
previos y las capacidades requeridas para ser alguien envidiable, pero eso depende
de cada uno, el cómo los mire el mundo solo será algo que dependerá de ellos,
porque muchos serán los consejos que les darán las diferentes personas que se
crucen en su camino, pero cada uno decide cuales tomar y cuales no. Seria un
sueño que todos pusieran de su parte para por fin limpiar la falsa imagen que se
tiene de lo que es y a lo que se dedica un Abogado, el autor hace una tipo
“invitación”, si podría llamarse así, a sus colegas, yo aunque no soy aun una
profesionista en Derecho, tomo el papel como si ya lo fuera y concuerdo con que
nuca deberíamos de cambiar nuestra sana perspectiva sobre lo justo, la honradez
es algo que siempre deberá de caracterizarnos, ejemplo que nos ponen en el libro
es que un buen juez, aun retirado, siempre juzgara lo malo y lo bueno en la
humanidad, sin importar que ya no esté dándolo a la práctica. Un hombre jamás
debe humillar a otro hombre, y ahí es donde el papel del abogado entra en acción,
defender, discutir, luchar, velar por lo justo, lo correcto, el autor nos proporciona un
enunciado que lo explica todo con facilidad… “servir a los demás, y no servirse a
ellos”, esa es la razón de ser de un abogado, otra frase realmente maravillosa es
esa que dice “somos los que aramos el campo de la justicia y nunca recogemos los
frutos”, y el Licenciado Javier García Valencia agrega: “ya que nos alcanza la
muestre”, por lo que logre rescatar, nos quiere dar a entender que cada acción, tiene
su reacción, lo que haces se te regresara, sea bueno o malo. Concluimos con esta
frase que amo… “si nos dieran la oportunidad de volver a nacer, naceríamos, sin
duda, otra ves abogados”, este capitulo me deja como reflexión el amor que debo
tener por mi carrera, por lo que elegí, defender lo justo es, y deberá ser, por lo que
viviré y serviré.

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