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Apuntes pensando la era global

Germán Orozco

- El avance de la modernidad supuso generación de residuos

- Se han agotado los lugares para los desechos y residuos

- Modernidad definida como un rechazo del mundo tal cual es

- Modernidad caracterizada por grandes migraciones

- La expansión global de la modernidad trajo a seres humanos privados


de medios de subsistencia

- Se pierden los soportes de existencia social

- Exclusión permanente de personas

- El problema se va destapando conforme la era moderna va avanzando

- Todo objeto que hoy resulta deseable puede no serlo mañana

Libro

En la invención de la eternidad radica, en efecto, ía magia del lenguaje; se


trata de una invención curiosa y significativa, y, no obstante, inevitable, algo
que no podía no inventarse
afirmaba que el amor iba en contra de la naturaleza y, si acaecía y seguía
acaeciendo entre los seres humanos, era únicamente gracias a la creencia
de los humanos en su propia inmortalidad.
Deténgase la creencia en Dios y en la inmortalidad, sustitúyase la fe por la
razón, y el egoísmo se convertirá en la única regia sensata. «No hay virtud
si no hay inmortalidad», admite Iván cuando se le insta a revelar sus
convicciones.
Porque se necesitarán milenios para que la humanidad entera se ponga al
tanto y alcance ¡a sagacidad, hasta ahora sólo en posesión de Satanás y de
los pocos sabios... Mientras que el resto de la humanidad continuará sumida
en sus supersticiones y atravesando a tientas los oscuros corredores de la
eternidad.
Tal vez exista un paraíso de amor apasionado esperando al final del camino
hacia ¡a sabiduría racional, pero puede llevar milenios recorrer ese camino.
¿Por qué sentimos que necesitamos con tanta desesperación el crédito y la
oportunidad de endeudarnos? ¿Por qué se nos ofrecen éstos con tanta
ansiedad y los aceptamos con tanta alegría y gratitud? La respuesta más
sencilla, espontánea y, como hemos visto antes, más común, es: para
acelerar y acercar la satisfacción de necesidades, deseos o querencias.
los humanos eran electores en tanto en cuanto eran humanos. No obstante,
puede decirse que en ningún otro tiempo se sintió con tanta intensidad y con
efectos tan espantosos la necesidad de elegir, a diario y bajo condiciones
de angustiosa pero incurable incertidumbre, sin que los propósitos de la
acción y los modos habituales de proceder duren apenas todo lo que llevaría
alcanzar el propósito y completar la acción

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