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Facultad de Humanidades
Departamento de Letras
(Diseñado a partir de los objetivos de aprendizaje del programa oficial de la asignatura por el Mtro.
José Stalin Gavilán Melo)
El párrafo
El párrafo es la unidad del discurso en la cual se enuncia o se desarrolla una idea. Esta idea puede
expresarse por medio de una o más oraciones.
Los párrafos típicamente exhiben algunas características desde el punto de vista gráfico, es decir,
visibles en el texto escrito. Dentro de estas características tenemos las siguientes:
Además de los rasgos anteriormente descritos que, hasta cierto punto, podrían considerarse
superficiales, el párrafo tiene otras características más fundamentales. Estas cualidades permiten
considerar al párrafo como una unidad lingüística de sentido, pues tienen que ver con la construcción
de las ideas y la relación entre ellas.
Existen recursos que permiten mantener la coherencia y la cohesión en los párrafos. Entre ellos,
tenemos los signos de puntuación y los conectores lógicos, así como técnicas de expresión. A manera
de repaso, podemos mencionar que existen conectores lógicos de diferentes tipos y ellos determinarán
una relación lógica particular entre las ideas. Tenemos los de adición, de contraste, de causalidad,
finalidad, transición cronológica, entre otros. En relación a las técnicas de expresión, podemos encontrar
la sustitución léxica, como el uso de palabras homosémicas, la generalización y la pronominalización;
también, el empleo de elipsis.
La educación es un fenómeno social: este carácter se expresa a nivel del origen, de la naturaleza y
de la finalidad misma de la educación. Es de origen social porque surge cuando los hombres se
organizan socialmente. Es de naturaleza social porque se realiza a través de las instituciones sociales.
Es de finalidad social porque la sociedad se sirve de ella para garantizar su progreso y pequeñas
supervivencias. (Víctor Guédez)
Objetivo 2.2: Seleccionar ideas principales y secundarias de los párrafos.
La idea central de un párrafo es aquella, cuyo escritor tiene el propósito de comunicar y desarrollar,
por lo tanto, tiene el mayor nivel de importancia en comparación con las demás. Esta idea puede estar
contenida en una oración en particular a la cual se le llama oración principal. También, puede estar
diseminada entre diferentes oraciones y, para establecerla, hay que partir de la lectura de esas otras
oraciones.
La oración principal puede encontrarse en diferentes lugares del párrafo y, en función de esto, el
párrafo puede entrar en una u otra clasificación. Veamos las siguientes explicaciones, cuyos ejemplos
tienen la oración principal identificada mediante un subrayado:
Como todas las mañanas, María se levantó muy temprano y se dispuso a comenzar otro día.
Primero, revisó su celular. Para ella, no tener notificaciones pendientes en sus redes sociales era muy
importante. Prendió la cafetera y se metió a bañar. Le gustaba la mezcla de olor a café y shampoo
durazno. Se vistió, era miércoles, seleccionó rojo porque decían sus amigas que eso daba más energía.
Mandó un par de correos mientras comía algo de fruta, pan y café. Tomó las llaves del coche, besó a
Tobías, su gato, y salió a toda prisa sin saber la sorpresa que le esperaba.
A las personas, generalmente se les hace difícil sentir empatía por los animales que se comen. Es
curioso que, en su ética alimentaria, haya grupos que se pueden lastimar y otros que no. Algunos critican
a las culturas que comen perros, pero ellos hacen lo mimoso con las reses. Si las personas estuvieran
conscientes de que todo animal con un sistema nervioso es capaz de sentir dolor, seguramente
reestructurarían su dieta. Y no solo esto, también dejarían de participar en toda actividad que generara
algún tipo de maltrato animal como: el nadar con delfines, la monta de caballos, los paseos en carrozas,
las peleas de animales y, por supuesto, las corridas de toros. La gente debe tener presente que todos los
animales sufren por igual y, por tanto, deben evitar al máximo causarles tanto daño.
• Párrafo implícito: No hay oración principal, sino que la idea central está disgregada en todo
el párrafo.
También, la oración puede aparecer en el centro del párrafo o en cualquier orden diferente a los ya
vistos, tomando en cuenta la cantidad total de oraciones que tenga.
En ocasiones, puede resultar un poco retador, el identificar la oración principal. En esos casos,
algunas recomendaciones que podemos tomar para lograrlo son las siguientes:
• De transición: Son párrafos que sirven para cambiar de un tema tratado a otro para que la
transición no sea abrupta. Por lo general, son cortos y no siempre están presentes; solo, si son
necesarios.
• De conclusión: Ponen fin al texto, reiterando la idea central o la posición del autor. También,
buscan provocar una sensación positiva en el lector después de la experiencia de la lectura.
• Expositivos: Buscan ofrecer información que permitan conocer sobre un tema en particular.
Como se ha podido notar, la relación entre las ideas de los párrafos y cómo la oración principal es
ampliada es fundamental. A continuación, se presenta siete estrategias para la ampliación de la idea
central, a partir de diferentes tipos de oraciones secundarias. En los ejemplos que ilustran las
explicaciones, aparece la oración principal destacada con un subrayado.
La educación es un fenómeno social: este carácter se expresa a nivel del origen, de la naturaleza y
de la finalidad misma de la educación. Es de origen social porque surge cuando los hombres se
organizan socialmente. Es de naturaleza social porque se realiza a través de las instituciones sociales.
Es de finalidad social porque la sociedad se sirve de ella para garantizar su progreso y pequeñas
supervivencias.
(Víctor Guédez)
En este caso, las oraciones secundarias ofrecen una explicación sobre algún concepto o fenómeno
clave de la oración principal.
La comprensión literal consiste en entender y recordar las ideas principales, en seguir las
instrucciones que se señalan y percibir la secuencia de los hechos. La comprensión crítica consiste en
distinguir el hecho de la opinión, advertir y valorar las influencias y las indiferencias que tenga el autor.
La comprensión estética capta el estilo, el humor, la sátira y la calidad de la redacción. Por tanto, existen
tres niveles de comprensión requeridos para que haya comprensión total.
En esta estrategia, la idea central es contrastada con oraciones secundarias y, a su vez, puede haber
contraste entre oraciones secundarias. Este procedimiento, como consecuencia, permite el desarrollo y
la mejor comprensión de la idea central.
Han comenzado las lluvias. Lluvia es vida, germen. Sin embargo, nos empeñamos en
autodestruirnos. Estamos anestesiados. Ya las muertes no se sienten. En esta danza macabra, apostamos
a pares y nones por los muertos del día. Estamos regresando a las etapas primitivas de las hordas.
(Antonio Zaglul)
Por alguna razón que desconozco, somos un país donde las soluciones a problemas que nos afectan
a todos son siempre personales. Desde tiempos muy lejanos en nuestra historia, las soluciones dadas a
los problemas –incluyendo las decisiones que conllevaban la guerra o alzamiento como desenlace –
fueron hechas, salvo excepciones contadas, con fines de lucro personal y no para bienestar del pueblo,
que era lo que se argumentaba como señuelo. Cada vez que nos hemos visto en la disyuntiva de decidir
entre hacer exigencias, reclamando nuestros derechos a los que administran el Estado y dar una solución
particular al problema que es de todos, nos hemos decidido por la última de las dos opciones. Esto ha
dado como resultado que cada pseudogobierno de turno crea que ha ganado la batalla, cada vez que se
ha “quitado de encima” las que debieron ser reclamaciones justas del pueblo.
(Italia Guerrero de López)
En esta estrategia, se cuenta con oraciones secundarias que replantean la oración principal con un
estilo diferente, generando una paráfrasis.
Sépase que entre los 30 y 60 hm de altitud, se encuentra el único escudo que nos salva de los
mortales rayos ultravioletas emitidos por el Sol: la capa de ozono. Gracias a esta capa, toda la radiación
del Sol llega hasta nuestra piel sin ser peligrosa. El ozono es el filtro. El ozono es nuestra única
protección.
Esta estrategia presenta oraciones secundarias que funcionan como razones en las cuales se apoya
una tesis que viene a ser la oración principal.
El que ha logrado acumular y administrar riqueza propia o ajena, lo más probable es que se meta a
banquero, pues es la forma más fácil y menos riesgosa de seguir haciendo mucho dinero. Los banqueros
prestan su dinero y el ajeno para que otros arriesguen sus bienes, ya sea montando industrias, tiendas y
explotación agropecuarias que pueden quebrar o resultar exitosas.
En este caso, la oración principal nunca se encuentra al inicio, pues cuenta con uno o más
oraciones que la introducen. Es una estrategia típica de los párrafos inductivos.
A las personas, generalmente se les hace difícil sentir empatía por los animales que se comen. Es
curioso que, en su ética alimentaria, haya grupos que se pueden lastimar y otros que no. Algunos
critican a las culturas que comen perros, pero ellos hacen lo mismo con las reses. Si las personas
estuvieran conscientes de que todo animal con un sistema nervioso es capaz de sentir dolor, seguramente
reestructurarían su dieta. Y no solo esto, también dejarían de participar en toda actividad que generara
algún tipo de maltrato animal como: el nadar con delfines, la monta de caballos, los paseos en carrozas,
las peleas de animales y, por supuesto, las corridas de toros. La gente debe tener presente que todos los
animales sufren por igual y, por tanto, deben evitar al máximo causarles tanto daño.
Redacción de un párrafo
Los seres humanos solemos concebir las cosas como justas o no en función de lo beneficiosas que
puedan parecer para nosotros.
Paso 3: Escribir las ideas secundarias con las que se piensa ampliar la idea central con claridad,
pero sin mucho rigor:
El ser humano es bastante injusto y egoísta porque considera las cosas a partir de su punto de vista.
Uno ejemplo de ello es el simple hecho llegar a un establecimiento público y tener que hacer una fila.
Para el que estará en la cola, probablemente es tan injusto el tener que esperar a que tantas personas
sean atendidas, sin embargo, para el que está adelante es lo justo. También, para un estudiante que lo
agarren haciendo trampa en un examen puede ser muy duro y, de hecho, este podría cuestionar las
acciones de su maestro que le asigna consecuencias por ello, pasando por alto que esas consecuencias,
pese a ser desagradables, son justas. En definitiva, los seres humanos somos de naturaleza injusta porque
juzgamos las casas en función de lo convenientes o no que sean para nosotros, lo cual implica una total
y peligrosa subjetividad.
Las personas nos encontramos sumidas en una egoísta subjetividad, la cual nos impide evaluar
correctamente las cosas como justas o no. Un ejemplo bastante ilustrativo y práctico sobre esta cuestión
sería el hecho de que alguien con prisa llegue a un establecimiento público y le toque ser el último en
la larga fila. El tener que esperar que todos los demás sean atendidos podría parecerle bastante injusto.
Sin embargo, para el primero en la línea, sería lo más razonable y correcto. Otro caso para presentar el
concepto anterior sería el de un estudiante que hace trampa en un examen y es sorprendido en ello. Es
muy probable que después de sentirse avergonzado por el acto, se queje por las consecuencias, pasando
por alto, de esta manera, su falta de honestidad y de respeto. ¿Por qué? Solo por el hecho de que
experimentará una situación desagradable, pero, ¿no es, acaso, lo justo? En definitiva, el hombre tiene
una gran dificultad para hacer juicios justos debido a que, por lo general, su criterio de valor es
parcializado, basado en cómo percibe las cosas o cómo puedan estas afectarle.
(José Stalin Gavilán Melo)
ANEXO