Está en la página 1de 3

DIAGRAMA DE IMPACTOS - ¿FALACIA TRADICIONALMENTE ACEPTADA?

En el siguiente artículo voy a relatar algo que no es de mi invención. Yo


siempre he dicho que normalmente cuento lo que otros idean siempre y cuando lo he
probado y adaptado para mi trabajo. Actualmente hay pocas cosas que sean
consideradas verdaderas novedades en el mundo del Tiro Táctico. Mucho de lo que se
utiliza como Técnica de Tiro fue ideado a mediados del siglo XX, con pequeñas
modificaciones adaptadas, según mi parecer, a los cambios que van produciendo tanto
en las armas como en los demás complementos que se emplean en este “mundillo”.

De lo que voy a hablar es una de las cosas que podría definir como la
“excepción” que confirma la regla. Viene de mi realización del curso de Tiro con John
“Shrek” McPhee el pasado mes de marzo (ver el artículo sobre el curso). El primer día
nos habló de una idea totalmente novedosa que rompió con lo que anteriormente se
me había contado sobre lo que he personalmente he llamado como el “diagrama de
impactos” (Shooting Pie Chart en inglés). Reconozco que yo he sido de los que
intentaba solucionar los problemas de algún tirador/alumno basándome en lo que
suele decir tradicionalmente ese esquema (aunque también he de reconocer que
algunas de las afirmaciones me costaba mucho entender el porqué de las mismas).

Diagrama de impactos tradicional

“Shrek” nos mostró un nuevo concepto sobre dicho esquema que me dejó
impactado. Tiró por tierra muchas de las afirmaciones que se hacen en el modelo
tradicional y nos desarrolló uno nuevo mucho más práctico y realista argumentándolo
todo en base a su experiencia personal.
Diagrama de impactos de “Shrek”

En los vídeos se puede ver un ejemplo de lo que nos contó. En el primero


desmonta el sistema antiguo y en el segundo razona el nuevo. Para no hacer muy
extenso el artículo, voy a resumir las ideas principales en 3 pilares:

- Colocación del arma en la mano (index – en inglés). Una mala colocación


del arma corta en la mano armada provoca dispersiones laterales en los
impactos. La solución es tan sencilla como asegurar que el alineamiento
entre el cañón y el brazo armado es total.
- Postura. La mala postura (cuerpo insuficientemente echado hacia delante)
provoca que el retroceso del arma mueva al tirador hacia atrás, y
posteriormente intente compensarlo moviendo el cuerpo hacia delante,
provocando un movimiento hacia arriba y hacia debajo de la pistola lo que
crea que los impactos formen un óvalo orientado verticalmente. Poner la
cabeza por delante de los hombros, los hombros por delante de la cadera,
las rodillas flexionadas y el peso en la puntera de los pies es la manera de
evitar este problema.
- Empuñamiento: Disparos agrupados en líneas oblicuas hacia abajo son
provocados por errores en la manera de empuñar el arma. En los diestros
se manifiesta por agrupamientos que forman líneas orientadas desde la
derecha arriba hacia el lado inferior izquierdo. En los tiradores zurdos pasa
lo contrario. Lo que tradicionalmente se ha traducido en el famoso
“gatillazo” que siempre se ha dicho cuando se han visto impactos de este
tipo, no existe. De hecho, como nos demostró, no existe la posibilidad de
que el dedo índice sea capaz de mover la pistola hacia los lados venciendo
la fuerza que realizan las manos al empuñar. El problema se arregla con
una correcta colocación de las manos en la empuñadura, bloqueando los
brazos y empujando/tirando de la pistola en todo momento, mientras se
hace presión lateral.

Los únicos problemas que “Shrek” reconoce del sistema antiguo son la
anticipación al retroceso del arma que normalmente se traduce en impactos bajos en
la vertical del sitio donde se está apuntando y las desviaciones laterales provocadas
por la presión que los dedos pulgares sobre el armazón de la pistola. En los diestros
se manifiestan como desviaciones hacia la derecha del blanco y en los zurdos hacia la
izquierda.

En mi caso, a mí me ocurrían dos cosas. En muchas ocasiones, mis impactos


tenían la tendencia de irse hacia el lado izquierdo de la zona donde apuntaba. Fue tan
sencillo de corregir como pintar una línea en mitad de la rabera y hacerla coincidir con
una línea que pintó en el arco de mi mano (entre el pulgar y la palma) una vez hubo
alineado perfectamente el arma con mi antebrazo. Cada vez que un disparo se me
marchaba hacia la izquierda, miraba mi mano y me daba cuenta que las dos líneas no
coincidían… ¡maldición!

El segundo problema que se me presentaba era un óvalo vertical en mis


agrupamientos, signo inequívoco de mi “falta” de postura, como me hizo ver en el
vídeo que me analizó. Aplicando las directrices que me recomendó, los óvalos se
transformaron en círculos cada vez más pequeños. En los demás tiradores, los
problemas eran otros y les corrigió a todos en base a los mismos principios. Puedo
atestiguar que lo que nos decía, se aplicaba sin género de duda.

Solo me queda añadir que he adoptado esta manera de interpretar los


impactos ya que me parece mucho más realista y sencilla de entender para el tirador
que la anterior. La pena es toda esa gente a la que he estado enseñando intentando
aplicar la antigua… espero que no hayan dado muchos “palos de ciego”.

También podría gustarte