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Introducción

La Santa Misa es la más perfecta Acción de gracias que pueda existir debido a que es el
mismo Cristo Quien la realiza cuando se inmola en el Altar, nos asocia a Sí y se ofrece al
Padre en el Espíritu Santo.

Por eso, hoy junto a nosotros está aquí nuestra hermana N. Unida a Jesús, el manso
Cordero, quiere agradecer al Padre de todo bien por los 15 años de vida que le ha dado, y
encomendarle, por intercesión de María, (puede mencionarse la advocación propia del
templo o lugar, o en su defecto, la de la devoción personal de la quinceañera), los años que
vendrán.

Adhiramos también nosotros a la sana alegría de N y participemos todos con fervor en esta
Eucaristía de alabanza y gratitud.

Liturgia de la Palabra

Monición general para las lecturas, cualesquiera sean las que se hayan elegido:

Que nuestra alma sedienta beba ahora en el manantial límpido y benéfico de la Palabra de
Dios, fuente de alegría y de lozanía espiritual.

Oración de los fieles

R. Rejuvenece nuestra alma, Señor.

-Para que la Santa Madre Iglesia, que hace renacer a sus hijos por el bautismo, se alegre al
verlos crecer en sabiduría y en gracia. R.

-Para que la voz del Santo Padre N, que guía el rebaño de la Iglesia, sea escuchada y
acogida también por las ovejas de otros rediles. R.

-Para que los gobernantes y legisladores, que tienen bajo su responsabilidad la concordia de
los ciudadanos, procuren promover una esmerada educación para los niños, adolescentes y
jóvenes. R.

-Para que todos nosotros, que hoy nos alegramos por los 15 años de N, tratemos de vivir el
Evangelio de tal manera que ella quiera imitarnos. R.

-Para que N, que hoy ha acudido por propia decisión aquí en acción de gracias al Señor,
experimente siempre la protección de la Virgen María, que es el único camino seguro hacia
Cristo. R.

Oración conclusiva
"Dios, Fuente de todo don, acoge paternalmente las súplicas que brotan de nuestro corazón
de hijos, y por la intercesión de santa María, la humilde Doncella de Nazaret, dígnate
concedernos lo que con fe te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".

Ofertorio

Los padres y padrinos de bautismo de la quinceañera pueden llevar al Altar las ofrendas de
pan, vino y agua. La adolescente puede presentar un ramo de flores, que luego ofrecerá a la
Virgen.

Junto al pan y al vino, como rosas cuyo aroma agrada al Creador, ofrecemos al Señor los 15
años de N.

Comunión

El sacerdote le da a la quinceañera la Comunión bajo las dos especies, y si lo cree oportuno,


también a sus padres y padrinos.

"Eucaristía" significa "acción de gracias". Comulgar el Cuerpo y la Sangre del Señor es


experimentar cuánto nos ama, y, dando gracias, pedir amarlo cada día más.

Consagración a la Virgen

Terminada la "Oración después de la Comunión", la quinceañera puede consagrarse a la


Virgen con esta plegaria u otra semejante:

"Santísima Virgen María, doncella humilde de Nazaret, a mi edad, acogías en tu seno


inmaculado al mismo Dios hecho hombre, nuestro Señor Jesucristo.
Concédeme experimentar un gozo semejante al tuyo cada vez que Lo reciba como Pan del
Cielo.
Por medio de ti a Él le consagro estos 15 años y todos los otros que quiera regalarme.
Madre amorosa, hazme comprender que sin Jesús nada tiene sentido y que sólo unida a Él
seré plenamente feliz.
Virgen Madre, no me sueltes de tu mano nunca; bendíceme a mí y a los que amo. Amén".

Y deposita las flores ante la imagen de la Santísima Virgen.

Despedida

El Dios de la Vida nos ha vuelto a demostrar sus prodigios. Que cada latido de nuestro
corazón sea una melodía de gratitud y alabanza hacia Él.

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