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DIÓCESIS DE PETARE

NOVENA DIOCESANA
AL DULCE NOMBRE DE
JESÚS

COMO UNA BUENA MADRE


“Y dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús,
porque El salvará a su pueblo de sus pecados.”
Mt. 1, 21.

© Diócesis de Petare.
© Comisión diocesana de Liturgia.
PRÆNOTANDAS
La novena, como indica su nombre, se encuentra
dividida en nueve partes que permiten a la comunidad de
fieles ir escalando en la contemplación del Misterio e irse
preparando, poco a poco, a la celebración del patrono de
nuestra Iglesia diocesana.
De la forma en que ha de rezarse
1. Comienza la novena con la invocación Trinitaria
“en el nombre del Padre (…).”
2. Se reza el acto de contrición “Jesús, mi Señor y
Redentor, yo me arrepiento (…).”
3. A continuación, se hace la oración diaria al Dulce
Nombre de Jesús.
4. Lectura de la Palabra de Dios. (Si se parece
oportuno se puede hacer el estudio del
Evangelio).
5. Consideración diaria.
6. Rezo del Santo Rosario. (Si se ha hecho el estudio
del Evangelio de manera prolongada se puede
omitir el Rosario).
7. Si se considera oportuno se puede agregar las
letanías lauretanas o las del Dulce Nombre.
8. Oración por la Iglesia de Petare.
9. Conclusión.
ORACIONES DIARIAS
Acto de Contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de
todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa
de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan
bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío


que por tu infinita misericordia me has de conceder el
perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén

Oración al Dulce Nombre de Jesús


Oh, Dulce Nombre de Jesús, Nombre de vida, de
salvación, de alegría: nombre precioso, radiante e
inefable: nombre que conforta al pecador, nombre que
salva, guía y gobierna todo. Que te plazca Jesús, alejar de
mí al demonio y los malos pensamientos.

Ilumíname, Señor, que ciego me encuentro; disipa mi


sordera, pues estoy sordo; enderézame, pues soy cojo,
devuélveme la palabra, que mudo soy; cura mi lepra,
porque estoy contaminado; sáname, porque estoy
enfermo, y resucítame, porque estoy muerto.

Rodéame por todas partes, tanto por fuera como por


dentro, a fin de que, estando fortificado con tu santo
nombre, viva siempre en Ti, alabándole y honrándote;
porque todo a Ti se debe. Que Jesús esté siempre en mi
corazón.
Oración por la diócesis de Petare.
Dios Padre bueno,
concede a la Diócesis de Petare,
por invocación del Dulce Nombre de tu Hijo,
compartir con alegría la Buena Noticia del Reino
para que ninguno de los que se le ha confiado
se vea alejado de ti.

Envía tu Espíritu de Amor


para que sea hogar de acogida y de puertas abiertas.
Que el soplo del Paráclito infunda un deseo ardiente
por la misión, la comunión y el perdón;
que tu Iglesia diocesana brille con esplendor de cielo,
sirva con la diligencia de una hermana y
acoja con el amor de una madre.

Que animada por ti sea, a ejemplo de María,


la Buena Madre,
una comunidad dispuesta siempre a decirte que sí
en la historia de salvación de esta Iglesia particular.

Que a ti, Padre de todo lo creado,


que reinas con tu Hijo y el Espíritu Santo
sea por siempre nuestra alabanza,
nuestro amor y nuestra devoción
por los siglos de siglos.
Letanías al Dulce Nombre de Jesús
Señor, ten piedad de nosotros
℟ Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
℟ Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
℟ Señor, ten piedad de nosotros

Cristo, óyenos
℟ Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
℟ Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial
℟ Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo
℟ Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo
℟ Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios
℟ Ten piedad de nosotros

Jesús, hijo de Dios vivo ℟


Jesús, esplendor del Padre ℟
Jesús, pureza de la luz eterna ℟
Jesús, rey de la gloria ℟
Jesús, sol de justicia ℟
Jesús, hijo de la Virgen María ℟

Jesús, amable ℟
Jesús, admirable ℟
Jesús, Dios fuerte ℟
Jesús, padre del siglo futuro ℟
Jesús, mensajero del plan divino ℟
Jesús, todopoderoso ℟
Jesús, pacientísimo ℟
Jesús, obedientísimo ℟
Jesús, manso y humilde de corazón ℟
Jesús, amante de la castidad ℟
Jesús, amador nuestro ℟
Jesús, Dios de paz ℟
Jesús, autor de la vida ℟
Jesús, modelo de virtudes ℟
Jesús, celoso de la salvación de las almas ℟
Jesús, nuestro Dios ℟
Jesús, nuestro refugio ℟
Jesús, padre de los pobres ℟
Jesús, tesoro de los fieles ℟

Jesús, pastor bueno ℟


Jesús, verdadera luz ℟
Jesús, sabiduría eterna ℟
Jesús, bondad infinita ℟
Jesús, camino y vida nuestra ℟
Jesús, alegría de los ángeles ℟
Jesús, rey de los patriarcas ℟
Jesús, maestro de los apóstoles ℟
Jesús, doctor de los evangelistas ℟
Jesús, fortaleza de los mártires ℟
Jesús, luz de los confesores ℟
Jesús, pureza de las vírgenes ℟
Jesús, corona de todos los santos ℟

Senos propicio, perdónanos, Jesús


℟ Sednos propicio, escúchanos, Jesús
De todo mal,
℟ Líbranos, Jesús
De todo pecado ℟
De tu ira ℟
De las asechanzas del demonio ℟
De la muerte eterna ℟
Por el misterio de tu santa encarnación ℟
Por tu natividad ℟
Por tu infancia ℟
Por tu divinísima vida ℟
Por tus gozos ℟
Por tu gloria ℟

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,


℟ Perdónanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
℟ Óyenos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
℟ Ten misericordia de nosotros, Jesús.

Jesús, óyenos.
℟ Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
℟ Jesús, escúchanos.

_______________________________________________
DÍA PRIMERO: Oramos por la misión.
Lectura del Evangelio
Mateo 28, 16-20

"Por su parte, los once discípulos partieron para


Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Cuando
vieron a Jesús, se postraron ante él, aunque algunos
todavía dudaban. Jesús se acercó y les habló así: «Me ha
sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan,
pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos.
Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les
he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos
los días hasta el fin de la historia.»"
Consideración del día primero
Como Iglesia diocesana de Petare no puede haber
otro anhelo y otra ambición que no sea el que todos
conozcan a Jesucristo. El Papa Pablo VI nos recuerda que
la Iglesia “existe para evangelizar, es decir, para predicar
y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los
pecadores con Dios,”1 es por ello que nuestra oración de
hoy implora a Dios que nos dé un espíritu auténticamente
misionero para que ninguna persona de nuestra diócesis
se quede sin conocer su nombre.
Para la reflexión:
1. ¿Soy un cristiano misionero?
2. ¿Deseo que el Nombre de Jesús sea conocido en
mi diócesis?
3. ¿Cómo puede ayudar a que mi Iglesia haga
opción por la misión?
Petición: Señor, haz que todos los cristianos de la diócesis
de Petare sean discípulos en salida, misioneros de Amor,
apóstoles de tu Nombre y proclamadores de tu perdón
sanador.

1 EN, 14.
DÍA SEGUNDO: Por los laicos y los agentes de
pastoral.
Lectura del Evangelio
Lucas 10, 38-42

«Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús


entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió
en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que,
sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.
Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía
mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo:—Señor,
¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo
sola? ¡Dile que me ayude!—Marta, Marta —le contestó
Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,
pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y
nadie se la quitará»
Consideración del día segundo
Para construir una Iglesia auténticamente
misionera se debe contar con cristianos sólidamente
formados y comprometidos. Jesús quiere discípulos que
se encarguen de sus asuntos sin perder nunca la vista de
lo que es verdaderamente importante. El seglar y
pastoralista de esta iglesia diocesana tiene que hacer suyo
el servicio desinteresado de Marta y la escucha activa del
corazón que caracteriza a María; en síntesis, hay que
ocuparse del Señor de las cosas y de las cosas del Señor.
Para la reflexión:
1. ¿Cómo está mi escucha del Señor?
2. ¿Para quién estoy trabajando?
3. ¿Estoy comprometido con Jesús?
Petición: Maestro bueno, abre los oídos de los corazones de
nuestros laicos y agentes de pastoral para que te escuchen;
pon fuerza en sus manos para construir contigo la
Civilización del Amor y así alcanzarte a ti, única razón de
nuestra vida.
Día tercero: Por los niños y lo jóvenes.
Lectura del Evangelio.
Mateo 19, 13-15

Llevaron unos niños a Jesús para que les


impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos
reprendían a quienes los llevaban.
Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo
impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son
como ellos». Después de poner las manos sobre ellos, se
fue de allí.
Consideración del día tercero
Nuestro niños y nuestros jóvenes son la alegría
del presente y la esperanza del futuro. Sus anhelos y
esperanzas son los nuestros, su vitalidad nos asegura el
vigor de nuestra diócesis de. Al Dulce Nombre confiamos
todas sus alegrías, sus sueños, sus temores y
desasosiegos, porque en Él están todas nuestra
esperanzas, Él bendice y posa su mano sobre cada uno de
los niños y jóvenes que inauguran con su testimonio la
Iglesia joven del tercer milenio cristiano.
Para la reflexión:
1. ¿Estoy ayudando a nuestros niños y jóvenes a
que se sientan acogidos en la Iglesia?
2. ¿Qué testimonio estoy dejando para los que
vienen detrás de mí?
3. ¿Soy el rostro joven de una Iglesia joven?
Petición: Jesús amigo, haz de nuestros niños y jóvenes
cristianos ejemplares que ayuden a mostrar el rostro alegre
y joven de tu Iglesia. Que se comprometan siempre con ser
testimonio de que tu amor siempre será posible.
Día cuarto: Por los ancianos y desamparados.
Lectura del Evangelio
Lucas 2, 25-28

Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba


Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la
consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería
la muerte sin antes ver al Cristo del Señor. Movido por el
Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús
le trajeron para cumplir por Él el rito de la ley, tomó al
Niño en sus brazos, y bendijo a Dios.
Consideración del día cuarto
Nuestros ancianos, a menudo sufrientes de
muchas carencias, son un baluarte de amor a Dios y a su
Iglesia; de ellos hemos recibido la fe y con ellos hemos de
ser constructores de la Iglesia del mañana. Nuestros
abuelos constituyen la sabiduría de nuestra diócesis y la
historia viviente de nuestra Iglesia particular, por eso,
oramos por ellos en este día, para que nunca dejen de
bendecir a Dios y de aportarnos el conocimiento
necesario para guiar nuestros pasos.
Para reflexionar:
1. ¿Cómo estoy envejeciendo?
2. ¿Ayudo a otros para que en su vejez sigan
bendiciendo a Dios?
3. ¿Cómo puedo ayudar a los abuelos a que se
sientan comprometidos en la educación de las
nuevas generaciones?
Petición: Jesús paciente, guarda de todo mal a nuestro
abuelos, concédeles salud, tranquilidad y esperanza.
Ayúdalos a ser testimonio de tu amor y de tu presencia
eterna entre nosotros.
Día quinto: Por la familia.
Lectura del Evangelio
Lucas 2, 4-7

Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret,


a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por
cuanto era de la casa y familia de David; para ser
empadronado con María su mujer, desposada con él, la
cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se
cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su
hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en
un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Consideración del día
La familia es la Iglesia doméstica, la fuerza de la
Iglesia y de donde salen todas las vocaciones con que
Dios quiere alegrar a sus hijos. Nuestra Iglesia, familia
diocesana, quiere pedir hoy por todas las familias, de
manera especial por aquellas que están pasando
momentos turbios y de desesperanza. Que todos seamos,
a imagen de la Sagrada Familia de Nazaret, una hogar de
puertas abiertas donde se encuentre siempre Jesús.
Para reflexionar:
1. ¿Mi familia es una Iglesia doméstica?
2. ¿Estamos siendo imágenes de la Familia de
Nazaret?
3. ¿Cómo puedo convertir mi hogar en una casa de
puertas abiertas?
Petición: Jesús, María y José te pedimos que todos los
miembros de nuestras familias sean servidores del amor,
maestros de la oración y fermento de nuevos cristianos.
Día sexto: Por la vida consagrada.
Lectura del Evangelio
Lucas 2, 22-24.

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés


para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para
presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: "Todo
varón primogénito será consagrado al Señor". También
debían ofrecer un sacrificio, un par de tórtolas o de
pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.
Consideración del día
La vida consagrada representa en nuestra
diócesis un fermento grande del Evangelio, por ello es
necesario que siga creciendo y que, como un árbol
frondoso, muchos se cobijen bajo su sombra. Los
religiosos y religiosas testimonian con su entrega casta,
pobre y obediente a Jesús paciente que se encuentra entre
nosotros y sigue obrando maravillas. Nuestra diócesis,
rica en vida consagrada, ora en este día por todos ellos,
de manera especial por las religiosas de clausura que son
el corazón vibrante y palpitante de la joven Iglesia
petareña
Para reflexionar:
1. ¿Me siento verdaderamente parte del proceso
como Iglesia diocesana?
2. ¿Estoy comprometido más de cerca a la causa del
Reino?
3. ¿Cómo estoy viviendo mi propia consagración
bautismal o religiosa?
Petición: Dulcísimo Jesús guarda en tu corazón a todos tus
hijos e hijas que por amor a ti se han consagrado en
pobreza, castidad y obediencia: hazlos corazón orante y
misionero de nuestra diócesis.
Día séptimo: Por los sacerdotes.
Lectura del Evangelio
Lucas 5, 10-11.

Asimismo, de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo,


que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón:
No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y
cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le
siguieron.
Consideración del día
En este día Señor queremos orar por todos
nuestros sacerdotes, testigos de tu amor, ministros de tu
Palabra, de tu perdón y de tu Cuerpo Sacramentado.
Ayúdalos en este camino al que los llamaste, sana sus
heridas, sus soledades, sus angustias y llénalos de la
expresión de tu gozo; que sean caricia de tu mano, sonrisa
de tus labios, palabras ardientes de tu voz. Que la alegría
de haber sido elegido nunca se pierda de su corazón, ni
de su mente y que pueda ser un constructor de puentes,
arquitecto de nuevas comunidades y esposo amoroso de
tu Iglesia.
Para reflexionar:
1. ¿Cómo estoy ayudando a los sacerdotes a ser
testigos del Señor?
2. ¿Estoy orando por su perseverancia?
3. ¿Socorro a los sacerdotes en sus necesidades?
Petición: Señor Jesús, pescador de hombres, mira con
bondad a todos los sacerdotes que hacen vida en nuestra
diócesis y ayúdalos a comprender el don de la paternidad.
Día octavo: Por las vocaciones.
Lectura del Evangelio
Lucas 9, 57-62.

Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te


seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las
zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; más
el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Y
dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero
vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los
muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el
reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré,
Señor; pero déjame que me despida primero de los que
están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo
su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino
de Dios.
Consideración del día
Las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa son
un don precioso que Dios otorga a sus hijos, como
diócesis es nuestro deber orar y trabajar para que el Señor
nos conceda la gracia de muchas y santas vocaciones en
el seno de nuestra Iglesia particular. Para que nuestra
diócesis sea luz que ilumine las tinieblas nuestro
compromiso es que las vocaciones que Dios nos mande
crezcan en sabiduría y en gracia, que se alimenten
constantemente de la eucaristía, que vivan de forma
evangélica y promuevan con la vida y el apostolado que
Dios sigue obrando en este mundo y en nuestra iglesia
particular.
Para reflexionar:
1. ¿Cómo estoy siendo ejemplo vocacional y de
seguimiento?
2. ¿De qué manera puedo contribuir al desarrollo de
la pastoral misionera y vocacional?
3. ¿Estoy dispuesto a ofrendar un hijo por la causa
del Evangelio?
Petición: Señor, envía los obreros que necesita la mies de
tu diócesis de Petare. Que nunca nos falten sacerdotes y
consagrados que hagan presentes, de manera más palpable,
tus misterios.
Día noveno: Por una Iglesia sinodal.
Lectura del Evangelio
Juan 4, 23-24.

Mas la hora viene o mejor dicho, ha llegado, en


que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con
Espíritu y verdad, pues el Padre busca a los hombres que
lo adoren así. Dios es Espíritu, y los que lo adoran han de
dar culto con Espíritu y verdad.
Consideración del día
Caminamos hacia una Iglesia auténticamente
sinodal, una Iglesia que adore en Espíritu y verdad y para
eso debemos de esforzarnos por ser unidos, fraternos,
serviciales, dando testimonio certero de ser hijos de la
Buena Madre. En este trecho de construcción de una
Iglesia diocesana, nadie sobra, nadie es desplazado, todo
el que quiera aportar y sumar es bienvenido; la Iglesia
somos todos y nos apoyamos unos con otros. La diócesis
de Petare vive y se desvive por evangelizar, para que los
pecadores alcancen el perdón y todos puedan gozar del
don de la gracia de Dios.
Para reflexionar:
1. ¿Qué estoy aportando para construir mi
diócesis?
2. ¿Participo activamente en las actividades
diocesanas?
3. ¿Estoy orando, en espíritu y verdad, por el bien
de nuestra diócesis?
Petición: Dulce Nombre de Jesús concede a la diócesis de
Petare ser una verdadera adoradora de tu Nombre en
Espíritu y verdad para que todos puedan alcanzarte a ti por
medio de ella.
“Te suplicamos, Señor, y te rogamos humildemente, que nos
des a conocer la virtud y eficacia del poderoso Nombre de
Jesús, para que, amándote y sirviéndote agradecidos en esta
vida, después te gocemos por la eternidad.”

Se terminó de componer el 11 de enero del año del Señor


2024, memoria de san Iginio, Pontífice y mártir

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