El caso Borba Gato y la descolonización de la mirada.
Extraído de: https://outraspalavras.net/descolonizacoes/caso-borba-gato-e-a-
descolonizacaodo-olhar/ Publicado el 27/07/2021.
Un indígena plantea: ¿y la violencia autoritaria de una ciudad que rinde
homenaje a genocidas en calles y espacios públicos? ¿Y si miráramos las riquísimas memorias indígenas, negras y nordestinas que, sin monumentos, habitan el día a día y los afectos? por Casé Angatu Xukuru Tupinambá
Muchos hablaron de la brutalidad de prender fuego a la estatua de Borba Gato
(24/07), situada en Santo Amaro, en la zona sur de la ciudad de São Paulo. Sin embargo, pocos mencionan la barbarie de construir y erigir una estatua a uno de los genocidas/etnocidas de los pueblos originarios, que esclavizó a indígenas, negros, violó a mujeres, niñas, niños, y guerreros de diferentes etnias, además de participar en el inicio de la destrucción de la Naturaleza Encantada. Muchos parecen ignorar la estupidez autoritaria de mantener estatuas y espacios (calles, plazas, viaductos, ciudades, barrios, escuelas, universidades) con nombres de genocidas/etnocidas y acciones realizadas a través de la primera forma que este país conoció de la cruel norma hoy denominada "exclusión de ilicitud": las llamadas "Guerras Justas", decretadas por los invasores europeos en nombre de la Corona portuguesa y su Dios contra los pueblos indígenas y negros de las Tierras Brasilis – para muchos de nosotros, Pindorama (Tierra de las Palmas; Tierra sin Males). No fueron "guerras" ni mucho menos "justas" la barbarie impuesta por los invasores. Lo que ocurrió fueron algunas de las mayores masacres de la historia humana. Claro que lideramos nuestra resistencia: Confederación Tamuya (1554-1567), Sitio de Piratininga (09/07/1562), Levantamientos de Goitacá (siglo XVI), Confederación Kariri (entre 1683 y 1713), Revuelta de Mandu Ladino (1712 a 1719), Guerra de los Siete Pueblos (1753-1756), Revuelta de Marcelino en Olivença (Ilhéus/BA, años 1930), entre muchas revueltas y algunas de ellas aún desconocidas. Ciertamente, al igual que hoy, nuestros antepasados fueron descritos como violentos, caníbales, salvajes. Así se denominan a quienes se rebelan contra la barbarie de los invasores, destructores de la naturaleza, genocidas, etnocidas. Por eso digo: la rebeldía es justa contra los opresores y sus símbolos. Como decía el gran Cacique Xicão Xukuru: "Masacrados sí, exterminados no" (perdonen si no son exactamente esas las palabras de ese gran Cacique). Los invasores y representantes como Borba Gato no hicieron "guerras justas", sino masacres genocidas, esclavitud, violaciones e iniciaron la destrucción de la naturaleza. Guerras hicieron nuestros antepasados y aún hacemos nosotros, los indígenas, desde hace 500 años: luchamos por las resistencias y (re)existencias para no ser masacrados, esclavizados, violados y extintos. Batallas que no deseábamos, pero necesarias para recuperar nuestros derechos originarios, incluyendo la Tierra/Naturaleza Sagrada. Si denominan a Borba Gato y otros como "bandeirantes" (nominación inventada para suavizar la violencia que cometían), quiero también llamarlos bestiales milicianos genocidas, violadores y esclavistas. soy, no guardamos rencores, tenemos Memoria. En nombre de esa memoria, es brutal forzarnos a convivir con estatuas de genocidas, violadores, cazadores de indígenas y de la población negra para esclavizarlos, invasores de nuestras tierras y destructores de la naturaleza. Si quieren hablar de brutalidad, hablen de lo brutal que es oír nombres como Borba Gato, Fernão Dias, Amador Bueno, Mem de Sá, entre otros. Este último, Mem de Sá, incluso narró en una carta al rey de Portugal la acción genocida que cometió en 1559 aquí en Olivença (Tierra Indígena Tupinambá – Ilhéus/BA) donde vivo. Es brutal saber lo que representan nombres como: Vitória do Espírito Santo, Vitória da Conquista, Santa Cruz, Santa Cruz de Cabrália, Monte Pascoal, Porto Seguro. Nombres que consagran las acciones de los invasores, genocidas y etnocidas. A continuación, sigue la íntegra de una entrevista a mí, Casé Angatu, realizada por la excelente periodista Brenda Zacharias vía Skype, y los enlaces de los artículos que se publicaron el 23/06/2020 por Estadão. Una entrevista que ahora ha sido parcialmente reproducida por otros medios a raíz del incendio de la estatua de Borba Gato, como se detalla al final de este texto.
Dado que las preguntas para la entrevista se enviaron con anticipación, el
entrevistado preparó sus respuestas, que presenta a continuación en su totalidad y con adiciones. Es importante señalar que en los artículos también se consultó a otros académicos, indígenas y representantes del movimiento negro. Las entrevistas resultaron en dos excelentes artículos, cuyos enlaces se proporcionan al final de este texto. También se incluyen dos vídeos en los que el entrevistado habla sobre la actuación de los bandeirantes en la ciudad de São Paulo y el Masacre del Río Cururupe. Agradece a Brenda Zacharias por su trabajo cualificado. Nota: no hablará sobre las personas que incendiaron la estatua de Borba Gato porque no las conoce. Su intención es presentar la perspectiva de un historiador indígena que escribe sobre el tema y la ciudad de São Paulo, a pesar de que sus lecturas tienen poco espacio.
¿Cuál es el significado o la importancia de que estos homenajes a los
bandeirantes se realicen en espacios públicos? ¿Tiene sentido que estos símbolos estén presentes en la vida urbana en forma de esculturas y nombres de espacios públicos? Son las llamadas disputas por los lugares de memoria, espacios identitarios y territorialidades. En este caso, estas "homenajes a los bandeirantes" en la capital paulista son un intento de demostrar que la ciudad supuestamente tiene dueños. Además del poder político, económico y policial, es necesario imponer que la gente rinda homenaje a los hipotéticos dueños de la ciudad. Son las redes de poder las que buscan inculcar la dominación. Entonces, estos "homenajes" no son solo simbólicos. Ocupan espacios físicos con propósitos políticos reales de intentar imponer el poder de ciertos grupos. Por ejemplo, es común leer en algunos enfoques que en 1872 ocurrió una supuesta "segunda fundación de São Paulo", intentando borrar la ciudad indígena, caipira, cabocla, negra durante la llamada belle époque paulista a finales del siglo XIX y principios del XX. Se buscaba entonces seguir patrones europeos de civilización. En mi libro "Nem Tudo Era Italiano – São Paulo e Pobreza (1890-1915)" analizo cómo los dueños del poder político y económico, liderados por Antônio da Silva Prado, buscaban europeizar arquitectónica y urbanísticamente la ciudad. Al mismo tiempo, realizaban una limpieza sociocultural en la ciudad con el objetivo de borrar todos los rasgos indígenas, negros, caipiras, caboclos entonces predominantes incluso en el idioma, por eso, muchos nombres de lugares de São Paulo son originarios. Escribo lo siguiente en mi libro: "Había un proyecto de europeización arquitectónica, urbanística y poblacional. Se buscaba borrar cualquier rastro indígena, caipira, caboclo y negro de la ciudad. El objetivo era una 'limpieza sociocultural' dirigida al blanqueamiento de la población, persiguiendo prácticas y espacios de vivencias de las capas poblacionales nacionales en las áreas más centrales y sus adyacencias. Se buscaba la formación de un mercado laboral supuestamente controlado y disciplinado" (ANGATU, Casé – SANTOS, Carlos José F. Nem Tudo Era Italiano – São Paulo e Pobreza – 1890-1915. São Paulo: Annablume/Fapesp, 4ª Edición, 2018). En mi otro libro, "Identidad Urbana y Globalización: la Formación de los Múltiples Territorios en Guarulhos", menciono que lo mismo ocurrió en ese municipio, que albergaba dos aldeas indígenas en su espacio (ANGATU, Casé – SANTOS, Carlos. José F. Identidade Urbana e Globalização: a Formação dos Múltiplos Territórios em Guarulhos, São Paulo: Annablume/Sinpro-Gru, 2012). En 1954, la ciudad de São Paulo experimentó nuevamente el intento de la élite paulista de recrear el pasado. En ese período, se buscaba resaltar las "origenes valientes de las familias cuatrocentonas". Se destacaba el pasado "pionero y heroico de los bandeirantes". Se valorizaba la "Revolución Constitucionalista del 9 de julio de 1932". Se homenajeaba las acciones jesuíticas que "catequizaron a los salvajes y fundaron São Paulo". Fue en esta época que se fortaleció la construcción de muchos de los monumentos y se bautizaron calles, plazas, viaductos, avenidas y edificaciones sobre este pasado idealizado por las élites paulistanas. Cuando se habla de indígena, se menciona a Tibiriçá y Bartira como ejemplos de los "salvajes que aceptaron la fe católica y contribuyeron al desarrollo de la ciudad". Es interesante que esa también era la época en la que la ciudad pasaba de 1.326.261 habitantes en 1940 a 3.781.446 residentes en 1960. Un crecimiento debido a las migraciones del interior y, especialmente, del noreste/indígena. Es decir, la "ciudad bandeirante" que nunca dejó de ser indígena, negra y mestiza, ahora también era nordestina. La cuestión del bandeirantismo está muy vinculada a la construcción de São Paulo. ¿Cuál es el impacto de la construcción de este ideario en la sociedad paulistana de hoy? ¿Cómo es posible superar esta herencia, minimizar sus daños? Podemos pensar que la presencia del bandeirantismo está representada en la explotación de la naturaleza de manera devastadora y del trabajo humano, particularmente a través de la esclavitud indígena, negra, la violación y el genocidio. Lo que está más vinculado a la construcción de São Paulo en su diversidad sociocultural es la fuerte presencia indígena, caipira, cabocla, negra, inmigrante, migrante y nordestina. Presencias actuales, resistentes y (re)existentes en territorios por la ciudad, nombres de lugares, en las culturas y en la vida cotidiana. Solo que los grupos en el poder intentan históricamente silenciar e invisibilizar estas presencias. Buscan destacar personajes como: Fernão Dias Pais; Manuel Borba Gato; Domingo Jorge Velho; Antônio Raposo Tavares; Bartolomeu Bueno da Veiga, entre otros. Algunas de las formas más actuales en la ciudad son: Ostentación y arrogancia de la élite paulistana del tipo: "¿sabes con quién estás hablando?"; Incomodidad que sentimos al caminar en ciertos lugares de la ciudad y la forma en que la policía trata a las personas en los barrios periféricos, las favelas y a la población callejera: es común las aproximaciones policiales violentas; Monopolio de algunas de estas familias en algunas instituciones privadas y públicas: fíjate en los apellidos de algunos que ocupan altos cargos, incluyendo en las universidades públicas; Ideario desarrollista del tipo: "la ciudad que no puede parar"; Prejuicio hacia quienes están fuera de este patrón de comportamiento; Forma de actuar de los ruralistas no solo de São Paulo: "los ruralistas de hoy son los bandeirantes de ayer". ¿Cómo es posible superar esta herencia, minimizar sus daños? Valorando otras historias, memorias e identidades. Esta es una de mis militancias indígenas. Quiero decir: es decolonizando miradas, saberes y espíritus. Mostrando cuánto las presencias indígenas, negras, caboclas, nordestinas e inmigrantes son fundamentales en la construcción de la ciudad. Por ejemplo: antes de la pandemia, haríamos en 2020 un evento alrededor de la Capilla de los Indios – Capilla de São Miguel Paulista, en la Plaza del Forró. Una actividad denominada: "Por otro 9 de Julio – Cerco de Piratininga el 9 de Julio de 1562". La actividad sería para recordar cuando en esa fecha (1562) los indios de São Miguel y otros indígenas cercaron el Pátio do Colégio, rechazando la catequesis y la colonización portuguesa, liderados por Pikyroby y Jaguanharan. Uno de los momentos que demuestra las varias resistencias indígenas en São Paulo y en Brasil. Ahora pregunto: ¿cuántos conocen esta historia y a sus personajes? Muchos dicen: "no veo la presencia indígena en la historia de Brasil y mucho menos en la ciudad de São Paulo". No ven esta presencia porque se intenta borrarla intencionalmente. Pues bien, São Paulo es una de las mayores ciudades indígenas de Brasil – después busquen los datos en el IBGE. São Paulo es una ciudad indígena. Recuerdo que cuando dije esto una vez en una entrevista en una radio paulistana, el entrevistador no estuvo de acuerdo. Pero ¿dónde encontramos esta presencia indígena? En historias ocultas como narré arriba. Actualmente está presente entre los parientes Guaraníes en Jaraguá y en Parelheiros. Pero no solo en estos territorios. Esta presencia se hace sentir de forma dispersa por la ciudad. Muchos de los migrantes, especialmente nordestinos, que llegaron a la capital paulista y a otras grandes ciudades, son indígenas. Los indígenas están en los barrios, favelas, conjuntos habitacionales y en las calles. La gente común no construye monumentos de concreto como los de Brecheret. Hacen arte sin saber qué es arte y sus monumentos son las vivencias cotidianas. Son las formas socioculturales de resistencia y (re)existencia. La ciudad está llena de vestigios, territorios, memorias en la forma de hablar, caminar, nombres de lugares indígenas. Sin embargo, para percibirlos es necesario decolonizar las miradas y los espíritus. Con la reanudación de esta discusión, teniendo los ejemplos que vimos en manifestaciones de otros países, ¿crees que el debate puede presionar aún más a la sociedad y al poder público por cambios (como la retirada de esas figuras)? Siempre creo que el cambio proviene de las fuerzas colectivas. Necesitan demandas de aquellos que se sienten incómodos. Quiero decir: el poder público quitar el monumento tiene tanta legitimidad como cuando ordenó colocarlos. La fuerza que proviene de la demanda colectiva es el camino. Recordando a Paulo Freire en su Pedagogía del Oprimido: "¿Quién, mejor que los oprimidos, se encontrará preparado para entender el significado terrible de una sociedad opresora? ¿Quién sentirá, mejor que ellos, los efectos de la opresión? ¿Quién, más que ellos, para ir comprendiendo la necesidad de la liberación? Liberación a la que no llegarán por azar, sino por la praxis de su búsqueda; por el conocimiento y reconocimiento de la necesidad de luchar por ella. Lucha que, por la finalidad que le den los oprimidos, será un acto de amor, con el cual se opondrán al desamor contenido en la violencia de los opresores, incluso cuando esta se revista de la falsa generosidad referida." Algunos entrevistados señalaron el riesgo de negacionismo; de que simplemente eliminando estos símbolos del espacio público estaríamos corriendo el riesgo de borrar la historia sin debatirla o reflexionar sobre ella. ¿Qué piensas sobre esta cuestión? El negacionismo es lo que los dueños del poder han hecho por más de 500 años. Yo lo llamaría reconstrucción decolonial de las narrativas históricas. El negacionismo de estos dueños del poder no involucra solo el pasado, sino también el presente y el futuro. Continúan negándonos derechos. Vale recordar que aquellos que luchan contra los pueblos indígenas quitándonos nuestros derechos están vivos y al frente del poder económico, político y cultural. Las masacres no están en el pasado, sino que aún están presentes. El actual gobierno federal, que clasifico como fascista y miliciano, está imbuido del espíritu bandeirante. El PL 490 que busca poner en manos del Congreso Nacional la demarcación de tierras es una negación de derechos. La intención de imponer un marco temporal (1988) para la demarcación territorial es una negación de derechos. Los ruralistas y sus aliados actúan como los viejos/nuevos bandeirantes quitando derechos originarios, deteniendo las demarcaciones de las Tierras Indígenas, amenazando las tierras demarcadas, devastando la Naturaleza. La deforestación de la selva amazónica aumentó un 171% en abril de 2020 en relación con el mismo período de 2019, según los datos del Sistema de Alerta de Deforestación (SAD), del Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon). El actual gobierno crea en los diferentes territorios indígenas situaciones de conflicto. Los números del Informe Violencia Contra los Pueblos Indígenas de Brasil – datos de 2019 del Consejo Indigenista Misionero son expresivos en esta dirección. Según el CIMI, en 2019, primer año del mandato del presidente Bolsonaro, (...) abuso de poder (13); amenaza de muerte (33); amenazas varias (34); asesinatos (113); homicidio culposo (20); lesiones corporales dolosas (13); racismo y discriminación étnico-cultural (16); intento de asesinato (25); y violencia sexual (10); totalizando el registro de 277 casos de violencia practicados contra la persona indígena en 2019. Este total de registros es más del doble del total registrado en 2018, que fue de 110. El total de 113 registros de indígenas asesinados en 2019, según datos oficiales de la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai), es un poco menor que el total sistematizado en 2018, que fue de 135 (CIMI. Informe Violencia Contra los Pueblos Indígenas de Brasil – datos de 2019. 2020). La COVID-19, sumada a la actuación asesina del gobierno, ha incrementado significativamente el número de indígenas muertos. La COVID-19 se ha convertido en un arma para el genocidio de los pueblos originarios, negros y pobres. Así, en cuanto a derribar los monumentos: parto del principio espiritual de la sabiduría indígena en la que fui formado – no es bueno alterar la ancestralidad sin una buena razón, incluso de aquellos que fueron enemigos de mi pueblo. Sin embargo, suelo decir: "no guardamos rencor. Pero, poseemos Memoria". No es posible olvidar más de 500 años de invasiones, masacres, genocidios, etnocidios, violaciones y ecocidios cometidos por muchos de aquellos que se convirtieron en monumentos, reciben homenajes y son considerados héroes nacionales. Así, cuando las energías colectivas de aquellos que son herederos de esta historia de imposiciones se dirijan hacia la demolición de los monumentos, pienso que debemos derribarlos. Derribar las imágenes de aquellos que hace más de 500 años intentan derribar nuestras historias, memorias e identidades. En caso de que los monumentos se mantengan, haremos como ya hacemos: relecturas decoloniales críticas acerca de las historias y memorias alrededor de ellos. Demostrando que estos monumentos comprueban los masacres, pero no la derrota porque estamos aquí como herederos de los que fueron masacrados. Como decía el gran Cacique Xicão Xukuru: “masacrados sí, exterminados no”. Insisto: derribar los monumentos no es negacionismo sino decolonialidad. Asimismo, en caso de que se mantengan, la historia no dejará de ser debatida o reflexionada, ya que existen otras fuentes para esto, como las memorias y espiritualidades de nuestros ancestros. Podrían preguntarme: pero si derribamos o "dañamos", ¿no perderemos la oportunidad de demostrar cómo ellos quisieron imponer su historia? A lo que respondería con otra pregunta: ¿cómo nosotros, los pueblos originarios, logramos narrar la historia de nuestra resistencia y (re)existencia y de las violencias que sufrimos sin necesidad de monumentos? Existen otras formas de buscar la memoria, que es una de las bases para escribir la historia que van más allá de la materialidad de los monumentos. Los pueblos indígenas tienen mucho que enseñar sobre esto. Así, en mi lectura, no estaríamos corriendo el riesgo "de borrar la historia sin debatirla o reflexionar sobre ella". Además, ¿qué historia estaríamos borrando, debatiendo y reflexionando? Como escribió Ailton Krenak en el texto Antes, el Mundo no Existía: "entre la historia y la memoria, yo quiero quedarme con la memoria". Nosotros, los indígenas, no necesitamos de monumentos para preservar nuestra memoria. Quienes necesitan de monumentos son los invasores y los dueños del poder para imponer sus memorias genocidas y etnocidas. ¿Cómo podría realizarse el trabajo para que una porción más amplia de la sociedad pueda aprender la historia de los pueblos originarios y incluirla en las prácticas cotidianas? Uno de los caminos es la educación decolonial y paulofreriana en el sentido que señala Catherine Walsh al sumar la obra de Paulo Freire y Frantz Fanon: "[...] como metodologías producidas en contextos de lucha, marginalización, resistencia y que Adolfo Albán ha llamado 're-existencia'; pedagogías como prácticas insurgentes que fracturan la modernidad/colonialidad y hacen posible otras maneras de ser, estar, pensar, saber, sentir, existir y vivir-con" (WALSH, C, Pedagogías Decoloniales: Prácticas Insurgentes de Resistir, (Re)existir y (Re)vivir"- Tomo I. Quito, Ecuador: Ediciones Abya-Yala, 2013, p. 19). Para esto necesitaríamos hacer valer la Ley 11.645/2008. Al mismo tiempo, profundizar la formación de las educadoras y educadores para actuar en este sentido. Ya han ocurrido varias iniciativas en São Paulo y en otros lugares. Diferentes parientes están actuando en estas iniciativas. Yo mismo ofrezco cursos de formación en esta dirección ("Historias, Culturas Indígenas y la Ciudad de São Paulo"; "Indígenas Identidades Paulistanas"). Algunas universidades han operado en esta formación. Como dije, existen aliados actuando en diferentes espacios de formación abriendo esos lugares, como por ejemplo la exposición que ocurrió entre 2018-2019 en el Museo de la Resistencia (edificio del antiguo DOPS) titulada: "Ser Esta Tierra: São Paulo Ciudad Indígena". Son espacios como estos de diálogo una otra forma importante para divulgar nuestras voces y producciones. Hoy podemos hablar de literatura, arte, música, cine y producción académica indígena que son fundamentales. Sin embargo, sobre todo, una cosa es fundamental: apoyar la lucha de los pueblos originarios y de todas las personas por sus derechos contra los nuevos/viejos bandeirantes en el poder. Para esto entiendo que es necesario luchar contra los que están en el poder, como el actual presidente fascista y miliciano. Por eso la historia es una construcción selectiva de las memorias que poseemos sobre el pasado. Los monumentos son construcciones selectivas hechas por los dueños del poder. En este sentido, necesitamos construir nuestras historias a partir de nuestras memorias, incluso si para ello es necesario derribar monumentos supremacistas a los viejos y nuevos bandeirantes. De este modo, también necesitamos construir juntos un mundo que ya existe en muchos de nosotros. Un mundo donde existan varios mundos con igualdad social respetando las diferencias.
Indicaciones de lecturas y vídeos:
I - La publicación original de la entrevista arriba hecha para el periódico "O Estado de São Paulo" puede ser leída en los enlaces: "Entienda quiénes fueron los bandeirantes y por qué son homenajeados en São Paulo" y "¿Estatuas racistas deben ser derribadas? Vea lo que dicen los historiadores": Enlace: https://www.terra.com.br/noticias/brasil/cidades/entenda-quem-foram- os-bandeirantes-e-por-que-eles-sao-homenageados-em-sao- paulo,e4a454ef74a66ac515e37a6a2e15b292b9drni4k.html "¿Estatuas racistas deben ser derribadas? Vea lo que dicen los historiadores": Enlace: https://www.terra.com.br/noticias/brasil/cidades/estatuas-racistas- devem-ser-derrubadas-veja-o-que-dizem- historiadores,75394e18101954ae2f8d3cec4180686a799acxa9.html II - Nuevas ediciones de la entrevista republicada después del incendio en la estatua de Borba Gato se encuentran en los enlaces: "Entienda el motivo del incendio en la Estatua de Borba Gato": Enlace: https://www.diariodocentrodomundo.com.br/essencial/entenda-o- motivo-do-incendio-na-estatua-de-borba-gato/ "Estatua de Borba Gato: entienda por qué manifestantes la incendiaron": Enlace: https://www.otempo.com.br/brasil/estatua-de-borba-gato-entenda- porque-manifestantes-a-incendiaram-1.2517456 Vídeos sobre masacres cometidas por bandeirantes: "Masacre de Cururupe" - parte de la película Îandê Yby: ¡Nosotros Somos La Tierra Tupinambá!" Enlace: https://www.facebook.com/103931204760569/videos/149747936845562 "ESO ES LO QUE LLAMAMOS DE TERRITORIO". parte del Webdocumental Mobiliário Urbano: moburb.org. Enlace: https://www.facebook.com/682753167/videos/pcb.10157866940153168/101578 66939318168 Algunas de las publicaciones sobre el tema del autor de este texto: ANGATU, Casé (SANTOS, Carlos José F. dos). No Todo Era Italiano - São Paulo y Pobreza en el cambio de siglo (1870-1915). São Paulo: Annablume/FAPESP, 4ª Edición 2018. ANGATU, Casé (SANTOS, Carlos José F. dos). Identidades Urbanas y Globalización - la formación de los múltiples territorios en Guarulhos/SP. São Paulo: SINPRO/GRU, 2006 ANGATU, Casé (SANTOS, Carlos José F. dos). "Identidades Indígenas Paulistas". En: Organizadores: COSTA, Paulo de Freitas, COSTA, Ana Cristina Moutela. Cuadernos de la Casa Museo Ema Klabin; v. 2: identidades paulistanas. São Paulo: Fundación Cultural Ema Klabin, Disponible Online en: https://emaklabin.org.br/.../cuadernos-de-la-casa-museo.../... , 2020 ANGATU, Casé (SANTOS, Carlos José F. dos). "Ser Esta Tierra: São Paulo Ciudad Indígena". En: Espacio Ameríndio: Dossier Agenciamientos Indígenas de la Forma Museo. Porto Alegre: UFRGS, Disponible Online en: https://seer.ufrgs.br/EspacoAme.../article/view/102699/58300 , Ene/Jun de 2020. ANGATU, Casé (Carlos José F. Santos) & TUPINAMBÁ, Ayra (Vanessa Rodrigues Santos). "Protagonismos Indígenas: (Re)Existencias Indígenas e Indianidades". En: CARNEIRO, Maria Luiza Tucci y ROSSI, Mirian Silva (Orgs.) Indios en Brasil: Vida, Cultura y Muerte. São Paulo: IHF; LEER/USP; Intermeios: 2019, p. 23-4.