Ensayo Experiencia Personal:

Explorando en un viaje de independencia

Daniela Andrea Arias Torres

Profesora:

Janery Tafur Castillo

T01
Facultad de ciencias de la salud
Programa de enfermería
VI Semestre
23/02/24
 Explorando en un viaje de independencia
El traslado a una nueva ciudad para estudiar estuvo envuelto en una mezcla de emoción,
especialmente cuando se trata de hacerlo solo por razones de estudio, puede ser emocionante y
desafiante al mismo tiempo, la perspectiva de nuevas amistades, oportunidades académicas y un
entorno desconocido generó una chispa de entusiasmo, esta transición representa el comienzo de una
nueva etapa en mi vida, llena de oportunidades para el crecimiento personal y académico. En este
ensayo, compartiré mi experiencia personal al embarcarme en esta nueva etapa de independencia y
autodescubrimiento.

Una de las primeras cosas que aprendí durante este proceso fue la importancia de la planificación y
la organización; en el mundo académico, descubrí la importancia de equilibrar los estudios con una
vida social saludable. La gestión del tiempo se volvió esencial para aprovechar al máximo cada
experiencia, desde las aulas hasta las actividades extracurriculares, contribuyendo a mi bienestar
general.

Mudarse sola implicó enfrentar la realidad de la soledad. En un nuevo entorno, sin amigos ni
familiares cercanos, cada paso requería una dosis de coraje. Sin embargo, descubrí que era una
oportunidad para aprender a depender de mí misma, tomar decisiones independientes y tener
autonomía. Asumir responsabilidades, desde “gestionar las finanzas” hasta la organización del tiempo
y las tareas diarias, lo cual me ayuda adquirir habilidades mediante pasa el tiempo.

La soledad inicial fue reemplazada por la construcción de amistades inesperadas que hice en la
universidad, con el tiempo, compartí experiencias y risas con esas amistades. Estas conexiones se
volvieron esenciales, proporcionando un apoyo emocional invaluable y enriqueciendo mi experiencia
universitaria. La soledad también me brindó el espacio necesario para la autorreflexión, aprendí a
escuchar mi propia voz, descubrí mis fortalezas y debilidades, y cultivé una mayor comprensión de
mis metas y valores. Este proceso de autorreflexión fue fundamental para mi desarrollo personal que
aun continua, permitiéndome evolucionar y adaptarme a medida que avanzaba en mi trayectoria
académica.

Los desafíos de la distancia no solo fueron geográficos, sino también emocionales. Las llamadas
telefónicas y las videollamadas se volvieron puentes necesarios para mantener los lazos afectivos,
pero nunca podrán sustituir completamente la presencia física y la comodidad de mi hogar, cada
semana extraño a mi familia, y muchas veces me provoca ansiedad, la cual aún trato de controlar.
Viviendo en una nueva ciudad, experimenté una diversidad cultural y social que amplió mi horizonte.
Adaptarme a una nueva rutina, entender diferentes perspectivas y relacionarme con personas de
diversos orígenes se convirtió en una parte esencial de mi crecimiento. Estos encuentros me brindaron
una educación en la vida real, complementando la formación académica con lecciones de empatía y
comprensión.

Mi experiencia de mudarme sola para estudiar en la universidad ha sido una etapa de

autodescubrimiento que me ha enseñado lecciones fundamentales. He aprendido que la soledad puede
ser una aliada, permitiendo el crecimiento personal. Cuando hablo de la independencia adquirida no
solo me refiero a las tareas diarias, sino también a la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida
con cierta chispa de valentía. Las amistades forjadas en esta experiencia han sido clave y muy
valiosas, recordándome la importancia de abrirme a nuevas conexiones y apreciar las relaciones que
enriquecen mi vida.

Aunque el camino de mudarse sola para estudiar en la universidad estuvo marcado por desafíos, la
experiencia ha estado llena de crecimiento y autodescubrimiento. Me enfrenté a la soledad con
determinación, construí mi independencia con valentía y construí amistades que me han aportado
mucho. Este capítulo en solitario ha sido, sin duda, una etapa de empoderamiento y autenticidad que
ha dejado una huella en mi historia personal.

Este capítulo de mi vida, marcado por la distancia física y emocional, ha sido un tiempo de
crecimiento personal y descubrimientos. Aunque extrañar a mi familia es inevitable, he aprendido a
valorar la independencia y la diversidad que esta experiencia ha aportado a mi vida. A través de las
distancias, he encontrado una versión más fuerte y consciente de mí misma, construyendo un puente
entre el pasado y el presente, entre la familia y la autonomía. Este viaje no solo ha sido un paso hacia
la educación superior, sino también hacia una comprensión de quién soy y quién quiero ser.
Este capítulo universitario no solo se trata de adquirir conocimientos académicos, sino de sumergirse
en la vida independiente, la diversidad cultural y el crecimiento personal. En este viaje, cada
experiencia ha sido una lección, y cada lección ha contribuido a la persona en la que me estoy
convirtiendo.