La educación, principalmente las ramas de las ciencias sociales y la historia
en general están totalmente parcializadas hacia Europa. A lo largo de la historia se ha querido denominar a Europa y su cultura como el centro y motor de toda la civilización y por ello se denomina la historia Europea como la “Historia Universal”. El eurocentrismo se refiere más concretamente a la mirada del mundo a partir de la experiencia europea occidental, donde las ventajas o beneficios para los europeos y sus descendientes se consiguen a expensas de otras culturas, justificando esta acción con paradigmas o normas éticas. El eurocentrismo es también un prejuicio cognitivo, que supone la existencia de experiencias históricas lineales movidas por esquemas culturales fijos, correspondientes a los provistos por la historia europea, considerando a las trayectorias no europeas como formaciones incompletas o deformadas. Sin restarle merito a lo que fue y es Europa en la historia, llena de imperios y donde se dan muchos de los acontecimientos, descubrimientos y avances científicos, que permitieron que el mundo sea como lo es hoy. Organizador del mundo “antiguo” y potencia dominante del mundo actual. Indiferentemente de todo lo antes mencionado, y sin negar la tremenda historia y aporta que tiene Europa, no se pueden obviar o negar que otras civilizaciones tienen historia inclusive más rica que la europea. Las civilizaciones orientales, los países árabes y los países del “lejano oriente” también poseen una amplia historia y muy llena de aportes a la humanidad. También cabe destacar que parte de la historia europea tiene cierto nivel de engaño o mentira, o al menos se altera la realidad de los hechos. Como estudiante de ciencias sociales y conociendo la realidad de lo que llamaron “descubrimiento de América” puedo decir que la versión europea es un poco distinta a la realidad. Historiadores venezolanos y latinoamericanos relatan los hechos de una manera distinta y que a nuestro entender es la realidad. Se debe destacar que nadie es dueño de la verdad absoluta. La llegada de los colonizadores europeos a América trajo consigo esclavitud, asesinato y torturas en los niveles más terribles, robos y saqueos de las tantas riquezas que tiene nuestro continente, adoctrinamiento, etc. Por más que desde Europa se quiera ver o decir que ese “descubrimiento” (termino erróneo, pues no se descubrió nada, solo fue un encuentro entre dos civilizaciones de culturas diferentes) solo trajo consigo avance y desarrollo para nuestra América. Nuestro pueblo antecesor tiene su propia historia, su propia cultura, como estudiantes de ciencias sociales, pero principalmente como personas nacidas en América debemos enfocarnos principalmente en nuestra propia historia y cultura. Por condiciones históricas dadas y con un proceso histórico de transculturización la sociedad americana (principalmente la venezolana) siente más atracción por la cultura y el estudio europeo. En consecuencia muchos de nuestros estudiados tienen inclusive más conocimiento de una historia ajena a la suya como la europea que de su propia nativa. Como estudiantes de ciencias sociales, futuros docentes y principalmente como venezolanos es nuestro deber y trabajo motivar y generar el cambio de este erróneo sistema de estudio eurocentrista. El primer cambio viene por parte de nosotros, como investigadores es necesario indagar e investigar como conocer y comprende nuestra propia historia, nuestra cultura, nuestra religión, nuestras creencias anteriores a la colonización europea. Es necesario que las entidades gubernamentales, las instituciones encargadas del pensum y de dictaminar el material de estudio, cambien la visión del eurocentrismo o historia universal y comiencen a introducir el estudio de la historia propio de nuestra tierra. Es necesario que nuestra sociedad se sienta identificada con su propia cultura y se sientan orgullosos de la misma. Quizás a partir del nacionalismo comience el desarrollo de nuestra nación. Cuando las personas sientan el amor hacia su propia nación comenzaran a querer lo mejor para ella y por ende quizás podamos llegar a ser las potencias que tanto admiramos.