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Las múltiples tareas de las mujeres

En el patriarcado, los varones tienen, por una parte, deseos de ser superiores a las
mujeres y, por otro lado, deseos infantiles de ser atendidos por ellas. El hombre oprime
a la mujer, a la vez que, busca refugio emocional en ella.

En sociedades patriarcales, se espera que la mujer cumpla varios roles al


comprometerse en una relación de pareja1, especialmente tres. El rol de madre para
l@s hij@s, proveer apoyo emocional, y además, el rol de compañera sexual para la
pareja. Estos roles son difíciles de cumplir para una sola persona, sobre todo, al no
contar con la colaboración de una comunidad 2 de respaldo, lo que sí se tenía en
sociedades matrifocales. Antes, en una comunidad, convivían varias generaciones, y
cada persona podía contar con otras para conversar, pedir ayuda material o emocional
y para recibir consejos. En la actualidad, la comunidad se reduce a madre, padre e
hij@s, con lo cual, la posibilidad de recibir apoyo es muy escasa. Tal vez, este sea un
motivo importante para que las relaciones de pareja empiecen con muchas
expectativas y que tan a menudo acaben separándose.

Las múltiples obligaciones impuestas a las mujeres por el sistema patriarcal, y la falta
de comunidad, provocan distintas formas de dominio 3. Podemos ver que el chantaje, la
manipulación y el sometimiento que suceden al interior de las relaciones de pareja,
son síntomas de comportamientos peligrosos, no solo para la pareja en sí, sino para la
sociedad.

Esta situación es más factible en una sociedad donde la relación de mujeres y varones
con sus respectivas madres, es tradicionalmente de dependencia y apego, como sucede
en Latinoamérica y donde se fomenta una cultura marianista 4. Lo cual dificulta una
1 Al existir actualmente, muchas variantes de relaciones interpersonales como son, noviazgo, matrimonio, unión libre, convivencia, coparentalidad,
poliamor, etc. nos referimos genéricamente a relaciones de pareja, para utilizar un lenguaje incluyente, y abandonar así el dogma impuesto de la pareja
heterosexual, monógama, casada y con hij@s.
2 El concepto de comunidad reemplazaría al concepto tradicional de familia, puesto que la familia obedece a un orden jerárquico patriarcal, por medio
de roles impuestos, mientras que la comunidad genera relaciones equitativas y flexibles, priorizando a la persona, por encima de roles o funciones
ocasionales.
3 La ausencia de una comunidad de respaldo, produce el aislamiento físico y emocional de l@s miembr@s de la pareja, y se pierden vínculos con otras
personas que podrían ser de apoyo, entonces se crea un ambiente de represión y de sentimiento de soledad, que tarde o temprano estalla en alguna
forma de abuso, manipulación o violencia.
4 El marianismo implica que las mujeres asuman, por presión sociocultural, los valores representados por la Virgen María, como son la pasividad y
sumisión ante la pareja, o la abnegación y el sacrificio por l@s hij@s. El marianismo tiene su origen en la tradición judeocristiana y cobró fuerza en
América Latina por la llegada de los españoles en 1492.
relación de pareja entre iguales, en la que los miembros puedan crecer emocional,
mental y físicamente en equilibrio.

La mujer aún es empujada a disolverse en el conjunto familiar, perdiendo su


independencia, su identidad, siendo sometida social y culturalmente, casi únicamente
para engendrar hij@s.

Marianismo: esposa del patriarcado y madre del machismo


El patriarcado tiene un mecanismo de seguridad para garantizar su permanencia, y
ese mecanismo es el marianismo. Según la autora del concepto, Evelyn P. Stevens,
podemos comprender históricamente el marianismo, como el culto a una ilusoria
“superioridad espiritual femenina”.

Las raíces del marianismo, surgen de la combinación entre temor y veneración a la


capacidad femenina de engendrar vida, y de ser reconocida como madre. La creencia
de que las mujeres son semidivinas, moralmente superiores y emocionalmente más
fuertes que los hombres, provoca que se les sobrecargue de responsabilidades, como
vimos en líneas anteriores, lo que haría de las mujeres comprometidas (con el
patriarcado), personas abnegadas, humilladas, sumisas y sacrificadas.

En el marianismo, la tolerancia de las mujeres hacia la pareja y hacia l@s hij@s,


parece no tener límite, llegando incluso al conformismo, para no dejar su rol de
dependencia y de lealtad respecto a los hombres machistas y patriarcales. Este tipo de
mujer, tiene la clara convicción, de que los hombres deben ser comprendidos y
perdonados, porque “no tienen la culpa” de su inmadurez, de sus excesos, obsesiones y
necedades, ni de la incapacidad para manejar sus impulsos sexuales.

Así vemos que, el marianismo es una de las bases del machismo, porque al ser la
madre el principal canal de transmisión del sistema social predominante (actualmente
el patriarcado), son ellas las que enseñan los primeros modelos de relación a l@s
hij@s, que luego tenderán a repetirse durante sus vidas, en forma de creencias,
comportamientos, elecciones y valores. Por tanto, el cultivo de uno u otro modelo
social, dependerá en gran medida del ideal (consciente o inconsciente) 5 sembrado en
cada mujer, sea madre o no.

No es que las mujeres sean marianistas por voluntad propia, o que los hombres sean
machistas por que quieren serlo, sino porque la presión de la cultura, de la sociedad y
de los grupos patriarcales, impone sistemáticamente este tipo de comportamientos
que se convierten en hábito, en algo “normal” e incuestionable.

Analizando el comportamiento marianista, podemos darnos cuenta de que, el


patriarcado no es únicamente obra de los hombres, sino también de las mujeres; por lo
tanto, la despatriarcalización dependerá del trabajo conjunto de ambos sexos.

Con el sistema patriarcal, pierden más las mujeres y menos visiblemente los varones.
También ellos pierden, al no poder desarrollar valores humanos, porque el patriarcado
les impide madurar y ser humanos completos. Es claro que, en ese sistema nadie gana.
Unos pocos imaginan que la felicidad es gozar de ciertos privilegios, y tener poder
sobre much@s otr@s seres. Y es así, como cada un@ de l@s seres existentes perdemos
la posibilidad de vivir en equilibrio.

5 Cuando la mujer es consciente del ideal recibido de su entorno, puede cuestionarlo y modificarlo; cuando la mujer aplica inconscientemente el ideal
recibido, lo repite sin ponerlo en duda.

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