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¿Cómo se entiende el género? ¿Qué hace a una persona homosexual?

La percepción y juicio
de las personas hacia esas categorías es muy diferente según la cultura, la religión, la familia y
las experiencias personales como interpersonales vividas.

En la mayoría de las sociedades del mundo, hoy en día, el género se divide en dos: femenino y
masculino. Durante la historia del ser humano, crear y determinar roles ha sido parte del
desarrollo civilizado. Según los genitales femeninos y masculinos, se ha diferenciado mujer y
hombre para ejercer roles dentro de los sistemas sociales. Por ejemplo, en el sistema familiar,
en el modelo de la familia nuclear se ha creado el rol de la mujer, que se rige a ocuparse del
área doméstico (criar y cuidar hijxs y hacer tareas de la casa); y el que entendemos como el
otro género, el masculino, tiene el rol del hombre, que se ocupa del aspecto económico y
social (trabajar bajo sueldo y ser el líder y representante de la familia). Estos dos roles de los
dos géneros hegemónicos han sido desarrollados con las bases de un sistema social patriarcal,
que favorece al ser masculino y tiene como principal sumiso al ser femenino.

En el siglo XXI. Seguimos con la misma base de conocimiento y reproducción sobre y de


géneros, sólo que, poco a poco, nos estamos abriendo a las realidades que no se encuentran
sólamente en esa dicotomía. Nos estamos dando cuenta, como sociedad, de que hay gente
que se encuentra entre los géneros femenino y masculino, y no en uno o en el otro. Así,
reconocemos la necesidad de crear y aceptar nuevas formas de identidad de género,
apartando la idea de que ciertos aspectos o roles tienen que pertenecer y ejercerse desde un
sólo género.

Algo parecido ocurre con la orientación sexual. Seguimos naciendo entorno a la norma
heterosexual, entendiéndolo como la forma más natural en las prácticas sexuales y amorosas.
Las personas no exclusivamente heterosexuales han sido cuestionadas, perseguidas y
castigadas por considerarlas raras y antinaturales.

Como el sistema patriarcal enseña un modelo de masculinidad hegemónica, no es cómodo


para una persona que nació con pene cuestionarse y experimentarse lejos de ese modelo; ya
que, si lo hace, será cuestionada, juzgada y probablemente rechazada por su comunidad.
Siguiendo la base del sistema patriarcal con dos géneros (uno que domina y el otro dominada)
y que permite naturalmente a una forma de práctica sexual y amorosa que es la
heterosexualidad, se entiende mejor por qué el rechazo a lo diferente es ocultado. Por qué hay
subculturas queers y las identificamos con facilidad. Si eres una persona rara por no ser
cisgénero y hetero, buscarás gente que te acepte y te quiera tal y como eres, es decir, gente
con tus mismos “problemas”.

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