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El arte es una forma de expresar nuestras emociones y sentimientos. Puede usarse para
comunicar ideas y pensamientos; puede usarse como una herramienta para la
autoexpresión, como una forma de terapia o incluso como un medio para encontrar la
belleza en la vida.
Un filósofo como Platón tenía una imagen meramente educativa del arte, es decir, lo
degradaba a una imitación de la verdad, y creo yo que es equivocado encapsular un
concepto guiado por la lógica y razón como lo es la filosofía a el arte, que en su
extensión busca expresar una realidad subjetiva, básicamente una manifestación
genuina de las emociones del creador, entonces diríamos que es una forma de
comunicación, una opinión que jamás será la de una sola persona. Entonces aquí
podría decir que lo que importa del arte no es la búsqueda de la verdad, algo propio de
la filosofía y de la historia, sino, lograr un efecto emocional en quienes lo escuchan,
ven o leen.
Platón las censura, controla y limita, es irónico dado que en obras como el banquete,
se delata como un poeta idealista, basicamente tiene diversas contradicciones, con lo
que se puede concluir que solo era una percepción por parte de él y que creía que el
arte, en especial la literatura, la música y el teatro, eran capaces de ser persuasivos,
Aristóteles nos da una visión más certera, poseen el poder de hacernos reflexionar y en
la mayoría de casos, llegar a una conclusión racional y lógica.
La vida está tan estructurada que para que un hombre sea plenamente consciente de
ella necesita todas estas formas de actividad intelectual, que se complementan entre sí
y construyen una percepción integral del mundo y una orientación versátil en él. Es
por ello que las biografías de muchos científicos y filósofos indican que las grandes
mentes, a pesar de su total dedicación a la investigación, se interesaron profundamente
por el arte y escribieron poesía y novelas, pintaron cuadros, tocaron instrumentos
musicales y moldearon esculturas. ¿Cómo vivió Einstein, por ejemplo? Pensaba,
escribía y también tocaba el violín, del que rara vez se separaba sin importar a dónde
fuera o a quién visitara.
Platón no está en contra del arte en general, sino en contra del arte que no puede
encajar "dentro de un proyecto filosófico".