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LA LLORONA:

La llorona es una de las leyendas más conocidas en Guatemala y, aunque hay


varios elementos que no cambian, existen varias versiones sobre el origen de esta
leyenda. Uno de los elementos que permanece igual en todos los relatos es el
nombre de la Llorono y su procedencia. Es decir, en todas las leyendas la mujer
lleva el nombre de María y es criolla, es decir, hija de de españoles en época de la
colonia.

Así mismo, otro de los elementos en común de las leyendas es que María contrajo
matrimonio y que su esposo viajaba mucho. Los elementos que varian es que,
estando de viaje, Maria se enamoro de un fontanero de nombre Juan de la Cruz y
producto de este amor queda embarazada.

Otra de las versiones es que de la persona que se enamora es de un mozo de su


finca y la tercera versión es que María llevaba una vida de libertinaje y se
desconoce de quien queda embarazada. Las leyendas, casi todas de ellas, cuentan
que, una vez embarazada, puede ser de 1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada de lo
que diría su esposo, Maria va al rio y ahoga a sus hijos. Luego de haber ahogado a
su hijo o hijos, a María le da cargo de conciencia y trata de rescatar a sus pequeños
y termina ahogada ella también.

Otro de las leyendas cuentan que María regresa a su casa y al darse cuenta de lo
que había hecho corre por las calles gritando “mis hijos, mis hijos, donde están mis
hijos” con lagrimas en los ojos. Finalmente, las leyendas cuentan que la llorona
está condenada a buscar a sus hijos por toda la eternidad; asimismo, se comenta
que si se escucha a la llorona lejos es porque esta cerca y cuando se escucha cerca
es porque esta lejos.
LA CIGUANABA:

La ciguanaba, según cuentan la leyenda en su origen, era una mujer llamada


Sihuehuet, cuyo nombre significa mujer hermosa. Esta mujer tenia una relación
con el hijo de un Dios, del cual quedo embarazada. Pero Sihuehuet probo no ser
una buena madre, al contrario, fue una madre que no cumplía con sus obligaciones.

A parte de ser una mala madre, Sihuehuet tenía un amante. Al descubrir esto, el
hijo del Dios, llamado Tlaloc, maldijo a Sihuehuet. La maldición consiste en que
la mujer sería bella de lejos pero una vez las personas se acercaran y la vieran de
cerca seria una mujer horrible. Esta leyenda continua estando vigente, ya que,
según cuentan los relatos, la ciguanaba es una mujer que parece hermosa a primera
vista pero al acercarse tiene cara de yegua o incluso de calavera.

Se dice que la ciguanaba persigue a los hombres que son infieles o trasnochadores.
Siguen contando las leyendas que la ciguanaba atrae a los hombres a barrancos o
lugares desiertos para que las personas mueran al seguirla. Otra de las versiones es
que la ciguanaba mata del susto a las personas o que, sino mueren, se vuelven locas
luego de verla.
LEYENDAS
4. El Cadejo
El cadejo es el animal legendario que cuida a los borrachos, especialmente a
aquellos que no pueden ni sostenerse en pie. Su forma es parecida a la de un perro,
peludo con los ojos rojos, patas de cabra y puede ser o blanco o negro.

El blanco es el cadejo bueno y el negro es el malo. Muchas de las personas indican


que ambos cadejos cuidan a los borrachos juntos, es decir, que ambos cadejos están
juntos. El blanco aparece echado junto a la persona que se emborracha y el negro
es mas inquieto, pero cuando aparece un peligro, ambos cuidan a la borracho.

El sombrero:

El sombrerón es una de las leyendas más populares en Guatemala y por lo tanto,


tiene varios elementos similares y varios elementos distintos en cada uno de los
relatos. Todas las leyendas concuerdan en que el sombrerón era una hombre de
pequeña estatura, que usaba un sombrero muy grande, siempre estaba con una
guitarra y tenía una voz maravillosa.

Cuentan las leyendas que el sombrerón vio a una mujer que lo deslumbro con su
belleza, de ojos oscuros y pelo negro. Al verla no puedo resistirse y quiso
enamorarla, por lo que se acerco a su balcón y le cantó serenata. La mujer, a
quienes en algunas leyendas la llaman Celina, se enamoró de este pequeño hombre
con esta angelical voz a quien esperaba todos los días.
Celina dejo de comer esperando a la llegada del hombre con la voz melodiosa. Los
padres de Celina, preocupados, llaman a un sacerdote y al ver que este no podía
ayudarla, la llevaron a un convento. La muchacha murió de tristeza y el dia del
velorio apareció el sombrerón cantando y llorando de tristeza. Desde ese día,
cuentan las leyendas que se puede escuchar al sombrerón cantar con su guitarra en
las noches y busca a mujeres de pelo negro y ojos oscuros. Así mismo, se dice que
para ahuyentar al sombrerón de una mujer a la que persigue, a esta se le debe de
cortar el pelo.

Leyenda de el sombreron

El Sombrerón es uno de los personajes


legendarios máspopulares de Guatemala.
Se dice que el sitio en donde más le gusta
estar es en el bosque, pues ahí se puede
ocultar entre los árboles.

Gran cantidad de personas aseguran que


él no se mete con nadie, a menos de que
sea un individuo que ande en malos pasos,
como podría tratarse de alguien al que le
guste la bebida o esté involucrado en actos
delictivos.

Como quiera que sea, el Sombrerón una noche de luna llena empezó a recorrer
las calles de la ciudad. Para quienes no lo sepan, se trata de un individuo de baja
estatura, que siempre lleva en su espalda una guitarra y que por supuesto sobre
su cabeza porta un sombrero de gran tamaño

De pronto se detuvo en un callejón, pues vio a una joven que estaba asomada en
una ventana mirando las estrellas.

El Sombrerón cogió su guitarra y comenzó a interpretar una melodía instrumental.


A los pocos segundos, los ojos de la muchacha se posaron perdidamente sobre él.
Era como si la canción la hubiese hipnotizado por completo.

Al salir el sol, el hombrecillo desapareció dejando a la chica en un profundo trance.


Los padres de ella preocupados por su salud, la llevaron a un médico, para saber
qué era lo que le había pasado. Sin embargo, el galeno les dijo que la única
solución para que ella volviera a la normalidad era que la llevaran con un
sacerdote.

El clérigo tomó unas tijeras y comenzó a cortar el pelo de la muchacha, hasta que
prácticamente le dejó la cabeza a rape. En ese instante, la joven recobró el
conocimiento y retomó su vidade manera normal.

Como puedes ver, de vez en cuando el Sombrerón se enamora de las mortales


que habitan en la ciudad, así que si eres una joven bella que vive en Guatemala,
te sugerimos que tomes tus precauciones.

El duende

El duende guatemalteco podría definirse como una


especie de gnomo que vaga por las zonas
campestres. Su característica fundamental es que
camina hacia atrás, debido a que posee los pies
volteados.

Cabe aclarar que, de ninguna manera, este ente es


un ser maligno, ya que solamente dedica su tiempo
a gastarle bromas a los campesinos.

Por las noches disfruta lanzando piedras a los


tejados de las construcciones o cantando
canciones. Así es, al igual que como vimos en la leyenda del sombrerón, al
duende también le gusta la música.

De hecho, la única manera eficiente de ahuyentarlo, es que los dueños de la


propiedad saquen una guitarra y lo desafíen por completo. Las notas de ese
instrumento «destemplado» hacen que el duende regrese a su guarida y no vuelva
ahí por mucho tiempo.

Otras leyendas vinculadas con este ser aseguran que en algunas ocasiones el
duende es el encargado de disolver compromisos matrimoniales. Dicho de otra
manera, si a él le gusta la prometida, hará que ésta abandone la idea de casarse.

Leyenda de la Tatuana

La leyenda de la Tatuana es
una historia de Guatemala,
que tiene algunos elementos
que la vinculan con el relato
mexicano de la «Mulata de
Córdoba«.

Tatuana era una mujer de


singular belleza a quien le
fascinaba el dinero. Para conseguirlo de una manera fácil y sencilla, se hacía
acompañar de hombres mayores, a quienes llenaba de besos y caricias a cambio
de unas monedas.

Como era de suponerse, en plena época colonial, ese tipo de comportamiento era
totalmente reprobado por la mayoría de la sociedad guatemalteca, sobre todo si
éstos seguían a cabalidad los preceptos marcados por la religión católica.

De hecho, se dice que a la mujer la detuvieron a la orilla del lago atitlan. Después
las autoridades la llevaron a un tribunal en donde ya la estaba esperando un grupo
de hombres que pertenecían a la Santa Inquisición, quienes le dieron la pena de
muerte.

No obstante, le dieron la oportunidad de salvar su vida si se retractaba de todo lo


que había hecho. Por ello, fue enviada a una mazmorra durante 30 días, a fin de
que reflexionara.

Se dice que 24 horas antes de que se cumpliera la fecha de su ejecución, Tatuana


le pidió a uno de los guardias que le diera un trozo de tiza, una vela y una flor de
color rojo, para poder hacer una oración.c

Chica suicida
La imagen que estas a punto de ver, pertenece a una
publicación coreana. La cual cuenta que:
En Japón poco antes de que una adolescente
cometiera suicido, dibujo esta imagen, la escaneó y
la publicó en línea.

En los foros coreanos se dice que el espectador se ve


inmerso en los ojos azules de la chica y que se detecta
en ellos un inmenso odio y tristeza. Tal vez era lo
que la chica sentía al morir y su espíritu embrujó la
imagen, o puede ser que esta imagen provoque
tristeza, similar a la canción «Gloomy Sunday» (Escrita
por el pianista y compositor autodidacta húngaro
Seress en 1933 que según la leyenda urbana provocó un gran número de suicidios).

Algunas personas dicen que es difícil mantener la mirada fija en los ojos de la chica
por más de 5 minutos. Hay reportes que algunas personas han tomado sus propias
vidas después de hacerlo.

Han llegado a decir que la pintura cambia, conforme se ve, al cabo de un rato una
sonrisa burlona aparece en los labios de la chica o un anillo oscuro crece alrededor
de la ella o de sus ojos.

Muchos dicen haber sentido una fuerte presencia cuando miran la imagen, pero no
saben definirla como buena o malvada.

Lo que es seguro es que esos ojos atraen al espectador de una manera muy
profunda.
Leyenda de la Mujer sin Corazón
Cuenta la leyenda que hace algún tiempo, en un pueblecito de España, cuyo
nombre se ha decidido olvidar, sucedió un evento terrible, capaz de asustar a más
de uno.

Existía un feliz matrimonio, que se amaba como ningún otro, de aquella unión, nació
una niña, que conforme crecía, desarrollaba un amor enfermizo hacia su padre y
un odio desmedido por su propia madre. Constantemente le decía a su padre que
quería casarse con él, y que deseaba la muerte de su madre para poder ser felices
para siempre. La reacción del hombre era de enojo por supuesto, no quería pensar
en una situación similar. Pero aquello no tardó mucho en cumplirse.

Durante el funeral, el pobre hombre se hacía pedazos del dolor, mientras la niña
trataba a toda costa de esconder una sonrisa diabólica, que a duras penas contenía,
pues sus sueños estaban convirtiéndose en realidad, parecía haber hecho un pacto
con el señor de las tinieblas, ¿Cómo es posible tanta maldad en una niña tan
pequeña?.

Al pasar de los días, el hombre se sumía en una profunda depresión, pero no podía
evitar notar que su pequeña mostraba total entereza ante el hecho, animándolo en
todo momento. Sin saber que en realidad el buen ánimo de su hija se debía a saber
que su madre ya no estaba.
El carruaje de la muerte
Cuenta que el carro de la muerte aparecía durante las noches y anunciaba la muerte de alguna
persona. También cuentan que se parqueaba frente a las casas y se llevaba al fallecido.
Después de un largo y arduo día de trabajo en el campo, Mario se dirigía a su casa en la
ciudad. Ya casi anochecía y caminaba de prisa. Poco antes de llegar a su casa escuchó el
sonido de un carruaje muy cerca, lo que era muy normal en aquella época, pero este sonido
era diferente, sintió mucho temor. Corrió y decidió esconderse en el parque, detrás de los
árboles.
El sonido del carruaje se escuchaba cada vez más cerca, pero a la vez daba la impresión de
que nunca llegaba y la espera se hacía interminable.
Sin darse cuenta, Mario pasó la noche en el parque. De repente, despertó por el frío que sintió
y recordó lo ocurrido la noche anterior y en ese momento pensó que temerle a un carruaje
había sido algo absurdo. Se levantó y fue a su casa.
Los días pasaron y Mario no podía olvidar lo ocurrido, así que decidió contárselo a un amigo.
Al escucharlo el amigo también le compartió lo que contaba la gente al respecto. “Dicen que
por las noches se escuchaba a un carruaje ir a toda velocidad y que iba recogiendo a la gente
que moría, era conocido como El Carruaje de la Muerte”. Al finalizar el relato añadió:
“Posiblemente todo esto es un invento de la gente, no hay que hacer caso”.
Mario no se quedó tranquilo y junto con su amigo decidieron esperar esa noche, al carruaje
y así confirmar si los rumores eran ciertos.
Se encontraban en parque bajo la noche fría y solitaria cuando comenzaron a escuchar el
sonido de un carruaje. Poco a poco pudieron verlo, cada vez más cerca. Y en efecto, se trataba
de un carruaje negro, tirado por caballos negros y con un conductor vestido completamente
de negro.
Igual que la primera vez, el carruaje tardaba en llegar hasta donde ellos se encontraban.
Cuando por fin el carruaje estaba frente a ellos, el conductor los observo fijamente y ambos
hombres se desmayaron. A la mañana siguiente, despertaron de frío y desde entonces, tanto
Mario como su amigo, se esconden donde pueden cada vez que escuchan el sonido de un
carruaje, sobre todo por las noches.
FABULAS

La tortuga y las aves.


Una tortuga deseaba cambiar su lugar de residencia, por
lo que pidió a un águila que la llevara a su nuevo hogar,
prendiéndole una gran recompensa por su ayuda. El
águila estuvo de acuerdo y tomando la tortuga por el
caparazon con sus garras se elevó en el aire. En su
camino se encontraron con un cuervo, quien dijo al águila:
“las tortugas son un bocado exquisito.” “La cáscara es
muy dura”, dijo el águila en respuesta. “Las rocas de
pueden romper la cáscara”, fue la respuesta del Cuervo,
y el Águila, tomando la pista, dejo caer la tortuga en una roca fuerte, y los dos
pájaros hicieron una buena comida de la tortuga.

Nunca se debe confiar por completo en un enemigo.

El buey y el sapo.
Un buey estaba bebiendo en un estanque y sin ser su
intención pisó una cría de ranas jóvenes, y aplastó a uno
de ellos hasta la muerte. La madre que iba delante noto
que le hacia falta uno de sus hijos y le preguntó a sus
hermanos que ocurrido con él. “Está muerto, querida
madre, dijo uno de ellos porque una bestia enorme con
cuatro patas muy grandes vino al estanque y lo aplastó
hasta la muerte con su talón hendido.”

La rana, resoplando hacia afuera se inflo y preguntó: “Si el


animal era tan grande como ella y uno de sus hijos dijo: ” madre, deja de
inflarte ”y no te enojes, porque no podras imitar con éxito la inmensidad de ese
monstruo.”
Las cosas imposibles no podemos esperar alcanzarlas, y no es de ninguna
utilidad intentar probarlas.
Hércules y el carretero
Una vez carretero estaba manejando una carga pesada
por un camino lleno de barro. Por fin llegó a una parte
de la carretera, donde las ruedas se hundieron a mitad
de camino en el lodo, y cuanto más tiraba de los
caballos , más profunda se hundió las ruedas. Así que
el carretero arrojó el látigo, y se arrodilló y oró a
Hércules .

“Oh Hércules, que me ayude en esta mi hora de


angustia,” dijo él.
Pero Hércules se le apareció, y le dijo:
“Tu hombre en vez de llorar y esperar que te resuelvan, levántate y empieza a
empujar”
Moraleja: Los dioses les ayudan a quienes se ayudan asi mismo.

El leñador y la serpiente.

Un día de invierno un leñador regresaba a su casa de su trabajo


cuando vio algo negro tirado en la nieve. Cuando se acercó, vio que
era una serpiente que parecía estar muerta, así que él la tomó y la
puso en su pecho a calentar mientras se apresuraba para llegar a
casa.

Tan pronto como se entró en la casa puso la Serpiente hacia abajo


en la chimenea sobre el fuego, los niños observaban y vieron que
lentamente la serpiente cobraba vida de nuevo, entonces uno de
ellos se inclino hacia la serpiente para acariciarla, pero la serpiente levantó la
cabeza y saco sus colmillos y estaba a punto de morder al niño y provocarle la
muerte.

Así que el leñador cogió su hacha y de un golpe cortó la serpiente en dos. “Ah,”
dijo él, justo a tiempo.
La Zorra y Las Uvas
Había una vez una zorra que llevaba casi una semana sin comer,
había tenido muy mala suerte, le robaban las presas y el gallinero
que encontró tenía un perro guardián muy atento y un amo rápido
en acudir con la escopeta.
Ciertamente estaba muertecita de hambre cuando encontró unas
parras silvestres de las que colgaban unos suculentos racimos de
doradas uvas, debajo de la parra había unas piedras, como
protegiéndolas.—Al fin va a cambiar mi suerte, —pensó
relamiéndose—, parecen muy dulces. Se puso a brincar, intentando
alcanzarlos, pero se sentía muy débil, sus saltos se quedaban
cortos los racimos estaban muy altos y no llegaba. Así que se dijo:
—Para que perder el tiempo y esforzarme, no las quiero, no están maduras.
Pero resulta que si la zorra hubiese trepado por las piedras parándose en dos patas
hubiese alcanzado los racimos, esta vez le faltó algo de astucia a doña zorra, parece
ser que el hambre no la deja pensar

La tortuga y las aves.


Una tortuga deseaba cambiar su lugar de residencia, por lo que
pidió a un águila que la llevara a su nuevo hogar, prendiéndole una
gran recompensa por su ayuda. El águila estuvo de acuerdo y
tomando la tortuga por el caparazon con sus garras se elevó en el
aire. En su camino se encontraron con un cuervo, quien dijo al águila:
“las tortugas son un bocado exquisito.” “La cáscara es muy dura”,
dijo el águila en respuesta. “Las rocas de pueden romper la cáscara”,
fue la respuesta del Cuervo, y el Águila, tomando la pista, dejo caer la
tortuga en una roca fuerte, y los dos pájaros hicieron una buena
comida de la tortuga.

Nunca se debe confiar por completo en un enemigo.

El buey y el sapo.
Un buey estaba bebiendo en un estanque y sin ser su intención pisó
una cría de ranas jóvenes, y aplastó a uno de ellos hasta la muerte. La
madre que iba delante noto que le hacia falta uno de sus hijos y le
preguntó a sus hermanos que ocurrido con él. “Está muerto,
querida madre, dijo uno de ellos porque una bestia enorme con
cuatro patas muy grandes vino al estanque y lo aplastó hasta la
muerte con su talón hendido.”

La rana, resoplando hacia afuera se inflo y preguntó: “Si el animal era


tan grande como ella y uno de sus hijos dijo: ” madre, deja de
inflarte ”y no te enojes, porque no podras imitar con éxito la inmensidad de ese monstruo.”
Las cosas imposibles no podemos esperar alcanzarlas, y no es de ninguna utilidad intentar
probarlas.

EL MILANO Y LA GAVIOTA

Tragó una gaviota un pez demasiado grande y le estalló la garganta, quedando


muerta a la orilla de la playa. La vio un milano y dijo:
- Tienes tu merecido, porque sabiendo de tu capacidad, abusaste de lo que te
estaba permitidoMoraleja: Sabiendo cuales son tus capacidades, nunca intentes
sobrepasarlas si no te has preparado para ello

A COMADREJA Y LA LIMA

Se introdujo una comadreja en el taller de un herrero y se puso a lamer una lima


que ahí se encontraba.
Al cabo de un rato su lengua arrojaba sangre en abundancia, y la comadreja se
puso muy feliz pensando que había arrancado algo al hierro, hasta que acabó por
perder su propia lengua.
Moraleja: Piensa siempre que si haces un daño, tarde o temprano éste regresará
contra ti
001 - El águila, el cuervo y el pastor
Lanzándose desde una cima, un
águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de imitar al
águila, se lanzó sobre un carnero,
pero con tan mal conocimiento en el
arte que sus garras se enredaron en la
lana, y batiendo al máximo sus alas no
logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas
de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les
dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
MORALEJA
Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te
corresponde.

El águila y el escarabajo
Estaba una liebre siendo perseguida por un
águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un
escarabajo, suplicándole que le salvara.Le
pidió el escarabajo al águila que perdonara a
su amiga. Pero el águila, despreciando la
insignificancia del escarabajo, devoró a la
liebre en su presencia.Desde entonces,
buscando vengarse, el escarabajo observaba
los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los
tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que
fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus
futuros pequeñuelos.Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el
escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y
la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para
sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta.
Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en
que salen a volar los escarabajos.
MORALEJA
Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.

El águila de ala cortada y la zorra


Cierto día un hombre capturó a un águila, le cortó sus alas y la soltó en el
corral junto con todas sus gallinas. Apenada, el águila, quien fuera
poderosa, bajaba la cabeza y pasaba sin comer: se sentía como una
reina encarcelada.
Pasó otro hombre que la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó las
plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Repuesta el águila de sus
alas, alzó vuelo, apresó a una liebre para llevársela en agradecimiento a
su liberador.
La vio una zorra y maliciosamente la mal aconsejaba diciéndole:
--No le lleves la liebre al que te liberó, sino al que te capturó; pues el que
te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más bien ablandar al
otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente las
alas.-
MORALEJA
Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de
los malvados que insinúan hacer lo incorrecto
CUENTOS:
EL MUÑECO DE NIEVE:
Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y
empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.

La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego
a la tarea de moldearla.

Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.


Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca.
La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su
inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le
mimaba...

Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos...
El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos
carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.

Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente:


Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya
sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.
FIN
LA GATA ENCANTADA

Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas


deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo
jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar.
Un día, dijo en voz alta:
Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo.
En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:
Príncipe tus deseos se han cumplido
El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una
bellísima muchacha.

Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que
acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto,
vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y
zampárselo en cuanto lo hubo atrapado.
El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que
convirtiera a su esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie
nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba
cuenta de todos los ratones de palacio.
FIN
EL ARBOL MAGICO:
Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró
un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras
mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra,


supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido,
se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran
puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo
magia". Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol
una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del
mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras
mágicas
EL CANGURO Y EL PINGÜINO:
Había una vez un canguro que era un auténtico campeón de las carreras, pero al que el
éxito había vuelto vanidoso, burlón y antipático. La principal víctima de sus burlas era un
pequeño pingüino, al que su andar lento y torpón impedía siquiera acabar las carreras. Un
día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en todas partes que su favorito para la
siguiente carrera era el pobre pingüino. Todos pensaban que era una broma, pero aún así
el vanidoso canguro se enfadó muchísimo, y sus burlas contra el pingüino se intensificaron.
Este no quería participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que el día de la
carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta el lugar de inicio. El zorro los guió montaña
arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre el pingüino, sobre que si bajaría
rondando o resbalando sobre su barriga... Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron.
La cima de la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago. Entonces el zorro
dio la señal de salida diciendo: "La carrera es cruzar hasta el otro lado". El pingüino,
emocionado, corrió torpemente a la orilla, pero una vez en el agua, su velocidad era
insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el canguro apenas consiguió llegar a
la otra orilla, lloroso, humillado y medio ahogado. Y aunque parecía que el pingüino le
esperaba para devolverle las burlas, este había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de
devolvérselas, se ofreció a enseñarle a nadar. Aquel día todos se divirtieron de lo lindo
jugando en el lago. Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio había
conseguido bajarle los humos al vanidoso canguro.
FIP EL DRAGON SIN LLAMAS:
Fip era un dragón diferente. No tenía el aspecto terrorífico de sus primos y
hermanos. Siempre estaba alegre y de buen humor. Y no escupía fuego. Y es que
Fip, al contrario que todos los demás dragones, tenía corazón. Era tan chiquitito que
nadie sabía que lo tenía, y lo reservó para poder querer a un amigo. Por miedo a
que se le llenara un corazón tan pequeño, eligió hacerse amigo de una hormiga. Se
sintió feliz teniendo una amiga, y resultó que aún le quedaba libre un pedacito de
corazón. Lo usó para hacerse amigo de un ratoncillo, que tampoco lo gastó del todo,
y detrás le siguieron un pájaro, una liebre, una oveja, un oso y otros animales. Fip
empezó a sospechar que el cariño por sus amigos nunca llenaría su corazón, y dejó
de preocuparse por su tamaño. Hizo tantos amigos como pudo y se convirtió en un
dragón feliz. Lo que no sabía Fip era que, igual que el odio encoge los corazones,
el amor los agranda. Su corazón creció tanto que los demás dragones terminaron
por descubrirlo. Llenos de rabia y envidia lo encadenaron para abrasarlo. Mientras
las cadenas lo sujetaban para que no volara más que unos metros, decenas de
dragones lo rodearon listos para lanzar sus llamas. Fip pensó en sus amigos y la
pena que sentirían por él, y decidió luchar. Cerró los ojos y con todas sus fuerzas
trató de lanzar la primera bocanada de fuego de su vida… No lo consiguió. Él no
escupía fuego. Pero un ruido como de agua le hizo abrir los ojos. A su alrededor los
dragones miraban asombrados y empapados. De la boca de Fip había surgido un
río más poderoso que el fuego de mil dragones. Sorprendido, volvió a intentar
escupir agua, pero esta vez surgieron rayos que rompieron sus cadenas. Al tercer
intento sopló un viento envuelto en aromas de flores que secó a los dragones y
arregló el desastre causado por su río. Ante el asombro general, Fip siguió soltando
por su boca todo tipo de regalos y bendiciones, tan poderosos que lo convirtieron
en el rey de las montañas.

Así fue como los dragones descubrieron que tenían un corazón diminuto y lleno de
ira que solo escupía fuego. Pero ahora, gracias a Fip, sabían que podía escupir
cualquier cosa. Solo había que vaciarlo de odio y de rabia para poder llenarlo de
amigos.
Cuento de el Origen del Maiz

EL ORIGEN DEL MAIZ

Otro tipo de leyendas son las del origen del maíz, como en todas las
etnias máyense. Así, entre tanto, los Ajtziij Winaq cachiqueles de San
Antonio Palopó, narran que en tiempos antiguos no conocían el maíz
y en el pueblo pasaban mucha hambre.

Ellos sabían que otras comarcas ya los tenían. Entonces los ancianos
rezadores (Ajch'ab'”l), le dijeron al hombre más fuerte del pueblo que fuera a buscar ese alimento.
El hombre tenía un perro muy listo y se lo llevó. Se fue corriendo hasta llegar al cerro Juyu
Sanco’th, donde encontró unas piedras muy grandes. Aunque le costó mucho, el hombre las partió
con ayuda del perro. Al quebrarse las piedras, saltaron mazorcas de maíz, pero cuando terminaron
de brotar salió una culebra muy grande, la que se enroscó, mordió al hombre y lo metió al cerro.
Entonces el perro que era muy listo, agarró con el hocico una mazorca, corrió y llegó al lago, lo
atravesó nadando como pudo hasta llegar al pueblo donde todos lo querían agarrar, pero el
chucho sólo se dejó tomar de la mujer de su dueño y le dejó caer la mazorca a los pies.

Cuento de el caballo de cortés


El Caballo de Cortés.
Uno de los cuentos más arraigados en Petén es la del Caballo de
Cortés, que se escucha en los pueblos del lago como San Miguel y
Santa Elena. Cuentan que cuando Hernán Cortés, en los tiempos de la
Conquista de México y Guatemala, dirigía su expedición hacia
Honduras, y cuando pasó por las márgenes del lago Petén Itzá; como
iba "muy cansado y agotado", dejó recomendado su caballo a los
Itza'es del Señorío del Rey Caneck.
Cortés ya no regresó a México por esa ruta, y el caballo se quedó con
los itza'es, pero el animal se murió de tristeza porque ellos le daban de comer flores y plumas
preciosas, y no lo sacaban a pasear. Los indígenas con la pena de quedar mal con Cortés, construyeron
uno de piedra, "igualito y del mismo color".

El caballo quedó entre los itza'es, quienes lo adoraron como deidad. Pero una vez que querían
trasladarlo de la punta del Nij Tum cerca de San Andrés, hacia la Isla de Flores; la balsa donde lo
llevaban dio vuelta, el caballo cayó al agua y quedó parado en el fondo del lago. Los lancheros dicen
que el caballo está todavía ahí, frente a Tayasal, es decir, frente a la Isla de Flores, y puede ser visto
en las mañanas claras.
Los lancheros de San Benito cuentan que han escuchado los relinchos del caballo en las noches del
Día de San Juan, y que se oyen sus pasos en el fondo del lago. Los habitantes de la aldea El Remate,
dicen que debido a las flores que le dieron al caballo, a la isla se le dio el nombre de Flores.
"La Parra de Uvas y la Muerte".
el cuento de "La Parra de Uvas y la Muerte". Don Francisco afirma que
había un anciano que tenía como toda fortuna doce centavos, con los que
compró tres panes blancos, ya que se encontraba muy hambriento. Pronto
apareció un niño quien le pidió un pan, el hombre se lo dio de buena gana.
Luego, regaló su segundo pan a una vieja y el tercero a otro anciano.
Viendo que se habían terminado sus panes, el señor se disponía a buscar
raíces para comer, cuando se le apareció el anciano a quien le había
obsequiado un pan. Este anciano le regaló el costal de los deseos. Con
este costal el hombre pudo comerse un canasto de quezadillas y pescados
fritos.
El niño, a quien él también había dado un pan, lo gratificó concediéndole
una mágica parra de uvas que tenía la virtud de que aquél que se subiera
en ella no podría bajarse.

Por último, la vieja le concedió vida eterna, o, bien, tener el privilegio de morirse en el momento
deseado. Al tiempo, el diablo y San Pedro discutían porque el primero quería llevarse al anciano
a los infiernos y el segundo deseaba que siguiera viviendo. Entonces el diablo bajó a la tierra a
traer al anciano; en seguida éste ordenó al costal encerrarlo. Cuando el diablo estuvo encerrado,
el anciano le dio tal apaleada que ya no le dieron ganas de regresar y se quedó en el infierno.

Luego, la muerte decidió llevarse al anciano; llegó a su casa, tocó a la puerta e informó que
llegaba a traerle. El anciano entonces dejó pasar a la muerte y la invitó a comer uvas. Cuando
la muerte se subió a la parra y después quizo bajar, ya no pudo y así el mundo pasó sin muertos
durante algún tiempo. Al fin el anciano dejó bajar a la muerte y ésta se fue.

Pasaron los años y el anciano deseó morirse, entonces bajó al infierno y el diablo al reconocerlo
no le dejó entrar. Entonces se fue al cielo con San Pedro, quien tampoco lo dejó pasar, pues
había dejado a la muerte atrapada años antes. Entonces el anciano se dirigió al Padre Eterno
quien si le dejó entrar a la gloria, ya que ese hombre le había dado pan en la tierra.

EL CANTO DE LA FLOR DEL AMATE.


El Progreso-Guastatoya don Domingo Castillo, "contador de
maravillas", de la aldea Casas Viejas, narra el cuento "El
Canto de la Flor del Amate", muy difundido y vigente en todo
el departamento. Asegura don Domingo Castillo que ese
palo es encantado y nunca da flor, pero cuando le entra el
encanto si florece. "El encanto sólo se abre la noche de la
víspera del Día de San Juan y es necesario que haya luna
llena. El hombre o la mujer deben llegar al pie del árbol a las
doce de la noche para que les caiga el encanto". Y si al
Encanto del Árbol le cae bien la gente, les deja caer una flor
y con ello los vuelve "suertudos en el amor y con mucho
dinero".
Cuento
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Había una vez un niño cuya mayor ilusión
era tener un cohete y dispararlo hacia la
luna, pero tenía tan poco dinero que no
podía comprar ninguno. Un día, junto a la
acera descubrió la caja de uno de sus
cohetes favoritos, pero al abrirla
descubrió que sólo contenía un pequeño
cohete de papel averiado, resultado de
un error en la fábrica.

El niño se apenó mucho, pero pensando que por fin tenía un cohete, comenzó a preparar
un escenario para lanzarlo. Durante muchos días recogió papeles de todas las formas y
colores, y se dedicó con toda su alma a dibujar, recortar, pegar y colorear todas las estrellas
y planetas para crear un espacio de papel. Fue un trabajo dificilísimo, pero el resultado final
fue tan magnífico que la pared de su habitación parecía una ventana abierta al espacio
sideral.
Desde entonces el niño disfrutaba cada día jugando con su cohete de papel, hasta que un
compañero visitó su habitación y al ver aquel espectacular escenario, le propuso
cambiárselo por un cohete auténtico que tenía en casa. Aquello casi le volvió loco de
alegría, y aceptó el cambio encantado.

Una playa con sorpresa


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No había nadie en aquella playa que no hubiera oído hablar de Pinzaslocas, terror de
pulgares, el cangrejo más temido de este lado del mar. Cada año algún turista despistado
se llevaba un buen pellizco que le quitaba las ganas de volver. Tal era el miedo que
provocaba en los bañistas, que a menudo se organizaban para intentar cazarlo. Pero cada
vez que creían que lo habían atrapado reaparecían los pellizcos unos días después,
demostrando que habían atrapado al cangrejo equivocado.

El caso es que Pinzaslocas solo era un cangrejo con muy mal carácter, pero muy habilidoso.
Así que, en lugar de esconderse y pasar desapercibido como hacían los demás cangrejos,
él se ocultaba en la arena para preparar sus ataques. Y es que Pinzaslocas era un poco
rencoroso, porque de pequeño un niño le había pisado una pata y la había perdido. Luego
le había vuelto a crecer, pero como era un poco más pequeña que las demás, cada vez
que la miraba sentía muchísima rabia.

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