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PRIMICIAS

(De la promesa a la provisión)

Hay un principio específico y fundamental en la Palabra de Dios para que la manifestación de las
promesas de provisión ocurra en nuestra vida. El principio de los Primeros Frutos. La palabra
hebrea para “primicias” es bikkurim que quiere decir “una promesa por venir”, y comparte la misma
raíz de la palabra, bekhor, el término que significa “primogénito”.

La festividad judía que celebra la Fiesta de las Primicias, Yom HaBikkurim, es una de las fiestas
más mencionadas en la Biblia, luego de la Pascua. La Fiesta de las Primicias celebra y reconoce
la bendición y provisión de Dios sobre Su pueblo. La ofrenda de primicias se evidencia desde los
tiempos de Caín y Abel (Génesis 4:1-7); las primicias, o el principio de las primeras cosas, tiene
que ver con dar el todo de lo primero, no solo una parte, como el caso del diezmo.

En los días antiguos, el proceso de reunir las primicias de los granos involucraba esmerados
preparativos. Cada familia entre los israelitas tenía que estar atento a los primeros brotes o
granos. Una vez que los encontraban, los designaban como primeros atándoles un pedazo de hilo
rojo alrededor de la rama, vástago o vid. Cuando los granos maduraban y eran cosechados,
esas primicias eran llevadas al templo y presentadas al sumo sacerdote quien las aceptaba de
acuerdo con el modelo de Dios. Una vez que la ofrenda de las primicias había sido hecha, la gente
era libre para disfrutar el resto de la cosecha, debido a que lo primero había santificado el resto.
Lo esencial de los primeros frutos no estaba limitado a la vegetación (Éxodo 22:29-30). Se lo
encuentra en toda la Palabra, y trata con todas las “primeras cosas”. Cada vez que algo es llamado
primero, un primer fruto, una cosa dedicada, le pertenece a Dios.

La escritura clave para comprender el principio de las primicias:

«[…] y digas en tu corazón: mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Sino
acuérdate [recuerda] de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de
confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día» (Deuteronomio 8:17-18, RVR1960).
La palabra hebrea “recordar” a menudo es traducida como traer a memoria, estar atento a algo,
retener una idea o conmemorar a alguien o algo. Pero significa algo más en este versículo, la
palabra hebrea es zakar. “Sino zakar al Señor tu Dios…” Zakar quiere decir, “recordado
correctamente como un macho de hombre o animal, como el más notable; marcar como
reconocido. ¿Con qué se relacionaba el proceso de marcar al primer macho nacido? Se
relacionaba con el principio de las primicias. Recordemos, la raíz hebrea para primicias
es bikkurim, la misma que para el término primogénito. Así que, podríamos leer esta escritura en
una traducción más literal para decir: “Sino acuérdate (primicias) de Jehová tu Dios, porque él te
da el poder para hacer las riquezas…”.

A menudo perdemos de vista la verdad de que no son nuestras habilidades las que nos dan la
habilidad para prosperar y tener éxito, sino que ¡es Dios quien nos bendice! Dios es el que nos da
poder cuando activamos el principio de las primicias a través de la guía de conducta prescripta por
medio de la ofrenda obligatoria que Dios manda. «[…] ninguno se presentará delante de mí con las
manos vacías» (Éxodo 23:15, RVR1960).

En otras palabras, cuando le damos al Señor los “primeros frutos”, Él nos da la HABILIDAD para
hacer riquezas. De este modo, el principio de las primicias operando en nuestras vidas es la llave
para caminar en la plenitud de las promesas de Dios

Dios aún considera las primeras cosas como santas y dedicadas a Él, pero hoy, las primicias tienen
que ver con la práctica de “guardar lo principal, ¡y Dios es lo Principal en nuestra vida!”

PRIMICIAS significa lo primero, en lugar, en orden y en rango; el comienzo, lo importante, lo


principal. Dios dice que las primeras cosas pertenecen a Él para establecer el pacto redentor con
todo lo que viene después. En el modelo de Dios, cualquier cosa que es primera establece y
DETERMINA el resto.

La clave es vivir de acuerdo a los patrones y principios de Dios. ¡No podemos rogar por la provisión
y violar los principios de la Palabra!, si queremos ver la provisión de parte de Dios, debemos
ponerlos en práctica. Así como hay resultados por estar fuera del alineamiento de Dios, hay
recompensas por guardar Sus patrones divinos. Seguir o alinearse a los principios y el sistema de
Dios produce resultados positivos y maravillosos.

En este nuevo año 2024 honremos a Dios con nuestras PRIMICIAS, creyendo por una ¡cosecha
de grandes y abundantes bendiciones!

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