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3 - Contrato de Agencia
3 - Contrato de Agencia
Contrato de agencia
Referencias
LECCIÓN 1 de 3
Contrato de agencia
Introducción
El contrato de agencia forma parte de los contratos con finalidad distributiva. A diferencia de lo
que sucedía antes de la sanción del nuevo Código Civil y Comercial, en la actualidad esta
modalidad contractual cuenta con una normativa jurídica específica que la regula. En tal sentido,
el art. 1479 del Código Civil y Comercial define al contrato de agencia al expresar que: “hay
contrato de agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios por
cuenta de otra denominada preponente o empresario, de manera estable, continuada e
independiente, sin que medie relación laboral alguna, mediante una retribución”.1
[1] Art. 1479 – Ley N° 26.994 (2014). Código Procesal Civil y Comercial de La Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Actualmente, tras el dictado y sanción del nuevo Código Civil y Comercial, el contrato de agencia
se encuentra regulado por los artículos 1479 y siguientes de este plexo legal.
Caracteres
El agente es una parte autónoma, independiente, pero sujeto al control del principal.
El agente tiene exclusividad de zona, como en todos los contratos con finalidad
distributiva.
Existe en la relación contractual un vínculo estable, con vocación de durabilidad.
El agente, a diferencia del empleado, realiza su actividad con medios propios (por
ser independiente) y a su propio riesgo.
Es un intermediario independiente que se limita a promover negocios por cuenta de otro, pero sin
asumir el riesgo de las operaciones ni representar al preponente. Este sujeto contractual intentará, a
través de su actividad, promocionar los negocios del empresario y, de este modo, aumentar su cartera
de clientes.
Es el titular de los negocios objeto de promoción, que se obliga a pagar por ello una retribución que,
por lo general, se basa en la extensión o calidad de la intermediación.
Lo expuesto nos permite advertir la diversa naturaleza de las obligaciones que corresponden a
cada uno de los sujetos mencionados. En efecto, corresponde al empresario, como obligación
principal, la de entregar el monto al que asciende la remuneración pactada en dinero, lo que se
traduce en una obligación de dar suma de dinero; mientras que en lo que atañe al agente,
tenemos una obligación de hacer.
En cuanto al objeto de la contratación, la actividad del agente puede incluir no solo la promoción
de los negocios, sino también la conclusión de estos, lo que implica que actuará como
mandatario o como representante del principal. Pero la finalidad económica del contrato es
siempre generar nuevos clientes, a partir de la promoción de los negocios del principal.
Respecto a la forma, la nueva regulación establece que el contrato deberá instrumentarse por
escrito.
Según el art 1483 del Código Civil y Comercial, son obligaciones que recaen sobre el agente las
siguientes:
1 Velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus
actividades.
Si retomamos al contrato de agencia que venimos tratando, podemos observar que, esta
temática esta tratada en la cláusula ________ y como abogados asesores deberíamos sugerir la
recientemente analizado, parece suficiente para cubrir las eventuales contingencias. En todo
caso deberíamos saber qué situación no comprendida en el ámbito del punto 1 y los artículos
1483 y concordantes del CCyC, nuestro cliente pretende cubrir para luego evaluarla.
SUBMIT
Obligaciones del comitente
Por su parte, las principales obligaciones del comitente son las siguientes, a saber:
1 Actuar de buena fe, y hacer todo aquello que le incumbe, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, para permitir al agente el ejercicio normal de su actividad.
4 Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince
días hábiles de su conocimiento, la aceptación o rechazo de la propuesta que le
haya sido transmitida.
5 Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince
días hábiles de la recepción de la orden, la ejecución parcial o la falta de ejecución
del negocio propuesto.4
El agente opera sin representar al empresario, por lo que, en principio, no tiene facultad para
obligarlo directamente ni puede cobrar los créditos resultantes de su gestión, salvo que cuente
con poder especial para ello (art. 1485); su actuación se limita a una simple intermediación entre
el empresario y el consumidor, salvo en lo que respecta a la recepción de las reclamaciones de
terceros previstas en el artículo 1483 del Código Civil y Comercial Unificado.
A menos que exista un pacto en contrario, se entiende que el contrato de agencia se celebra por
un plazo indeterminado. Si se hubiere pactado que el contrato duraría por un plazo determinado,
“su continuación con posterioridad al vencimiento acordado lo transforma en un contrato por
Asimismo, las partes pueden prever un plazo de duración del contrato superior al tiempo mínimo
que establece el legislador en el art. 1492 del Código Civil y Comercial. Finalmente, las partes
pueden convenir la remuneración del agente. Si no hubiere un pacto expreso al respecto, la
remuneración consistirá en “una comisión variable según el volumen o el valor de los actos o
contratos promovidos y, en su caso, concluidos por el agente, conforme con los usos y prácticas
Conforme lo hemos señalado, el agente obra por cuenta de quien le encarga los negocios, y no
se obliga frente a los terceros. Como consecuencia de ello, por regla, estos últimos solo tienen
acción contra el principal que es el que resulta obligado.
La práctica muestra que los clientes del agente suelen seguir al producto y no a la persona,
razón por la cual, frente a la resolución del vínculo contractual, se han establecido distintos
criterios para indemnizar la clientela que el agente ha logrado con su trabajo al promover los
negocios del principal.
Sistemas
Modelo alemán: solo da derecho a cobrar por los nuevos clientes logrados o por
haber incrementado de manera significativa las operaciones respecto de clientes
preexistentes. El límite cuantitativo es de la remuneración que hubiese percibido en
el plazo de un año, conforme a las remuneraciones promedio del contrato.
Nuestro Código Civil y Comercial unificado ha regulado esta situación y establece una regla
general para los casos de extinción del contrato de agencia, en su art. 1497. En tal sentido, el
mencionado dispositivo ha previsto que:
Y, asimismo, estableció que: “en caso de muerte del agente ese derecho corresponde a sus
herederos”8.
Finalmente, reguló la cuestión ante la falta de acuerdo entre las partes, en cuyo caso, previó que:
De este modo, nuestro codificador adscribió al sistema alemán en la materia. Cabe aclarar que
esta compensación no impide al agente, en su caso, reclamar por los daños derivados de la
ruptura por culpa del empresario.
A su vez, el legislador común se encargó de enunciar los supuestos en los que la compensación
por clientela quedaba excluida, en su art. 1498, que textualmente reza:
Compensación por clientela. Excepciones. No hay derecho a compensación si:
Contrato de concesión
Definición
sido convenido.11
En nuestro país, el contrato de concesión actualmente cuenta con una legislación específica, al
igual que sucede en países como Suiza o Italia. Uno de los aspectos a tener presente a la hora
de analizar este contrato es que, si bien proviene del Derecho Público, existen diferencias entre
dicho ámbito y el del derecho común regulado por nuestro Código Civil y Comercial, ya que esta
última actividad se encuadra en el espacio de la competencia, lo que no acontece en el ámbito
público, donde se otorga un quasi monopolio generalmente. Así, el Código Civil y Comercial lo
regula en los artículos 1502 a 1511. La regulación es mínima, asimismo, es aplicable al contrato
de distribución propiamente dicho en cuanto sea pertinente, y a los contratos en los que se
concedan la venta y comercialización de software o de procedimientos similares.
sido convenido12.
Clases: concesión pública y privada. Concesión con finalidad distributiva y para la prestación
de servicios
La concesión reconoce diversas clases o tipos de acuerdo con diversos criterios de clasificación,
a saber:
a) Conforme al criterio que tiene en cuenta al sujeto concedente, habrá concesión:
Pública
–
Cuando el sujeto concedente es el Estado en cualquiera de sus formas. No tiene finalidad distributiva y
queda regido por el derecho administrativo
Privada
–
Cuando el sujeto concedente es una empresa, ya sea que revista la forma de sociedad o se trate de un
empresario particular. Tiene finalidad distributiva; no hay imperio del Estado y se rige por las normas
del Código Civil y Comercial unificado.
Con finalidad distributiva: el concedente produce los bienes objeto del contrato y le
otorga a un tercero un derecho de reventa con exclusividad. El vínculo base que
sustenta la relación jurídica es el suministro en el contexto de un vínculo de
colaboración y gestoría, encaminado a lograr la finalidad distributiva.
Para la prestación de servicios: no hay finalidad distributiva, ni actos de venta,
reventa o suministro. Un sujeto da en concesión a otro la explotación de un servicio,
v.gr.: el servicio de comedor de una cantina o bar. Es habitual que el concesionario se
desempeñe en el lugar que le provee el concedente, v.gr.: un club, una asociación,
etc. Es el vínculo que está más cercano a la existencia de una relación laboral o a
una locación de cosas.
A partir de las clasificaciones enunciadas, nos detendremos para dar mayor precisión a las
nociones involucradas y a la distinción entre la concesión pública y la privada. En esta dirección,
diremos que la concesión pública consiste en una autorización o habilitación del Estado para
llevar a cabo una determinada actividad (por ejemplo, el transporte público de pasajeros o la
recolección de residuos). El concesionario hace un aporte de gerenciamiento y de conocimientos
técnicos específicos, que son necesarios y útiles al Estado, en cualquiera de sus esferas, siendo
entonces el concesionario autorizado a percibir una tarifa que represente el costo del servicio
que presta, como contraprestación.
Además, podemos afirmar que, si se trata de una concesión pública, son las reglas del derecho
público las que se aplicarán, en cuanto estamos frente a un contrato administrativo. Como antes
se expresó, en este tipo de concesión no se pretende una distribución de bienes o servicios
propiamente dicha, como ocurre en el ámbito privado, sino que se delegan en alguien que reúna
las características de idoneidad necesaria y suficiente para cumplir con la realización de la obra
o la prestación del servicio.
Otra de las diferencias existentes, si bien existe tanto en el ámbito privado como público un
fuerte control del concedente, es que el Estado permanece como titular del servicio, por lo tanto,
es titular de este y los bienes involucrados bajo su órbita de propiedad y cuidado. Podemos
afirmar que, en cuanto a control, en el ámbito estatal es un deber que tiene en miras el bien de la
comunidad, el interés público; mientras en el ámbito privado es una facultad.
Las diferencias entre el espacio público y privado están dadas principalmente por la actuación
del Estado, en cualquiera de sus esferas, como persona de Derecho Público, lo que implica, en
muchos casos, potestades exorbitantes previstas, o bien ínsitas en el contrato de concesión
administrativo a favor de la administración. En esta línea, viene al caso señalar que en la
contratación pública no se habla de precio, denominación esta propia del derecho privado, sino
de tarifas. La diferencia entre el precio del Derecho Privado y las tarifas es que estas dependen
solo de la voluntad del Estado, en tanto el primero se establece de mutuo acuerdo entre las
partes merced a la igualdad y equilibrio contractual existente.
Ahora bien, nadie puede discutir los puntos de contacto entre ambas figuras, ya que, por
ejemplo, la finalidad de ambas es la explotación de un servicio concedido por otro que lo detenta,
o bien que se otorguen bienes para ser explotados, o que se establezca una compensación al
concedente, o que la actuación del concesionario es siempre a su riesgo, por ser una empresa
autónoma e independiente.
Sin lugar a duda, la mayor utilización de esta modalidad contractual se vislumbra en el sector de
la venta de automóviles, tema que trataremos particularmente más adelante, en la presente
lectura. Ahora bien, ¿cuáles son las ventajas de la utilización del contrato de concesión que
corresponde al ámbito del derecho privado?
En el ámbito de la concesión privada, podemos afirmar que la totalidad de los contratos tienen
disposición del ________, sea para comercializar productos en una determinada zona o mercado,
SUBMIT
Caracteres
Es consensual.
Es bilateral.
Es oneroso.
Además, podemos agregar como nota tipificante del contrato de concesión, la exclusividad (art.
1503), la ausencia de representación y de relación laboral, su pertenencia a los contratos con
finalidad distributiva y la frecuente utilización de la conexidad contractual. Este contrato de
empresas está excluido de la regulación que realiza la Ley de Defensa del Consumidor (Ley N°
24.240), pues son parte en el mismo dos empresarios.
a) Concedente
Ventajas
No sobredimensiona su empresa.
Desventajas
b) Concesionario
Ventajas
Exclusividad territorial.
Desventajas
El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a cuatro años. Pactado un
plazo menor o si el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por cuatro
años.
Retribución y gastos
Los gastos de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios
para atender los servicios de pre entrega o de garantía gratuita a la clientela, en su
7 Además de los antes expuestos, existen otros motivos que pueden dar lugar a la
resolución del contrato de concesión, como, por ejemplo, el caso fortuito o la fuerza
mayor, regulado en el actual Código Civil y Comercial bajo la denominación de
frustración de la finalidad (art. 1090, Ley N° 26.994; y arts. 513 y 88, Cód. Civ.
vigente hasta 31 de julio de 2015.); y la excesiva onerosidad sobreviniente o
imprevisión (art. 1091, Ley N° 26.994), con la prevención de que, por tratarse la
concesión de un contrato "de empresa" celebrado entre comerciantes, la aplicación
en la especie de la teoría de la imprevisión deberá ser interpretada muy
restrictivamente.
Referencias
Ley N° 24.240 (1993). Ley de Defensa del Consumidor. El Senado y la Cámara de Diputados de
la Nación Argentina.
Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de La Nación. Honorable Congreso de La Nación
Argentina.