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Contrato de agencia

Contrato de agencia

Contratos de distribución de bienes y servicios

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

Contrato de agencia

Introducción

El contrato de agencia forma parte de los contratos con finalidad distributiva. A diferencia de lo
que sucedía antes de la sanción del nuevo Código Civil y Comercial, en la actualidad esta
modalidad contractual cuenta con una normativa jurídica específica que la regula. En tal sentido,
el art. 1479 del Código Civil y Comercial define al contrato de agencia al expresar que: “hay
contrato de agencia cuando una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios por
cuenta de otra denominada preponente o empresario, de manera estable, continuada e

independiente, sin que medie relación laboral alguna, mediante una retribución”.1

[1] Art. 1479 – Ley N° 26.994 (2014). Código Procesal Civil y Comercial de La Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Distinguidos juristas habían entendido que el otorgamiento de una zona de actuación de


carácter exclusivo no era uno de los elementos distintivos e ineludibles de este contrato; otra
postura, en cambio, consideraba que ello era un recaudo o carácter esencial de esta modalidad
contractual. Esta discusión quedó zanjada tras la regulación jurídica de este instituto por el
nuevo Código Civil y Comercial, que vino a darle razón a la última posición autoral mencionada.
En efecto, en su art. 1503, expresa:

Excepto pacto en contrario: a) la concesión es exclusiva para ambas partes en el


territorio o zona de influencia determinados. El concedente no puede autorizar otra
concesión en el mismo territorio o zona y el concesionario no puede, por sí o por
interpósita persona, ejercer actos propios de la concesión fuera de esos límites o

actuar en actividades competitivas.2

[2] Art. 1503 – Ley N° 26.994 (2014). Op. cit.

Legislación aplicable. Clases. Supuestos excluidos

La regulación actual de las contrataciones con finalidad distributiva ha establecido un tipo


mínimo de orden público. Por lo tanto, los sujetos contratantes, si bien gozan de amplia libertad
para negociar las condiciones a las que desean someter su relación negocial, no pueden
soslayar las condiciones mínimas establecidas por el nuevo Código Civil y Comercial.

Actualmente, tras el dictado y sanción del nuevo Código Civil y Comercial, el contrato de agencia
se encuentra regulado por los artículos 1479 y siguientes de este plexo legal.

Caracteres

Algunos de sus aspectos más importantes son:

Entre las partes no hay transmisión de la propiedad de las cosas a vender.

El comitente tiene un poder discrecional de aprobación de los contratos celebrados


por el agente, en forma previa a que estos produzcan sus efectos frente a terceros.

El agente es una parte autónoma, independiente, pero sujeto al control del principal.

El agente tiene exclusividad de zona, como en todos los contratos con finalidad
distributiva.
Existe en la relación contractual un vínculo estable, con vocación de durabilidad.

El agente, a diferencia del empleado, realiza su actividad con medios propios (por
ser independiente) y a su propio riesgo.

No existe dependencia jurídica, económica, ni técnica que permitan presumir un


vínculo laboral.

No existe representación del principal por parte del agente.

Sujetos. Objeto. Causa. Forma. Prueba

En el contrato de agencia los sujetos contratantes reciben, respectivamente, el nombre de


agente y preponente (empresario o principal).

A G E NTE PRE PO N E N T E , E M PRE S A RI O O PRI N . . .

Es un intermediario independiente que se limita a promover negocios por cuenta de otro, pero sin
asumir el riesgo de las operaciones ni representar al preponente. Este sujeto contractual intentará, a
través de su actividad, promocionar los negocios del empresario y, de este modo, aumentar su cartera
de clientes.

A G E NTE PRE PO N E N T E , E M PRE S A RI O O PRI N . . .

Es el titular de los negocios objeto de promoción, que se obliga a pagar por ello una retribución que,
por lo general, se basa en la extensión o calidad de la intermediación.
Lo expuesto nos permite advertir la diversa naturaleza de las obligaciones que corresponden a
cada uno de los sujetos mencionados. En efecto, corresponde al empresario, como obligación
principal, la de entregar el monto al que asciende la remuneración pactada en dinero, lo que se
traduce en una obligación de dar suma de dinero; mientras que en lo que atañe al agente,
tenemos una obligación de hacer.

En cuanto al objeto de la contratación, la actividad del agente puede incluir no solo la promoción
de los negocios, sino también la conclusión de estos, lo que implica que actuará como
mandatario o como representante del principal. Pero la finalidad económica del contrato es
siempre generar nuevos clientes, a partir de la promoción de los negocios del principal.

Respecto a la forma, la nueva regulación establece que el contrato deberá instrumentarse por
escrito.

Obligaciones de las partes.

Obligaciones del agente

Según el art 1483 del Código Civil y Comercial, son obligaciones que recaen sobre el agente las
siguientes:

1 Velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus
actividades.

2 Ocuparse con la diligencia de un hombre de negocios de la promoción y, en su caso,


de la conclusión de los actos u operaciones que le encomendaron.
3 Cumplir su cometido de conformidad con las instrucciones recibidas del empresario
y transmitir a este toda la información de la que disponga, relativa a su gestión.

4 Informar al empresario, sin retraso, de todos los negocios tratados o concluidos y, en


particular, lo relativo a la solvencia de los terceros con los que se proponen o se
concluyen operaciones.

5 Recibir en nombre del empresario las reclamaciones de terceros sobre defectos o


vicios de calidad o cantidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados
como consecuencia de las operaciones promovidas, aunque él no las haya
concluido, y transmitírselas de inmediato.

6 Asentar en su contabilidad en forma independiente los actos u operaciones relativos


a cada empresario por cuya cuenta actúe3.

[3] Art. 1483 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Si retomamos al contrato de agencia que venimos tratando, podemos observar que, esta

temática esta tratada en la cláusula ________ y como abogados asesores deberíamos sugerir la

eliminación de los puntos 2 y 3 de dicha cláusula, ya que es de una generalidad y amplitud

peligrosa para el agente, y con lo dispuesto en el punto 1 y el CCCN en su artículo 1483,

recientemente analizado, parece suficiente para cubrir las eventuales contingencias. En todo

caso deberíamos saber qué situación no comprendida en el ámbito del punto 1 y los artículos

1483 y concordantes del CCyC, nuestro cliente pretende cubrir para luego evaluarla.

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Obligaciones del comitente

Por su parte, las principales obligaciones del comitente son las siguientes, a saber:

1 Actuar de buena fe, y hacer todo aquello que le incumbe, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, para permitir al agente el ejercicio normal de su actividad.

2 Poner a disposición del agente con suficiente antelación y en la cantidad apropiada,


muestras, catálogos, tarifas y demás elementos de que se disponga y sean
necesarios para el desarrollo de las actividades del agente.

3 Pagar la remuneración pactada.

4 Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince
días hábiles de su conocimiento, la aceptación o rechazo de la propuesta que le
haya sido transmitida.

5 Comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince
días hábiles de la recepción de la orden, la ejecución parcial o la falta de ejecución
del negocio propuesto.4

[4] Art. 1483 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Pactos especiales. a) Remuneración. b) cláusula de no competencia. c) Otras cláusulas


admisibles

El agente opera sin representar al empresario, por lo que, en principio, no tiene facultad para
obligarlo directamente ni puede cobrar los créditos resultantes de su gestión, salvo que cuente
con poder especial para ello (art. 1485); su actuación se limita a una simple intermediación entre
el empresario y el consumidor, salvo en lo que respecta a la recepción de las reclamaciones de
terceros previstas en el artículo 1483 del Código Civil y Comercial Unificado.

A menos que exista un pacto en contrario, se entiende que el contrato de agencia se celebra por
un plazo indeterminado. Si se hubiere pactado que el contrato duraría por un plazo determinado,
“su continuación con posterioridad al vencimiento acordado lo transforma en un contrato por

tiempo indeterminado”5. En cuanto al reembolso de gastos, debemos señalar que el agente no


tiene derecho al reembolso de los gastos que le origine el ejercicio de su actividad, salvo que
medie un pacto en contrario (art. 1490).

[5] Art. 1491 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Asimismo, las partes pueden prever un plazo de duración del contrato superior al tiempo mínimo
que establece el legislador en el art. 1492 del Código Civil y Comercial. Finalmente, las partes
pueden convenir la remuneración del agente. Si no hubiere un pacto expreso al respecto, la
remuneración consistirá en “una comisión variable según el volumen o el valor de los actos o
contratos promovidos y, en su caso, concluidos por el agente, conforme con los usos y prácticas

del lugar de actuación del agente”6.

[6] Art. 1486 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Efectos frente a los terceros

Conforme lo hemos señalado, el agente obra por cuenta de quien le encarga los negocios, y no
se obliga frente a los terceros. Como consecuencia de ello, por regla, estos últimos solo tienen
acción contra el principal que es el que resulta obligado.

Para profundizar en esta temática, remitimos a la lectura de la bibliografía obligatoria de la


materia.
Extinción del contrato: a) Causales. b) Efectos. Compensación por clientela. Excepciones

La práctica muestra que los clientes del agente suelen seguir al producto y no a la persona,
razón por la cual, frente a la resolución del vínculo contractual, se han establecido distintos
criterios para indemnizar la clientela que el agente ha logrado con su trabajo al promover los
negocios del principal.

Sistemas

Modelo francés: tiene en cuenta la reparación del daño sufrido y no encuentra un


límite cuantitativo en cuanto al monto indemnizatorio. El criterio se centra en la
ganancia que hubiera podido obtener si el contrato hubiese continuado, o bien
teniendo en cuenta las inversiones o gastos que hubiese impuesto el contrato y no
se encontraren amortizados.

Modelo alemán: solo da derecho a cobrar por los nuevos clientes logrados o por
haber incrementado de manera significativa las operaciones respecto de clientes
preexistentes. El límite cuantitativo es de la remuneración que hubiese percibido en
el plazo de un año, conforme a las remuneraciones promedio del contrato.

Nuestro Código Civil y Comercial unificado ha regulado esta situación y establece una regla
general para los casos de extinción del contrato de agencia, en su art. 1497. En tal sentido, el
mencionado dispositivo ha previsto que:

Extinguido el contrato, sea por tiempo determinado o indeterminado, el agente que


mediante su labor ha incrementado significativamente el giro de las operaciones
del empresario, tiene derecho a una compensación si su actividad anterior puede

continuar produciendo ventajas sustanciales a este7.

[7] Art. 1486 – Ley N° 26.994. (2914). Op. cit.

Y, asimismo, estableció que: “en caso de muerte del agente ese derecho corresponde a sus

herederos”8.

[8] Art. 1497 – Ley N° 26.994. (2914). Op. cit.

Finalmente, reguló la cuestión ante la falta de acuerdo entre las partes, en cuyo caso, previó que:

la compensación debe ser fijada judicialmente y no puede exceder del importe


equivalente a un año de remuneraciones, neto de gastos, promediándose el valor
de las percibidas por el agente durante los últimos cinco años, o durante todo el

período de duración del contrato, si este es inferior.9

[9] Art. 1497 – Ley N° 26.994. (2914). Op. cit.

De este modo, nuestro codificador adscribió al sistema alemán en la materia. Cabe aclarar que
esta compensación no impide al agente, en su caso, reclamar por los daños derivados de la
ruptura por culpa del empresario.

A su vez, el legislador común se encargó de enunciar los supuestos en los que la compensación
por clientela quedaba excluida, en su art. 1498, que textualmente reza:
Compensación por clientela. Excepciones. No hay derecho a compensación si:

1 El empresario pone fin al contrato por incumplimiento del agente;

2 El agente pone fin al contrato, a menos que la terminación esté justificada por


incumplimiento del empresario; o por la edad, invalidez o enfermedad del agente,
que no permiten exigir razonablemente la continuidad de sus actividades. Esta
facultad puede ser ejercida por ambas partes10.

[10] Art. 1498 – Ley N° 26.994. (2914). Op. cit.


LECCIÓN 2 de 3

Contratos de distribución de bienes y servicios

Contrato de concesión

Definición

El contrato de concesión es definido por el nuevo Código Civil y Comercial de la siguiente


manera:

Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en nombre y por


cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una retribución a disponer de su
organización empresaria para comercializar mercaderías provistas por el
concedente, prestar los servicios y proveer los repuestos y accesorios según haya

sido convenido.11

[11] Art. 1502 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Legislación aplicable. Clases. Casos comprendidos

En nuestro país, el contrato de concesión actualmente cuenta con una legislación específica, al
igual que sucede en países como Suiza o Italia. Uno de los aspectos a tener presente a la hora
de analizar este contrato es que, si bien proviene del Derecho Público, existen diferencias entre
dicho ámbito y el del derecho común regulado por nuestro Código Civil y Comercial, ya que esta
última actividad se encuadra en el espacio de la competencia, lo que no acontece en el ámbito
público, donde se otorga un quasi monopolio generalmente. Así, el Código Civil y Comercial lo
regula en los artículos 1502 a 1511. La regulación es mínima, asimismo, es aplicable al contrato
de distribución propiamente dicho en cuanto sea pertinente, y a los contratos en los que se
concedan la venta y comercialización de software o de procedimientos similares.

El contrato de concesión es definido por nuestro legislador, del siguiente modo:

Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en nombre y por


cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una retribución a disponer de su
organización empresaria para comercializar mercaderías provistas por el
concedente, prestar los servicios y proveer los repuestos y accesorios según haya

sido convenido12.

[12] Art. 1502 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

En un sentido similar, la doctrina lo ha conceptualizado como aquel mediante el cual el


concedente encomienda al concesionario un servicio permanente, organizado e integrado, para
la comercialización de sus productos, siendo el concesionario el medio a través del cual el
concedente llega al mercado (Lorenzetti, 1999).

Clases: concesión pública y privada. Concesión con finalidad distributiva y para la prestación
de servicios

La concesión reconoce diversas clases o tipos de acuerdo con diversos criterios de clasificación,
a saber:
a) Conforme al criterio que tiene en cuenta al sujeto concedente, habrá concesión:

Pública

Cuando el sujeto concedente es el Estado en cualquiera de sus formas. No tiene finalidad distributiva y
queda regido por el derecho administrativo

Privada

Cuando el sujeto concedente es una empresa, ya sea que revista la forma de sociedad o se trate de un
empresario particular. Tiene finalidad distributiva; no hay imperio del Estado y se rige por las normas
del Código Civil y Comercial unificado.

Sin finalidad de lucro



Cuando el sujeto concedente es una entidad sin fines de lucro; v.gr.: una asociación civil, como puede
ser un club que da en concesión la cantina a un tercero que llevará adelante su explotación.

b) Conforme al criterio que tiene en cuenta la finalidad perseguida, habrá concesión:

Con finalidad distributiva: el concedente produce los bienes objeto del contrato y le
otorga a un tercero un derecho de reventa con exclusividad. El vínculo base que
sustenta la relación jurídica es el suministro en el contexto de un vínculo de
colaboración y gestoría, encaminado a lograr la finalidad distributiva.
Para la prestación de servicios: no hay finalidad distributiva, ni actos de venta,
reventa o suministro. Un sujeto da en concesión a otro la explotación de un servicio,
v.gr.: el servicio de comedor de una cantina o bar. Es habitual que el concesionario se
desempeñe en el lugar que le provee el concedente, v.gr.: un club, una asociación,
etc. Es el vínculo que está más cercano a la existencia de una relación laboral o a
una locación de cosas.

Para la prestación de servicios y obras: en este caso tampoco hay finalidad


distributiva ni actos de venta. El concedente otorga un privilegio de explotación de
determinada área, obligándose el concesionario a prestar un servicio (igual que en el
caso anterior), pero con la obligación de realizar inversiones, o modificaciones o
desarrollar un proyecto acordado. En muchos casos, el concedente persigue, de
esta manera, que se haga una obra sin costo alguno, puesto que, al finalizar la
concesión, quedan las mejoras para el concedente. El plazo es fundamental para
garantizar la amortización de la inversión al concesionario, por lo que el concedente
no puede extinguirlo con antelación.

A partir de las clasificaciones enunciadas, nos detendremos para dar mayor precisión a las
nociones involucradas y a la distinción entre la concesión pública y la privada. En esta dirección,
diremos que la concesión pública consiste en una autorización o habilitación del Estado para
llevar a cabo una determinada actividad (por ejemplo, el transporte público de pasajeros o la
recolección de residuos). El concesionario hace un aporte de gerenciamiento y de conocimientos
técnicos específicos, que son necesarios y útiles al Estado, en cualquiera de sus esferas, siendo
entonces el concesionario autorizado a percibir una tarifa que represente el costo del servicio
que presta, como contraprestación.

Existen supuestos en los que el concesionario, además de lo expuesto en el párrafo anterior,


vale decir, la prestación del servicio o la realización de la obra pública, debe hacer inversiones; en
estos casos, la tarifa incluirá no solo el costo del servicio, sino también tendrá en cuenta la
recuperación de la inversión que hubiera realizado. Por el contrario, cuando el concesionario no
efectúa inversiones, por lo general, la legislación prevé que el Estado deba efectuar una entrega
o adelanto para que el concesionario se encuentre en condiciones de dar inicio a la obra
concedida.

Además, podemos afirmar que, si se trata de una concesión pública, son las reglas del derecho
público las que se aplicarán, en cuanto estamos frente a un contrato administrativo. Como antes
se expresó, en este tipo de concesión no se pretende una distribución de bienes o servicios
propiamente dicha, como ocurre en el ámbito privado, sino que se delegan en alguien que reúna
las características de idoneidad necesaria y suficiente para cumplir con la realización de la obra
o la prestación del servicio.

Otra de las diferencias existentes, si bien existe tanto en el ámbito privado como público un
fuerte control del concedente, es que el Estado permanece como titular del servicio, por lo tanto,
es titular de este y los bienes involucrados bajo su órbita de propiedad y cuidado. Podemos
afirmar que, en cuanto a control, en el ámbito estatal es un deber que tiene en miras el bien de la
comunidad, el interés público; mientras en el ámbito privado es una facultad.

Las diferencias entre el espacio público y privado están dadas principalmente por la actuación
del Estado, en cualquiera de sus esferas, como persona de Derecho Público, lo que implica, en
muchos casos, potestades exorbitantes previstas, o bien ínsitas en el contrato de concesión
administrativo a favor de la administración. En esta línea, viene al caso señalar que en la
contratación pública no se habla de precio, denominación esta propia del derecho privado, sino
de tarifas. La diferencia entre el precio del Derecho Privado y las tarifas es que estas dependen
solo de la voluntad del Estado, en tanto el primero se establece de mutuo acuerdo entre las
partes merced a la igualdad y equilibrio contractual existente.

Ahora bien, nadie puede discutir los puntos de contacto entre ambas figuras, ya que, por
ejemplo, la finalidad de ambas es la explotación de un servicio concedido por otro que lo detenta,
o bien que se otorguen bienes para ser explotados, o que se establezca una compensación al
concedente, o que la actuación del concesionario es siempre a su riesgo, por ser una empresa
autónoma e independiente.
Sin lugar a duda, la mayor utilización de esta modalidad contractual se vislumbra en el sector de
la venta de automóviles, tema que trataremos particularmente más adelante, en la presente
lectura. Ahora bien, ¿cuáles son las ventajas de la utilización del contrato de concesión que
corresponde al ámbito del derecho privado?

Hay un tema prioritario en lo que atañe a la competitividad de las empresas y es la baja de


costos. En el caso de la concesión tal objetivo se logra, ya que el concedente no deberá
organizar una red propia para comercializar sus productos o servicios con sus propios medios
económicos. En efecto, podrá lograr la conquista de nuevos mercados y clientes a través del
establecimiento de concesiones en distintos puntos estratégicos, lo que, sin dudas, influirá en su
nivel de erogaciones, deslindándose incluso de responsabilidades, ya que es el concesionario el
que asume los riesgos. Sin ninguna dificultad podemos, entonces, vislumbrar la importancia del
contrato bajo análisis.

En el ámbito de la concesión privada, podemos afirmar que la totalidad de los contratos tienen

en común que el _________ ponga su organización empresarial, autónoma e independiente a

disposición del ________, sea para comercializar productos en una determinada zona o mercado,

sea para prestar servicios a terceros.

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El concesionario sufre una pérdida de independencia económica desde el mismo momento en


que decide contratar, ya que entra a formar parte del control de un principal o concedente, que
va a fiscalizar todos los procesos de comercialización y a establecer los precios de venta al
público.
Otra de las facultades del concedente, que vienen a ratificar lo expuesto, es que podrá
supervisar las condiciones en que se van a ofrecer los productos y servicios (acondicionamiento
del local, por ejemplo), imponer condiciones de financiamiento de los bienes o servicios a los
clientes, a través de instituciones propuestas por él mismo, y exigir el ajuste a criterios
unificados; por ejemplo, de contabilidad, informes, entre otros.

Caracteres

De lo referido, podemos inferir los elementos tipificantes del contrato, a saber:

Es consensual.

Es bilateral.

Es oneroso.

Cuenta con tipicidad legal.

Es de larga duración y cuenta con estabilidad (art. 1506).

Además, podemos agregar como nota tipificante del contrato de concesión, la exclusividad (art.
1503), la ausencia de representación y de relación laboral, su pertenencia a los contratos con
finalidad distributiva y la frecuente utilización de la conexidad contractual. Este contrato de
empresas está excluido de la regulación que realiza la Ley de Defensa del Consumidor (Ley N°
24.240), pues son parte en el mismo dos empresarios.

Sujetos. Objeto. Causa. Forma. Prueba. Duración del contrato


Los sujetos del contrato bajo estudio son el concedente y el concesionario.

a) Concedente

Ventajas

Evita arriesgar capital propio.

Negociación con empresa independiente: no hay relación laboral. Disminuye el


riesgo de conflictos laborales.

No sobredimensiona su empresa.

Optimiza la colocación de productos.

Alcanza nuevos mercados.

Desventajas

Intereses no siempre coincidentes.

b) Concesionario

Ventajas

Integrar cadena o marca prestigiosa.

Contar con la colaboración del concedente.

Exclusividad territorial.

Desventajas

Resigna libertades individuales por control.

Mantenimiento de stock mínimo.


Contratos de adhesión.

Mayor inversión para estructura idónea.

Objeto. Causa. Forma. Prueba. Duración del contrato

El objeto del contrato de concesión a decir de la jurisprudencia de la CSJN (Corte Suprema de


Justicia de la Nación Argentina) está constituido por la comercialización de determinados
bienes, más que por las compraventas sucesivas de tales bienes. Es un contrato informal y, por
lo tanto, le rige el principio de libertad probatoria. En cuanto a su duración, el nuevo Código Civil y
Comercial estableció, en su artículo 1506, lo siguiente:

El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a cuatro años. Pactado un
plazo menor o si el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por cuatro
años.

Excepcionalmente, si el concedente provee al concesionario el uso de las


instalaciones principales suficientes para su desempeño, puede preverse un plazo
menor, no inferior a dos años. La continuación de la relación después de vencido el
plazo determinado por el contrato o por la ley, sin especificarse antes el nuevo

plazo, lo transforma en contrato por tiempo indeterminado14.

[14] Art. 1506 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Obligaciones y deberes de las partes. a. Obligaciones y deberes del concedente. b.


Obligaciones y deberes del concesionario
Veamos ahora cuáles son las obligaciones de las partes. Nuestro actual Código Civil y Comercial
ha regulado las obligaciones del concedente y del concesionario en dos articulados que se
transcriben a continuación:

ARTÍCULO 1504. Obligaciones del concedente. Son obligaciones del concedente:

1 proveer al concesionario de una cantidad mínima de mercaderías que le permita


atender adecuadamente las expectativas de venta en su territorio o zona, de
acuerdo con las pautas de pago, de financiación y garantías previstas en el contrato.
El contrato puede prever la determinación de objetivos de ventas, los que deben ser
fijados y comunicados al concesionario de acuerdo con lo convenido;

2 respetar el territorio o zona de influencia asignado en exclusividad al concesionario.


Son válidos los pactos que, no obstante, la exclusividad, reserva para el concedente
cierto tipo de ventas directas o modalidades de ventas especiales;

3 proveer al concesionario la información técnica y, en su caso, los manuales y la


capacitación de personal necesarios para la explotación de la concesión;

4 proveer durante un período razonable, en su caso, repuestos para los productos


comercializados;

5 permitir el uso de marcas, enseñas comerciales y demás elementos distintivos, en


la medida necesaria para la explotación de la concesión y para la publicidad del
concesionario dentro de su territorio o zona de influencia.15

[15] Art. 1504 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

ARTÍCULO 1505.- Obligaciones del concesionario. Son obligaciones del concesionario:


1 comprar exclusivamente al concedente las mercaderías y, en su caso, los repuestos
objeto de la concesión, y mantener la existencia convenida de ellos o, en defecto de
convenio, la cantidad suficiente para asegurar la continuidad de los negocios y la
atención del público consumidor;

2 respetar los límites geográficos de actuación y abstenerse de comercializar


mercaderías fuera de ellos, directa o indirectamente por interpósita persona;

3 disponer de los locales y demás instalaciones y equipos que resulten necesarios


para el adecuado cumplimiento de su actividad;

4 prestar los servicios de pre entrega y mantenimiento de las mercaderías, en caso de


haberlo así convenido;

5 adoptar el sistema de ventas, de publicidad y de contabilidad que fije el concedente;

6 capacitar a su personal de conformidad con las normas del concedente.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso a), el concesionario puede vender


mercaderías del mismo ramo que le hayan sido entregadas en parte de pago de las
que comercialice por causa de la concesión, así como financiar unas y otras y
vender, exponer o promocionar otras mercaderías o servicios que se autoricen por
el contrato, aunque no sean accesorios de las mercaderías objeto de la concesión ni

estén destinados a ella.16

[16] Art. 1505 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Retribución y gastos

Respecto a la retribución y gastos, el nuevo Código Civil y Comercial ha previsto en su artículo


1507 que:
El concesionario tiene derecho a una retribución, que puede consistir en una
comisión o un margen sobre el precio de las unidades vendidas por él a terceros o
adquiridas al concedente, o también en cantidades fijas u otras formas convenidas
con el concedente.

Los gastos de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios
para atender los servicios de pre entrega o de garantía gratuita a la clientela, en su

caso, que deben ser pagados por el concedente conforme a lo pactado17.

[17] Art. 1507 – Ley N° 26.994. (2014). Op. cit.

Extinción del contrato. Causales

El contrato de concesión, conforme a su actual regulación legal, se resuelve, finaliza o se


extingue por:

1 muerte o incapacidad del agente;

2 disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o


escisión;

3 quiebra firme de cualquiera de las partes;

4 vencimiento del plazo;

5 incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes, de forma


de poner razonablemente en duda la posibilidad o la intención del incumplidor de
atender con exactitud las obligaciones sucesivas. Este supuesto refiere a la
ejecución de la cláusula resolutoria (llamada en el anterior código pacto comisorio)
como consecuencia del incumplimiento de alguno de los cocontratantes (arts. 1086
y 1087, Ley N° 26.994; arts. 1204, Cód. Civ.; y arts. 216 de Cód. Com. vigentes hasta
31 de julio de 2015.);

6 disminución significativa del volumen de negocios del agente.

7 Además de los antes expuestos, existen otros motivos que pueden dar lugar a la
resolución del contrato de concesión, como, por ejemplo, el caso fortuito o la fuerza
mayor, regulado en el actual Código Civil y Comercial bajo la denominación de
frustración de la finalidad (art. 1090, Ley N° 26.994; y arts. 513 y 88, Cód. Civ.
vigente hasta 31 de julio de 2015.); y la excesiva onerosidad sobreviniente o
imprevisión (art. 1091, Ley N° 26.994), con la prevención de que, por tratarse la
concesión de un contrato "de empresa" celebrado entre comerciantes, la aplicación
en la especie de la teoría de la imprevisión deberá ser interpretada muy
restrictivamente.

Para la profundización de estas causales resolutorias, recomendamos remitirnos a la lectura de


la bibliografía obligatoria, y a lo ya expuesto con anterioridad.
LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Ley N° 24.240 (1993). Ley de Defensa del Consumidor. El Senado y la Cámara de Diputados de
la Nación Argentina.

Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de La Nación. Honorable Congreso de La Nación
Argentina.

Lorenzetti, R. (1999). Tratado de los contratos, Buenos Aires: Rubinzal Culzoni.

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