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Importancia de la retórica en el derecho

COMO SE RELACIONA CON EL AMBITO JURIICO

La retórica y la eficacia del discurso


jurídico
Buscamos convencer, persuadir y seducir. El objetivo de la retórica es que las partes,
sobre todo el juez, se adhieran a nuestras peticiones.

¿Qué es la retórica? Es el “arte de hablar o escribir de forma elegante y con corrección con el
fin de deleitar, conmover o persuadir”. Desde la Antigüedad ha sido un elemento esencial del
discurso, con el objetivo de convencer o refutar. Para Aristóteles, el arte de la retórica era como
un árbol con diferentes ramificaciones que debía ser cultivado.

}Las funciones retóricas del discurso jurídico

Bajo este título, resultan muy interesantes las reflexiones que hace Gerardo Ribeiro.
Desde su punto de vista, el discurso jurídico procesal no tiene como objetivo
fundamental demostrar la verdad desde la lógica y sus técnicas, sino que busca
fundamentalmente la adhesión del juez, y se construye desde tres funciones retóricas
por excelencia: convencer, persuadir y seducir.

Por el contrario, en la argumentación jurídica retórica, una vez demostrada la premisa,


sigue lo más importante, la adhesión del auditorio a esa premisa: “Si moviliza al
auditorio, es válido; si no lo hace, es un argumento débil”. O, lo que es lo mismo, si
conseguimos que el juez se adhiera a nuestras premisas y, sobre todo, lo exprese de
manera manifiesta al dictar sentencia favorable.

Convencer, persuadir y seducir

 Convencer es proponer razones verdaderas al auditorio judicial para su


convencimiento. Para ello utilizamos el lenguaje deductivo, es decir, proponemos una
verdad, una premisa legal, y deducimos de ella una conclusión deductiva en la que se
establece la responsabilidad u obligación o no de un sujeto de derecho.
 Persuadir es ofrecer verdades probables. Se persuade porque se puede generalizar una
experiencia por medio de la repetición y esta se ofrece como verdad.
 Seducir es construir un discurso que demuestre la identidad entre los sentimientos del
hablante y los del auditorio. La verdad de la seducción es que se construye una
relación de pertinencia entre nuestros sentimientos y valores como abogados y los del
auditorio.

Retórica y derecho hoy

Igual de interesantes resultan las reflexiones de Francisco Javier Dorantes-Díaz sobre


la necesidad de una nueva retórica en el derecho. Para el autor, “hoy como en la
Antigüedad, al igual que la retórica y la democracia, la retórica y el derecho vuelven a
encontrarse. Con el deseo de vivir en una sociedad más justa, espero, desde el fondo de
mi conciencia, que no vuelvan a separarse”.

Apela a la necesidad de volver a ver a la retórica como una herramienta crítica y


analítica en nuestro derecho. “No importa si es la vieja o la nueva retórica, simplemente
queremos que vuelva al sitio del que nunca debió alejarse: la búsqueda de soluciones
justas en el derecho”, afirma este profesor universitario.

La retórica, como habilidad argumentativa y arte de la persuasión, ha tenido

desde siempre una utilidad innegable para el abogado de todos los tiempos, pero

muchos juristas han apreciado de manera sumamente clara dicha utilidad a partir,

sobre todo, del reciente cambio que se está dando en algunos países hacia la práctica

del juicio oral; así, por ejemplo, señala Rivera Coppo, en un artículo cuyo título hace

directamente referencia a esta idea: “Las destrezas de persuasión y argumentación

en el juicio oral”:

Frente a los cambios producidos por la incorporación de la oralidad al

Proceso Penal, en especial en el Juicio Oral, nos encontramos ante la cre-

ciente necesidad de comunicarnos de manera eficiente, para así lograr el

convencimiento del tribunal

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