Está en la página 1de 7

Thursday, 11 de April de y

Servicio y Santidad
Texto: Hageo 2.10-19
Tema: Servicio y vida Santa
Propósito: El creyente se conducirá en santidad primeramente, antes de servir.
Area: Serie/ Hageo- primero lo primero

Introducción
Recordemos en este día las dos causas principales del mensaje del libro de Hageo: Primero, ¿Qué
aportamos a la construcción/ Hablamos del crecimiento de la casa de Dios (Capítulo 1) Y segundo,
¿Cuáles son nuestras prioridades ante un mundo que nos incita a andar sin Dios? (Buscamos la gloria de
Dios, ante todo. Capítulo 2.1-9)

Siendo el tema principal del libro “La reconstrucción de la Casa de Dios” Necesitamos conocer que es y
que representa “La Casa de Dios y que implica esta idea para nosotros". De antemano sabemos que las
Sagradas Escrituras enseñan que la frase “Casa de Dios” es más que un edificio material. Recordemos lo
que estaba sucediendo con el pueblo de Dios en el tiempo de Hageo:

Dios había enviado a Su pueblo a reconstruir el templo que había sido destruido 50 años an- tes en la
invasión babilónica. Todo iba sobre ruedas, el pueblo que había entendido la palabra del profeta Hageo
estaba trabajando con mucho ánimo, pero tan sólo tres meses después el pueblo, tristemente, estaba
nuevamente desanimado porque aún no estaban recibiendo las bendiciones de Dios. Recordemos que
algunos comparaban la construcción de este templo, con el construido por Salomon. Había llegado la
fiesta de los tabernáculos (lo estudiamos en el sermón pasado) día de fiesta por el final de la cosecha. Sin
embargo las cosechas eran pocas. Por tanto, el pueblo nuevamente se desanima, ya que ellos esperaban
que una vez edificados los cimientos del templo, sus bienes materiales se incrementarían. Pero esto no fue
así.

El pueblo de Dios se había convencido de reconstruir el templo, estaban cumpliendo con Él, pero el
problema era que no habían consagrado su vida a Él. ¿Qué pecados estaban cometiendo delante de Dios?

“Acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel y los sacerdotes y
levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos,
amonitas, moabitas, egipcios y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones. 2 Porque han tomado
de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las
tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado.”
Esdras 9.1-2

En primer lugar, estaban tomando por mujeres a las hijas de los Cananeos. Dios había prohibido al
pueblo que contrajeran matrimonio con aquellos que no tenían temor de Dios.

Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo,
al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo. 12 Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra
donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti. 13 Derribaréis sus altares, y
quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera.
14 Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
15 Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus
dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios; 16 o tomando
Thursday, 11 de April de y

de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, har án fornicar también a tus
hijos en pos de los dioses de ellas. Exodo 34.11-16

Segundo, violaban el día de reposo y profanaban el sacerdocio. (Nehemías 13)

Por más que estuvieran obedeciendo a Dios al reconstruir el templo, nada de eso era agradable delante de
Dios, porque el Señor esperaba que la reconstrucción del templo fuera un símbolo de la consagración
de Su pueblo a Él.

Sus pecados obstaculizar la obra

Muchos echaron a perder esta buena obra yendo a ella con corazones y manos impías, y probablemente
no sacaron ventaja de ello. El resumen de estas dos reglas de la ley es que se aprende más fácilmente
de los demás el pecado que la santidad. La impureza de sus corazones y vidas hará inmunda a la obra
de sus manos y todas sus ofrendas ante Dios. El caso es el mismo nuestro.

Enseñanza: Lo que hacemos para Dios debe representar y ser el fruto de nuestra vida consagrada a Dios.
Lo que hagamos en la vida diaria, debe ser la muestra de nuestro amor y compromiso con Él. Una vida
que es algo en la semana y otra el fin de semana, podría minar cualquier cosa que podamos hacer para el
Señor. Pidamos a Dios en oración: Señor que cada día me ayudes a ser el mismo por igual. Que no exista
en mi una doble personalidad. Ayúdame a reflejar el carácter de Tu Hijo Jesucristo, en público, así como
en lo privado.

En su primer sermón, Hageo dirige la conciencia de los líderes a terminar con su egoísmo. Ellos habían
justificado su falta de interés por reconstruir la casa de Dios en la oposición que habían recibido de parte
de los Samaritanos (Capítulo 1). Ahora, en este tercer sermón, el profeta quiere dirigir su conciencia a ser
congruentes, su trabajo en la obra de Dios debe coincidir con su corazón. Hoy hablaremos de la relación
Servicio y Santidad.

1. Fruto de Consagración. v10-14


El profeta Hageo era consciente de una realidad contradictora en el pueblo de Dios. Ten ía en sus manos
una profecía difícil de entregar. Tenía que decirle al pueblo que estaban siendo inconsecuentes, que sus
acciones externas no eran compatibles con su realidad espiritual interior:

“…vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo…”

La frase “palabra de Dios” es muy importante en la Biblia; se encuentra unas 242 veces. La “palabra” de
Dios indica sus pensamientos y voluntad. Aquí encontramos que el llamado que se hará continuación
viene de Dios. No están involucrados los pensamientos del profeta Hageo, ni su opinión, ni su voluntad.

“…diciendo… Así ha dicho Jehová de los ejércitos…” v10b-11a

¡Este es la voluntad del Unico Soberano! ¡Así ordena el Todopoderoso! Notemos que Dios ve la actitud
del Pueblo y la condena con Su Palabra. Jesús dijo:

“El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le
juzgará en el día postrero.” Juan 12.48
Thursday, 11 de April de y

Es la Palabra de Dios la que escudriña los corazones y los pensamientos, no solamente los escudriña, los
juzga.

Había un asunto sobre la mesa y al parecer una discusión de pasillo, entre los rincones de la ciudad y
entre la gente que trabajaba en el templo, muchas cosas se sabían de algunos y se comentaban las
prácticas de otros, pero lo que todo el mundo sabía es que el pueblo en general no estaba consagrado al
Señor.

Servían en el templo, pero no lo hacían en lo cotidiano. Y aún así se sentían privilegiados de ser “el
pueblo de Dios”. Se sentían “dignos” por haber sido el pueblo elegido, pero en realidad las cosas en lo
cotidiano no estaban bien y tristemente se respiraba hipocresía en el ambiente.

Entonces, ¿Que hace Dios?

Dios decide llevarlos a escuchar la Ley nuevamente y la forma en que lo hace es usando su propia
práctica cultural y religiosa: Buscar la opinión de los sacerdotes.

“Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley…” v11

El veredicto de los sacerdotes sobre el asunto que plantea la pregunta de Hageo se consideraría como
autoridad. “La Ley” era el principio regulador de todos los aspectos de la vida, particularmente el
religioso.

El profeta Hageo pregunta y ésta práctica se hizo de acuerdo con la ley de Moisés. Si uno se metía en una
situación en el que no se sabía qué hacer, se debía pedir la interpretación del sacerdote. Su opinión
representaba el principio que llevaría a la solución del problema. En definitiva: La ley era el principio
regulador.

¿Qué debo hacer en esta situación? ¿Como debo actuar en tal situación? ¿Debo seguir adelante con el
proyecto? ¿Debo huir de esa situación? ¿Cuál es la voluntad de Dios en esta situación? Son preguntas que
diariamente vienen a nuestra mente. ¿Las respuestas? Están en la Palabra de Dios, a veces de manera
específica y en otras en forma de principios, algunas de manera explícita y otras al interpretarlas. ¿Cuál es
el problema? No conocemos de manera profunda y exhaustiva nuestra Biblia, no la estudiamos, y no
escudriñamos sus verdades diaria y responsablemente.

Enseñanza: Para todo cristiano, la Palabra de Dios es la Ley que regula nuestra vida de fe y práctica, es
decir, lo que creemos y hacemos. No se puede ser creyente en Dios, sino consideramos Su Palabra como
faro que ilumina nuestro horizonte. Debemos cada día volver a la Palabra de Dios. Para servir y vivir de
acuerdo a lo que Dios quiere, debemos volver a Su Palabra en todos los aspectos de la vida. La Biblia
tiene algo que decir y ella siempre tendrá la autoridad final en lo que creemos y en lo que hacemos.

“Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o
vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No.
13 Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y
respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será.” v12-13

Ejemplo: Maru enferma de la garganta. Su situación era tan dolorosa e incómoda que me preocupaba
verla así. No podía pasarle mi estado saludable a ella, pero, si había un problema: ella sí podía
contagiarme a mí.
Thursday, 11 de April de y

Esta es la idea que está expresada en el versículos 12. No puedo transferir salud, pero si puedo
contagiarme de una enfermedad. De la misma manera, las cosas santas no tienen el poder de purificar las
cosas inmundas, pero las cosas inmundas tienen el poder de contaminar las cosas santas.

El pueblo de Dios se había convencido de reconstruir el templo, estaban cumpliendo con Él, pero el
problema era que se contaminaron tomando por mujeres a las hijas de los Cananeos (Esdras 9), violando
el sábado y profanando el sacerdocio (Nehemías 13). Por más que estuvieran obedeciendo a Dios al
reconstruir el templo, todo estaba siendo contaminado, porque su vida estaba desordenada.

Enseñanza: Si vivimos una vida que no agrada a Dios durante la semana, lo que hagamos en la iglesia el
sábado y domingo no santifica lo que hayamos hecho durante los días anteriores. Por esto, es necesario
que cada día busquemos coherencia en nuestra forma de vivir la vida cristiana.

Servicio sin santidad es mera religiosidad, por eso, es necesario buscar coherencia en nuestra
espiritualidad. La práctica de la religión tan sólo como un medio para conseguir el favor de Dios, lo
convierte en idolatría. La religiosidad genera culpa, busca sentirse bien por lo que hace para Dios, pero
sigue siendo, en las palabras de Hageo, cosas “inmundas” para el Se- ñor, si no se condice con una ética
consecuente y una espiritualidad bien centrada y saludable.

La coherencia en la espiritualidad cristiana es fundamental. Lo que hacemos para Dios debe ser el reflejo
de nuestra vida consagrada a Él. Es decir, si nuestra vida está consagrada a Dios, entonces, lo que
hagamos para Él será aceptado por Él.

Si no respondemos de acuerdo a este llamado a la coherencia, servir a Dios en la Iglesia no tiene el poder
de purificar los otros aspectos de nuestra vida, sino de tornarlos “inmundos”.

Ejemplo: La ofrenda da Caín y Abel. “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la
tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de
ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda
suya”. Génesis 4.3-5

¿Por qué Dios aceptó la ofrenda de Abel y no la de Caín? La aceptación o rechazo no tiene que ver con el
objeto de la ofrenda, tiene que ver con el corazón del que ofrenda. Dios aceptaría cualquier ofrenda, si era
entregado con un corazón correcto.

Aquí hay una diferencia entre el corazón de Caín y el corazón de Abel, que tiene que ver con lo que ellos
son, con su carácter y su relación con Dios.

Enseñanza: Delante de Dios, eso nos pone en aprietos, y esta profecía se torna muy dura para nosotros
también. Si no vivimos consagrados a Dios, lo que hagamos en los otros aspectos de la vida, tiene el
poder de manchar nuestro servicio a Él. Por más que estuviésemos cumpliendo con Dios, nada de eso,
sería agradable delante de Dios. Por lo tanto, si no fuera por Su gracia y perdón, nunca sería aceptado por
Él.

“Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda
obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.” v14

El camino a la santidad, para el pueblo de Dios, no era simplemente la reconstrucción del templo, sino el
reconocimiento de Jehová como su Señor, no solamente en el culto de adoración, sino primordialmente en
una conducta ética coherente.
Thursday, 11 de April de y

Santidad, en la profecía de Hageo como en todas las Escrituras, no es perfección moral. Es separación,
consagración, exclusividad. Dios nos separó para Él, nos hizo suyos y parte de Su familia.

Cuando decimos que vivimos en santidad, no estamos diciendo que vivimos en perfección moral, sino
que separados, consagrados, concentrados exclusivamente para Dios. Eso es ser “santo” en la vida
cristiana.

Por eso, Dios exhorta a Su pueblo y les dice: “[Yo los separé para mi, los consagré como mi pueblo...] y
este pueblo es inmundo en sus acciones y en todo lo que me ofrecen en el culto”. En otras palabras, Dios
les dice que ellos estaban actuando como si nada de eso fuese una realidad. El Señor espera que nosotros
que fuimos separados por Él, capacitados por Su Espíritu y concentra- dos en Su voluntad, respondamos
de manera “consagrada” en todos los aspectos de nuestra vida, en el área personal, familiar, laboral y/o
académico.

Dios nos ando a una mayor santidad, no sólo hacer creyentes activos y dinámicos, sino primordialmente
hacer creyentes santos.

Enseñanza: Cualquier tipo de posición religiosa permite a la persona mostrarse delante de todos en una
posición de “santidad” exterior. Le permite disfrutar, de cierta manera, los beneficios de ser considerados
personas buenas y consagradas a Dios.

Pero, todo esto podría ser también una gran máscara. Es necesario que el trabajo religioso sea el fruto
mismo de una santidad verdadera para ser agradable delante de Dios. No es lo que uno haga lo que nos
santifica, sino una vida separada y consagrada exclusivamente para Dios.
Una persona puede dedicar las 24 horas de su día a hacer diversas actividades religiosas, y ser admirado
por todos, pero nada de eso será santo, bueno y agradable delante de Dios, si la vida no la expresa en
aquellas cosas que sólo se sabe en el fuero íntimo. De hecho, el carácter cristiano se manifiesta en
aquellas cosas que se hace cuando nadie nos ve.

Si yo no me consagro a Dios, es decir, si no separo mi vida para vivirla de manera exclusiva ante Dios, mi
trabajo es una pantalla que puede engañar a una congregación entera, pero no a Dios.

2. La Gracia de Dios. v 15-19


“Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre
piedra en el templo de Jehová.” v15

Este versículo nos muestra como Dios pide al pueblo que mediten en su corazón cuantos males habían
llegado a su vida, fruto de su egoísmo. Desde el primer día en que habían puesto la primera piedra de los
cimientos del templo, hasta el día de este tercer sermón. Habían pasado 18 años aproximadamente, y el
pueblo no veía la bendición de Dios por ninguna parte. Todo, producto de su descuido de la obra de de
Dios.

Ejemplo: ¿Cuantos trabajan en su iglesia? el 100% de la congregación. 80% dedica su tiempo y sus
bienes a la obra, el otro 20% Dios pasa a cobrarles a su casa.

La indolencia (Pereza y Falta de voluntad para hacer las cosas) fue la causa de su desastre económico e
inmoral.
Thursday, 11 de April de y

Enseñanza: Este es un mensaje muy claro para la iglesia actual. La pereza y la falta de voluntad para
hacer las cosas, serán la causa de nuestro desastre económico, e inmoral.

Podemos descuidar nuestra vida espiritual, ser perezosos de leer la biblia, preparar nuestra clase, nuestra
predicación, nuestro informe, nuestro orden de culto, las alabanzas que tenemos que ministrar.

16 “Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar
para sacar cincuenta cántaros, y había veinte.”

Notemos el mensaje de estos versículos 15-17: “Miren lo que les pasaba antes de que comenzaran a
edificar los cimientos del templo del SEÑOR. Cuando esperaban veinte medidas de grano, cosechaban
sólo diez. Cuando esperaban sacar cincuenta litros del lagar, encontraban sólo veinte. Yo envié plaga,
moho y granizo para destruir todo aquello por lo que hicieron tanto esfuerzo para producir. Aun así,
rehusaban regresar a mí, dice el SEÑOR.”

Ejemplo: En una siembra de 10 cuartillos de maíz, (cuando se tiene una buena lluvia) se espera levantar
un aproximado de 13 cargas. Pero cuando no hay lluvia, o es escasa, se levanta muy poco, no lo que se
espera que produzcan 10 cuartillos. Así era en el pueblo de Dios.

Veamos la reacción del pueblo: “17 Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra
de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová.” Yo envié plaga, moho y granizo para
destruir todo aquello por lo que hicieron tanto esfuerzo para producir. Aun así, rehusaban regresar a mí,
dice el SEÑOR.”

¿Servimos a un Dios que se deleita en el padecimiento de su pueblo? 17 “Os herí…” ¿Por qué Dios deja
en claro que fue el quien envío la catástrofe económica al pueblo? “La aflicción endurecerá al corazón,
si no se relaciona con Dios como autor de ella.”

Ejemplo: Saul fue el primer rey de Israel. Su reinado estuvo lleno de altibajos desde el principio. Sobre
todo en sus últimos días: El texto bíblico da cuenta del distanciamiento y la separación de Dios respecto a
Saúl. También describe que Saúl, poseído por la ira ante la admiración del pueblo y su propia familia por
David, terminó por perder la razón. Desesperado, invocó mediante la adivina de Endor al espectro de
Samuel, quien profetizó la gran derrota del ejército de Saúl y también la muerte de este. Al día siguiente,
los filisteos vencieron al ejército israelita en la batalla del monte Gilboa y Saúl, estando ya herido, y para
evitar que lo capturasen le pidió a su escudero que lo matara, pero como éste se negó, Saúl terminó por
suicidarse. ¡Que lamentable, Saul no considero que esto provenía de Dios, como producto de su
desobediencia!

Enseñanza: Así, quizás a muchos creyentes.

18 “Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno
mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón.
19 ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha
florecido todavía; mas desde este día os bendeciré.”
Thursday, 11 de April de y

Los cimientos se habían colocado unos 16 años antes. Nuestro texto sitúa la acción en el momento
presente, pero una correcta lectura del hebreo muestra la idea de que el pueblo ha de reflexionar partiendo
de aquellos ya algo lejanos días en que se habían puesto las primeras piedras. Les quiere decir que,
situándose en el pasado, observen cuántas cosas les han ocurrido por su pecado hasta el presente. Pero de
ahora en adelante las cosas van a cambiar.

Otra vez se cumple la fórmula meditad desde este día en adelante; desde el día en que colocaron los
cimientos. Se invita a que reflexionen: si deciden trabajar (otros comentaristas creen que ya se habían
decidido), Dios les va a dar prosperidad. Se les asegura bendición cuando decidan abandonar su pereza.
Han sido duramente castigados por Dios, pero su disciplina conducirá finalmente a la bendición. Aunque
esa bendición ya es presente para Dios, las consecuencias de sus pecados pasados están dejándose sentir
todavía. A lo lejos ya se divisan las primeras gotas de lluvia. Desde ese d ía Dios los bendecirá. En el
granero hay poco grano, y la época (diciembre) no es la de las cosechas. A pesar de todo, Dios cumplirá
lo prometido: serán de nuevo bendecidos.

Enseñanza: La importancia de la consagración en el servicio. La promesa de bendición esta hecha por


medio de Cristo Jesús. ¡Gracia! Respondamos con gratitud al servicio de nuestro Dios.

Para Nuestra Espiritualidad


Dios nos ando a una mayor santidad, no sólo hacer creyentes activos y dinámicos, sino primordialmente
hacer creyentes santos. Pidamos en oración a El: “Señor, quiero vivir consagrado a ti en toda mi manera
de vivir, envía tu Espíritu a guiarme en el camino de la santidad.”

También podría gustarte