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VELASCO IBARRA

Durante su primer mandato (1934-35) intentó poner en


marcha una reforma agraria con la división de las
grandes haciendas; ante la resistencia que
encontraron sus planes, asumió poderes dictatoriales
y reprimió violentamente a la oposición.

El mismo patrón se repitió en cuatro ocasiones más,


en las que fue elegido presidente del Ecuador y fue
luego depuesto por los militares (1944-47, 1952-56,
1960-61 y 1968-72), eligiendo Argentina como país de
refugio.

A su regreso al país, en 1932, fue elegido legislador por el bando conservador; al año
siguiente, como presidente de la Cámara de Diputados, encabezó la oposición contra
el gobierno de Juan de Dios Martínez Mera.

En enero de 1940 participó nuevamente como candidato a la presidencia, pero fue


derrotado por Arroyo del Río.

En mayo de 1944 se envió una comisión encargada de traerle de regreso al país y,


desde Ipiales, se encaminó a Quito, donde fue recibido por el pueblo en forma
apoteósica.

Durante este segundo mandato llevó a cabo muchas obras y puso en marcha una
política internacional que condujo al Ecuador a formar parte de la Flota Mercante
Grancolombiana y a ingresar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En agosto de 1946, la nueva Asamblea Constituyente le restituyó como presidente


constitucional hasta que después de una nueva revolución popular, en agosto de
1947, su ministro de Defensa, el coronel Carlos Mancheno, le obligó a renunciar y le
expulsó del país.

Velasco había manifestado durante su tercera administración que se retiraría


definitivamente de la vida política, pero ante la insistencia de sus partidarios aceptó
una nueva postulación presidencial en 1960. En esta ocasión, desde los primeros
momentos fue evidente la heterogénea composición del bloque gubernativo y su
deleznable estructura, sumándose el crítico estado de la economía que reclamaba
una política de austeridad.

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