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I N T R O D U C C I Ó N

La presente obra tiene por objeto analizar el contenido


ideológico del monólogo de Otro Rollo, un programa mexicano de
gran popularidad, que tuvo sus inicios en 1995, y que ha continuado
con gran éxito a través de los años.
Cuando el maestro de la materia de Análisis Valorativo de
Textos nos dijo que tendríamos que escoger un texto para analizar,
sinceramente no tenía ni idea de qué analizaría, así que el tema vino
a mí casi por iluminación. Fue una noche, en que un pariente miraba
el programa, que la idea de analizarlo se me ocurrió, y entonces
comencé a prestarle atención más meticulosa, particularmente al
discurso del monólogo. Descubrí que manejaba gran cantidad de
conceptos y estereotipos de nuestra ideología mexicana, y que
aunque el tono era de critica, ocultamente continuaba fomentándolos.
Decidí organizar el trabajo en tres partes: El programa, que es
una breve introducción a la historia y los orígenes del programa y de
su conductor. Posteriormente, en el Análisis e Interpretación , y en
Características del Discurso y Lenguaje Visual describo el contenido
del monólogo y lo analizo detenidamente, primero desde el punto de
vista textual, y luego desde el punto visual, los posibles significados y
sus implicaciones. Las reflexiones generales están reunidas en
Conclusión donde, como su nombre lo indica, se agrupan las
conclusiones producto de este análisis.
Por último, sólo espero que este análisis haya logrado su
cometido.

E. G.

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E L P R O G R A M A

Todos los martes se realiza en vivo Otro Rollo, un programa mexicano de


variedades producido por Televisa en sus instalaciones de San Ángel y llevado
además a otros 53 países incluyendo Estados Unidos, donde es trasmitido por
Univisión. Este proyecto nació en Puebla, en 1995; su conductor, Adal Ramones,
es un comediante mexicano muy popular que se caracteriza principalmente por
sus sátiras sobre la vida diaria de la gente en México y de los latinoamericanos en
general.

Otro Rollo comienza generalmente con un monólogo (como los que hacía el
norteamericano Johnny Carson en su programa The Tonight Show), sigue con
segmentos como "El Reportaje de Yordi" o el "Sketch Humorístico". También
están presentes los shows musicales, que cubren buena parte del programa, ya
que la mayoría de los cantantes invitados son de nivel reconocido, tanto en el
ámbito nacional como el internacional.

El monólogo tiene una duración aproximada de 15 a 20 minutos, en los que


Adal trata algún tema de forma humorística, y lo ejemplifica con casos de la vida
cotidiana. Para cerrar el discurso, se anuncia que siguen los “5 puntos de Otro
Rollo para...”, que son cinco supuestos consejos o reflexiones, consistentes la
mayoría de veces en un juego de palabras, o en hacer sátira de alguna
controversia del momento.

En esta ocasión, analizaremos un discurso que trata de la rebeldía (con el


pretexto de hacer honor a los invitados, que eran el grupo musical RDB), para
descubrir la ideología que se maneja, y de qué armas de seducción se vale el
conductor para que el discurso tenga un mayor efecto sobre el televidente; para
esto, examinaré primero el discurso oral, y posteriormente, el lenguaje visual y
corporal del conductor.

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A N Á L I S I S E I N T E R P R E T A C I Ó N

Luego de dar una presentación general del programa*, anunciar a los


invitados, e improvisar una serie de payasadas, Adal Ramones pregunta al
público: “¿Verdad que es muy bonito ser rebelde?”, a lo que la gente presente en
el estudio responde que sí. Él lo niega en forma de broma: “pues no lo es, pobres
mocosos”. El público reacciona eufórico y Adal comienza a argumentar su
<<posición>> con el primer ejemplo; una joven de entre 13 o 14 años le exige ropa
de marca a su madre, de lo contrario, no se vestirá. El conductor finge la voz de
una “niña fresa” cuando habla la hija, y hace una voz rasposa y madura para la
madre, con los respectivos tipos de vocabularios supuestamente usados por cada
una. La respuesta de la madre es humorística, y el público presente responde
satisfactoriamente al chiste contado. Posteriormente, cita un ejemplo en el que
critica a las jóvenes que quieren bolsas y accesorios muy caros, pero a costa de
“los tres trabajos que tiene la madre”.

Aunque Adal se dirige al televidente de <<tu>>, y trata de hacer reflexionar


a los jóvenes para que no sean tan exigentes con sus padres, el tono burlesco en
que lo hace sólo provoca que la gente no lo tome lo suficientemente en serio, y la
invitación quede en el aire. Por otra parte, la primera pregunta que siempre hace
(“¿Verdad que es muy bonito ser rebelde?”), es para provocar intencionalmente
que el publico tome una posición con respecto a un tema (la rebeldía), y que
defienda esa posición inconscientemente, sólo con el fin de darle la contraria a
Adal. La respuesta a esa pregunta y que sirve para dar pie al monólogo, es dicha
con un aire de superioridad (“pues no lo es, pobres mocosos”), pero dentro del
contexto de humorismo, esto no es detectado conscientemente. A continuación, él
tomará el papel de una “conciencia”, que trata de hacer entrar en razón al público,
mediante los ejemplos que toman tintes de ridiculez.

El conductor continúa reprochando la vanidad de las jóvenes que presumen


de “traer una bolsa de veinte mil pesos, cuando adentro de ella no traen ni
cincuenta”, y las tacha literalmente de estúpidas, al asegurar que no saben ni qué

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es un cover. Claramente se nota un desdén del conductor hacia estas jóvenes,
pero nuevamente, el tono humorístico suaviza la crítica.

Dentro de la rebeldía hay varios tipos, Adal está refiriéndose a la rebeldía


hacia los padres, y en esta línea cita otros dos ejemplos: el hijo que le responde
groseramente a sus padres, y el que los ignora. Los dos ejemplos terminan
cómicamente, y el público aplaude satisfecho; la única razón para que exista esta
reacción, es porque las personas lo vivieron alguna vez, o han sabido de alguien
que se comporte de esta manera con sus padres. El conductor lo sabe, y conoce
también el código para contar la sátira y que surta el efecto deseado, esto es, la
forma de hablar de cada personaje, y los vocablos usualmente utilizados.

Es posible que incluso, un adolescente que se comporte de esta manera


esté escuchando el monólogo, pero el tono utilizado (sátira) ayuda a que éste no
se sienta agredido sino todo lo contrario: se identifica con el caso expuesto y
siente simpatía por el conductor, porque de alguna manera, por fin se siente
comprendido, de manera que, aunque exista una presunta invitación del conductor
a tenerles respeto a los padres, en realidad se está promoviendo a continuar con
esas conductas rebeldes, pues el adolescente ve que otros (Adal) ya han pasado
por sus situación y que lo comentan como algo muy normal y (ocultamente)
correcto.
De la rebeldía hacia los padres, el monólogo se va a la rebeldía en la
escuela. Adal está manejando los ámbitos de rebeldía más conocidos, y su
discurso va enfocado hacia los adolescentes, o también invita a recordar a los
adultos sus vagancias infantiles. Cita el “popular” caso del niño que hace subir sus
calzoncillos enganchados en el asta bandera de la escuela. Él dice haberlo hecho
en sus días infantiles alguna vez, pero este chiste es corto y continuación,
comienza a contar un caso más largo. Un niño apodado <<Gandallín>> (hay que
mencionar que está usando un personaje que ya había delineado o “creado” en un
monólogo anterior, y dado su éxito, continúa utilizándolo en algunos monólogos
posteriores), que es seguido por otros niños, planea hacer una huelga en su

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escuela. Inspirado en la “película gabacha de Un día sin Mexicanos”, propone
realizar una huelga de un día sin “panqueques”.
Este personaje es un niño de unos 10 años, que explota y molesta a los
demás niños. El mismo apodo lo describe perfectamente, pues es una derivación
de una palabra popular (gandalla), que sirve para designar a aquél que se
aprovecha de los demás. Asimismo, presume cínicamente su rebeldía: “ahorita
vengo, voy a fumar al baño”, y por esto es seguido y admirado por otros niños, que
forman su banda de secuaces.
Gandallín se sube a una mesa de la cafetería y amenaza con golpear al que
compre panqueques. Al día siguiente, uno de sus seguidores le informa que un
niño –curiosamente, el ya tipificado gordito del salón- ha comprado panecillos (“el
`inche Suadero está comiendo panqueques...”), y nuestro personaje va para
“cobrársela”; lo saca a empujones de donde estaba escondido hasta el patio,
donde media escuela espera su castigo, mientras grita: “muerte, muerte...”.
Hábilmente Adal hace partícipe al público, incitándolo a que grite estas palabras.
El final de esta sátira es ridículo, y como el público no reaccionó como se
esperaba, Adal termina burlándose del fracaso de su chiste.
Aunque en ocasiones se plantea que los actos rebeldes de Gandallín son
tontos, de forma disfrazada se hace más énfasis en el liderazgo que ejerce sobre
los otros niños y en esa valentía para romper el sistema, en este caso, el de la
escuela. De esta manera, se promueve una cultura de búsqueda del poder, de
abuso de los demás porque sino abusarán de ti, y de romper siempre las reglas
aunque no se tenga una causa importante. Es probable que en los adultos esto ya
no tenga mucho efecto, puesto que ya pasaron por esa época de su vida, pero los
que aún son adolescentes o niños pueden verse fuertemente influidos, sin ellos
saberlo.
Se anuncia que siguen los Cinco Puntos, y la batería estalla. El músico que
la toca es conocido como <<Rudi>>, un sujeto que se luce tocando la batería para
hacer enojar al conductor, quien en algún programa anterior ha comentado entre
bromas que probablemente era porque Rudi quería su propio programa. En el
primer punto, lanza un contraataque a las declaraciones controversiales que ha

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hecho un cantante extranjero, sobre la belleza de la mujer mexicana; la reacción
del público no se hace esperar y responde con una fuerte bulla. Adal iba a
continuar con el segundo punto, pero comete el “error” de empujarse el hombro
izquierdo con la mano derecha (manía de la que el equipo de producción de Otro
Rollo se burla, haciendo que entren dos acróbatas, hagan una pirueta y luego
obliguen al conductor a que la realice, como castigo), pero aparecen <<Los
Mercury>> y lo obligan a que de un salto se pare en los hombros de uno de ellos;
después de que el conductor lo logra, enuncia los siguientes puntos, que hacen
siempre referencia a la imagen que debe tener el <<verdadero hombre rebelde>>
(“si por rebelde tienes revistas de caballeros, está bien, ahora que si tienes
revistas de caballeros en canicas, ahí si ya cambia la cosa...”).
No obstante que en estas reflexiones se burla sobre el comportamiento
rebelde –supuestamente liberal-, de algunas personas, lo aprueba, de manera que
impulsa ciertos tipos de actitudes, sobre todo sexuales. La finalidad oculta es:
demostrar que se es rebelde para ser aceptado como superior en la sociedad.
Esto puede ejemplificarse cuando habla de la mujer: “los hombres liberales se
levantan en armas, las mujeres liberales sólo pasan por ellas”, que quiere decir
que es más atractiva una mujer <<liberal>>, y eso se logrará relacionándose con
muchos hombres. En el caso del adolescente, éste deberá demostrar que ya es un
hombre y no un niño (“jugar con canicas es de niñitos, jugar con Las canicas es de
rebeldes”), acumulando en el concepto <<rebelde>> un significado de ser
superior, interesante, atractivo a los demás y por lo tanto, con poder para dirigirlos.

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C A R A C T E R Í S T I C A S D E L D I S C U R S O Y

L E N G U A J E V I S U A L

El efecto del discurso se ve reforzado por la manera en como es enunciado


por el hablante: cómo se dirige a los espectadores, el uso de ciertos vocablos y un
lenguaje corporal especial. Con ademanes y gestos relajados, el tono que utiliza
Adal para dirigirse a su público es informal, semejante al que usaría cualquier
joven mexicano cuando platica con sus amigos; por ende, el discurso no está
exento de palabras altisonantes que, para evitar la total censura, son un poco
matizadas por el conductor, pues las menciona a medias, o utiliza alguna otra que
sea semejante en sonido (`inche, caon, cowboy por cabrón, etc.). También cuenta
cómo se dirige al público, ya que en veces le habla directamente de <<tu>>, o en
otras de <<nosotros>>, haciendo sentir que existe un código compartido,
compuesto de ciertas experiencias y creencias, que construyen una atmósfera de
complicidad.
Otra característica que influye para que los oyentes depositen su confianza
en Adal Ramones, es su vestimenta, que consiste siempre en tenis o zapatos,
pantalones de mezclilla, playeras de manga larga, y algo que ya es emblemático
en él: la gorra. Este accesorio ha pasado a formar parte inseparable de la imagen
del conductor, y es monumento a la informalidad y a la irreverencia, porque una
persona que porta cachucha diariamente, da la sensación de que no tiene reparos
en retar a la opinión general con su propia manera de ver la realidad. En términos
generales (y casualmente con el tema del monólogo que analizamos), esto puede
tomarse como una rebeldía, y alguien rebelde, o que es diferente a los demás,
siempre llamará la atención. De manera que Adal tiene asegurada la atención del
espectador sobre él y su ideología, por el hecho de vestir de acuerdo a sus
convicciones.
Vemos pues, que todos estos elementos ayudan significativamente a que el
espectador simpatice con el conductor y no oponga resistencia a participar de su
opinión sobre algunos temas de la vida cotidiana, formando después, y en base a
esta influencia, su propia ideología.

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C O N C L U S I Ó N

El monólogo de Otro Rollo es reflejo fiel de la ideología actual


de México, y aunque aparentemente su función principal sea
demostrar todas sus fallas a través de una forma hábil de humor, en
buena parte las sigue sustentando, pues ese mismo humorismo
provoca que las reflexiones no sean tomadas en serio por los
espectadores, y ocultamente, se les mandan mensajes aprobando ese
conjunto de creencias y estereotipos que se tienen en la sociedad
mexicana.
Elemento indispensable para que los oyentes participen de la
ideología que se maneja en el monólogo, es el tratamiento de los
temas con un lenguaje oral y visual característicos; el público se
siente atraído hacia la informalidad e irreverencia que maneja el
conductor en su forma de hablar, en sus actitudes y en su vestimenta.
Si ya sí misma, la televisión representa una gran influencia
sobre la manera de actuar y de pensar de las personas, el monólogo
acentúa esa influencia, pues habla de problemas de la vida diaria,
que todos han vivido alguna vez, por lo que al sentirse identificados,
jóvenes y adultos comparten la manera de pensar de el conductor.
El espectador posteriormente formará su ideología en base a
significados y conceptos distorsionados que ha expuesto el
monólogo, porque ha entendido que la mayoría piensa así y que
entonces es lo correcto seguir la opinión general.

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B I B L I O G R A F Í A

Apuntes del Cuaderno

* Citas textuales tomadas del monólogo del programa Otro Rollo,

trasmitido el martes 30 de mayo de 2006

http://es.wikipedia.org/wiki/Johnny_Carson

http://es.wikipedia.org/wiki/Otro_Rollo

Ferrés i Prats, Joan, Televisión Subliminal, Paidos, Barcelona, 1996

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