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Introducción

Los estilos de esta plantilla están grabados en los estilos de


Word, de tal forma que con un click, usted puede cambiar el estilo
a normal, cita en bloque, texto nota al pie, titulo 1, titulo 2, etc. A
continuación, damos algunos ejemplos de cómo realizar los pies
de página de acuerdo al estilo Turabian:
Los libros de un autor se deben citar al pie de página de la
siguiente manera.1
Libros con dos o más autores.2
Autor de un artículo en un libro editado o compilado.3
Libros con editor en lugar de autor.4
Libro con varios volúmenes.5
Artículos de revistas de divulgación general.6

1
Nombre, Título del libro (Ciudad, Provincia: Editorial, año), n° página.

2
Fulano y Mengano, Título (Ciudad, Prov.: Edit., año), n° pág.

3
Nombre, “Título del artículo”, en Título de la obra, ed. Nombre de editores
(Lugar: Editorial, año), n° pág.

4
Sultano, ed., Título (Lugar: Editorial, año), n° pág.

5
Autor, Título, 3 vols. (Lugar: Edit., año), tomo: n° pág.

6
Autor, “Título del artículo”, Nombre de la revista, fecha y año, n° pág.

1
Artículo de periódico especializado.1
Citación de comentarios bíblicos con número de volumen.2
Concordancias.3
Diccionarios con artículos firmados.4
Tesis de grado o maestría.5
Artículos de internet.6
La cita en bloque se hace así:

[…] la mente humana funciona en forma sistemática, es


decir, no contiene una simple colección de ideas
desorganizadas, sino que conecta, relaciona, jerarquiza y
organiza sus ideas y para ello, necesita pensar todas las
cosas como una totalidad unificada, lo cual requiere
presuponer la idea de un principio unificador […] La mente
humana necesita considerar la multiplicidad de cosas como
un todo para lograr coherencia en su pensamiento y en sus
reacciones ante la realidad.7

1
Autor, “Título del artículo”. Nombre de la revista vol., n° (año): n° pág.

2
Autor, Título del Volumen, Nombre del Comentario, tomo (Lugar: Editorial,
año), n° pág.

3
Autor, Título de concordancia (Lugar: Edit., año), ver “palabra”.

4
Autor, “Palabra”, Nombre del diccionario (Lugar: Editorial, año), tomo: n°
pág.

5
Autor, “Título” (Tesis de …, Universidad, lugar, mes año), n° pág.

6
Autor, “Título artículo”; disponible en página web; Internet (consultada el
fecha y año).

7
Nombre, Título del libro (Ciudad, Provincia: Editorial, año), n° página

2
Principios fundamentales del historicismo

Este es un ejemplo de una redacción con pies de página de


acuerdo al estilo Turabian:
Una revisión a los principios fundamentales sobre los cuales
se construye el historicismo nos muestra que estos principios no
son negociables. Si alguno de ellos es cambiado, o trastocado en
su contenido, el método de interpretación historicista fracasa. Por
lo cual, al aceptar el historicismo, también aceptamos sus
principios fundamentales que son:
1. Principio Sola Scriptura. Este principio que se levantó en la
Reforma Protestante implica que la única autoridad que norma
cualquier norma (norma normans) es la Biblia. De este principio se
desprende la Tota Scriptura, pues acepta que tanto el Antiguo
como el Nuevo Testamento son la fuente de autoridad.
2. La Escritura se interpreta a sí misma. Esto implica (1) que
al interpretar las profecías se necesita entender el punto de vista
de la profecía misma, ya que ella por lo general, en especial en el
libro de Daniel, trae consigo su interpretación. Y se debe (2) tener
en cuenta que la Biblia actúa como su propio intérprete. Esto
siguiendo el principio de “analogía Scripturae” (“analogía de la
Escritura”) que entiende que la “Escritura interpreta a la
Escritura”.1 Un pasaje de la Biblia ayuda a entender otros pasajes
de la Biblia, y así la Biblia misma provee una interpretación
coherente.2

Henri Blocher, “The 'Analogy of Faith' in the Study of Scripture: In Search of Justification and Guide
, 17; Para Peckham, “analogía Scriptura means that Scripture is
internally coherent; thus any scriptural text should be understood in light of
all others (Isa 8:20; Luke 24:27,44-45)” (
John C. Peckham, “Sola Scriptura: Reductio ad Absurdum
, 200). Para mayor información
del uso de este principio en los primeros adventistas, véase
Marcos Blanco, “Early Adventists’ Ho

3
3. La perspectiva histórica: Este principio implica que la
profecía tiene su cumplimiento en el transcurrir o fluir de la
historia. De hecho, esta es la propia explicación que da la profecía
misma. Por ejemplo, en Daniel 2, la profecía comienza con la
cabeza de oro (Dn 2:38) y luego continúan los otros imperios y
finaliza con el establecimiento del reino de Dios (Dn 2:44). Esta
misma secuencia, aunque con algunos detalles añadidos, se
encuentra en Daniel 7, especialmente en el versículo 17 y 18 que
mencionan: “Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se
levantarán en la tierra. Después recibirán el reino los santos del
Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para
siempre”. Así, se cubre todo el período de la historia desde el
tiempo del profeta hasta el momento que Dios establezca su reino
en la tierra. Como menciona Rodríguez:

Las profecías de Daniel y Juan no fueron sólo acerca de lo


que estaba ocurriendo en su tiempo, sino sobre lo que
ocurriría en el fin. Ellas describen el plan de Dios desde la
época del profeta hasta la consumación de la salvación al
final de la gran controversia. Esta perspectiva histórica
particular es indispensable para interpretar correctamente
las profecías apocalípticas.1

4. El principio de la recapitulación. Al leer las profecías de


Daniel y Apocalipsis, se observa que contienen visiones que se
describen en unidades independientes con su propio mensaje
particular, por ejemplo, en Daniel tenemos las siguientes
unidades: capítulo 2, capítulo 7, capítulo 8 y 9, capítulo 10-12.
Estas unidades independientes recapitulan la visión anterior y
añaden nueva información no contenida en la unidad anterior.
Así, Daniel 7 desarrolla sobre lo ya cubierto por Daniel 2 pero
añade detalles que no están presenten en la visión anterior.

Ángel M. Rodríguez, Fulgores de gloria (México: Asociación Publicadora Interamericana, 2002)


, 14.

1
Ibid., 14.

4
Asimismo, en Apocalipsis tenemos varias unidades
independientes como las siete iglesias, los siete sellos, las siete
trompetas, las siete plagas que no solo recapitulan la anterior
visión, sino que proveen una perspectiva diferente del mismo
período histórico.1
5. El principio de interpretación día por año. Este principio
sostiene que los períodos proféticos que aparecen como días,
deben ser interpretados como años literales. Sin embargo,
¿Cuándo debemos aplicar este principio? Hay ciertas señales en el
texto que indican que se debe aplicar el principio día por año.
Entre ellas están:
(1) la magnitud de los eventos descritos en la profecía que
llegan hasta “el tiempo del fin”, lo que implica que no se pueden
interpretar los días como días literales sino como años ya que la
profecía se extiende a lo largo de la historia hasta el tiempo del
fin;2
(2) la aparición del simbolismo de entidades y períodos en
miniatura que representan realidades mayores. Como ejemplo,
tanto en Números 14:34 como en Ezequiel 4:6 aparecen entidades
y períodos en miniatura, es decir, los doce espías y cuarenta días
en el libro de Números y en el libro de Ezequiel aparece el profeta
mismo y 390 y 40 días, los cuales son ampliados. Así, los 12 doce
espías representan a las 12 tribus y los cuarenta días, representan
cuarenta años. Lo mismo en Ezequiel, el profeta representa
primero a Israel y después a Judá y los períodos de días se
convierten en años, así serían 390 años y 40 años. Lo mismo
ocurre en los libros de Daniel y Apocalipsis, donde aparece el
simbolismo de entidades y períodos en miniatura, lo que amerita

1
Véase:
William Johnsson, “Apocaliptica bíblica,” in Tratado de teología Adventista del Séptimo Día, ed
Rodríguez, Fulgores de gloria , 14-16.

2
Elías Brasil, El libro de Daniel (Buenos Aires: ACES, 2019) , 17.

5
que tanto estas entidades como el tiempo seas interpretados de
forma simbólica;1
(3) En el Antiguo Testamento se usa el término “días” como
una expresión equivalente a “años”. Por ejemplo, la pascua se
guardaba literalmente “de días en días” pero por lo general se
traduce “de año en año” (Ex 13:10; cf. 1 Sam 20:6; 2:19; 1:21; Jue
11:40). Lo mismo ocurre con en la referencia que David y sus
hombres habitaron en la tierra de Palestina “días… y cuatro
meses”, pero se entiende “un año y cuatro meses” (1 Sam 27:7 Cf.
Num 9:22; 1 Rey 1:1). Este uso, como menciona Shea forma el:

modelo de pensamiento lingüístico general a partir del cual


surgirá una correspondencia cuantitativa posterior y más
específica en los textos proféticos. Es evidente que el
principio día por año no afloró repentinamente en una
profecía sui generis (muy especial). Cuando llegó al
escenario, fue extraído de una correspondencia más general
que ya formaba parte del pensamiento hebreo.2

6. Presciencia divina. El historicismo cree que Dios conoce el


futuro y puede predecirlo. Es más, Dios conoce el fin desde el

1
Para mayor información véase
Alberto Timm, “El 'simbolismo en min
;

Gerhard F. Hasel, “El 'cuerno pequeño', el santuario celestial

440, 443; Para evaluar la aplicación


histórica del principio día por año véase

Leroy E. Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers: The Historical Development

, 4:784-851.
2

William H. Shea, Estudios selectos sobre interpretación profética (Lima, Perú: Ediciones SALT, 199

6
principio (Dn 2:28; Amos 3:7; Jn 14:29; 13:19). Por lo tanto, Dios ha
revelado las cosas que deben suceder pronto (Ap 1:1) para el
establecimiento de su reino.1 A continuación revisemos los
principios del preterismo.

Conclusión

Podemos encontrar serias observaciones tanto para la


interpretación profética preterista y futurista. La preterista, en su
misma identidad, es contraria al cristianismo, y se levantó como
una escuela que se opuso a la Reforma, y luego fue abrazada por
los teólogos liberales que usaban el método histórico crítico,
método que no acepta lo sobrenatural e interpreta la Biblia
usando como autoridad única a la razón. Por lo tanto, la
interpretación preterista debe ser descartada.
Por otro lado, la interpretación futurista también se origina
como una escuela de interpretación que se opone a la Reforma
protestante. Y unque acepta la presciencia divina, sin embargo, en
su metodología escritural, rompe el sentido llano y natural de la
profecía, en especial de la profecía de las setenta semanas de
Daniel 9:24-27. Ya que usa con arbitrariedad el principio día por
año y no aplica una coherente interpretación de los símbolos y
períodos proféticos que aparecen en la profecía.
Es la interpretación historicista la que se levanta como el
propio método que sugiere la Biblia misma para interpretar las
profecías. Usando este método, podemos concordar en que Dios
siempre estuvo activo, tanto en el periodo del Antiguo
Testamento, como en el siglo I d. C. cuando se escribió el Nuevo
Testamento, pero por las profecías de Daniel, de Pablo y de Juan,
podemos entender que Dios siguió activo durante el tiempo de la
historia de la iglesia después del siglo I hasta nuestros días. De
este modo, el historicismo como escuela de interpretación
profética es la única que tiene una herencia bíblica como también

Gerhard F. Hasel, “Israel in Bible Prophecy,” Journal of the Adventist Theological Society 3, no.1 (1

7
el apoyo de los grandes Reformadores como Lutero, entre otros.
Sin embargo, lamentablemente, con el tiempo, los otros métodos
de interpretación han ido ganando terreno de tal modo que hoy,
la única denominación religiosa que sigue abrazando la
interpretación historicista en la iglesia Adventista del Séptimo
Día. Por tanto, hoy a las puertas de la Segunda venida de Cristo,
no perdamos nuestra herencia profética y avancemos en un
estudio más profundo de las profecías apocalípticas de Daniel,
Pablo y Juan.

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