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UNIDAD 2: FASE 4 - DISCUSIÓN Y REFLEXIÓN

NATALIA PEÑAFIEL PALMA

CODIGO: 1.107.052.419

CURSO: 100006_242

TUTOR:

MAYCOL JAVIER PARRADO

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA-UNAD

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES

ORITO PUTUMAYO

NOVIEMBRE DE 2018
La discusión en torno al dilema moral, debe tener como preguntas generadoras las
presentadas a continuación.

- ¿Cuál considera usted que es el dilema moral presentado en el cortometraje?


Opine al respecto.

En el cortometraje podemos observar un dilema moral ético por violencia de género


(Maltrato a la mujer).

Actualmente en nuestra sociedad se presenta un dilema ético que tiene que ver
directamente con la violación de los derechos de la mujer a través de la violencia de
género, el maltrato a la mujer ya se ha vuelto tan cotidiano que la sociedad cree que es
normal. Claramente el cortometraje nos muestra la falsa esperanza que tiene una mujer en
que una vida trágica y desconsolada puede cambiar en algún momento, pero que
lastimosamente, en muchas ocasiones son esperanzas o deseos fallidos y que la única
opción para estos casos es la toma de una decisión radical y tomada a tiempo para hacernos
empezar a cambiar nuestra vida. Esta problemática de la que constante y
desafortunadamente se vive a diario en el mundo, ha recibido aceptación de las personas e
incluso de los directamente implicados, como si nuestra sociedad creyera que este es un
acto de amor y entonces estamos sustituyendo las caricias por los golpes o por las malas
palabras, por los malos tratos o la denigración de la persona.

Pienso que el foco de esta problemática tiene su origen en la falta de amor propio, falta de
dignidad, tanto de la víctima como del victimario, pues la primera parte tiende a justificar
los actos de su agresor justificando su actuar y la segunda parte cree que lo que está
haciendo es correcto porque esa es su forma de pensar o de esa manera fue criado.

- ¿Está de acuerdo con la postura asumida por la protagonista? Sí, no, ¿Por
qué?

No. Pienso que la postura asumida por Julia la Protagonista no es la más adecuada y justa;
porque en primera instancia Julia debió haber comprendido que ella no era culpable de todo
lo que estaba pasando, y segundo; que por más que lo intente, el jamás cambiaria. Ella no
debió haberse sometido a tanto maltrato y tampoco debió permitir que su hijo sufriera
también a causa de ello.

Julia debió haber asimilado que nada de eso era su culpa, que el único responsable era su
marido, y que ella sola podría seguir adelante. Debió comprender que no la quería; que el
amor nunca duele, nunca maltrata, nunca hiere. El verdadero amor es aquel que respeta,
protege y cuida; y si ella estaba siendo maltratada, no había nada de amor, respeto,
protección ni cuidado.

- ¿Qué interpretación le da a la escena final del cortometraje?

Al final del cortometraje puedo interpretar que ella se suelta y dejar ir aquello que le hace
daño. Muchas veces se suele aferrar a aquello que lastima, que hace daño, por el miedo a
enfrentar cosas nuevas o a lo desconocido. Debemos dejar de pensar que el amor es
tortuoso y sufrido como el de las películas de amor y que finalmente con el tiempo se logra
un final feliz. El amor no es tan complicado como dicen que es. En realidad, es sencillo
cuando dos personas se quieren; las cosas simplemente fluyen, las excusas simplemente no
existen, las cosas no son tan difíciles, sino que simplemente son. Por ende, en este
cortometraje al menos se puede observar en su final, que Julia se liberó de lo tortuoso y
sufrido que fue esa relación y descubrió finalmente que eso era lo que debía hacer, escapar
y buscar otro camino diferente.

- ¿Qué reflexión le dejó el cortometraje?

La reflexión que me deja el cortometraje es el siguiente:

Lastimosamente en todo el mundo son muchas las mujeres asesinadas, violadas,


esclavizadas sexualmente, humilladas, marginadas, segregadas, sometidas y aisladas al
antojo de sus parejas. La autoridad de las mujeres es permanentemente puesta en duda, por
ello, aun cuando las mujeres hayan sufrido violencia extrema no se las ve ni como víctimas,
ni supervivientes, y si tuviesen hijos se considera que los hombres pueden mantener visitas
o su custodia porque “son los hombres”. La sociedad misma se ha encargado de justificar
todo acto de los hombres creando un machismo que refuerza la violencia contra la mujer
desde todos los ángulos posibles; es también la familia la que se convierte en
condescendientes de estas situaciones y eso hace que la problemática se vuelva aún más
crítica.

Es momento de empezar a ver a estas mujeres como víctimas, personas con derechos,
sacarlas de la oscuridad de la agresión, por lo tanto; lo primero que se debe hacer es tratar a
la víctima como tal, reconociendo sus derechos, ese derecho a ser protegida por las
instituciones o entes encargados, para que así estas sean tratadas con respecto y dignidad.

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