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La sociedad ha adoptado roles de género tradicionales donde el hombre es el agresor y la mujer la víctima. Esto ha llevado a la creación de mitos falsos sobre las mujeres que sufren violencia, como que se lo buscan o exageran. Aunque la violencia doméstica se condena, cuando se conocen casos reales la gente reacciona con indiferencia y duda de las víctimas. Esto explica la falta de medidas para abordar el problema. Las víctimas no denuncian por vergüenza y temor al juicio social.
La sociedad ha adoptado roles de género tradicionales donde el hombre es el agresor y la mujer la víctima. Esto ha llevado a la creación de mitos falsos sobre las mujeres que sufren violencia, como que se lo buscan o exageran. Aunque la violencia doméstica se condena, cuando se conocen casos reales la gente reacciona con indiferencia y duda de las víctimas. Esto explica la falta de medidas para abordar el problema. Las víctimas no denuncian por vergüenza y temor al juicio social.
La sociedad ha adoptado roles de género tradicionales donde el hombre es el agresor y la mujer la víctima. Esto ha llevado a la creación de mitos falsos sobre las mujeres que sufren violencia, como que se lo buscan o exageran. Aunque la violencia doméstica se condena, cuando se conocen casos reales la gente reacciona con indiferencia y duda de las víctimas. Esto explica la falta de medidas para abordar el problema. Las víctimas no denuncian por vergüenza y temor al juicio social.
La sociedad compuesta por hombres y mujeres ha crecido adoptando los
roles genéricos que le ‘corresponde’ donde él es el maltratador y ella la
víctima. Por ello, la sociedad, la cultura patriarcal, ha creado una serie de mitos falsos sobre estas mujeres que sufren de violencia, como: MITOS JUSTIFICACION La pareja tiene problemas.- El problema no es la violencia, tiene otros más serios. Masoquismo de la víctima. A ella le gusta, ella lo quiere.- Algunas mujeres son masoquistas, buscan a hombres violentos. Si ella no lo abandona, no debe ser tan malo. Rechaza cuando se le ofrece ayuda. La mujer se lo busca. Lo pide, lo merece.- La mujer provoca al hombre, por medio de gestos, conductas, ropa, etc. Solo les ocurre a determinadas mujeres.- Mujeres que ya han sufrido violencia en la infancia, mujeres malas amas de casa, etc. La mujer inventa o exagera. Los hombres están justificados.- No fue violencia, solo fue una discusión. Él tuvo un mal día en el trabajo, él no quería hacer eso. Los hechos no producen mucho daño.- No hubo ningún hueso roto, solo contusiones. Los hechos son muy raros.- Estaba bebido. Seguro estaba estresado, necesita comprensión y ayuda. No hay salida, podría ser peor. Niños - Familia.- Los niños necesitan a su padre. Él quizás cambie su comportamiento. Mejor mantener a la familia por su propio bien. Hogar - Entorno.- No tengo a donde ir, no puedo rehacer mi vida en mi situación. La sociedad condena la violencia domestica como comportamiento social, se apoya en la denuncia y se busca protección para la víctima. Pero cuando se conoce algún caso se reacciona de manera indiferente y se esquiva. Se llega a dudar de la veracidad de lo que cuenta la víctima, diciendo que lo exagera; por esta razón ella lo silencia por vergüenza y a la hora de denunciar recibe respuestas de incredulidad e indiferencia. Esta falta de conciencia del problema es lo que explica la falta de medidas de todo tipo para atajar el problema. Hay muchos efectos sociales negativos a la hora de denunciar, lo que hace que, aunque, el maltrato este cada vez peor visto, no haya disminuido sino que se ha ocultado; porque a pesar de que las mujeres son las víctimas, no se atreven ni tienen las fuerzas para afrontar el juicio social. El problema es muy complejo y si no se aborda de manera adecuada, provoca la ineficiencia de las medidas que se tomen, lo que contribuye a reforzar la conducta del agresor y empeora la situación de las víctimas. En muchas ocasiones las mujeres se sienten doblemente víctimas. Por un lado su marido y por otro el sistema, con falta de respuesta a su demanda. Por esta razón, cuando la mujer decide denunciar, se le debe atender con empatía, con un trato humanitario y compresivo. No se le debe recurrir al distanciamiento ni tratar de manera fría, ya que ante esta reacción la mujer se retrae y siente incomprendida. No se trata de ser compresivos, altruistas o piadosos. Si no que las personas que desempeñan cargos de servicio público que representan a las autoridades, dejen de ser integrantes de la sociedad para que realicen el respectivo trabajo que le corresponde. No es fácil, ya que hemos vivido socializados bajo el sistema patriarcal. Otro aspecto son los medios de comunicación que hablan de casos de violencia con frivolidad, saciando la curiosidad del espectador sin profundizar el origen del hecho. Esto hace creer que ahora hay más casos y que se denuncia más, lo cual no es del todo cierto Finalmente, si no tratan estos casos ya sea de manera individual o colectiva, alargamos el tiempo de una situación intolerable, en la cual de cierta manera refuerza el comportamiento del hombre agresor, y esto no se denuncia si no que se silencia.