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CONFLICTOS EN LAS INSTITUSIONES EDUCATIVAS – ACTITUDES

POSITIVAS QUE AYUDAN A FOMENTAR UNA ORGANIZACIÓN DE


CALIDAD
Los conflictos en el contexto escolar se pueden dar entre alumnos (es decir, entre
iguales) y entre alumnos y el personal docente. Luego está el tema de la frecuencia:
cuando las situaciones de violencia son reiteradas, podemos hablar de acoso escolar o
bullying, una situación totalmente indeseable por las gravísimas consecuencias que
puede llegar a tener en las víctimas. Los tipos de conflictos más comunes son:

 Maltrato físico: pegar, amenazar con armas, esconder y romper objetos.


 Maltrato verbal: insultar, poner apodos, hablar mal de alguien, difundir rumores
falsos, amenazar, intimidar.
 Maltrato mixto: se combina la violencia física con la verbal.
 Acoso sexual.
 Exclusión social: hace el vacío, no dejar participar a alguien en determinadas
actividades.
Son muchos los motivos, aunque algunos teóricos de la educación apuntan como
principal causa de los conflictos de las aulas la existencia de un modelo de organización
escolar aún demasiado rígido, poco flexible y descontextualizado de la realidad social y
económica actual. Esta situación favorece entre los escolares descontento, aburrimiento
y desmotivación, lo que acaba traduciéndose en un rechazo a la realidad escolar y sus
normas. Idealmente, las escuelas deberían ser un lugar de encuentro donde se acepte a
los demás tal y como son, asumiendo de forma natural las diferencias culturales, de
origen, raza, inclinación sexual, etc. Pero la realidad es bien distinta y en muchos
centros, de todos los países del mundo, se está viviendo un deterioro de la convivencia
escolar.

CONFLICTOS ENTRE ALUMNOS


Son múltiples y variados. Se dan cada día, en el aula y fuera de ella. La mayoría de los
conflictos entre el alumnado se dan por mal entendidos o prejuicios, y lo bueno que
tienen es que se suelen solucionar cuando se sientan uno frente a otro y consiguen
hablar. Esto es lo verdaderamente difícil a estas edades, conseguir que se sienten y se
escuchen, conseguir que empaticen, especialmente si hay un profesor delante, pues les
costará más “abrirse” y sincerarse. Por ello, la mediación entre iguales, es muy efectiva,
no solo porque fomenta la educación emocional en el alumnado y su formación integral
(especialmente en valores), sino porque ellos se sienten mucho mejor, sienten que han
solucionado sus conflictos y afecta positivamente en todas las áreas, especialmente en el
clima de aula y a su vez de centro.
Tipos de conflictos:

 Bromas pesadas
 Insultos
 Malentendidos
 Celos (especialmente por temas del “corazón”)
 Prejuicios (de otros países, culturas, etc)

Actitudes positivas:

 Actitud competitiva. Intentas imponer tu criterio y te cuesta mucho ceder para


lograr un acuerdo.
 Actitud de evitación. Alargas hasta el infinito el momento de afrontar el
problema o miras hacia otro lado en lugar de actuar para solucionar el conflicto
que te aflige.
 Actitud acomodada. Priorizas la relación con la otra persona y a menudo olvidas
tus intereses, cediendo demasiado.
 Actitud colaborativa. Ves el conflicto como una oportunidad para encontrar
soluciones para contentar a ambas partes y que la relación no se vea perjudicada.
 Actitud de compromiso. Estás en medio de la defensa de tus objetivos
personales pero escuchas los intereses de los demás para encontrar una solución
que no implique renunciar a tus intereses.
CONFLICTOS ALUMNOS-PROFESORADO
Quizá sean los más sonados, pero no los más frecuentes, ya que normalmente el
profesorado sabe cómo “controlar” su aula, pero ya sabemos que es un tema que gusta
mucho escuchar en las noticias últimamente. El profesor está preparado para gestionar
su aula, si bien es cierto que hay situaciones que sobrepasan, especialmente cuando el
estrés y en cansancio se apoderan de uno.
El problema nos lo encontramos cuando aparece ese alumnado que no quiere estudiar,
que no quiere estar ahí y que tanto su familia como el sistema les obligan a estar.
Alumnado desmotivado, alumnado sin interés, sin un nivel académico adecuado (por
circunstancias infinitas).
Actitudes positivas:

 El profesorado debe tomar conciencia de la relevancia de su papel como modelo


para el niño (reflexión).
 Los profesores necesitan crear un ambiente cálido y acogedor, en el que los
niños se sientan seguros y en el que se atiendan sus necesidades.
 Las interacciones profesor-alumno deben caracterizarse por la sensibilidad,
disponibilidad y coherencia.
 Los profesores pueden ayudar a que los niños construyan una imagen positiva de
si mismos. Reforzándoles, generando expectativas de logro adecuadas y
facilitando que el menor se sienta aceptado.
 Es importante que se respete el ritmo de adaptación y aprendizaje de cada
menor.
 Los niños necesitan que familia y escuela trabajen de forma conjunta, para
ofrecerles una mejor educación.
CONFLICTOS FAMILIAS-PROFESORADO
La mayoría de los conflictos es por la sobreprotección que hoy en día vivimos de las
familias hacia sus hijos y por el rol de “enemigos” que se ha tomado con los profesores.
Los malentendidos vuelven a ser la clave en este tipo de relaciones, el no escucharse, no
empatizar, el posicionamiento, la falta de comunicación, etc.
Actitudes positivas:

 Escucha activa: es muy importante prestar atención a lo que la otra persona está
aportando, porque incluye información que podría ser relevante.
 Concreción: en beneficio de la economía del tiempo, pero también para lograr
reuniones productivas, conviene centrarnos en las cosas que son realmente
importantes
 Cuidado con las formas: “lo que está bien dicho está bien escuchado”. No se
trata tanto de evitar nombrar ciertos aspectos, sino de ser correctos en la
expresión verbal, y tener en cuenta que nuestro interlocutor es un ser humano.
 Ser sinceros: conviene trasladar cualquier tema que pueda ayudarnos a resolver
problemas que presente el niño. Es importante hablar claramente, pero sin
juzgar, a la otra persona; como lo es visibilizar obstáculos que estemos
apreciando.

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